miércoles, 30 de junio de 2010

Tem um dinheirinho nisso?


Seguimos con la bossa. Hoy escribimos sobre los orígenes. No es que fuera exactamente así, que el nuevo estilo naciera puntualmente en el momento que voy a describir ya que llevaba años fraguándose pero en estas materias, donde se mezcla la música y la historia, cuando se trata de contar, de relatar, ya lo decía John Ford. imprime la leyenda. Seguro que a todos nos gusta más.

1956. Bar "O Villarino" del centro de Río de Janeiro. Bar de intelectuales. El todavía diplomático Vinicius de Moraes, busca música para su obra "Orfeu de Conceiçao". Ninguno de sus contactos con músicos le satisface hasta que un día el crítico musical Lúcio Rangel le presenta a Antonio Carlos Jobim, un nuevo compositor.

Vinicius explica al joven lo que busca, sus elevados y apasionados propósitos: "Una música que uniera la Grecia clásica con el morro carioca, lo erudito con lo popular, una música poética que, incluso al servicio del texto, tuviese una cualida órfica". Tras la exposición, a Tom Jobim lo único que se le ocurrio preguntar fue: "¿Hay algún dinerillo en eso?". Lucio Rángel, sorprendido, casi ofendido, exclamó: "Pero Tom, ¿cómo osa hablar de dinero al poeta en un momento así?" Para Tom, por entonces, subsitir era lo prioritario. No era consciente del momento histórico que que implicaba el encuentro.

Grabaron canciones para la obra y para la aclamada posterior versión cinematográfica de Marcel Carné, "Orfeo negro", entre las que se encontraba la mítica "A felicidade". Hace unos días, Crusti hablaba de un disco maravilloso, el directo de Vinicius en "La Fusa" de Buenos Aires con María Creuza, María Bethania y Toquinho. Por favor, hacéos con él, os hará pasar grandes ratos.




Sin embargo, el verdadero y polémico punto de partida para la bossa nova fue otra composición de ambos genios, "Chega de saudade", 1958, en la versión definitiva de Tom junto a otra incipiente vaca sagrada, Joao Gilberto. A partir de ahí, Brasil y el infinito. Su riqueza musical se antoja pozo sin fondo.




P.S. OOOYEE, que no viene a cuento, pero es que acabo de ver las clasificaciones de Buelna y no tardé siete horas sino seis horas y media, leñe. Ya me parecía a mí demasiado. Al pasar la meta el juez me dijo que siete horas y ya no hice ninguna cuenta. Como si me dice nueve. ¡¡6:30!! Menuda máquina :) Qué ilusión me ha hecho. Qué bueno. Eso sí, con esa media hora no he remontado puestos :). Si me descuido, acabo el último de verdad.

"El que ama arde, y el que arde vuela a la velocidad de la luz"

lunes, 28 de junio de 2010

Medio Ironman de Buelna, con una "c"



Antes de entrar en materia, si algo recordaré del Triatlón de Buelna es al CiegoSabino echado en la camilla de la ambulancia. Al jodío se le fue la mano y se estampó bajando San Cipriano. Clavícula y dos costillas rotas. Ahora le va a tocar pasar unos cuantos días malos. Esperemos que sirva de lección para evitar futuros percances. Aunque a cualquiera nos puede pasar, siempre debemos tener claro que esto es una afición que en ningún caso puede comprometer otras facetas de tu vida más importantes.


Conocí en persona a uno de los clásicos, Mildolores. Visto y no visto. Quedan muchas conversaciones pendientes. Ahora mismo escuchando tu disco. Eché de menos a Inma. Con Humberto crucé un grito en el desfiladero. Después me dijo por teléfono que me animó en el final de la carrera a pie pero que iba tan grogui que ni me enteré.

Para los profanos en la materia que pasáis por aquí, os tengo que decir que emplear siete horas para hacer un medio ironman (1,9-90-21), aunque el recorrido sea duro -éste es durillo sin más-, es una barbaridad. Hace dos años -2008-, en esta prueba marqué 5:22. Estaba fino -a mi manera-, a quince días del que iba a ser el gran día, Roth, y las imágenes en mi memoria son muy distintas.

Como decía en el anterior post, estuve dudando hasta el último momento si participar ya que no había entrenado prácticamente nada. Desde Febrero, tres días de natación esta semana para no ahogarme y la bici sin tocarla desde el 3 de Mayo -anoche vi el diario-, sin ninguna salida cercana a cien kilómetros en todo el año, con unos miserables 500 kilómetros en 2010.

Al final me animé. Buelna tira. Creo que cualquiera que participa, repite. Es el ambientillo de la prueba. La zona de acampada, la parrillada final, el precio, el entorno, la entregada organización, hacen de este triatlón una carrera especial. Hace poco criticaba el mundillo del triatlón. Este fin de semana me ha servido de reconciliación y para recuperar las ganas.

Cuando a la luz de un luna preciosa, paseaba la noche anterior por la zona de acampada donde estaba montada la meta, añoraba estar en mejores condiciones. En mi estado, el objetivo era hacer las tres pruebas no con las tres "cs" de Alix (calma, cabeza y cojones) sino con una "c": calma. Solamente así podría terminar y esa noche, viendo la solitaria línea de llegada, me hacía especial ilusión cruzarla. Pensaba que si acababa, me movería en torno a las seis horas. No más.

Reencuentro con la natación. Creo que es la cuarta vez que nado en el mar. Me coloco por primera vez el neopreno este año y tranquilamente a pasar el trámite. Antes de llegar al primer giro, noto que me estoy mareando por la corriente, me preocupa pero no me molesta especialmente. Al salir a la playa, antes de encarar la segunda vuelta, veo que tal y como tenía previsto salgo de los últimos. Coño, me digo, tampoco tenía que ser literalmente "el último" como había anunciado. Aprieto pero tardo aún más. Parece ser que hemos nadado en torno a 300 metros más por el desplazamiento de las boyas. 55 minutazos.

Reencuentro con la bicicleta. Se trata de ir tranquilo y alimentarse bien. Ahora mismo, correr una media maratón después de la bici, me parece muy lejano. Sólo pienso en conservar buenas sensaciones y fuerzas para intentar acabar la carrera. Si no se puede, no pasa nada. El recorrido es realmente precioso pero no lo recordaba tan duro. Aquellos repechos que hace dos años me parecían "cosina de ná", me dan miedo y trato de mantener un ritmo uniforme. Bajando el puerto de San Cipriano, veo al Ciego, tapado con una manta y con cara de pena. Paro hasta que se lo lleva la ambulancia. Pienso que dentro de lo malo, podía haber sido peor. Sigo y unas curvas más adelante, otro ciclista se acaba de caer también. Sigo a mi ritmo, sólo por sensaciones -no llevo cuentakilómetros-. Seguro que podía haber ido más rápido pero mi falta de seguridad me hace ser prudente. La zona del desfiladero me cruzo con Humberto. El puertillo final, que en 2008 me pareció un repecho corto y duro, me cuesta de verdad y me hace ser consciente de que ya voy tocado. En la clasificación me marcan algo más de veinticinco de media. Supongo que la real serán algo más de veintiséis descacharrantes kilómetros por hora.

