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jueves, 19 de febrero de 2015

44 años para llegar a cinco "canciones"


Una de las preguntas de una entrevista que me pasó Alfredo "Furacán" era que eligiera cinco canciones. Complicado, muy complicado.  O tal vez no tanto.

A.A: Como con mucha gracia explica Nick Hornby en su novela“Alta Fidelidad” plantearle una pregunta de este tipo a un apasionado por  la música es una puñalada trapera, porque te pasarás varios días pensando si deberías haber elegido alguna otra diferente. Confieso que, de primeras, descarté elegir cinco canciones porque me parecían demasiado pocas, que elegiría diez o quince, pero al final me dije que eran las reglas y punto, así que allá van, un reflejo de mi momento musical actual, o de a dónde me han llevado tantas horas de música. Como las encuestas, está “cocinada”, tratando de que queden representados los estilos que más escucho a día de hoy.

“Racing in the Street” (Versión incluida en “The Promise”) de Bruce Springsteen. Ya lo he escrito muchas veces, aunque ahora me pasa lo mismo que con De Niro y sus películas, que prefiero que no publique más discos, para no seguir dilapidando el prestigio que le otorgaron unas canciones maravillosas, es obligado ponerlo, porque gracias a él descubrí la música siendo un chaval y por ejemplo, esta canción me sigue pareciendo perfecta, tanto la música como la triste historia que cuenta, quintaesencia del imaginario springtiniano. Al boss lo considero más  amigo que estrella; ha estado junto a mí siempre, y con sus mejores canciones, seguirá estando ahí hasta el final. Solo él me hace sentir de esa manera, la misma que cuando era un desorientado adolescente.

“Transatlanticism” de Death Cab for Cutie. Quería escoger algo de pop, y probablemente a alguien le parezca raro que no tire de algo más viejo o clásico, pero este disco de principios de siglo, de título homónimo, me parece una maravilla, o tal vez fue que lo descubrí en un momento en que me encontraba algo vulnerable, llegándome especialmente su mensaje. Esta canción está engarzada a la anterior y a la siguiente en una trilogía excepcionalmente afortunada. Le hizo justicia su memorable elección en un capítulo de “A dos metros bajo tierra”, una de mis series favoritas. Nunca volvieron o volverán a grabar algo así.

“Wanted Man”, de Nick Cave. Si lo lista hubiera sido algo más larga, seguro hubiera puesto algo de hardcore, porque como hace unas semanas escribía, a veces quiero o necesito romper cosas y no puedo o no me dejan. El rock and roll, el ruido, tiene que estar ahí y la mejor forma es utilizar a uno de mis cantantes favoritos, Nick Cave –hoy bastante más tranquilo que antaño, aunque igual de inspirado-, tirando de la tradición americana representada por los compositores de la canción, Bob Dylan y Johnny Cash, tronco que así también aparece retratado en  mi lista, y de cierta conexión envenenada con el blues, muchas veces punto de partida del genio australiano.

“Agnus Dei” de Samuel Barber. Últimamente escucho tanta música clásica o jazz como pop o rock. Por ejemplo, de camino al trabajo, ya no sintonizo las tertulias que hay en casi todas las emisoras  y me quedo aparcado en Radio Clásica. Me ha sido difícil elegir una pieza porque hay muchísimas que me matan. Al final tiro de un compositor “moderno” del que todos conocéis el emparentado adagio tantas veces utilizado en cine. Si Nick Cave podía ser el diablo, mucho de lo oscuro que albergamos en nuestro interior, esto podría ser Dios, en la forma en que cada uno entienda el concepto, o mejor aún, la música que podía sonar entre las cuatro paredes de una habitación como la del final de “Odisea 2001”

“Round Midnight” de Miles Davis.  Siguiendo con la analogía, el jazz podría ser el hombre jugando a ser Dios. Me pasa como con la clásica, aunque antes la escuchaba esporádicamente, ahora siento que  hay un mundo ahí detrás que me conecta con todo lo que me apasiona del arte, los libros que actualmente me interesan o la cultura en general. Atrapar la esencia de la vida es algo imposible, pero con el jazz a veces me ocurre tal que  si algo estuviera a punto de sueceder, de subirse un telón o derrumbarse una pared y mostrarme otro mundo, o simplemente la vida  tal y como es en realidad. Hay veces incluso, que escuchando el lenguaje salvaje de Coltrane o Charlie Parker, se puede llegar a sentir algo de vértigo. Elijo “Round Midnight” por considerarlo accesible y lleno de esa misma magia difícil de definir.

