miércoles, 27 de agosto de 2008

Amélie puede cambiar tu vida


Con esto del blog, a lo largo del día se te ocurren temas sobre los que escribir. Ahora mismo tengo enfrente de mí a Amélie Poulain sonriéndome desde el otro lado de la pared. Bien, ¿Por qué no?
2001. ¿Tanto tiempo ha pasado ya? Supongo que a todos nos pasa. Cuando tanto la gente como los medios hablan con entusiasmo de lo buena que es una peli, un libro, un disco, en muchas ocasiones nuestras expectativas, demasiado elevadas de antemano, no se ven colmadas. Aquí no ocurrió. La película me pareció maravillosa y me sigue pareciendo genial después de haberla vuelto a ver anoche…una vez más.
Desde el principio dejar claro que entiendo perfectamente a las personas que rechazan esta película, que le parece ridícula por la multitud de elementos fantásticos que la adornan. Yo no soy quien para corregir a nadie pero tal vez deberían pensar que no se trata más que una fábula, un cuento. No me digáis que también vais a rechazar “Cien Años de Soledad” y todo el Realismo Mágico porque llueven flores amarillas. Aunque cada uno es como es y la frontera entre el ridículo y la obra maestra en ocasiones es muy delgada.
No se puede separar Amélie de una estética, la que tan bien se refleja en el cartel: esa luz, esos colores, motivados por la utilización de filtros que proporcionan esa extraña atmósfera y de la que tanto gusta Jean Pierre Jeunet, autor de Delicatessen, de La Ciudad de los Niños Perdidos o del cuarto Alien (serie que también merecerá su capítulo en el blog). Son autores con una personalidad propia, un universo personal relacionado con los sueños y miedos infantiles Algo parecido a Tim Burton.
Al igual que las imágenes de Burton requieren la especial música de Danny Elfman, lo mismo le ocurre a Amelie, unida para siempre a la peculiar banda sonora de Yann Tiersen, un verdadero acierto. Confieso que las primeras escuchas del bretón me provocaron asombro por el parentesco con la música de Michael Nyman. ¿Homenaje o plagio? Después sí me reconcilié con el y aprecié la riqueza de sus discos donde se mezcla tanto música popular, como clásica, influencias de la “chanson” además de efluvios de más árido rock independiente dentro de cuya escena cómodamente se aposenta, colaborando habitualmente con Dominique A, Stuart Staples (Tindersticks), Neil Hannon (The Divine Comedy), Noir Desir o Françoise Breut.. Multiinstrumentista virtuoso (violín, piano, guitarra, acordeón), del que disfruté un gran concierto en un Festival de Benicassim.

En resumen, para mí una película mágica. ¿Por qué no puede ser válida la moraleja del cuento hoy en día? No perder la ilusión, no darse por vencido si no queremos que nuestro corazón se vuelva seco y quebradizo.
¿Cómo no nos va a caer bien a nosotros, una tropa de raritos, Audrey Tatou (papel rechazado por Emily Watson)? Una rarita que vive en su propio mundo.
P.D. En la excursión al Maratón de París, un fetichista como yo, no podía dejar pasar la oportunidad de tomar un cafè en “Les Deux Molins”, en el Barrio de Montmartre.(Foto de Ironmanu e Indiegirl). Lamentablemente no nos sirvió Amelie.

“Sin ti las emociones de hoy serían sólo la piel muerta de las pasadas”

