viernes, 29 de julio de 2011

Cambio de página

Me lo veía venir pero ayer la cosa se torció definitivamente. No podré estar en Alpes la última semana de Agosto para afrontar junto a Valentín y Óscar la temible PTL. Motivos laborales me lo impiden. Lo que más me duele no es trabajar ni el dinero de la inscripción sino perderme toda la aventura junto a mis compañeros. Sé que hubiera sido muy especial compartir en compañía de tan buena gente, el miedo y las ganas, las grandes horas de sufrimiento y esas pequeñas victorias que te van acercando poco a poco a la casi siempre inalcanzable meta. Hubiera sido mi cuarta visita a Alpes, unas montañas que muchos ya sabréis que no pueden más que dejarte prendado. Volveré. Seguro que esperarán.

Sin vacaciones. En fin, con la que está cayendo, afortunado por tener trabajo. Cada día tengo más claro que soy o aspiro a comportarme como estoico, a soportar los pequeños reveses y las grandes hostias de la vida con entereza y templanza. Estoy con ellos y creo que gran parte de la felicidad reside simplemente en eso. La vida no es más que el trail más ultra de todos y existen tantas ocasiones, tantas noches durante las cuales estás hasta los cojones, con ganas de plegar, de decir basta...Y sin embargo, siempre hay algo que te empuja a seguir, a dar otro paso adelante y pelear junto al compañero o pelear contra el rival. Son las pulgadas de Pacino.

Mi calendario deportivo queda en suspenso. La PTL no sólo incluía la semana de competición sino que había que contar con que hipotecara alguna más por secuelas. Casi como mi vida, mis próximos objetivos deportivos permanecen ocultos tras un cartel en el que se lee "En construcción". Iremos decidiendo retos sobre la marcha.Buscaremos nuevas sensaciones con calzador en los días disponibles aunque ahora tampoco tengo muchas ganas de darle vueltas al asunto. Ya informaremos. Se admiten sugerencias.

De música, "Turn de Page", claro. Encaja a la perfección El clásico de Bob Seger. No sabía si utilizar la composición original o la versión de Metallica -de hecho, la primera que conocí-. Os dejo las dos. Evidentemente el sonido "metallico" y la tremenda voz de Hertfield nos ofrecen una lectura previsible pero impecable de la desmitificadora y crespuscular visión de la vida del cantante de rock en la carretera, aunque eso sí, cambiando en el vídeo, que casi parece un cortometraje, al personaje central por el de una prostituta (A propósito, ¿existe algo más sórdido que un motel de carretera americano?). En cualquier caso, pedazo de canción. Ese saxofón dice tanto con tan poco...


jueves, 28 de julio de 2011

Llena de diamantes

Ben Harper, un tipo de California bohemio y con fuerte ascendente espiritual. Con los años tiendo a subir la guardia frente a ciertas señas de identidad. Me cargan las poses, me cargan los uniformes -los de los "Indignados" y los de los fascistas-, me cargan los que "van de". Pero aquí no hay trampa, Ben Harper es un "musicazo" como una catedral. Uno capaz de moverse con soltura en cualquier género que le plantees. Intenso y buen letrista, como el buen vino, mejora con los años. Os dejo una canción de hace años que volví a escuchar por casualidad estos días. Sí, hay canciones que simplemente son bonitas. Sí, hay chicas que tienen diamantes en su interior.



"Diamonds on the Inside"

Diamonds On The Inside
I knew a girl
Her name was truth
She was a horrible liar.

She couldnt spend one day alone
But she couldnt be satisfied.

When you have everything,
You have everything to lose.
She made herself
A bed of nails
And shes plannin' on puttin' it to use.

But she had diamonds on the inside
She had diamonds on the inside
She had diamonds on the inside
Diamonds

A candle throws its light into the darkness
In a nasty world,so shines the good deed
Make sure the fortune, that you seek
Is the fortune that you need.

So tell me why,the first to ask,is the last to give,everytime
What you say and do not mean
Follow too close behind

She had diamonds on the inside
She had diamonds on the inside
She wore diamonds on the inside
Diamonds

Like the soldier long standing long under fire
Any change comes as a relief.
Let the giver's name remain unspoken
She is just a generous thief.

She had diamonds on the inside
She had diamonds on the inside
She wore diamonds on the inside
She wore diamonds
Oh diamonds
She had diamonds
She wore diamonds
Diamonds

Buscando la canción, recordé y volví a escuchar la versión que interpretó de "My Father´s House" de Springsteen. Ya la compartí cuando analicé "Nebraska" pero por si alguien no la escuchó o le apetece, la vuelvo a poner. Una canción que pensabas que no podía ser más austera, más magra, estar más desnuda y llega aquí el amigo y nos propone una lectura aún más descarnada. El esqueleto. Huesos mondos. Intensidad estremecedora. Hasta el "Jefe" y el "Gran Jefe" (Obama) se emocionan.

miércoles, 27 de julio de 2011

Dayna


Una chica del sur nacida en el norte. A veces puedes caminar por la Quinta Avenida y en tu cabeza sólo sonar música de raíces, alternar en el "Village" y sólo sentir la humedad del Mississippi, la comezón del folk más rancio, el fuego de las voces del jazz más intenso y doloroso.