Desde que empecé a escuchar música, aun con altibajos, no he dejado de sentir ganas por descubrir y entender, y hoy ese ansia la siento más viva que nunca. Al final, escuchar música, digamos “en serio”, durante una vida entera, también es un camino durante el que se aprende y también se pierde mucho –la mitad de los discos que me entusiasmaban de  joven, ahora no los escucharía ni borracho-, pero no es algo a lo que renuncio, forma parte de mi viaje y bagaje. Sin embargo, siento que hoy no tengo tiempo para, según mi criterio, naderías. Creo que todas las composiciones elegidas, cada una en su estilo, denotan la intensidad que hoy persigo.
     

viernes, 22 de febrero de 2013

Kill Your Idols

 
 
La casualidad ha hecho que hayan coincidido en el tiempo la publicación de dos discos que esperaba con ganas: "Delantera Mítica" de Quique González y "Push The Sky Away" de Nick Cave.
 
En los últimos años, mi relación con mis "ídolos", con esas imágenes que hemos creado, mezcla entre personajes y personas ha cambiado. Unos tipos que no conoces pero que sientes cercanos porque lo que te cuentan te ha llegado dentro, porque supieron expresar algo que tú sentias y no acabas de entender, porque te abrieron caminos o mostraron nuevos mundos. Aunque Quique me prestó el título del blog, mi pasión por Nick Cave viene de más antiguo. Hace unos años recuerdo que aguardaba con nerviosa ilusión la publicación de cada nuevo disco del australiano para lanzarme de inmediato a la tienda. LLegaba a casa, lo escuchaba hasta agotarlo, me aprendía las letras, trataba de volver a encontrar el brillo de aquellos versos o estribillos que en años anteriores me habían cautivado.
 
Ahora es diferente. Hace tiempo que no idealizo. Sí, hay autores a los que admiro pero no me parecen tan especiales como antaño. Además, cuando comienzo a examinar sus nuevas obras, mi entusiasmo es mucho más contenido. Me muestro más crítico y en lugar de todo lo bueno, me centro en los puntos débiles, en si todo eso que me cuentan, no son más que refrito, en si no me lo habían contado antes de forma más certera y hermosa.
 
Supongo que ese cambio de perspectiva te lo dan los años. Antes regalabas barato el adjetivo "genial". Ahora sabes que genios hay muy pocos. Hay gente más dotada que otra para el arte pero más que nada, lo que hay detrás son artesanos con bagaje y dedicación. Nick Cave lo explica muy bien. Desde que se domestícó y se transformó en un tipo respetable, acude a su rincón de trabajo a diario con la disciplina de un oficinista. Te cuenta que el tema de las musas es un camelo. Lo que cuenta es el trabajo. La vida salvaje y los arrebatos hace tiempo que quedaron atrás.
 
¿Qué me parecen los discos? Ya volveré a ellos cuando los haya escuchado muchas veces más. Me cuesta analizarlos al detalle hasta hasta entonces. Tienen que crecer... si pueden. En principio me parecen obras muy dignas, tal vez mejor la del australiano. Bien es cierto que con él siempre he mantenido una sintonía especial, tal vez por esa pasión común por el blues, el western o la religión.
 
Probablemente algún día vuelva a verlos en directo. Os doy un consejo gratis: si queréis ser testigos de un gran espectáculo de rock and roll, acudid a un concierto de las "Malas semillas";un verdadero lujo poder disfrutar de esos grandes músicos al mando de uno de los tipos con más carisma y magnetismo de la escena rockera.
 