BA LON CES TO


Aprovechando la onda expansiva del espectáculo del domingo, voy a hablar de ba lon ces to. Imagino que si a un padre le preguntaran sobre cuál es el hijo que más quiere, no sería capaz de responder. Eso pensaba yo también que me ocurriría si alguien me colocara en la tesitura de elegir entre el baloncesto o el triatlón, mis dos deportes favoritos. Pero lo cierto es que no debe ser así ya que este año he elegido uno de ellos y he dejado de forma radical y definitiva la práctica del baloncesto. Al menos espero que cuando tenga tiempo, pueda dedicarle algunas horas a entrenar chavales, una verdadera delicia.
No creáis que ha sido una decisión fácil. Todos los lunes, miércoles y viernes regresa el familiar gusanillo y tienta marchar a entrenar. Ver el “Trofeo Diputación” o el “Tres contra Tres” desde la grada tampoco es recomendable. Pero llega un momento en que sopesando la posibilidad de lesionarme en un deporte tan peligroso, tomé la decisión de abandonar. Mi estilo de juego, con demasiados saltos y carreras, hacía que siempre me encontrara al borde de sobrecargas, contracturas, roturas. Por no hablar de otras temibles lesiones más duraderas que con la edad acechan cada vez más y provocarían una retirada temporal del triatlón, que a pesar de ser un paquete, me apasiona.
Pero bueno, como deporte de equipo, el mejor, sin duda, el baloncesto. Recapitulo ahora que me retiro. Comencé a los catorce años y la verdad es que era bastante malo hasta que con el paso de los años me percaté de que corría bastante más que los demás y nunca me cansaba. Por otra parte, yo que soy bastante tímido y tranquilo en la vida, en la cancha tornaba agresivo, constatando que mejoraba de forma sorprendente mi rendimiento. Todo ello te proporciona seguridad y confianza en ti mismo (tan importante en todos los deportes) lo que mejora tu eficacia. “¡Sector Albañilería, Daimiel!” Gracias a las ganas y al pundonor logré suplir las evidentes carencias de talento que, con envidia, sí advertía en alguno de mis compañeros. Sin ser un “Raza blanca, tirador”, sí tuve mis buenos momentos de escolta anotador de media distancia lo que unido a mi velocidad en los contraataques, sí creo que me hizo importante en los equipos en los que jugué. Mis dos MVPs en los torneos de verano me hicieron mucha ilusión pero todos sabíamos que yo nunca fui el mejor jugador. Sí el mejor defensor. A veces compadecía a la estrella del equipo contrario cuando defendíamos individual. Pobre hombre, qué brasa tener a ese enjuto perro de presa corriendo detrás de ti sin despegarse nunca más de un metro.
En fin. Todo eso acabó. Ahora ya todo son recuerdos. Una cantidad ingente de recuerdos y de caras que conocí a lo largo de estos años. Compañeros y amigos de todos los tipos. A Víctor, uno de mis mejores amigos, lo conocí precisamente a través del baloncesto. Él y yo siempre decimos que jugando a esto, se descubre el verdadero carácter de las personas. Gente maravillosa y gente verdaderamente tarada.
Al fin y al cabo, el baloncesto es una metáfora de la vida. Deporte de precisión que requiere entrenamiento, trabajo, esfuerzo, concentración y a veces ser duro, muy duro.
Ya sólo quedarán secuelas: el gesto que algunos jaramugos realizamos al entrar en meta, golpeándonos con los puños sobre lo alto de la cabeza. Era la forma de celebrar las canastas de dos jugadores de los Clippers. ¿Significado? Siempre hay que estar alerta, con las orejas tiesas.
En general, los que practicamos deportes minoritarios siempre hemos sido bastante antifutboleros. ¿Hay algo más estético, más “plástico” que ver jugar a Sabonis, a Petrovic, a Magic Johnson, a Stockton? Por favor… no hay color.
P.S. Dedicado a Ceju, una de las mejores personas que conocí gracias al baloncesto y que no hace ni dos meses se nos llevó un maldito cáncer devastador.

"La mutabilidad es la esperanza y la tragedia del ser humano"

martes, 26 de agosto de 2008

Una historia de amor

“Tú vas a cumplir ochenta y dos años. Has menguado seis centímetros, no pesas más de cuarenta y cinco kilos y aún eres bella, graciosa y deseable. Hace cincuenta y ocho años que vivimos juntos y te amo más que nunca. De nuevo siento en lo más profundo de mi pecho un vacío devorador que sólo puede calmar el calor de tu cuerpo contra el mío."

De “Carta a D. Historia de un amor” (André Gorz). Dedicado a su esposa.

¿Acaso este fragmento no es…? ¿No resulta…..? Colocad vosotros el atributo. Elegid vosotros el adjetivo. Seguro que todos tenéis el apropiado.

lunes, 25 de agosto de 2008

Entrenamientos. Semana del 18 al 24 de Agosto

Aunque tenía las piernas mejor que nunca después de un maratón y sin dolor alguno, semana de descanso total. Pocas ganas. El lunes nadé 750 metros en el río y de martes a viernes nada de nada.

