La mitad del camimo es un buen momento para mirar atrás y hacer balance a la vista de lo recorrido.
DECÁLOGO DE CONCLUSIONES APRESURADAS.
1ª. Historia del arte es una carrera muy bonita.
2ª. Historia del arte es más difícil de lo que podría pensarse , donde el componente pasional o de enamoramiento me parece imprescindible.
3ª. Historia del arte es bastante más fácil que Derecho.
4ª. Por edad y lecturas, contar con una amplia base cultural relacionada con la materia me facilita las cosas; de hecho, hay pocos exámenes donde no aporte algo de cosecha propia.
5ª. Sorprendente que las asignaturas de historia pura me hayan resultado algo decepcionantes, en mi opinión centrándose demasiado en historia política, conflictos bélicos e intriga de las élites, cada día para mí menos interesantes, que me representan algo de la historia que se contaba antaño.
6ª. Asignaturas que esperaba me iban a volver loco como el arte en la Edad Media, me han gustado pero no tanto como yo pensaba, descartando líneas de trabajo futuras.
7ª. En cambio otras que a priori no me llamaban mucho y afrontaba con ánimo de cumplir expediente, me han entusiasmado, como la relativa a prácticas artísticas contemporáneas y sobre todo la de arte en la primera midad del siglo XX, especialmente la pintura.
8ª. Con mucho, lo que más disfruto son los trabajos de investigación, tanto la labor de recopilación e investigación, como la propia construcción de la propuesta a través de la reflexión y el personal elemento puramente creativo, me resultan tremendamente estimulantes; el trabajo sobre María Zambrano me ha parecido lo más difícil y reconfortante que académicamente he afrontado en mi vida, sobre todo porque transitaba caminos que nadie había hollado antes.
9ª. A estas edades te das cuenta de que hacer una carrera es aprender un poco de todo sin centrarse lo suficiente en nada, de ahí mis ganas de ir cerrando objetivos y centrarme en el que ya debería ser mi campo de juego hasta el final.
10ª.Zambrano me impidió presentarme a ningún examen la primera semana,
así que decidí ir a por cuatro la segunda, defender cuatro
libracos en tres días; creo que nunca en mi vida he tratado de embutir
tantos datos en la cabeza en tan corto espacio de tiempo -supongo
que algo habrá quedará ahí dentro-. Para sacar adelante los exámenes, más que buena suerte necesitas no tener mala suerte, lo que al final ocurrió, y
me hace concluir que eso tan mentao de que a partir de cierta edad "no
se retiene como antes", es una solemne gilipollez. Al final, al venir del deporte, te das cuenta de que todo este tinglao, en múltiples
aspectos sobre los que se podía escribir un buen artículo, funciona con
las mismas claves, donde el entrenamiento y el compromiso son la base fundamental.
Bien, en septiembre me quedarán 17 asignaturas y como no me dejan volver a hacer la machada de matricularme en todas -el límite son 15- para acabar en un año, compaginaré durante dos cursos el máster en el que ya estoy matriculado, con el fin de carrera para después, si aún me quedan ganas, ir a por el doctorado. Ya se verá, por ahora seguimos en ruta, más animado que nunca, durmiento poco, eso sí, aunque nunca entendiéndolo como un sacrificio, sino como un recuperar el tiempo perdido, obrar conforme a mi naturaleza. La mejor prueba de ello es que no soy capaz de distinguir, de marcar una frontera clara entre los cincuenta o sesenta libros que leo cada año digamos por afición y los que me toca estudiar, ya que para mí son igual de interesantes y entretenidos.