"Love gets in the way"

i’ve made love with one eye on the door
i’ve left good rooms with nothing to say
i wanted to love them
but love got in the way
i wanted to love them
but love gets in the way
and so what if everything’s changed
and so what if i’ve held out for more
i'm all wild in places i wasn’t before
i'm wild in places where i wasn’t before
so come on and make a mess of me
i won’t walk away
i'm ready as i’ll ever be
i won’t walk away
i want to be fed by you
i want to be led by you
i thought i wanted freedom
but love got in the way
i went looking for freedom
but love got in the way
so come on and make a mess of me
i won’t walk away
i'm ready as i’ll ever be
i won’t walk away

martes, 26 de julio de 2011

Concentración jaramuguil, perdiendo la identidad



Muchos años llevamos celebrando la jornada "¡En todus lus frentis!" durante Julio en El Maíllo, a los pies de La Peña de Francia. Ya sabéis que el asunto consiste en que cada uno hace el entrenamiento que Dios le da a entender para ganarse el copioso ágape de carne asada.



Este año a mí me tocó algo de bici -al final, con la vuelta, 76 kms.- y los 14 kilómetros de ascenso y descenso por sendero a La peña junto a Michel.




El día estuvo perfecto, sin mucho calor y con un cielo, con una luz casi portuguesa y unas espectaculares vistas desde la cima de las que dan fe las fotos. Uno de mis lugares favoritos desde dagalín, ideal para mis entrenamientos ciclistas y de montaña.





Un buen entreno en buena compañía y una comida aún mejor. Lástima de fotos de la comida. Os dejo alguna hecha a última hora antes de regresar. Los jaramugos ya no son lo que eran. En tiempos nos agarrábamos una buena castaña por la tarde. Este año a las once estaba en la cama. Creo que todavía arrastraba sueño de la Ehunmilak. El fin de semana pasado vi amanecer el sábado y el domingo entre las montañas vascas. Esta semana, el lunes también, aunque por muy distintas razones. Salir de fiesta hace tiempo que dejó de ser una de mis prioridades pero a veces la cosa surge y no está mal, sobre todo si ya no estás en los bares. Tomando la vida tal y como viene.





Se echaron de menos a unos cuantos ilustres jaramugos imposibilitados por otros compromisos aunque también tuvimos nuevas incorporaciones, hasta la de algún atleta serio como Rubén.





La próxima "jaramugada" el día 13 de Agosto, "II Travesía Mirriobrigense", 4,5 kms desde el "Risco de Martiago" hasta el pantano. Se está barajando la posibilidad de, tras nadar, correr los diez kilómetros hasta Ciudad Rodrigo. Por la noche cena en el río para todos los participantes y acompañantes y el que le apetezca.





Hoy había que hacer mención a Amy. Qué pena. En esta niña tenía yo depositadas muchas esperanzas y realmente pensaba que si conseguía apartar sus demonios, nos ofrecería una carrera de mucho lustre y lucir como una de las grandes. Aunque en su éxito fue decisiva la labor de Mark Ronson, el talento le sobraba por arrobas. Voz, presencia, personalidad, actitud. Lo tenía todo. Misterios para mí desconocidos los de la búsqueda de la evasión continua. El rock and roll y no digamos la música negra, siempre han estado unidas a comportamientos autodestructivos. Supongo que lo que diferencia a los supervivientes es la fuerza de su carácter o el temple para emerger del infierno. Nos quedará su música. Descanse en paz.


jueves, 21 de julio de 2011

Ehunmilak o la imposibilidad de caminar sobre el agua

Comienzo con el título. Si la aventura hubiera salido como yo pretendía, este texto iría encabezado con las palabras “Caminando sobre el agua”. Mi iluso y presuntuoso objetivo era el de ser capaz de moverme con soltura en una carrera montañosa de cien millas. No sé muy bien qué me llevó a interiorizar esa quimera pero os aseguro que este fin de semana me ha vuelto a poner en mi sitio.Los milagros no existen. Supongo que sentirme fuerte, con ganas y haber terminado bastante contento mis últimos exigentes objetivos me hicieron bajar la guardia.

La idea de bajar la guardia básicamente se reduce a salir con ganas – que sí es positivo- aunque no con el debido respeto. Sí ,acabé, y como no podía ser de otra forma cuando cruzas la meta de estos retos desmedidos, si te fijabas con atención, casi podías ver cómo de mi cuerpo se desprendía una poblada nube de endorfinas mientras me abrazaba con mis compañeros.

Lo que no acabo de entender es que teniendo en la mano los datos: 168 kms, dos noches sin dormir y más de 11.000 metros de desnivel positivo, confiara tanto en mis posibilidades como para no ser capaz de proyectar los problemas que surgen, algunos necesariamente otros eventualmente, a lo larga de la aventura.