Vale.

martes, 23 de octubre de 2012

Desafío Cantabria, un ultra de laboratorio


   
Si tratara de organizar la carrera perfecta, podría escoger salir junto al mar para acabar junto a montañas majestuosas.



Sería un ultra, elegiría una distancia larga pero no extrema, mejor jugar con un desnivel importante; pero también quiero correr, así que dejaría bastantes tramos propicios al principio, cuando todavía hay fuerza. Elegiría una noche y  un día templado, ni frío ni calor,  ni rastro de aire, esos días en los que cuando te detienes un instante tras coronar una cima, piensas que pese a dolores y agotamiento, no cabe mejor  lugar en el mundo para encontrarse en ese momento.


Fijando precio contenido, obsequiaría a los corredores con una generosa bolsa del corredor y a los "finisher"con un buen y práctico premio; me empeñaría en marcar el recorrido exhaustivamente, en preparar avituallamientos abundantes y hasta con algún detalle que demuestre tino y mimo, trataría de conseguir una organización cercana y abierta con los corredores, animarles, colocar abundante personal en zonas comprometidas, tratar de difundir el reto e implicar a todos los que rodean a los protagonistas.



Cuando en Anillo Vindio, Pablo comentaba que limitaría la participación a 150 corredores porque lo más importante era que el asunto no se fuera de las manos y poder tratar a cada corredor como se merece, no eran palabras huecas. A fe mía que lo ha conseguido. Ya de puestos, si el próximo año, además de encargar un día tan perfecto, ya nos retiran el barro, de traca, oigan.

Aún así, ya tenemos la novedad más importante del año en el calendario de carreras de montaña. Si mantienen la ilusión y las ganas de trabajar, prueba destinada a consolidarse en ligas mayores en breve.

Gracias a toda la organización, del primero al último, de verdad.

De mi carrera, poco que contar y al menos esta vez, bueno. Más que contento. Después de cuatro semanas de inactividad completa,  marchaba al más puro estilo atalantiano y con bastante respeto. No existía más plan que marchar prudente hasta que tocara sobrevivir. Como no puede ser de otra forma si una padece de estas aficiones, pasé momentos malos y alguno muy malo pero, tirando de oficio y voluntad,  buscando ese algo inexplicable que te empuja a seguir adelante cuando estás derrotado, y que últimamente, a veces creí haber perdido, marché hasta el final y crucé la meta en 18 horas y 46 minutos. Puesto 82. Salimos alrededor de 150, llegamos 100. Volví a entender esa satisfacción íntima de cumplir con el absurdo compromiso que asumes cuando inicias un ultra de 90 kilómetros a las doce de un viernes noche.

Siguiendo con el experimento de construir el ultra perfecto, elegiría un compañero de altura, para charlar cuando se puede, para compartir, cuando no. Las noches en vela entre montañas dan para muchas palabras pero muchos sabemos que los silencios  son más valiosos. Y es que en un ultra, se vive tanto que la mayoría de las veces no es necesario explicarse nada ni contar nada. Basta con aflojar cuando ves al otro tocado. Gracias, Asís. Y gracias también a esa pareja de hermanos incombustibles, Óscar y Rober.


Hoy una canción y vídeo bucólicos a tono con el post que me sirve para enlazar con el festejo que se organizará en mi casa el día de Halloween, fiesta de hombres de negro, de Cash y Cave y para el que ya se citará oportunamente. Además yo también tuve mis momentos "Breathless" este fin de semana. 