La carrera
. Me pongo a ello sin mucha convicción. No voy pájara ni muerto, pero parece que no estoy muy metido en el asunto. Decido correr los diez kilómetros hasta que vuelves al pueblo y después ya veremos. Empiezo a correr. No me siento mal pero los pasos de los primeros kilómetros son lentísimos. No estoy vacío pero noto que no alargo la zancada, que tengo las piernas muy duras, muy rígidas, además de que se me dispara la respiración si intento cambiar. Marcho con un "aguaverde" al que le comento que quizá me retire en el Km. 10. Él me responde que ni de coña, que si no me duele nada, hay que llegar al final. "Pues es verdad", me dije yo. "¿A cuento de qué viene esa actitud?". A partir de ahí, decidí apretar (es un decir, más de cinco minutos el km.) y marché para delante solo. Cuando llegué al pueblo, me animé. Durante las cinco vueltas de dos kilómetros con paso por línea de meta, voy tostado pero con los ánimos y oliendo el final, ya no hay vuelta atrás. Un rato me molestó una de las tres uñas que se me están cayendo (secuelas del MAM que me preocupan para Peñalara), pero el problema no fue a más. Creo que al final hice dos horas pero no estoy seguro, ya no llevaba puesto el cronómetro.Tuve algún momento de crisis pero con un par de geles conseguí correr a ritmo trotón toda la media, sin caminar, de lo que estoy muy orgulloso. Acabar un "larga" siempre es un subidón.

Creo que me alimenté bien y no tuve ninguno de mis temidos problemas de estómago durante la prueba. Sin embargo, cuando acabé y me tiré en la hierba empapado, me levanté frío y bastante mal. Una pena no disfrutar de verdad de la estupenda parrillada que nos preparaban. Con lo rico que estaba todo... yo me lo comía, pero es que no me entraba. Lo hacía porque sabía que me iría bien para asentarme. Sólo me apetecían fantas de naranja.

Conclusión. Como no podía ser de otra manera, gran majadería es presentarse en un medio ironman duro sin haber entrenado nada. ¿Se puede hacer? Se puede hacer, ya te lo digo yo. ¿Merece la pena? No. De lo positivo, me quedo con vivir desde dentro una carrera que me encanta, sobre todo por la ilusión y las ganas que le echan los organizadores. Además, como ya dije, estas siete horas haciendo triatlón, me han dado ganas de volver a hacer triatlón de verdad. Ale, me voy a entrenar.

¡¡YO SOY ESPARTACO!!

sábado, 26 de junio de 2010

Insensatez


Insensatez. A esta hora estaré comenzando el Medio Ironman de Buelna. Una semana de natación desde los veinte kilómetros de Febrero. Sin bici alguna. Estuve hasta el último momento dudando si marchar o achantarme y plegar velas. He decidido participar. Nadaré, saldré el último del mar y la bici me la tomaré con calma para ver si cuando me baje tengo fuerzas y me apetece correr una media maratón. En fin, no creo que me venga mal para el Trail de Peñalara. Un punto de partida. En ningún caso me moveré en límites porque sería absurdo y temerario maltratar al cuerpo sin estar preparado para ello. Sólo me planteo disfrutar, mientras se pueda, del deporte que me gusta. Otra de las razones por las que marcho es que me apetece encontrarme y reencontrarme con amigos blogueros.

"Insensatez". Como el jueves hablé de Astrud Gilberto y el título venía al pelo, os dejo una de las composiciones más hermosas sobre el planeta tierra, una de mis diez canciones favoritas. Composición de Jobim y Vinicius, con Stan Getz al saxo y aquí María Toledo a la voz. Las semana que viene preparo un post sobre los orígenes de la bossa nova. En el vídeo se utilizan imágenes de "La notte" de Antonioni que no he visto pero que le sientan fenomenal a la tristeza de la canción.


A ver si Phaeton o algún portugués de los que pasáis por aquí os animáis a traducir. Iba a hacerlo desde la versión en inglés, "How Insensitive", pero no me cuadra con lo que parece que dice en portugués. De todas formas no hace falta conocer el texto para disfrutar la pieza. La pena casi araña.

Que la disfrutéis tanto como yo.






Ah, insensatez que você fez
Coraçao mais sem cuidado
Fez chorar de dor o seu amor
Um amor táo delicado

Ah, por que você foi fraco assim
Assim táo desalmado
Ah, meu coraçao, quem nunca amo
Náo merece ser amado

Vai, meu coraçao, pode perdáo
Perdáo apaixonado
Vai, porque quem náo pode perdáo
Náo é nunca perdáo.

jueves, 24 de junio de 2010

Para que yo me llame Atalanta


Si a algún bala perdida le interesa la poesía, aquí dejo tres poemas del gran Ángel González. El primero es sencillamente bestial.

Para que yo me llame Ángel González,
para que mi ser pese sobre el suelo,
fue necesario un ancho espacio
y un largo tiempo:
hombres de todo mar y toda tierra,
fértiles vientres de mujer, y cuerpos
y más cuerpos, fundiéndose incesantes
en otro cuerpo nuevo.
Solsticios y equinoccios alumbraron
con su cambiante luz, su vario cielo,
el viaje milenario de mi carne
trepando por los siglos y los huesos.
De su pasaje lento y doloroso
de su huída hasta el fin, sobreviviendo
naufragios, aferrándose
al último suspiro de los muertos,
yo no soy más que el resultado, el fruto,
lo que queda, podrido entre los restos;
esto que veis aquí,
tan sólo esto:
un escombro tenaz, que se resiste
a su ruina, que lucha contra el viento,
que avanza por caminos que no llevan
a ningún sitio. El éxito
de todos los fracasos. La enloquecida
fuerza del desaliento...

Muerte en el olvido

Yo sé que existo
porque tú me imaginas.
Soy alto porque tú me crees
alto, y limpio porque tú me miras
con buenos ojos,
con mirada limpia.
Tu pensamiento me hace
inteligente, y en tu sencilla
ternura, yo soy también sencillo
y bondadoso
Pero si tú me olvidas
quedaré muerto sin que nadie
lo sepa. Verán viva
mi carne, pero seré otro hombre
-oscuro, torpe, malo- el la habita...

Cumpleaños de amor

¿Cómo seré yo
cuando no sea yo?
Cuando el tiempo
haya modificado mi estructura,
y mi cuerpo sea otro,
otra mi sangre,
otros mis ojos y otros mis cabellos.
Pensaré en ti, tal vez.
Seguramente
mis sucesivos cuerpos
-prologándome, vivo, hacia la muerte-
se pasarán de mano en mano,
de corazón a corazón,
de carne a carne,
el elemento misterioso
que determina mi tristeza
cuando te vas,
que me impulsa a buscarte ciegamente,
que me lleva a tu lado
sin remedio:
lo que la gente llama amor, en suma.
Y los ojos
- qué importa que no sean estos ojos-
te seguirán a donde vayas, fieles.

Ya que éstos últimos tratan de amor os dejo una canción de muuucho amor, el famoso "Fly me to the moon", utilizada en "Abajo el amor", con Renee Zellweger y Ewan Mc Gregor. Tontorrona y deliciosa, la película homenajea las de Rock Hudson y Doris Day de los cincuenta-sesenta. No sé qué me ocurre con ésa epoca, tengo fijación por ella. Tal vez por eso me gusten tanto Mad Men y El apartamento.