El tema todavía tiene aún más delito teniendo en cuenta el hecho de que ya no soy un pardillo, de que ya arrastro grandes cantidades de dolor en mis piernas. Bien es cierto que era mi segunda carrera en esta distancia y con dos noches completas sin dormir. La primera fue Ultra Trail del Mont Blanc. Efectivamente Ehunmilak tiene más desnivel y me pareció más dura a ratos aunque también es cierto que ésta tiene muchos tramos para volar.

La carrera. Una visión muy breve. No tengo mal recuerdo de ella y ni siquiera entra en mi “top ten” de los momentos más chungos de mi carrera globeril. Empecé bien, fino y fuerte. Casi como la mayoría aunque me da la impresión de que hay mucho inconsciente que sale por encima de sus posibilidades. Lo digo de los demás y me lo aplico a mí mismo. A partir del km. 30, después de varias ascensiones, me comencé a sentir bastante mal del estómago y me asusté. Traté de no ponerme nervioso pero empecé a pensar que no era mi día. Si tan al principio me encontraba fuera de carrera, me daba en la nariz que no llegaría muy lejos. Traté de pensar con frialdad. Dejé de correr porque el meneo no le sentaba nada bien a mis tripas y continué caminando tramos “corribles”. Decidí comer algo normal y dejarme de barras, dulces, frutas y demás. Preparé un pequeño bocadillo de jamón york con queso, sentado en un avituallamiento, con frío y destemplado por mis sensaciones y por el tiempo. No tenía hambre, más bien ganas de vomitar. Sin embargo me obligué a comer porque creía que me podía sentar bien. Como un niño remiso, le di vueltas y vueltas en mi boca a la comida hasta que conseguí comérmelo entero. Decidí usar música en mi salida hacia la noche del monte en solitario cuando justo entonces llegaron Fali, Miguel Ángel y Paco. Guardé la música y los esperé para marchar acompañado. Toda la noche por delante siempre asusta y en solitario aún más. Cual Cadel Evans perdido sin rueda que seguir, también necesitas referencias o estímulos que alivien el espeso paso del tiempo.

Poco a poco, charlando cuando se podía, me comencé a sentir mejor. Llegué a Azpeitia (Km.53) cansado pero contento porque me había recuperado de mis problemas, pudiendo correr los últimos kilómetros. Así seguimos hasta Tolosa en cuyo descenso dejé marchar a Paco y Miguel Ángel -corredores fuertes y con clase- porque pensaba que estaba desgastando demasiadas energías que probablemente iba necesitar más tarde. Km. 77 en 15 horas. A partir de aquí decidí tomármelo con más calma porque sabía que lo peor vendría al final –y de qué forma- y quería llegar entero. Esperé a Fali que incluso se dio un masaje. Al final más de hora y media de descanso. Arroz y macarrones. Era lo que quería, comida medio normal que asimilo perfectamente. Ya me siento seguro.

El sábado tocó día de calor. No era la parrilla del día de la Travesera pero supongo que nos moveríamos en torno a los treinta grados. Entre bosques, ya tocados y sin correr donde deberíamos, nos acercamos al Txindoki con el que nos llevan asustando desde el inicio de la prueba –desnivel de 1.245 metos para 8 kms-. Tras alimentarme bien, comienzo la ascensión a las tres de la tarde, con la fresca. La montaña da miedo de verdad aunque al final es menos de lo que parece. En dos horas y cuarto estamos arriba. Excepto ésta, en general las montañas de Ehunmilak son asumibles. Las montañas vascas son pequeñas y hermosas, pobladas a sus pies por bosques encantados. No es extraño que su gente se enamore de su tierra. Ninguna ascensión se va a más de una hora. Por lo que me cuenta Iñaki, compañero con el que seguiré hasta el final, las vistas desde las montañas por las que cresteamos tras la cima son imponentes pero ha entrado la niebla y no vemos nada. Una pena. A la caída de la tarde llegamos a Lizarrausti.

A partir de aquí comienza la segunda noche, a partir de aquí comienza la guerra. No os quiero aburrir. Tras una exigente subida, a través del bosque teníamos que marchar con mucho tiento con las señales debido a la niebla. Comenzó a llover y ya no paró en toda la noche. La bajada a Etxegarate fue criminal entre el barro aunque no tanto como la subida al Aizkorri -llegamos a las siete de la mañana y a Antonio le dije que ni foto ni leches, que para abajo enfilados- y sobre todo el posterior descenso por la cara norte entre un viento del demonio que mezclado con la lluvia me metió el frío hasta el tuétano. Unos cinco costalazos sin consecuencias me llegaría a dar primero sobre la piedra caliza pulida que mojada resbala como la madre que la parió y después sobre las embarradísimas pendientes del bosque. Lo curioso es que varias veces en los avituallamientos me dijeron que tenía buena cara. Si buscamos el lado positivo a las condiciones, podríamos decir que con tanto trajín, no tienes tiempo para que te entre el sueño.