El sábado la etapa de los puertos. 130 kms. Mejor de lo esperado. Media en torno a 26 que para un recorrido tan perro está más que bien. Aparte de los tres puertos, no paras de subir cuestas en toda la mañana. He acabado bastante entero. Cuando hicimos este recorrido el año pasado, yo venía entrenado después del Titán y aún así, acabé bastante averiado. En cambio este año, sin apenas entrenos en dos meses y cuando, dada la alegría con la que salimos, estaba convencido de que iba a hacer “catacrocker”, acabé muy bien. Si al final esto del descanso va a ser el mejor entrenamiento. Eso sí, el sábado tenía las “patinas” machacadas. Buen entrenamiento de fondo.

Una mañana ideal para montar en bici. Fresquita al principio y con calor después pero sin llegar a ser agobiante. Una delicia el paisaje de las “jurdis” a lo largo de la carretera que conduce a Las Mestas. Mi doble pareja de baile, sobrada. Plato esta semana ha rondado los 500 kms con unas medias muy buenas en recorridos muy duros. Y Phaeton, apretando en la parte final de los puertos, justo cuando crees que va medio fundido.

El domingo vuelta a madrugar a las 6:30 (¿el fin de semana no era para descansar?) para ver el segundo tiempo del Argentina-Lituania y el pedazo de espectáculo que nos brindó nuestra selección de balonesto (pero eso es otra historia que merece capítulo aparte). Tras la excitación del partido, marcho a correr con Yodimito que me acompaña un rato. Al final 20 kms a ritmos medios y cómodos acabando con Machichas. Por la tarde 1,5 kms de natación. El agua del río se ha vuelto a calentar.

Buen fin de semana de entrenos. A ver si hoy seguimos con ello

“Sólo hay una forma de aprender a pelear: peleando mucho”

jueves, 21 de agosto de 2008

Etapa Reina


El sábado toca etapón. Los mirobrigenses tenemos la suerte de disfrutar de un entorno privilegiado para la práctica del ciclismo ya que en pocos kilómetros a la redonda de Ciudad Rodrigo disponemos de los recorridos y perfiles más variados para elegir en función de tu ánimo, tus ganas, tu objetivo o tu forma. Circuitos llanos y puertos como La Peña de Francia, Casares, El Portillo de Batuecas, Perales, Descargamaría, Robledillo, San Martín, Santa Clara, Sotoserrano, Subida de Casas del Conde a La Alberca, Arribes.
Pues como decía, el sábado toca una de las buenas, una de las clásicas. Casares, Portillo y Peña. No llega a los 140 kilómetros pero con los tres puertos y demás repechos terminas a gusto.
Mi intención es ir tranquilo porque no doy para más con mi escasa preparación. Se trata de hacer un buen entrenamiento de fondo e intentar llegar con dignidad. Me acompañan dos ciclistas, sólo ciclistas, Phaeton y Plato. De dominio público es lo nocivo que es este colectivo, siempre a la gresca. Si además le unimos la ojeriza que le tienen al triatleta, espécimen “fashion” por naturaleza, siempre sorprendiendo con extraños artilugios y ropitas, pues eso que Dios nos pille confesados.
Plato, ya de por sí un superclase, lleva todo el verano disfrutando de sus anuales vacaciones académicas, lo que básicamente se traduce en entrenar, comer, descansar y beber cerveza en el río, con lo que a finales de agosto lo pillas en lo alto de su pico de forma anual.
A Phaeton solía yo ponerlo en apuros de vez en cuando pero este año se empeñó en hacer oro en Quebrantahuesos (reto relativamente fácil) y en la Perico (tema bastante más complicado). Ambos objetivos conquistados con solvencia gracias a una metódica preparación anual que le ha llevado a tener ya más de 10.000 kms en las patas y no sé cuantos kilógramos menos en la báscula. Nada, intocable también.
A ver si se anima Ironmanu a venirse también y hacemos grupeta triatleta. Estos ciclistas aparentan ser buena gente y durante la sesión no dirán nada….pero, ay amigo, como flaquees…cuando llegue la noche, la cena en el río, la cerveza… la burla y el escarnio asistirán al convite con seguridad.
Al menos disfrutaremos de buena conversación y de unos parajes y puertos bien bonitos. El que quiera, ya sabe, a las 8:00 horas en el lugar de costumbre, en el Árbol Gordo.