En el tema se mezclan las versiones de Astrud Gilberto y Frank Sinatra. Muchos ya sabréis que Astrud, la mujer de Joao Gilberto, no era cantante profesional. Su marido la animó a cantar en las sesiones de grabación de uno de los discos míticos de la bossa nova y de la música en general, "Getz/Gilberto". Su versión de "Garota de Ipanema" debe ser una de las canciones más escuchadas de las historia. Astrud me gustaba, ponía sus discos a menudo, la música es agradable pero a medida que he ido sabiendo más y he ido introduciendo más toneladas de música en la cabeza, se me fue escapando su encanto, la que antes llamaba lánguida, se tornó en flácida. Casi no le veo matices. Hay decenas de cantantes brasileñas mucho más ricas. A veces la pobre me parece un pan si sal. Sin embargo recomiendo una recopilación con sus éxitos. Participó en discos históricos y tiene canciones maravillosas. En esta canción, el contraste con el dominio y el genio de Frank Sinatra, uno de los mayores cantantes y joputas "bon vivant" de la historia, es alarmante por la longitud de la brecha aunque hay que reconocer que esa diferencia de altura le va muy bien al tono de la película.


martes, 22 de junio de 2010

El fondo según Murakami


Ya leí el libro del que más se ha hablado en los mentideros deportivos en general, fondistas en particular, "De que hablo cuando hablo de correr" -gracias, Michel-. Ya había leído anteriormente "Tokio Blues" de este autor sin conocer nada de éste ni por supuesto que era uno de tantos japoneses chalados por el fondo. Este último me gustó mucho, me pareció especial, poético y extraño, dotado de un especial magnetismo. Cuando me enteré que iba a publicar libro sobre la figura del corredor, me ilusioné. Seguro que era algo especial que a mí, dada mi condición deportista, me llegaría dentro.
Bien, me equivoqué. El libro en general me ha decepcionado. Cuando un escritor se consagra a nivel internacional como Murakami, es claro que independientemente de la entidad de la próxima publicación, cuentas con miles de lectores potenciales que se harán con tu nueva obra y la empresa saldrá rentable (algo similar a lo que hizo Nick Hornby al publicar un libro con simples críticas de canciones en "31 canciones"). Estoy seguro que si Murakami no fuera Murakami, ninguna editorial le publicaría esto. Él compara entrenar con escribir, actividades exigentes que requieren de concentración y constancia. Pues no me creo que este libro le haya supuesto un gran esfuerzo. No le otorgo gran valor a esa serie de pensamientos inspirados en su práctica deportiva -recopilación, por momentos deslavazada- o semblanzas de alguna carrera. Sí hay algún párrafo o alguna idea que me ha podido inspirar pero en general todo me ha producido una sensación de "déjà vu".

Tal vez una persona que no conozca desde dentro este mundillo, se sorprenda con la visión del protagonista sobre este extraño deporte pero francamente a mí, acostumbrado a escribir y leer sobre el tema, no me convenció. Estoy seguro de que si confeccionáramos un pequeño volumen con unos cuantos textos sobre carreras, entrenamientos o pensamientos de algunos de los blogueros deportistas que escriben bien y con criterio, se haría un libro bastante más interesante sobre la mística de la larga distancia... si es que existe.

Alquien decía que no hay libro tan malo que no tenga cosas buenas. Algunos puntos de vista o visiones que me han gustado, son éstos:

Ese extraño concepto del "Runner´s Blue", la tristeza del corredor, esa desgana que a veces, sin saber de dónde llega, te inunda y simplemente no tienes ganas de entrenar aunque no eres capaz de encontrar el motivo. Sin duda, 2010 es mi año "Runner´s Blue".

Entender el fondo y el deporte como algo que forma parte de tu naturaleza, que realizarás mientras te sea posible físicamente, por muy avanzada que sea tu edad , desafiando la incomprensión de la gente que estima que "no vives como es debido" pero que tú entiendes como uno de los aspectos esenciales para vivir plenamente.

Ese sentimiento de pertenencia a una rara secta con una extraña forma de vida. La futilidad de nuestro esfuerzo, cómo consideramos valiosos logros que a la vista de la "gente normal" no se entienden porque no son evaluables materialmente, ya que la mayoría nunca ganaremos ni un trofeo, ni un euro.

Sí me ha hecho gracia que su primer maratón se tratara de una "jaramugada" en toda regla, de Atenas a Maratón por una carretera atestada de peligrosos conductores griegos durante un abrasador día de verano.

Y otro punto en común: la insana afición por la música. Melómano militante, se reconoce compulsivo comprador de vinilos. Muchos no lo entenderéis pero son pasiones muy, muy cercanas.

Quizá lo que más me ha gustado es ese tono tristón y resignado que sobrevuela todo el libro, esa épica del perdedor que tan bien cuadra para muchos de los que pasáis por aquí. Ese correr para lograr el vacío, esa mirada perdida del corredor. Esa sensación nos es familiar, ese momento en que pasas la frontera y no sabes muy bien donde te encuentras, en que estás cerca de todo y de nada. Difícil de explicar.
Después de escribir estas líneas, estoy por pensar que quizá me gustó más de lo que creía. Puede que esperara más. Las grandes expectativas nunca son buenas.

De música dejo el "Roadrunner" de los Modern Lovers. Hace tiempo que pienso en un post con canciones sobre "correr". Ésta sería una de ellas. Jonathan Richmann es un tipo curioso. Aunque no lo creáis, la mayoría lo conocéis. Es el individuo que va relatando sus canciones a lo largo del metraje de "Algo pasa con Mary". Jonathan es como un chaval; si lo ves en un concierto, cuando le escuchas contar anecdotas, cuando ves como se troncha, lo sientes muy cercano, como alguien que ha decidido hacer lo que le gusta sin preocuparse demasiado por los demás -¿como un corredor?-. Podrías decir finamente que gasta ideología naif, podrías decir que está un poco tonto, pero se le nota feliz. Este disco es de 1976, está producido por nada menos que John Cale, de The Velvet Underground y es un disco muy cachondo, muy espontáneo, muy rockero. Tiene el "deje" y la alegría del verdadero rock and roll.





Aparte os dejo una pieza a la que se hace referencia en el libro al relacionarla con el "Maratón de Nueva York". Es "Autumn in New York" de Vernon Duke. Dos monstruos del jazz clásico, Louis Armstrong y Ella Fitzgerald, recrean el estándar.

viernes, 18 de junio de 2010

Aisha

Cuando puse a Ismaël Lô en la anterior entrada, valoré a otros africanos, entre ellos el argelino Khaled, el rey del rai. El peligro que muchas veces tienen las fusiones con estilos occidentales es que a menudo se pierde la esencia, la auténtica expresión del sentimiento musical. Todo suena un poco postizo.

Hace meses pensé en dejar las dos "Aishas" distintas pero como pasa con muchos temas, se me olvidó. Ahí van, la "Aisha" de Khaled, la "Aisha" de Death in Vegas.
Los Death in Vegas gustaban de una suerte de hijo bastardo entre rock and roll y electrónica con resultados brillantes, de estilo similar al que en aquellos momentos practicaban Primal Scream y David Holmes.

La canción de Khaled es muy bonita. Como me temía, la letra es ultrachochi. En la de Death in Vegas, Iggy Pop pone voz a la del perturbado protagonista de la canción. Nadie más apropiado. Como decía el Fari, es un verdadero melocotonazo.

Una referencia a dos noticias de hoy:

Lakers campeones. Aunque ya no juego por precaución, siempre seré hombre de baloncesto. Sé que se repite pero aún así, no dejo de sorprenderme de que un espigado catalán, con su ágil juego de pies, con su visión de juego, con ese perfecto manejo de ambas manos, sea pieza esencial para alcanzar lo más grande que puede conseguir en el mundo un jugador de baloncesto.


Hoy murió Saramago, uno de los grandes arquitectos de palabras, gran autor, filósofo comprometido. Sólo buscaba que reflexionásemos sobre la condición humana. Sólo leí un libro, "Todos los nombres". Tengo pendiente en casa "Ensayo sobre la ceguera". Me despido con uno de sus pensamientos.

