Si tienes una gran voz y talento para componer, lo más fácil es que acabes siendo cantante. Sin embargo, a Richard Hawley su oportunidad le llegó cuando no lo esperaba y un poco a lo tonto.
Aunque se apunta siempre que se le mienta, su trayectoria como miembro de Pulp se reduce a tocar con ellos en alguna gira, lo mismo que tocó con otros, tal que Robbie Williams.
Músico currante de sesión, alejado del oropel que iluminan los focos, un día decidió ponerse al frente. Como señalaba antes, la vida cambió de carambola: al final de una sesión, sobraba tiempo y nadie quería hacer uso de unas horas de estudio pagadas. Dio un paso al frente y decidió grabar alguna de esas canciones que tenía guardadas, la primera "Coming Home". Y mira por dónde, aquello le fue gustanto a la gente hasta que llegó el éxito definitivo dos discos después, con "Cole´s Corner" que a él le conmovió sinceramente por lo inesperado.
Casi siempre en el trasfondo, el Sheffield natal que comparte con su amigo Jarvis Cocker; tras el paisaje posapocalíptico que dejan todas las crisis y que tan reconocible nos resulta -bien retratado en "Full Monty"-, se alojan añejos sentimientos y emociones reconocibles por todos.
Con maneras de otro tiempo, nadie en la actualidad encarna el papel del elegante crooner rockero con clase que ya interpretaron personajes de gran altura como Roy Orbison, el Elvis melódico, Walker Brothers, y en cierta forma hasta Sinatra o Johnny Cash con esos aires country que se cuelan en algunas de sus piezas.
Por eso, y a pesar de todos los parabienes que recibió su último y sorprendente disco de 2012, "Standing at the Sky´s Edge", me cuesta aceptar que se escondiera su voz tras una música, para mi gusto y por momentos, demasiado densa.
Esperando a su próxima obra. Y es que siempre hay tardes nubladas tras ventanas donde Richard vuelve a ser el compañero ideal.