“Quien ama la aventura no teme el fracaso”

miércoles, 20 de agosto de 2008

CLINT EASTWOOD


El gañán que mudó a genio. De “zote” a intelectual.

El triatlón y el deporte para un rato, ejem, para un buen rato… si no que se lo digan a alguna chica de la panda. Pero bueno, a mí es que me gusta escribir sobre otras cosas y aprovechando que estos días me he visto dos películas del amigo Clint, he decidido escribir cuatro letras.
Para nosotros, bueno más bien para Ironmanu y para mí, Clint Eastwood, siempre ha constituido un icono, medio en broma, medio en serio, siempre nos pareció uno de los grandes. ¿Quizá el último actor que podemos calificar de clásico? Creo que nadie puede negar la enorme fuerza de su presencia en pantalla. Se hace famoso a principios de los sesenta con las tres películas de Sergio Leone: “Por un puñado de dólares”, “La muerte tenía un precio” y “El bueno, el feo y el malo” donde sin apenas decir palabra, su poncho y su cigarro, quedan grabados para siempre en la mente de varias generaciones.
Muy pronto le llegan las ínfulas de director y compagina engendros fascistoides y descacharrantes como “Duro de Pelar” con el orangután Clive como tierno compañero (lo siento, una debilidad) con algún producto más digno.
La serie de Harry el Sucio lo pone en primera línea, un poli por encima de la ley. Lo justo para él….¿derechos?...¿garantías?...¿presunción de inocencia? Al malo, matarile. Una peligrosa apología de la violencia en la América de los ochenta.
Pero lo que realmente motiva esta disertación es el giro que se produce en los noventa. Todos sabíamos de su afición por piano, su enciclopédico conocimiento sobre blues y jazz pero ya nos sorprende con una gran película como es “Bird” basada en la tormentosa vida de Charlie Parker.
Se marca algún producto cómico como “El Sargento de Hierro” que me niego a tomarme en serio para deslumbrar con una serie de buenas películas como “Million Dollar Baby” o “Un mundo perfecto” y sobre todo dos clásicos instantáneos que para mí lo colocan a la altura de los más grandes: “Sin Perdon” y “Mystic River” con varias escenas antológicas que entran por la puerta grande en la Historia del Cine. El final de Mystic River, cuando la esposa de Sean Penn justifica en la intimidad de su habitación el cruel comportamiento de aquél, simplemente me pierde. Pata negra como está concebida esa escena.
Al final, con estupor percibimos como el que creíamos fascista, es un pacifista (“Cartas desde Iwo Jima”), está a favor de la eutanasia (“Million Dollar Baby”) y critica el sistema penal norteamericano (“Un mundo perfecto”). Un verdadero progre, vamos. Verlo para creerlo.
Aunque bueno, nada mejor que una buena carnicería para acabar el western crepuscular por excelencia: “Sin Perdón”. El protagonista no estaba por la violencia….pero es que le obligan. La cabra tira al monte… y a nosotros nos encanta.

Ya lo decía Clint cuando lo criticaban en tiempos de Harry:

“En el Antiguo Testamento sí que hay violencia de verdad”

martes, 19 de agosto de 2008

LADY MACBETH







Aquí una más que posible candidata a ser Lady Macbeth. ¿A que estas fotos casi seducen tanto como cuando la chica que te gusta te enseña el escote o la tripita?.... He dicho casi.
"La vida es una sombra tan solo"

EL MARATÓN

¡Preparados, listos, ya! A la vieja usanza. Cuarenta y cuatro fulanos dispuestos a machacarse por los solitarios Campos de Castilla.

Confieso que me había costado ir al Maratón del Boedo, uno de los últimos que me faltan en España. Demasiado pequeño. Mea culpa. Me equivoqué. Desde aquí animo a cualquier maratoniano de verdad a que marche al Boedo. Una experiencia que merece la pena.