"Dios es una invención de la muerte"
Hace unos días hablaba de "El apartamento" de Billy Wilder. Por si a alguno le interesa os enlazo el sentido y hermoso homenaje del gran Carlos Boyero.







miércoles, 16 de junio de 2010

En el punto de mira

Es imposible sustraerse a la epidemia. Algo había que escribir de fútbol. Cuando esta tarde recorría la ciudad con el coche durante el partido, no puedes dejar de asombrarte ante el estado semidesierto de las calles en un día laboral, las cada vez más numerosas banderas en los balcones entre los que se incluye el del imbécil de mi vecino, los gritos de mi vecina -ésta sí, ésta muy maja-cuando llego a casa; normalmente son las voces de sus cuatro hijos los que atraviesan las paredes, sin embargo esta tarde es ella la que suelta tacos cada vez que los nuestros rondan la portería.
No sé si es una impresión personal pero me parece que esta locura colectiva tiende a más con los años. La cobertura de los medios, a todos luces desmedida, contribuye a un estado de alucinación colectiva que a veces me parece hasta preocupante. Según en que lugares, no podrías manifestar ciertas opiniones, porque en las circunstancias propicias, hasta te podrías llevar una hostia. En algunos aspectos, se asemeja a los retratos novelescos de ambientes prebélicos.
Después de este lugar común tan previsible en un blog de estas características, cuento lo que realmente quería. Me pregunto cómo soportan los futbolistas, los protagonistas al fin y al cabo del espectáculo, toda esa presión. A estas alturas, a nadie le puede parecer un disparate afirmar que las victorias de un equipo de fútbol, proporcionan una extraña felicidad a miles de seguidores. Digno de estudio sociológico -los habrá a cientos- es la identificación de los intereses de una persona con la de un grupo de deportistas, en principio completamente ajenos. Sé de que hablo porque yo tuve una etapa de mi juventud muy ultra en la que no me perdía ni un partido... ¡del Real Madrid!... no te lo pierdas. Cada vez más a menudo se comprueba que los jugadores deben cuidarse de algunas declaraciones o actitudes, que son muy cautos respecto a cierto tipo de expresiones sobre su compromiso con la bandera o con el país. Ya sé que muchos me vais a contar que a ellos le da lo mismo, que todos son profesionales multimillonarios y les importa una higa ganar o perder. Bien, no me lo creo. Para llegar a jugar un mundial, aparte de tener talento innato, debes ser extremadamente competitivo. Ganar lo debe ser todo. Si a ello le unes el grado de vinculación emocional de millones de personas, se debe hacer duro no hacer bien tu trabajo, no cumplir con lo que se espera de ti. Todos sueñan con jugar la final de un mundial. Pero.... ¿y si ese día cometes el fallo más increíble de tu vida? Tu existencia quedará marcada para siempre. Nunca te podrás desprender de aquel segundo en el que defraudaste a tu país. Cuando el domingo vi la cantada del portero inglés, me dio pena. Me dije: Dios, como los elimimen por ese gol, a éste se lo cargan. La gente con algo de sentido común deberíamos ser mayoría pero empiezo a dudarlo.

El colombiano Escobar perdió su vida por meterse un gol en propia puerta.


Porteros ingleses, la estirpe maldita. Mal de muchos... ¿Quién teme a los hooligans?


El gol de Cardeñosa, "el gol que nunca fue" más famoso de nuestra Historia.

Salinas frente a Italia. Tuvo la oportunidad de pasar a la Historia... pero falló.

Ya sabéis que yo soy más de otros deportes. Veré los partidos más seriamente si pasamos la primera fase pero con poca pasión, la verdad. El deportista que más admiro -y no precisamente por ser un "élite"- y al que un día dedicaré una entrada es éste, un tipo nada "fashion".

"Recuerdo un amanecer en el Mont Blanc, con el sol iluminando la montaña. Una sensación bellísima, pero no sé si exactamente era poesía. Tal vez era sólo alivio. Si había corrido durante doce horas, quería decir que quedaban apenas nueve para el final" (Marco Olmo)

Yo conozco esa sensación, la de ver amanecer en el Valle de los Glaciares. Verdaderamente no se puede explicar.
Como he escrito sobre el mundial, de música dejo algo africano, el senegalés Ismaël Lô - iba a poner el "Tajabone" que usó Almodóvar en "Todo sobre mi madre" pero elijo algo más animado- y el anuncio tan bueno de la Visa que seguro habéis visto mil veces, el que usa la música de los Pixies más desatados y absurdos. Me recordó mis años también más desatados y absurdos de piso universitario.


lunes, 14 de junio de 2010

MAM, buscando razones

Venga, ahí va una crónica de una de las carreras que hace tiempo quería en mi curriculum. Desde que me dedico a este extraño mundo del deporte popular de fondo, 2010 sin duda es el año en el que menos he entrenado. Estos últimos meses me siento algo "disperso". Muchos objetivos en la vida, pensando cuál es el camino correcto en esas cuatro ó cinco líneas básicas que a todo ser humano se le muestran en su discurrir vital. No me centro. Tal vez por eso he perdido algo de gusto por el entrenamiento. Supongo que todo son dinámicas.

Me apunté al MAM porque quería correrlo de verdad y ésa para mí es siempre una buena razón. No es algo muy objetivo pero sé que la ilusión, cuando ya no tenga más, me llevará unos cuantos kilómetros más allá. Toda la decisión o iniciativa que me falta en otros ámbitos, me sobra para plantarme en una línea de salida. Me conozco, tiraré de experiencia, de saber moverme y, salvo lesión o accidente, acabaré, eso seguro. Esa mañana de domingo, cuando sufría subiendo, cuando volaba cresteando entre montañas, recordé por qué me gusta hacer deporte, por qué me gustan las montañas. Esa sensación no me la da nada más.




La noche anterior no dormí en Cercedilla, me quedé en Guadarrama porque me apetecía darme un paseo por las calles de mi primer pueblo. Esas fotos son de Guadarrama con mi tía Petri, la que aún sigue siendo la más "yeyé" de la familia. Nunca me preocupó demasiado quedarme calvo pero coño, cuando ves esas fotos con, unos dirán un pelo a lo Brian Jones, otros con pelo de niña, hay que reconocer que jode.


Las previsiones meteorológicas eran malas. Parecía que nos íbamos a mojar seguro y lo teníamos asumido. Hacer cuarenta y dos kilómetros de montaña lloviendo puede ser muy complicado. Hablo por experiencia. Efectivamente, cuando salgo a la calle a las 6:30, está lloviendo. Sin embargo, a medida que avanza la mañana, todo se queda en un nublado no muy amenazante. Finalmente tuvimos muy buena suerte. En carrera no llovió y las zonas susceptibles de embarrarse tampoco son muchas con lo que corrimos rápido y seguro. Imagino que en alguna de las ediciones pasadas, el recorrido debía ser una verdadera sartén. En meta me encuentro con Eduardo, uno de mis compañeros afrancesados y con David-Botón, colega en UTMB. En tres semanas nos volveremos a ver en el Gran Trail de Peñalara. Ésa será otra historia.


Sobre la carrera en sí, unas notas. Saliendo de Cercedilla afrontamos diez kilómetros de ascensión continua hasta Navacerrada y la Bola del Mundo. Al principio, senderos sin mucho desnivel con muchos tramos "corribles". Digno de mención es que a unos dos kilómetros de la salida, cuando todavía somos una caravana compacta, a unos veinte metros de distancia, un joven macho de corzo alocado, asustadísimo, pasó a toda velocidad. Eso sí que nunca lo había visto en carrera. LLegamos a Navacerrada sin problemas. El tramo de ascensión a la Bola es duro pero estamos frescos. Arriba hace frío: cortavientos, buff, guantes y corriendo para abajo.

Afrontamos la subida a Peñalara, es larga pero se hace bien, sin problemas. Yo voy charlando, informándome sobre las características del recorrido, contando y escuchando batallitas. Disfruto mucho más el ambiente montañero que el del triatlón, donde cada vez veo más pijo y "atontao".

