viernes, 22 de febrero de 2013

Kill Your Idols

 
 
La casualidad ha hecho que hayan coincidido en el tiempo la publicación de dos discos que esperaba con ganas: "Delantera Mítica" de Quique González y "Push The Sky Away" de Nick Cave.
 
En los últimos años, mi relación con mis "ídolos", con esas imágenes que hemos creado, mezcla entre personajes y personas ha cambiado. Unos tipos que no conoces pero que sientes cercanos porque lo que te cuentan te ha llegado dentro, porque supieron expresar algo que tú sentias y no acabas de entender, porque te abrieron caminos o mostraron nuevos mundos. Aunque Quique me prestó el título del blog, mi pasión por Nick Cave viene de más antiguo. Hace unos años recuerdo que aguardaba con nerviosa ilusión la publicación de cada nuevo disco del australiano para lanzarme de inmediato a la tienda. LLegaba a casa, lo escuchaba hasta agotarlo, me aprendía las letras, trataba de volver a encontrar el brillo de aquellos versos o estribillos que en años anteriores me habían cautivado.
 
Ahora es diferente. Hace tiempo que no idealizo. Sí, hay autores a los que admiro pero no me parecen tan especiales como antaño. Además, cuando comienzo a examinar sus nuevas obras, mi entusiasmo es mucho más contenido. Me muestro más crítico y en lugar de todo lo bueno, me centro en los puntos débiles, en si todo eso que me cuentan, no son más que refrito, en si no me lo habían contado antes de forma más certera y hermosa.
 
Supongo que ese cambio de perspectiva te lo dan los años. Antes regalabas barato el adjetivo "genial". Ahora sabes que genios hay muy pocos. Hay gente más dotada que otra para el arte pero más que nada, lo que hay detrás son artesanos con bagaje y dedicación. Nick Cave lo explica muy bien. Desde que se domestícó y se transformó en un tipo respetable, acude a su rincón de trabajo a diario con la disciplina de un oficinista. Te cuenta que el tema de las musas es un camelo. Lo que cuenta es el trabajo. La vida salvaje y los arrebatos hace tiempo que quedaron atrás.
 
¿Qué me parecen los discos? Ya volveré a ellos cuando los haya escuchado muchas veces más. Me cuesta analizarlos al detalle hasta hasta entonces. Tienen que crecer... si pueden. En principio me parecen obras muy dignas, tal vez mejor la del australiano. Bien es cierto que con él siempre he mantenido una sintonía especial, tal vez por esa pasión común por el blues, el western o la religión.
 
Probablemente algún día vuelva a verlos en directo. Os doy un consejo gratis: si queréis ser testigos de un gran espectáculo de rock and roll, acudid a un concierto de las "Malas semillas";un verdadero lujo poder disfrutar de esos grandes músicos al mando de uno de los tipos con más carisma y magnetismo de la escena rockera.
 
Vale.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encantan los dos, aunque soy más de Quique. De todos los suyos, el que más me gusta es La Noche Americana.

Atalanta dijo...

Buena elección, Nacho. Hay canciones buenas en todos sus discos. Todavía estoy en fase de estudio del último.

A darle, Roberto, a la carrera y a la tecla. Actividades que en sí mismas recompensan.