Después de toda la aventura, tengo la impresión de que he terminado bastante entero y sin dolores en las piernas aunque sí en las plantas de los pies. Me salieron después en la espalda tras quitarme la mochila. La entrada en Beasain con mis tres compañeros, Iñaki, Bautista y Antonio –de Portugal, por supuesto :)- fue, como no podía ser de otra forma, muy emocionante. Entre los ánimos de ese público como no hay otro igual, es difícil no sentirse el rey del mundo por unos instantes.

Me reafirmo porque es de justicia y sería ingrato no mencionarlo una vez más. Correr en Euskadi es correr en un mundo aparte, en una especie de parque temático ideado para el disfrute del corredor popular. Te anima, te apoya ab –so-lu-ta-men-te todo el mundo, desde el crío hasta el abuelo. Y para la organización un sobresaliente por esa simpatía y cuidado con que nos miman. La carrera lo tiene todo para crecer aunque creo que se deben plantear el cambio de fechas para no coincidir con otras pruebas del mismo pelaje. Se lo merece.

Iba a escribir poco pero al final se me ha ido de las manos. Con mucho, lo mejor del trail de ultrafondo son los corredores. Llevo muchos años participando en el mundo del deporte popular pero el compañerismo que se siente aquí no existe en ninguna parte, ni por asomo en el triatlón o el asfalto. Por otro lado, soy consciente de que me estoy convirtiendo en una adicto a la naturaleza, en un "yonkie" de las montañas, necesito esos cielos, esos espacios, esos olores. Ya publicaré otro post en Demonfit sobre las noches del ultratrail. Sólo quiero expresar mi más profunda admiración y aprecio por todos los participantes. Encontré lo que buscaba. A unos cuantos ya os conocía. Este fin de semana conecté con muchos más. La compañía en este tipo de carreras es un factor fundamental. Gracias a Begnat, Montse, Miguel, Paco, Asís y Silvia ,Marga y Juan, Assumpta, Moutinho, Rober, Albertxo, Josu, Txeroky , el chico polaco, Bautista, Antonio y sobre todo a Iñaki del que ya me considero amigo y Fali que aún pasando por momentos muy difíciles, tiró de experiencia para ser una vez más “finisher”. Un abrazo muy especial para mis colegas Arturo y CiegoSabino que finalmente se retiraron pero ambos saben que en estas carreras caminas por el alambre. No hay que darle mayor importancia. Nos vemos en las montañas, compañeros.

De los 204 que partimos, sólo llegamos 96. Puesto 60 con 42 horas y creo que 23 minutos.

Algunas fotos. Espero que la próxima semana tenga de la entrada en meta.

"¡¡YO SOY ESPARTACO!!"

Salida con CiegoSabino y Arturo



Los míticos cuadrantes de Fali, uno de los personajes más queridos de este mundo de locos


Amanecer tras la primera noche

El Txindoki con txapela. Ni de coña se aprecia la mole que era.

En la cima. Reto superado. ¿Me puedo volver a casa?

Dando una vuelta por el campo un sábado por la tarde



Las albarcas tienen truco. LLevan suspensión.


Un buen augurio. Cuando estábamos acabando la carrera, pasamos junto a una burrita recién parida. Un jumento tenía que inmortalizar el momento. Ella estaba molesta conmigo pero el toro, que había asumido funciones de protector, se estaba enfadando de verdad.


MIguel y Paco, ilustres representantes del rocoso núcleo andaluz


Salida de Lizarrausti con Fali y Antonio de Portugal, otro tipo muy grande



¿Hace una caña antes del Txindoki?

viernes, 15 de julio de 2011

Fechas en rojo



A esta hora marchamos hacia Beasain, Guipuzcoa, CiegoSabino, Arturo y yo. A las seis de la tarde comenzamos la Ehunmilak, 168 kms. con 11.100 metros de desnivel positivo. Ni la distancia ni el desnivel me intimidan. Lo que me preocupa es que teniendo en cuenta la hora de salida, no libramos las dos noches sin dormir. Únicamente en Ultra Trail del Mont Blanc he pasado por esa experiencia. Sé que la primera noche transcurre rápido, sin problemas. Es la segunda en la que te acompaña una extraña nube a través de la cual, todo el mundo a tu alrededor se torna lejano y de diluido contorno.


La experiencia es la mejor arma en estas batallas. A pesar de estar en forma, en una prueba de este tipo son tantos los factores a tener en cuenta que sólo muy cerca de la meta, te encuentras plenamente convencido de que vencerás. Prudencia. Me siento seguro, con confianza, casi como un barco con las calderas quemando carbón a destajo y me da miedo salir a lo loco, sobre todo teniendo en cuenta que hay muchos tramos "corribles". Me tengo que convencer para salir con el freno echado. Aquí las alegrías se pagan muchas horas después.