Hago cumbre en Peñalara (techo de Madrid, 2400 metros), me cruzo con el Fali, uno de los ilustres del foro que baja grabando cámara en mano. No me saca ni cinco minutos así que no debo ir en mal tiempo para lo que tenía previsto. Bajando Peñalara hay una zona complicada con afloraciones cortantes donde es fácil hacerte daño en un tobillo o caerte. En todos los descensos me ha ocurrido lo mismo. Como no he entrenado nada de monte, comienzo torpe, fuera de sitio, me adelantan para después ir cogiendo confianza e ir progresivamente alargando la zancada. Es cuando vuelvo a alcanzar a los que me pasaron, cuando disfruto de mis largas piernas de modelo anoréxica. Pasamos la zona técnica y bajamos por un camino de tierra con piedras sueltas de granito, con "eses", sin gran complicación y justo aquí, cuando voy más rápido y confiado me doy un costalazo de padre y muy señor mío. Tropiezo en el vuelo y caigo de morros, todo lo largo que soy, sobre el camino. Milagrosamente no me hago daño. Puse el antebrazo antes de la cara y conseguí evitar otra cicatriz -después me dijeron que alguien sí se había partido la cara- y únicamente me hice un corte en una mano, molesto porque no dejaba de sangrar. Me levanto cabreado por haberme relajado y en menos de un minuto estoy otra vez bajando más rápido que antes, más alerta.



Cuando comenzamos unas pendientes ligeras que nos acercarán al temido Tubo, la parte más difícil de la carrera, veo bajar a un tipo corriendo cuya estampa me es familiar. Flaco y fuerte, barba de montañero, uniformado con "Buff". Lo paro: "¡Sergio... Atalanta!". Ha venido a acompañar a un amigo y ya se vuelve. Se anima a subir conmigo un par de kilómetros y charlamos un rato. Esto de los encuentros entre blogueros en una cosa curiosa, nunca los has visto en persona pero llevas tiempo leyéndolos y sabes mucho de ellos. Antes del Tubo, se da la vuelta. A ver si otro día, ya mas tranquilamente, hablamos más reposadamente. Tal vez en alguna "jaramugada".


El Tubo es una zona de roca de fuerte pendiente donde la gente va tirando de gemelos y riñones. Voy adelantando atletas pero sin tirar cohetes. Cuando llego arriba, noto que la subida me ha dejado tocado. Tengo hambre, me suenan las tripas. Me como un par de barritas y corremos por la cresta aunque a mí me falta "alegría". En la subida a Cabezas vuelvo a comer. Me recupero algo. Descenso. Subida de nuevo a la Bola. Esto está hecho. Diez kilómetros de descenso. Me atizo un gel y volando para abajo. Como algo más en Navacerrada. LLegamos al camino menos técnico. Bien, voy fuerte, me siento bien. Sin embargo, llegando a cuatro, cinco kilómetros de meta, la siento llegar. Como muchos de los que pasan por aquí, me conozco muy bien. La pájara, el desfallecimiento está llamando a la puerta. Bueno, me digo, para lo que queda y cuesta abajo, no merece la pena tomar nada. A cuatro kilómetros hay un avituallamiento. Sólo agua. Ya sólo troto. Saltan las alarmas. El más mínimo repecho -estoy hablando de diez metros- lo hago andando. Voy fatal. Ya no me lo esperaba. Creía que podía llegar en poco más de 6:30. El tiempo se desangra. Ya sé que siempre parece peor de lo que es, pero me siento el hombre más débil del planeta. Paso por el prado por donde vimos el corzo -joder, pienso, si lo viera ahora creería que era una alucinación-. Pienso que no merece la pena comer nada, faltan dos kilómetros y ni siquiera me va a dar tiempo a que me haga efecto. Me adelantan siete u ocho atletas pero a mí me parece que me estoy quedando el último. Me dan ganas de tirarme en la hierba al sol. Al final cuadro la figura, adelanto a una familia senderista de manual que va algo más lenta que yo y que me animan aunque sus ojos me dicen: "Anda, que vas bueno, hijo". Yo sólo pienso en un bocadillo de jamón o en una tortilla de patatas de mi madre. Para entrar en el pueblo hay que subir una cuesta de doscientos metros, paro, me pongo la camiseta jaramuga para la entrada en meta porque llevaba manga larga. Entro en meta, nadie me hace ni puto caso porque justo en ese momento están entregando el trofeo al vencedor. Voy directo al pabellón a comer. Hago acopio de sandía, un par de fantas de naranja y me tiro contra una pared mientras siento que poco a poco me voy recuperando.

Y me pregunto yo cómo coño se puede hacer esta carrera en ¡cuatro horas! (nuevo record). Tiempo final: 6:45, en la mitad de la clasificación. Genial. Ya lo había firmado yo antes de salir. Lástima esos últimos cuatro kilómetros pero hay que aceptar que es lo que me merezco.



Carrera repetible al cien por cien. Cada vez me gusta más la montaña, se me da bien y los parajes de esta sierra merecen mucho la pena. Un diez para los voluntarios, siempre solícitos y muy simpáticos. Nos vemos en el GTP.



Esta crónica se iba a llamar "Corriendo en modo control", refiriéndose a lo importante que es la experiencia, conocerte a ti mismo y saber llevar el ritmo adecuado en función de tu entrenamiento y las condiciones de la carrera. Bien, pues dado que el "modo control" estalló por los aires la última media hora, cambié el título. De todas formas, de música os dejo "Standing in the Way of Control" de The Gossip. En 2006, las revistas de tendencias decidieron que la banda más "cool" del planeta la formaban una chica gorda, un tío feo y una batería que parece un tío -andrógino, dicho finamente-. Olvidemos todo este tema de las modas y los medios. Estos tipos grabaron un señor disco, entre cuyos temas se encuentra el mencionado, un verdadero trallazo de una especie de soul punk bailable que es di na mi ta pura. De verdad...¿por qué no suena esto en las discotecas? ¿Hay algo mejor para echar "unos bailables"?





"¡¡YO SOY ESPARTACO!!"

Mi película favorita



Anoche vi en el telediario que, la que probablemente es mi película favorita, cumplía cincuenta años. No voy a soltar ningún ladrillo de los míos. Sólo un pequeño homenaje. Recuerdo que esta película me encantó de dagalín, cuando sólo había dos canales y la televisión era mucho mejor. Recuerdo que esta película me gustó aún más de adulto. Puro Billy Wilder, uno de los cinco grandes, amargo y divertido a la vez.
El día que cambió la vida del pusilánime C.C. Buxter, el día que le dijo "no" a su jefe, el día que declaró su amor. Una delicia.


viernes, 11 de junio de 2010

Tolstoi y The Drums


Ayer he visto que este fin de semana se estrenaba una película sobre los últimos días de Tolstoi. Este post estaba escrito antes de tener noticia de ello. La semana pasada le leía a Alicia, vía facebook, este fragmento del autor ruso:

"Una vida tranquila de reclusión en el campo, con la posibilidad de ser útil a aquellas personas a quien es fácil hacer el bien (...). Después trabajar; luego el descanso, la naturaleza, los libros, la música, el amor... En esto consiste mi idea de felicidad. Y finalmente, por encima de todo, tomarte a ti por compañera y, quizá, tener hijos... ¿Qué más puede desear el corazón de un hombre?.