Por la mañana ya vi caras conocidas, talibanes de esto del “correr” que te los encuentras en todos lados, el hombre este cuyo nombre no recuerdo y que conocí en Ampurias, empeñado en conseguir el record de maratones en España (este año creo que lleva 16) para un total de 93 o algo así (maratón arriba o abajo no varía mucho, la verdad), “El Bolas” de los Trota de Valladolid, gente de los “ñ” ultrafondo….

Yo, desde Roth, el 13 de Julio, desanimado tras el fracaso, apenas había vuelto a entrenar excepto la última semana y sin pasar nunca de los 11 kms; por lo tanto tenía pensado irme a los 3:30 si aguantaba, ya que carecía del fondo suficiente para afrontar la prueba. Al final me fui a unos 3:10 sorprendentes para mí. La carrera, se desarrolla en un 80 % por pistas de tierra con chinillas que iban machacando las plantas de mis desgastadas zapatillas. Empecé tranquilo pero el aumento de ritmo que mantuvimos constante a lo largo de la carrera fue debido a la creación de una “grupeta” con la que los kilómetros fueron transcurriendo casi sin enterarse. El cuarteto lo formamos Antonio de Murcia, Inocencio medio paisano de Béjar y Ricardo Abad de Tafalla. Supongo que a este último muchos ya lo conoceréis. El caso es que hemos ido charlando toda la carrera. El reto en el que se encuentra inmerso ahora Ricardo es conseguir hacer 30 maratones en 30 días consecutivos (no organizadas, vía GPS) y el tío marchaba por el día decimosexto. Fuimos contando y sobre todo escuchando los retos que había logrado y se planteaba conseguir en próximas fechas. Como objetivo prioritario de la temporada tiene previsto cruzar España desde Tarifa a San Sebastián en quince días a beneficio de Aldeas Infantiles. Toda la información sobre este “crack”, deportivo y humano, que además tiene compaginar entrenos con trabajo y familia la tenéis disponible en

riki-ricardoabad.blogspot.com

Volviendo a la carrera, al final nos quedamos Ricardo y yo solos e incluso apretamos en la última decena de kilómetros, haciendo más rápida la segunda media que la primera. Los últimos tres kilómetros a mí me han sobrado pero contar con esta liebre de lujo, me llevó en volandas a meta, donde entramos juntos, agarrados y brazos en alto, octavo y noveno. Según el GPS de Ricardo al maratón le falta algo más de medio kilómetro.

P.S. Por si es forero, un saludo al de Vigo que me invitó a un café y que debutaba en maratón. Le dije que un maratón con tan poca gente no era el lugar idóneo para bautizarse pero cuando yo ya marchaba en coche, le vi llegar a meta. ¡Enhorabuena, campeón! Enganchao sin remedio, ya lo verás.


“¡YO SOY ESPARTACO!”

lunes, 18 de agosto de 2008

DE ROTH AL BOEDO


Ayer corrí el Maratón del Boedo, uno de los últimos que me faltan en España. No había vuelto a competir desde Roth y el brutal contraste invita a reflexionar sobre dónde marcha últimamente el deporte popular.

¿Dónde se encuentra en nexo entre ambas pruebas? ¡NO EXISTE TAL!

Roth es una organización monstruo cuya motivación es el ánimo de lucro, legítimo por otra parte.

La organización del Boedo básicamente consta de una persona, Gabriel, cuya ilusión constituye el firme cimiento sobre el que se asienta un maratón, ya con solera y a priori imposible.

En Roth te debes apuntar un año antes, pagar 300 euros y aunque para mí la organización fue perfecta, también me parece de traca que debas pagar 43 euracos si quieres la camiseta de recuerdo, aparte de la de finisher, claro.

En Boedo no pagas nada y te obsequian con un trato familiar y cercano, te regalan un bonito trofeo, un polo de calidad, diploma y una caja de pastas. Además se celebra una comida gratuita para todos los participantes y acompañantes. Por no hablar ya de que acampé a 50 metros de la salida, que me invitaron a desayunar en el pueblo, que me duché en casa de un familiar de Gabriel. Todo como muy extraño, la verdad, y a la vez gratificante.