No tengo miedo. Animado y quizá con más ganas de competir que nunca, es bonito conservar la ilusión después de tantos años. A pesar de estar a tope de trabajo, no hay nada que me apetezca más que sumergirme dos días en mis amadas montañas, abrazar y reencontrarme con amigos de otras aventuras y conocer a nueva gente. Ya lo he dicho muchas veces, competir en Euskadi es diferente. No hay mejor bálsamo para el espíritu que la abrumadora naturaleza y la lucha.


Con Ehunmilak acaba la primera parte de la temporada en cuya recta final he encadenado un par de joyas, la Travesera y el oro en Quebrantahuesos. Ahora toca tomárselo con más calma hasta Alpes a finales de Agosto.


Los vascos valoran su entorno y tradición como pocos. Hoy un fenomenal grupo de rock añejo, de raíces.



"Camino de las raíces

por el bosque, entre la fronda,

la voz del corazón dice:

lo que amamos sólo importa".



(José Luis Puerto)




Nos vemos el lunes.

martes, 12 de julio de 2011

Primum vivere, deinde philosophari

"Primum vivere, deinde philosophari", escribía hace unos días Phaeton en un comentario. Cita que me ha hecho pensar en estos últimos meses durante los que me he desconectado del "mundo blog" que decía DaviDiego. Escribo poco, rápido y nada elaborado pero no puedo leeros, no tengo tiempo. Prioridades. Temas más importantes requieren mi atención y me temo que durante los próximos meses continuaré así. El poco tiempo del que dispongo lo utilizo para otros menesteres.

Se ha acentuado en los últimos meses pero la verdad es que es un fenómeno que viene de largo. A lo largo de los años, progresivamente la vida real ha ido ganando terreno y la ilusión por temas que yo intuía capitales en mi vida, ha ido perdiendo consistencia. Me refiero a la música, me refiero al cine, me refiero a la literatura.



Me resisto pero es inevitable. En cine hace tiempo que soy desorientado soldado en tierra enemiga. Los libros no los puedo dejar porque me ayudan a continuar cada día. La música no la abandonaré jamás pero recuerdo con nostalgia como hace muy pocos años, poco de lo que aparecía en el ingente mundo musical de nuestros veloces tiempos , me resultaba ajeno, provocando en mí una excitación natural que ahora tengo que trabajar. Reconozco que ahora me cuesta estar conectado. Joserra, especial amigo bloguero y promotor de la necesaria celebración del setenta cumpleaños del Sr. Dylan, me echó de menos y me envió un paquete con la camiseta conmemorativa, chapas, posters y un fanzine compuesto para la ocasión por alguno de los blogueros más ilustres y en el que me hubiera encantado participar. Gracias, compañero. Mis amigos te pueden contar la ilusión que me hizo. Te debo una comida el día de verano que cruces hacia nuestro amado Portugal.

Supongo que más pronto que tarde volveré a visitaros, aunque sólo sea de vez en cuando. Me jode estar preocupado siempre por temas serios, siempre con el reloj pisándome los talones. Lo que algún día deberé preguntarme es por qué una de mis aficiones favoritas es pasar horas con otro tipo de crono pegado al culo, aunque éste por distintas razones.

Me reconozco hiperactivo, capaz de hacer muchas cosas, alguna de ellas a la vez, en una suerte de arriesgados malabares, pero cada vez más a menudo no llego a todo lo que me propongo, los días siempre terminan antes de tiempo. Supongo que también tiene su lado bueno. No sé qué es el aburrimiento, no soy capaz de entenderlo.

Os dejo una magnífica canción subtitulada de LCD Soundsystem "Losing my Edge", donde el puto genio que es James Murphy reflexiona y se burla de esa gran presión que tiene el aficionado más visceral a la música, buscando conocer al detalle todo lo que le apasiona, capaz de manejar una descomunal base de datos para que jamás te pillen en un renuncio, uno de los temores más comúnmente arraigados en la mente del melómano. Algo que se retrata fielmente Nick Hornby en "Alta Fidelidad". Sé de lo que hablo porque yo era como ellos. Miento, aún soy como ellos, siempre seré un poco como ellos, esa cualidad no se pierde, de lo que me alegro profundamente.

Quizá la última ocasión en que verdaderamente me impresionó música primordial aunque no esencialmente electrónica fue cuando escuché por primera vez un disco de LCD Soundsystem. Resulta gracioso escuchar relatar a James que está pasado de moda. Precisamente él, que fue sin pretenderlo, por talento que no por pose -siempre lo he visto con una camiseta cutre y unos vaqueros-, pope de la modernidad de Nueva York y por ende del mundo entero. Por si alguien se anima, ahí os dejo el enlace de los diez minutos de "Yeah", una burrada de la que fui testigo junto al Doctor Fel en un concierto en Madrid. Dani me animaba a redactar un post con una recopilación de música ideal para entrenar. No sé si algún día me lanzaré a tan delicada empresa pero seguro que incluía algo de LCD.

lunes, 11 de julio de 2011

Retos domésticos


Afinando a las puertas de Ehunmilak. A última hora del viernes preparamos un entrenamiento de calidad para el sábado. Algo que hace años tenía ganas de intentar. La subida al Jálama desde Extremadura, desde San Martín de Trevejo.