Ya le dije a Alicia que partiendo de un texto tan sencillo y humano de uno de mis escritores favoritos, confeccionaría una pequeña entrada a través de la visión de Stefan Zweig. Esperemos que a algún alma perdida le interese.
De la vida de Tolstoi, quizá lo que más llama la atención, es que una persona que se pasó la vida denunciando las sangrantes desigualdades e injusticias dominantes en su amada tierra, sin embargo no lograra alinearse con los movimientos revolucionarios cada vez más populares y urgentes en una Rusia a la deriva.
Si hay una cualidad que define a Tolstoi es la humanidad. Amaba la discusión pero no toleraba la violencia, ni siquiera contra "el terror" decretado por el poder político. La no violencia contra la violencia es una actitud. Claro antecedente del pensamiento de Gandhi, se escandaliza por los que califican la revolución o el odio como "acción sagrada". Quien comete el mal es más desdichado en su alma que aquél que lo soporta. Lo compadece pero no lo odia.
Ningún orden moral pude obtenerse por la fuerza pues toda violencia inevitablemente engendra violencia. En cuanto se eche mano de ella, se caerá en un nuevo despotismo. Tesis difícil de mantener cuando la violencia es un componente esencial en la formación de cualquier estado.
Tolstoi es religioso, es defensor del mensaje de los Evangelios. La verdadera fuerza no responde a la violencia con violencia. Se resiste a ella a través de la tolerancia. El sufrimiento inocente es útil y bueno contra la injusticia. Es mejor sufrir por una convicción que matar por ella. De no ser así, el mal actuaría en nosotros mismos.
Él comprende lo retórico de su mensaje y lo contradictorio de su ejemplo vital, al fin y al cabo una persona que vive cómodamente, que consiguíó su felicidad, su trozo de tierra (Tolstoi decía que todo hombre debería tener un trozo de tierra al que poder llamar suyo). Es sensible, denuncia, pero no va más allá. Es débil y eso le hace sufrir. ´Tal vez por ello designó como heredero de todos los beneficios de su obra al pueblo ruso en lugar de a su familia. Con sus escritos fue mucho más allá que la mayoría. Era un personaje extraordinario cuya dimensión espiritual lo elevaba por encima de los mortales.El genio puede descansar en paz.
Curiosamente aún no he leído "Guerra y Paz", eterna asignatura pendiente. Bien, será el libro de este verano. Cuando lees un tocho de ese tamaño que seguro me calará hondo, esa pequeña etapa vital queda para siempre vinculada al mundo paralelo de los personajes de la novela. Pasarán los años y el verano de 2010 permanecerá unido a Tolstoi.

Ale, cargo los bártulos y me voy a Guadarrama. ¿Sabéis que los primeros años de mi vida los pasé en esa ciudad? El lunes, con la crónica del MAM, pondré alguna foto de Atalanta dagalín por las calles Guadarrama. Mañana toca sufrir hasta el límite. Además vamos a mojarnos. Complicado. Espero que no sea una jornada de ésas de "Yo acabé el MAM 2010". No sé si mentalmente estoy preparado porque físicamente ya sé que no. Manda huevos, hace unos años veíamos el MAM como una de las carreras más duras del mundo. Ahora, viendo cómo se ha desarrollado este mundillo y el bagaje que tenemos, lo utilizamos como entrenamiento para el Trail de Peñalara (110).

Aunque no sea del gusto de Tolstoi, como música elijo el "Let´s go surfing" (espero que mañana el agua no sea para tanto y nos dé tregua) de The Drums, la última sensación del pop internacional. Los enteradillos esperábamos con ganas su primer disco. Después de unas cuantas canciones muy buenas que consiguieron éxito vía internet y por esta vez un justo eco en los medios británicos, queríamos saber si su larga duración, prueba de fuego para cualquier grupo, estaría a la altura. El disco homónimo responde a las expectativas. Sin duda, un gran debut. Una fórmula tan agotada como la del pop requiere de esos periódicos brotes de aire fresco. La vieja historia conocida: un grupo de chavales sorprenden al mundo de la música con un disco inocente, rico, fácil, simple. Lo bueno siempre parece sencillo. El grupo es de Brooklyn pero en su música mandan las influencias británicas, desde Smiths -mucho Morrissey en esa voz- hasta las guitarras "after punk" de The Cure o New Order; también huellas de glorioso pop luminoso de ascendencia Beach Boys. Recuerda debuts famosos como el The Smiths, Stone Roses, Strokes o Artic Monkeys. Esperemos que no todo se quede en "hype" y pasen la reválida del segundo disco. Ale, os dejo con el silbido que más vais a escuchar en los próximos meses y que sustituirá al "Young Folks" de los suecos Peter, Björn and John. Si mañana bajando hasta Cercedilla, aún puedo correr, espero hacerlo con algo más de estilo que estos moderniquis.


Makovski vs. Harvey


Después de intentar llegar el teatro para la adaptación teatral de "Dogville" de Lars Von Trier y no conseguir entrada, me planté en el cine justito a la hora de inicio. No iba a tiro fijo, me inclinaba por "Two Lovers" de la que había leído buenas críticas pero me decidí a probar fortuna pidiéndole a la chica que vendía las entradas que me recomendara una. "Mi nombre es Khan". Se conoce que su criterio no era tan fiable como el del doctor. Una película mala, mala de cojones. El desembarco de Bollywood en Occidente. Pues como esto sea lo mejor, que no manden más. Película babosa y sentimental hasta extremos sonrojantes. Imágenes de vídeoclip para tocar la fibra al personal sin olvidar la moralina y el mensaje "buenrollista". Ni por asomo es capaz de mostrar algo de vida real. No hay que darle muchas vueltas, aquello no tiene ni pies ni cabeza. Por momentos una sucesión de postales, por momentos un culebrón. Tostón de más de dos horas.
A cuenta del Khan, sólo llego a escuchar dos canciones del concierto de The Right Ons. Nuestros madrileños más internacionales con varias giras por Europa, Estados Unidos y hasta Japón. Dentro del circuito del rock son conocidos por su gran directo. Dos temas me bastan para confirmarlo. Siempre quise usar esos términos de los que tanto abusa la estirpe de críticos integristas que sólo dedican tiempo a los discos rockeros sin mirar mucho más allá del panorama musical: "rock musculoso" y "máquina bien engrasada". Expresiones acertadas para el show de la banda. En un local pequeño deben ser la bomba. El último disco suena muy bien, poderoso, rico, "soulero" a ratos.
Pero lo mejor de la noche es la señorita Maika Makovski. Balear para más señas, creo que con sangre macedonia. Tanto cuando te enfrentas a su último disco como cuando la ves en directo, a pesar de varias influencias evidentes como The Velvet Underground o aires fronterizos americanos, hay un claro referente que sobrevuela su obra, PJ Harvey. Bien, para mí este nombre son palabras mayores. Lo tiene todo. La mejor chica rockera que he visto sobre un escenario. Claro, Patti Smith es mejor por su imponente carga lírica y personalidad, pero supongo que el hecho de ser testigo directo de su debut en los noventa con aquel tremendo "Rid of Me" o el haberla visto crecer en los años posteriores o esos tres conciertos maravillosos, cada cual diferente, que disfruté, implica que le tenga un cariño especial. La próxima semana le dedico una entrada, que ya va siendo hora. Sólo os digo que es interesante, intimidante, con aplomo, clásica y moderna a la vez, capaz de cambiar de registro por completo sin perder la genialidad. Creo que era Tsi el que decía que no hay nada más sexy que una chica con guitarra. ¿Qué te voy a contar?
Para su tercer disco, Maika colabora con John Parish, más que un productor, más que un colaborador, es la otra mitad de la inglesa. Su trabajo cala en el de la española. Tampoco me malinterpretéis. Yo sólo he escuchado el último disco y canciones sueltas de los anteriores y ahí hay verdaderos temazos que ella sabe llevar al directo. No cualquiera puede con un escenario grande, frío como el de la Plaza Mayor de Salamanca -por otra parte jamás tocará en lugar más bello-, frente a un complicado público heterogéneo que no ha pagado por verte. Ella se gusta y nos ofrece un gran concierto con gran sonido. Tiene tablas, repertorio, banda y además es guapísima -no sé si este es un criterio de interés o lo aprobará Bibiana- . Lo tiene todo para triunfar. Estaremos atentos.
Por favor, comparen:
Aquí la Reina:


Aquí la Princesa:

martes, 8 de junio de 2010

El rock de "Rock in Río"

"Rock in Río", el gran circo del rock and roll. Circo en el sentido menos romántico del término, más como la pista donde actúan las bestias amaestradas.