Claro, yo no voy a renunciar a correr alguna prueba del circuito ironman al año y pagar los ¿400… y subiendo? y más pronto que tarde iré al Maratón de las Arenas abonando los 3.000 pero a veces te paras a pensar que quizá nos estamos volviendo todos un poco locos y que esto se está convirtiendo en un deporte de ricos.

Quizá deberíamos valorar en su justa medida organizaciones modélicas y tan cercanas y entrañables como la del Titán o Buelna, donde siempre tienen una sonrisa y un gesto de apoyo a cambio de un precio simplemente justo.

Yo, por mi parte, este año tengo decidido probar el Ironcat. Quizá debamos todos replantearnos volver a la esencia de este deporte y recordar cómo nació. Tal vez debamos intentar recuperar el componente de aventura y restarle algo de ese aspecto tan mercantilizado o “profesional”. Al fin y al cabo la mayoría de nosotros siempre seremos una panda de globeros a los que nos encanta sufrir.
"El que no está ocupado viviendo, está ocupado muriendo"

miércoles, 13 de agosto de 2008

Maratón del Boedo. 17 de Agosto.

Back on the run. Con cinco días de entrenamiento contados desde el fatídico día, desde el 13 de Julio, desde Roth, volvemos a la carga. ¿Objetivos? Bueno, pues si me hubieras preguntado hace cuatro días, te hubiera dicho que bajar 3:45 para mí era suficiente. Cumplir cómodamente con el expediente y otro al bote. Uno de los últimos que restan. Pero bueno, a pesar de la falta de entrenos, no me he notado mal y aunque no he pasado de 11 kms., confío en bajar de 3:30. No tengo malas sensaciones. Supongo que al final acusaré la falta de fondo pero espero no entrar en barrena. A la dureza propia del maratón, en esta carrera hay que unir la más que probable soledad durante gran parte de la carrera. No creo que lleguemos ni a los cincuenta participantes, pero un reto es un reto. Si se ha decidido hacer todos los maratones de España, éste tampoco puede faltar.
Estos últimos cuatro días he recuperado el hábito de entrenar y me he reencontrado con la agradable y familiar satisfacción tras el esfuerzo físico. No es que esté pasando por mi mejor momento anímico. De crío amaba los veranos. Ahora simplemente los odio... y eso me cabrea. A los previsibles y crecientes agobios laborales se unen los de otra índole que no hacen más que meterte áun más en el pozo y encerrarte en ti mismo. Menos mal que cenas como las de anteayer en el río con los Villis y los Musos son la mar de reconfortantes.
Ahora mismo estoy deseando salir del despacho y ponerme a correr y nadar y que el dolor sea capaz de mitigar durante unas horas la maldita niebla que últimamente siempre me acompaña. Estoy deseando llegar al km. 30 del maratón, enfrentarme con el muro una vez más…. arrepentirme una vez más del tipo de deportes que amo y practico… y tras acabar, decidir,una vez más, que adoro este suicida estilo de vida.

“La resignación es un suicidio cotidiano”

martes, 5 de agosto de 2008

ENDURANCE


"Se buscan hombres para viaje azaroso. Paga pequeña. Frío intenso, largos meses de completa oscuridad, peligro constante. Regreso no asegurado. Honor y reconocimiento en caso de éxito"


Este lacónico anuncio era la "irrechazable oferta que Shackleton, explorador británico, publicaba en el Times en 1914 para su demencial intento de cruzar la Antartida. Finalmente su barco, el "Endurance" quedó atrapado en el hielo, se partió y se hundió. Pasaron penalidades sin fin pero nadie murió.

Lo increíble es que a esta "atractiva" llamada se presentaron 5.000 candidatos.

He estado pensando en por qué desde crío me han atraído estas epopeyas de personajes que acometen empresas que muchos consideran imposibles, que logran hazañas asombrosas , que se enfrentan a lo desconocido con firme entusiasmo sin que al final no haya más recompensa que una gloria efímera.

Quizá los que nos dedicamos a hacer locuras, a buscar los límites físicos y psíquicos, participemos de ese espiritu.

Ahí está todo. En el escueto y brutal anuncio de Shackleton. Parte de lo que soy aparece retratado en esas líneas.


"Saca lo mejor de ti mismo, sé valiente y la fuerza acudirá en tu ayuda"