Hasta el límite provincial con Salamanca se sube por el precioso pasillo entre castaños que es el "Puerto de Santa Clara" y que conocen todos los participantes en el "Ruéu del Jálama" que repetiremos en Otoño. Después, tras el descansillo de la carretera, se asciende propiamente la pirámide del Jálama por una pista. Cuando se acaba la pista comienza lo duro de verdad. Me puse buuuurro y conseguí llegar a la cima sin parar de correr aunque casi echando literalmente el bofe. Muy orgulloso -lástima, se nos olvidó la foto-. Me lo cuentan hace unos años, cuando subí andando por primera vez y no me lo creo.

Desde la cima del Jálama, enlazamos con el Ruéu propiamente dicho. Al final más de cuatro horas bien aprovechadas. Me gusta la foto de abajo. Se nos ve contentos y satisfechos después del trabajo. Ahora tocaba la comida a la que sí se apuntaron más jaramugos. Gastamos muchas calorías pero entre la comida en San Martín y la cena en la Huerta del Ciego, no sé yo si el día cundió mucho.

Para este verano y a efectos de que el post sirva de primera convocatoria ya tenemos otras jaramugadas en marcha:

La clásica jornada "¡¡En todus lus frentis!!", sábado, 23 de Julio. Muchos ya sabéis. Comilona en El Maíllo para todo el que se apunte. Requisito previo es subir a La Peña de Francia, bien sea corriendo, andando o en bici o repitiendo como hacemos alguno los últimos años.

2ª Travesía Mirriobrigense, sábado 13 de Agosto. Alrededor de 4,5 kilómetros en el Pantano del Águeda, concretamente desde el Risco de Martiago hasta el propio pantano. El próximo año trataremos de celebrarlo en el nuevo Pantano de Irueña donde podremos ampliar bastante la longitud de la prueba. Por la noche, participantes, colaboradores y demás "arrimaos" cenaremos en la caseta de la alameda del río.

Ya como reto personal aunque aquí lo dejo por si alguien se anima, antes de que se pase el verano me gustaría acercarme a Gredos para intentar algo que se me ha ocurrido. Marchar desde la Plataforma de Gredos hasta el Refugio Elola, ida y vuelta, sin parar de correr. Como me ocurría con el ascenso al Jálama, hace unos años me hubiera parecido utópico pero ahora sé que lo puedo hacer sin problemas. Me hace ilusión cambiar la perspectiva de aquel niño de quince años que, cargado con una tienda, llegó por primera vez a Gredos como si hubiera conseguido alcanzar los confines del mundo.

De música un primer aperitivo de un disco que ya trataré. Ya sabéis que uno de los discos que más me ha impresionado en los últimos años fue el de Bon Iver. Recientemente ha publicado continuación. La relación con el post viene porque el primero lo grabó aislado en una cabaña en solitario, roto por el dolor físico y espiritual fruto de la enfermedad y el desamor. No necesitó nada más para componer una obra maestra. Para hacer deporte y plantearte retos tampoco necesitas mucho más que una idea y que a unos cuantos chalados le parezca brillante. Todavía no lo he escuchado pero ya veo que está bastante más trabajado y cuidado. Espero que a pesar de ello, no baje el nivel.


jueves, 7 de julio de 2011

Veraneando en las Hurdes

Asuntos laborales me tienen muy liado estas semanas. Me ha salido algo en principio temporal, en Las Hurdes. A cuenta de ello he de compaginar y tres días a la semana tengo que trabajar once horas además de hora y media de coche. Por ahora bien, con ilusión. Es duro pero aún me queda fuerza para correr media horita y estoy a punto de estrenar una tarde de éstas el río de Pinofranqueado con una sorprendente longitud para hacerse unos buenos largos. Será que esto de la buena forma física te sirve para aguantar de todo.

Desde hace años tengo asumido que a excepción de junio y septiembre, el verano es la estación del año que menos me gusta. LLevo bien trabajar más que nunca cuando la mayoría de la gente está de vacaciones.

Me gusta la zona y no me importaría bajarme a la Extremadura definitivamente. Azabal es un pueblecito rodeado de montañas, lleno de pistas y carreteras ideales para entrenar. Cada vez tengo más claro que llevo peor lo de las grandes ciudades aunque quién sabe qué nos deparará el futuro.

Os dejo los cálidos sonidos de un alquimista extremeño. Una canción y un vídeo muy veraniegos. Gecko Turner.


martes, 5 de julio de 2011

Ultra Trail Serra da Freita o las razones por las que corro trail


Porque amo la montaña y esa mañana descubrí una maravilla desconocida a las puertas de casa y a tiro de piedra del Atlántico.



Porque ser capaz de recorrer setenta kilómetros con 4.200 metros de desnivel positivo en algo más de doce horas te proporciona una sensación de libertad, de autonomía, de satisfacción y control difícil de explicar para los ajenos al mundillo.