Como todos sabéis, adoro la música. Para mí es más que un mero pasatiempo y de hecho tengo la cabeza atestada de datos inútiles sobre su historia, aunque no tanto como alguno de los fenómenos que pululan por aquí. Desde el inicio de mi juventud, fui muy "festivalero", rápidamente me enganché a la moda que surgió en los noventa. Para un chalado como yo, estar dos, tres días sin parar de escuchar grupos interesantes, en buena compañía, era paraíso. He visto cientos de conciertos y en etapas pasadas de mi vida, las citas claves de mis vacaciones las marcaban los festivales: Pirineos, Benicassim, Jerez, Asturias, etc. Ahora ese ritmo lo marcan las competiciones. Para correr elijo lugares que tengan interés turístico al margen de la prueba en cuestión.

Actualmente, aparte de los escasos conciertos de interés que se celebran en el lejano oeste salmantino - a propósito, ¿a quién le interesa ver este jueves a Maika Makovski y The Right Ons a las diez en la Plaza Mayor-, suelo acudir a un solo festival al año, que últimamente suele ser el "Contempopranea" de Alburquerque. La mitad de los grupos que tocan allí son bastante malos pero me gusta la personalidad del festival. Durante dos días al año, un pequeño pueblo de Badajoz se llena de gente extraña, de "poperos" militantes, de remedos de "yeyés" de los castizos sesenta. Es admirable que la pasión por el POP de Agustín y otros raritos sea la única, y desde hace tiempo sólida base, sobre la que se asienta uno de los festivales con más solera del país.
Asignaturas pendientes con ganas de aprobar son mezclarme con los mods en las calles de León durante el mítico "Purpple Weekend"o asistir al "Azkena Rock", un festival rockero de verdad, con criterio. Es difícil de explicar, pero cuando estoy metido en el meollo, me gusta sentir que todos los fieles, todos los llamados a la comunión, sentimos la misma pasión, reflexiva y desatada al mismo tiempo.
¿Qué problema tengo con el "Rock in Río"? Dicho simple y categóricamente, representa todo lo que no me gusta del negocio del rock and roll, todo la magia que perdió cuando fue devorado por la industria, cuando se le arrebató su carácter marginal y "peligroso". Claro que me gustaría volver a ver a Metallica o conocer el directo de Motörhead y sobre todo el de Rage against the Machine pero no logro entender como una banda de las coordenadas estético-ideológicas de los de Zack de la Rocha, participa en este tipo de espectáculo.
Es algo similar a lo que ocurre con la revista "Rolling Stone". En sus orígenes se repartía en furgonetas en las universidades, tratando de dar voz a la inquietud de las nuevas generaciones. Fue cauce fundamental para dar el peso que se merecía a la nueva forma de expresión. Ahora, al menos la edición española, a veces hay que cogerla con pinzas del asquito que da. Burlándose de su papel en la historia de la música, dedica portadas a Ricky Martin o Shakira. Suele haber algún artículo interesante de algún periodista de renombre, de los que saben de música de verdad, pero ello no compensa el tratamiento general de la publicación, cual estúpida revista de tendencias. No quiero que me traten como un idiota. Lo mismo que no soporto a los locutores anormal y eternamente simpáticos contándonos lo guay que es la última banda que ha pasado por caja de la emisora o cadena en cuestión.
"Casi famosos", la película de Cameron Crowe, donde retrata sus propias andanzas como crítico musical adolescente, es una hermosa oda al verdadero espíritu del rock and roll. Las intervenciones del periodista Lester Bangs, interpretado magistralmente -no podía ser de otra forma-, por Philip Seymour Hoffman, con el que muchos "freakies" nos identificamos, describen mejor que nadie esa extraña pasión que algunos portan y otros reconocemos, desde Iggy a Coltrane, desde Townsend a Bowie. Un verdadero universo paralelo difícil de explicar.
De música iba a dejar a Burning porque quizá no haya otro grupo español, que aun teniendo canciones y talento para ello y mereciéndolo más que nadie, nunca alcanzara el éxito y el dinero que corre a espuertas por los escenarios y despachos de "Rock in Río". Pero en su día ya os puse "Una noche sin ti", el auténtico himno jaramugo, en la entrada dedicada a Radio 3. Hoy enlazo la otra canción bandera de los Jaramugos y Jumentos. Cuando todavía éramos Mc Flys, el "Summertime Blues" de Eddie Cochran, interpretado por el aún Stray Cat, Brian Setzer en "La Bamba", nos ponía a tono. Durante el periodo que retrata la película, el rock and roll se cernía como una amenaza para el poder hasta que éste fue consciente de todo el dinero que se podía ordeñar de la ubre. Había llegado la hora de adoptar el nuevo fenómeno, regurgitarlo y presentarlo tal y como convenía, cuidadosamente descuidado, con apariencia de salvaje pero realmente inofensivo. Tal y como es en "Rock in Río", donde hasta he leído que hay stands de LG y similares. Después de ver a Rihanna, te puedes hasta comprar un microondas. Casi como en Monterrey.
Comparto otra canción. En las antípodas de las estrellas del mastodóntico festival, la de un grupo de mi pueblo, SexyPistolas. Rastros de Pereza, de Burning, de Tequila para una banda que comienza, que venera los riffs y la actitud del Richards más chulesco. Repletos de ilusión a la búsqueda de su propio camino. Alejándose del rock urbano o "kalimotxero" tan en boga para la muchachada -con grupos interesantes ahí dentro como Extremoduro o Marea-, optan por esa vía que finalmente -para mi sorpresa-, Pereza demostró comercial. Ojalá tengan suerte.
Tal vez la mayoría no lo entendáis pero hay mucho más rock and roll en un verso de Leonard Cohen que en toda la discografía de Bon Jovi.


Por si a alguno, le interesa, Cameron Crowe-Lester Bangs lo explica mejor que todo lo que yo pueda contar.

jueves, 3 de junio de 2010

De fútbol y política


Para variar, hoy voy a hablar de política. No suelo escribir sobre el tema porque estos asuntos no suelen llevar buen camino y menos en un foro virtual. Además soy muy individualista y me cuesta alinearme. Siempre caso por caso. Me es imposible seguir a pies juntillas las directrices, pautas y actuciones de un partido. Aunque para ello tengo que reflexionar y discutir conmigo mismo constantemente, suelo definirme como de izquierdas -si es que ello tiene hoy algún sentido,tal vez últimamente más, sobre todo la que funciona al margen de los partidos- aunque probablemente si me escuchas, no me oirás más que dar palos a mis supuestos "camaradas".

Lo que me empujó a escribir fue una noticia bastante tonta que escuché esta mañana en la cama cuando sonó el despertador. Contaban que la reforma laboral se aprobará el próximo 16 de Junio y que coincide con el primer partido de España en el Mundial. No he escuchado nada más a lo largo del día, tal vez éste ha sido el tema estrella para los miles de tertulianos que pululan en los más variopintos medios de la era de la comunicación global.

Recordé a Don Luis, el mejor profesor que he tenido en mi vida, concretamente en la mítica E.G.B . -los viejunos saben-, cuando nos contaba cómo durante la dictadura franquista, cada 1 de Mayo, se emitían especiales sobres las Copas de Europa del Real Madrid para evitar que a la gente se le calentara la cabeza y optara por quedarse en casita frente al televisor en lugar de armar la marimorena por las calles de nuestra rancia y pura España.

No puedo más que esbozar una sonrisa triste con el hecho de que un gobierno socialista y democrático utilice estrategias semejantes. Marx decía que la religión era el opio del pueblo. Creo que nadie negará que esa función la cumple, cada vez con más eficacia, el deporte televisado, en especial el fútbol. Ahora que este gobierno continúa su lucha por extirpar los rastros del catolicismo en ámbitos como el educativo o últimamente el castrense, cosa que por otra parte me parece lógica dada la heterogeneidad de la sociedad actual, resulta que la religión no le importa un carajo a nadie. Sin embargo, al mismo tiempo, se sirve de la dormidera universal para calmar al pueblo asustado, suministrándole la "felicidad" que hace olvidar todos los problemas.

Una supuesta izquierda que no es tal, sigue dilapidando sus señas de identidad. No creo que haya español que desee más sinceramente y con más fuerza que España gane el mundial que Zapatero, dispuesto a utilizar sin sonrojo, la entrega de una medalla a Edurne para calzar consigna política.

La crisis da miedo de verdad. Todos los indicios apuntan a una gran depresión de la que no atisbamos más que el comienzo y cuyas consecuencias pueden ser aún más devastadoras para numerosas familias.
En fin, cambio de tercio porque esto me está quedando demasiado serio. Al mal tiempo buena cara, llegó el verano y la luz, podemos nadar en el río y las calles se pueblan de hermosas mujeres mostrando sus encantos. Hasta que pasen unos días y te acostumbres, andas un poco alterado y se te van los ojos para todos lados. Que sí, que sí... que te sientes un poco rijoso. Además yo soy de chicas pálidas y aún no les ha dado tiempo a ponerse morenas.

Os dejo una canción de Russian Red; como ya he dicho en alguna ocasión, sin duda la chica más bonita y achuchable del folk rock español. El montaje del vídeo da fe de ello. Es una versión de Cindy Lauper. Iba a dejar también el original pero esa producción "ochentas" es algo realmente espantoso. Me gusta la versión de Lourdes. Una versión tan triste de "Las chicas sólo quieren pasárselo bien" tiene su aquél.




miércoles, 2 de junio de 2010

Un poco de misericordia

Mary Gauthier, otra de las grandes damas americanas, otra de las grandes damas de la "Americana". El country y la música folk americana de raíces siempre ha estado muy unida a la religión, al mal, al diablo, a la tentación, al dolor, al alcohol, a caer en el lado oscuro. Y por supuesto a la redención. Tal vez por eso me guste tanto.
La vida de Mary está llena de cicatrices. Otra forma menos fina de decirlo es que ha recibido hostias como panes. Se siente cuando escuchas su voz y sus versos. No hay asomo de impostura. Ya adulta, trató de restañar su principal herida, el rechazo de sus padres. No sólo la herida no se cerró sino que volvió a manar generosa, quizá ya para siempre. Como Lucinda, transitó los tortuosos y tramposos caminos del alcohol.
Al igual que con otros autores, yo, como espectador, recojo con albricias los frutos de su dolor, maravillas como estas dos canciones.

"Mercy Now" es una súplica, un ruego, una suerte de lamento religioso que canta con poca convicción. Conoce de antemano lo estéril de una oración que no demanda más que un poco de sentido común a todo lo que nos rodea, que no pretende más que conseguir lo que todos buscamos pero perdemos a lo largo de la vida; eso que en algún punto del camino se interioriza como utópico para no regresar jamás.

"I drink". ¿Por qué bebo? ¿Acaso hay otra opción? En diez versos te cuento mi vida. En diez versos me reconozco en mi padre. Los pájaros vuelan, los peces nadan, yo bebo. En el segundo vídeo apenas se la intuye pero la voz se escucha poderosa y sincera. Muy "sentía". Pata negra.

"Mercy Now"

My father could use a little mercy now

The fruits of his labor
Fall and rot slowly on the ground
His work is almost over
It won't be long and he won't be around
I love my father, and he could use some mercy now
My brother could use a little mercy now
He's a stranger to freedom
He's shackled to his fears and doubts
The pain that he lives in is
Almost more than living will allow
I love my bother, and he could use some mercy now
My church and my country could use a little mercy now
As they sink into a poisoned pit
That's going to take forever to climb out
They carry the weight of the faithful
Who follow them down
I love my church and country, and they
could use some mercy now
Every living thing could use a little mercy now
Only the hand of grace can end the race
Towards another mushroom cloud
People in power, well
They'll do anything to keep their crown
I love life, and life itself could use some mercy now
Yeah, we all could use a little mercy now
I know we don't deserve it
But we need it anyhow
We hang in the balance
Dangle 'tween hell and hallowed ground
Every single one of us could use some mercy now
Every single one of us could use some mercy now
Every single one of us could use some mercy now


"Un poco de piedad"

Mi padre podría sentir un poco de piedad ahora

Los frutos de su trabajo
caen y se pudren lentamente en el suelo
Su trabajo está casi terminado
No pasará mucho tiempo y él ya no estará
Amo a mi padre, y él podría sentir un poco de piedad ahora
Mi hermano podría sentir un poco de piedad ahora
Un extraño para la libertad
Encadenado a sus temores y dudas
Viviendo en el dolor

casi más que en la vida que le resta

Amo a mi hermano, y él podría sentir un poco de piedad ahora
Mi iglesia y mi país podrían sentir un poco de piedad ahora
Se hunden en un pozo envenenado
del que se va a tardar una eternidad en salir
Llevan el peso de los fieles
que los siguen en su descenso
Amo a mi iglesia y el país,

y podrían sentir un poco de piedad ahora
Cada ser viviente podría utilizar un poco de piedad ahora
Sólo la gracia divina puede terminar la carrera
Hacia otro hongo atómico
Los poderosos
Harán cualquier cosa para mantener su corona
Me encanta la vida y la vida misma podría utilizar un poco de misericordia ahora
Sí, a todos nos vendría bien un poco de piedad ahora
Sé que no me lo merezco
Pero lo necesitamos de todos modos
Estamos pendientes de un hilo,

colgados entre el infierno y tierra sagrada
Cada uno de nosotros podría utilizar un poco de misericordia ahora
Cada uno de nosotros podría utilizar un poco de misericordia ahora
Cada uno de nosotros podría utilizar un poco de misericordia ahora





"I drink"
He’d get home at 5:30, fix his drink,
And sit down in his chair,
Pick a fight with mama,
Complain about us kids getting in his hair.
At night he’d sit alone and smoke
I’d see his frown behind his lighter’s flame
Now that same frown’s in my mirror
I got my daddy’s blood inside my veins
Fish swim

Birds fly
Daddies yell
Mamas cry
Old men
Sit and think
I drink
Chicken TV dinner

6 minutes on defrost, 3 on high
A beer to wash it down with
Then another, a little whiskey on the side
It’s not so bad alone here
It don’t bother me that every night’s the same
I don’t need another lover
Hanging round, trying to make me change
Fish swim

Birds fly
Lovers leave
By and by
Old men
Sit and think
I drink
I know what I am

But I don’t give a damn
Fish swim
Birds fly
Daddies yell
Mama’s cry
Old men
Sit and think
I drink

"Yo bebo"
Llegaba a casa a las 5:30,

se preparaba un trago
y se sentaba en su silla.
Comenzaba a pelear con mamá
y se quejaba de los niños tomándolos del pelo.
En la noche se sentaba solo y fumaba,
yo veía su ceño fruncido tras la llama de su encendedor,
y ahora ese mismo ceño lo veo en mi espejo…
es que tengo la sangre de mi viejo en las venas.
Los peces nadan,

las aves vuelan,
los padres gritan,
las madres lloran,
un viejo se sienta y piensa…
yo bebo.
Comida rápida de pollo para cenar,

6 minutos a descongelar y 3 a máxima potencia,
una cerveza para acompañar…
y luego otra, un vaso de whisky a la mano…
no está tan mal estar solo por aquí…
no me preocupa que cada noche sea lo mismo,
no necesito otro amante
a mi alrededor tratando de hacerme cambiar.
Los peces nadan,
las aves vuelan,
los amantes se dejan
con el tiempo…
un viejose sienta y piensa…
yo bebo.
Yo sé lo que soy

pero me importa un carajo.
Los peces nadan,

las aves vuelan,
los padres gritan,
las madres lloran,
un viejo se sienta y piensa…
yo bebo.