Porque me gusta correr pero también me gusta escalar e incluso vadear ríos




Porque cuando la naturaleza encaja con la actividad humana, todo parece perfecto. Por muy cansado que te encuentres, no deja de sorprender descubrir entre montañas, pueblos que más parecen de "parque temático".


Porque hay carreras perfectas, plenas de belleza, donde se mezclan senderos extremadamente técnicos con cumbres abiertas, enmarañados atajos con pistas a pie de molinos, ríos y cascadas con ascensiones y descensos que hay que ganarse a cada paso, que hay que vencer con cada latido.

Porque me gusta introducirme en el mundo del trail portugués y conocer a algunos de nuestros hermanos, porque hay organizaciones perfectas donde además de proporcionarnos todo lo material, nos aportan un plus de cariño y ánimo. Obrigado, Moutinho. Fama bien merecida la del trail más famoso de Portugal.


Porque no hay nada mejor que terminar estas palizas sin un dolor, con las piernas enteras y sin una agujeta al día siguiente. Puesto 47. Cada vez tengo más claro que con un pequeño salto de forma y una mezcla de estrategia y ambición, podría estar bastante más adelante. En el buen camino para Ehunmilak.


Como fui solo, y con vistas a las temibles dos noches de Ehunmilak, probé usar música pero no me acaba de convencer. Prefiero oir el sonido del monte, el silencio de la noche. Podría dejar "Terrible Love" de The National que fue la primera canción que escuché o alguna de Editors, uno de cuyos discos nos regalaron con la bolsa del corredor (!?) aunque comparto Antonio Vega, el disco que fui escuchando en el coche. Ya sabéis en la onda en la que me muevo últimamente.





P.S. Sniff, después de muchos años, se me rompieron mis calcetines de la suerte provocándome una herida en el talón por cafre. Habrá que buscar otro amuleto.



Aviso para navegantes por si algún lector se da por aludido. A los corredores que tiran envoltorios en el recorrido habría que ejecutarlos directamente, sin proceso previo, arrojándolos por alguno de los precipicios junto a los que pasamos. Si voy subiendo y voy entero, los recojo. Cuando entra en funcionamiento el piloto automático, agacharse cuesta demasiado.

domingo, 3 de julio de 2011

Punto de fuga


Dudaba si publicar este texto. Quizá es demasiado personal para esta ventana pero creo que escribirlo me ha ayudado. Respecto a compartirlo, cada uno que se lo tome como quiera. Ya sabéis que éste es un blog especial, no se sabe muy bien de qué. Entiendo que muchos no lo comprendan aunque me imagino que todos pasamos por situaciones similares. Ahí puede residir el interés.

Hay tiempos, momentos en que se cierran etapas en la vida. Yo me encuentro en uno de ellos, en “Estación Termini”, en un punto de partida, en un punto de fuga. Distintos significados que para mí connotan lo mismo. En ese punto en que convergen las líneas o en los que se comienza con otra vida.

En una semana he recibido dos noticias importantes de naturaleza muy distinta, una muy buena, otra muy mala; mensajes curiosamente portados por mujeres de mismo nombre.

Aunque probablemente no me sirva para nada, en todo caso para siempre elegir la opción incorrecta, tengo tendencia a reflexionar sobre lo que me ocurre y sobre lo que me rodea. Soy testarudo y me gusta darle vueltas a las cosas.

Los últimos meses han sido los peores de mi vida. Una etapa jodida, triste por varias razones que éstas sí que no vienen al caso.

Todos arrastramos demonios, todos sufrimos taras. La que yo identifico como más clara y sangrante es una prodigiosa capacidad para no enfrentarme a los problemas, la de esquivarlos o dejarlos aparcados.

Unido a ello, a pesar de lidiar a diario con graves dificultades de diversa índole, me he convertido en una extraña especie de paquidermo de piel hermética empeñado en no transmitir ese íntimo desasosiego, ni siquiera a los más cercanos. Imagino que lo que busco con ello es no preocupar a los que quiero pero cada día tengo más claro que ésta no es buena estrategia. Cual bolsa de ejército rodeado, el cerco cada vez se torna más y más estrecho y asfixiante.

Aunque seas todo un experto en el disfraz, aunque para ti las calles siempre estén vestidas de carnaval, siempre llegará el “Miércoles de Ceniza”, ese mañana de resaca en la que todo aquello que se enquistó, que se murió dentro de ti, aparezca en una maleta inservible sin ya nadie a tu alrededor.

En otras ocasiones piensas que la solución está en no dejarte embaucar por escaparates, mentiras o esperanzas, pero siempre hay momentos en que bajas la guardia un instante y sin quererlo se cuela un sueño en tu vida. Es entonces cuando, cual manada de lobos con su indefensa presa, te dedicas a despedazarlo con saña, es entonces cuando, como niño travieso e inconsciente, te empeñas en desarmar el juguete porque piensas que o bien no lo mereces, o bien que el juego tiene truco.

El "Western" es uno de mis géneros favoritos y a veces me pregunto por qué me identifico con esos melancólicos protagonistas apaleados por la vida, ya sin salida, amargados, condenados a un sucio destino, a un fin sin gloria. Tal vez ése siempre haya sido el problema. Tal vez sea como ellos, y un día –todavía no-, llegará mi turno de caminar en solitario hacia el ocaso del sol a través de un paisaje de horizonte abierto y polvoriento, habiendo dejado mucho tiempo atrás mis sueños.

Lo curioso es que muchas veces siento que aunque cada vez más a menudo ejerza de pesimista, siento que en el fondo soy un optimista.

Dos noticias, una buena y una mala. Un buen punto de partida.

Dos noticias, un buena y una mala. Construyamos sobre ruinas.

Propósito de enmienda. El ocaso puede esperar.

Escuchar blues no creo que sea lo más apropiado cuando andas un poco bajo de moral pero estoy firmemente convencido de que sólo durante esas semanas eres capaz de captar la esencia de del dolor y la amargura que supuran esas canciones. Verdaderamente el blues es un estado. Igual que pienso que las soluciones a la vida no están en esos libros de "autoyauda" y similares tan de moda últimamente, igual que me repatea Coelho, igual que siempre seré un clásico y pienso que la esencia de todo el tinglado se encuentra en las páginas de Dostoieski, Steinbeck, Shakespeare o Cervantes, también creo que la tramoya del dolor puede rastrearse en el negro lamento de una voz rota por el alcohol, en esa escueta guitarra sonando en la oscuridad de un tugurio maloliente.

viernes, 1 de julio de 2011

"The Rising" (2002)

Vuelvo con la "serie springstiniana" que tengo hace semanas abandonada. Todavía faltan unos cuantos.

A pesar de la colaboración puntual de alguno de sus miembros en discos anteriores, la E Street Band como tal, no vuelve a entrar a grabar con el jefe desde "Born in the USA" (1984) hasta las sesiones de "The Rising" en 2002.

Después de experiencias distintas, unas fallidas ("Human Touch"), otras magníficas ("The ghost of Tom Joad") Bruce vuelve a su sonido más clásico, el del rock musculoso, "americano", el de la épica y el himno de los chicos sensibles, el que arrastró masas años atrás.

Sin embargo, contará con nueva matrona en el paritorio. Se trata de Brendan O´Brien, uno de los productores más reputados de la escena mundial con una nómina de clientes que quitael hipo: Dylan, Neil Young, Pearl Jam o Rage against the Machine. Él convencerá a Bruce para el uso de secciones de viento, cuerda o grupo coral.

Sobre el disco planea la sombra de los atentados del 11 de Septiembre. Es evidente que todos los norteamericanos sintieron espiritualmente las consecuencias de ese día espeluznante. Era tiempo de que sus líderes, sus símbolos tomaran partido. Varias de las canciones fueron compuestas sometido a la influencia de sus efectos y hasta canciones anteriores como "City of Ruins", sobre el abandono de su amada ciudad Asbury Park, se adaptaron a la nueva interpretación.

Analiza las consecuencias, las secuelas, la vida "después de", la vida "sin" de los afectados directamente por el horror y se pone en la piel de los suicidas en lo que yo entiendo como una estrategia arriesgada durante aquellos delicados días, en los que la intolerancia y la afán de venganza campaban a sus anchas por los "States". En uno de los momentos más flojos del disco, "Worlds Apart" aboga por el entendimiento y el "buen rollo", valiéndose de la colaboración de un grupo coral paquistaní; experimento que para mí, nunca llega a funcionar.

EScribe sobre el miedo y la esperanza. En momentos convulsos, Springsteen se convierte en un baluarte ("Bruce, te necesitamos" le grita un fan en New Jersey) y compone un himno en la onda del "We shall overcome" de su admirado Pete Seeger, que años después tocará en la toma de posesión de Obama con un sentido muy distinto.

Aunque tuvo gran éxito de crítica y publico, recuerdo que cuando lo escuché por primera vez, el disco no me convenció. Meses después, con el tiempo, reconozco que lo he escuchado cientos de veces. Aunque no hay ninguna joya de las de verdad, alguno de esos diez clásicos incuestionables que atesora la obra del Boss, es un una obra que me proporciona energía limpia cuando la necesito. Es un disco vital, sin dobleces, honesto y eso a veces, ya es mucho.

Como curiosidad os contaré que en la gira estrenó "American Skin (41 shots)" -sobre el asesinato de un chico negro desarmado por la policía de Nueva York con 41 tiros a quemarropa- y que su concierto en la ciudad fue boicoteado por la misma.

En Barcelona, creo que en el Palau Sant Jordi, disfrutamos de una concierto mágico -según las propias palabra del Bruce- que después se convertiría en "Live in Barcelona". Nando Cruz, al terminar, escribía: "Se acaba el concierto y no importa que no haya taxi, que llueva, que la cama esté fría, que mañana tenga que madrugar. Sus canciones no han hecho sentir bien. Nos han salvado. Para eso sirve la música. Para eso sirve Bruce Springsteen".