"¡¡YO SOY ESPARTACO!!"

martes, 16 de octubre de 2012

Wanted Man




 "Wanted Man"

Wanted man in California, 
Wanted man in Buffalo 
Wanted man in Kansas City, 
Wanted man in Ohio 

Wanted man in Mississippi, 
Wanted man in ol' Cheyenne 

Wherever you might look tonight you might see this wanted man 

I might be in Colorado, 
Or Georgia by the sea 
Working for some man who may not know at all who I might be 

If you ever see me coming and if you know who I am 
Don't you breathe it to nobody 'cause you know I'm on the lamb 

Wanted man by Lucy Watson, 
Wanted man by Jeannie Brown 
Wanted man by Nellie Johnson, 
Wanted man in this next town 

I've had all that I wanted of a lot of things I've had 
And a lot more than I needed of some things that turned out bad 

I got sidetracked in El Paso, 
Stopped to get myself a map 
Went the wrong way in Pleura with Juanita on my back 

Went to sleep in Shreveport, 
Woke up in Abilene 
Wonderin' why I'm wanted at some town half way in between 

Wanted man in Albuquerque, 
Wanted man in Syracuse 
Wanted man in Tallahassee, 
Wanted man in Baton Rouge 

There's somebody set to grab me 
Anywhere that I might be 
And wherever you might look tonight 
You might get a glimpse of me 

Wanted man in California, 
Wanted man in Buffalo 
Wanted man in Kansas City, 
Wanted man in Ohio 

Wanted man in Mississippi, 
Wanted man in ol' Cheyenne 

Wherever you might look tonight you might see this wanted man

Dos mitos frente a frente, dos tipos que solo pueden inspirar respeto.

La canción fue escrita por Cash y  Dylan. 

La versión de Cash es del  memorable concierto en la cárcel de San Quintín, al que ya le dediqué un artículo.

La de Nick Cave es una versión venenosa e incómoda. De su etapa más oscura y brillante. El vídeo es interesante  porque se pasa revista a una de las bandas más legendarias del rock and roll, "Las malas semillas".

Puede que todos tengamos algo de hombres perseguidos.

miércoles, 6 de junio de 2012

Un buen día


Tras varios días de lucha sin adversario, la fiebre cedió. Por primera vez en una semana, se sintió en paz. Al borde de un principio. Buscó la luz que se filtraba a través de la ventana. El milano alto y libre, eco de su infancia, por un instante le colmó de una tristeza inconsolable. Después el vacío, el descanso. Inundado por el tacto y el olor de las sábanas limpias, suaves, frescas. Y recordó aquel día lejano que hoy no lo parecía tanto.

Aquel día que madrugó  para correr río arriba camino del sol naciente, el corazón galopando arrogante sobre el dolor de unas piernas ahora ya muertas,  el día que le costó abandonar el estudio de una “Divina Comedia” insondable, el día en que marchó a trabajar disfrutando de cada pequeña e ingrata tarea junto a sus compañeros, investidos todos de un compromiso que por unas horas pareció tan lógico , el día en que al sonreír a su anciana madre, ella le devolvió una extraña mirada agradecida, el día en que dijo todo lo que quería decir, el día que  supo ser valiente, pronunciar un no y contar todo aquello que les dolió y renovó, el día en que echados en la hierba, sintió como si la voz de ella junto a la del río envolvieran la noche entera, abrigando todos sus temores y esperanzas, el día en que  antes de dormir, ya de madrugada, creyó entender y escribió el párrafo que explicaba el secreto de nuestro eterno diálogo con la inevitable soledad, el día en que pensó que aquel chico triatleta sin brazo era el hombre más poderoso del planeta, el día en que buscó el bastón de mariscal en su mochila, el día en que persiguió la dignidad que sostiene nuestra condición humana. 
Y entonces, expiró.


P. S. No, no son Planetas. Son Warren Ellis y Nick Cave.


martes, 10 de abril de 2012

Santiago y cierra España



"Piedad" de Botticelli a la altura del "Descendimiento" de Van der Weyden que siempre viste este blog.

El seguimiento masivo y desmesurado de la Semana Santa, todas esas manifiestaciones de fervor religioso desmedido e irracional -evidentemente no podría ser de otra forma tratándose de asuntos de fe-, provocaron unas reflexiones que antes de que se esfumen como tantos otros borradores mentales, publico. 

Dejando de lado el largo y exhaustivo minutaje que se le dedica en informativos a estos y otros temas de carácter estacional -que da para otro post-, me hace preguntar sobre el estado de las inquietudes religiosas en una sociedad como la española. A primera vista, la de un foráneo de visita por el país, parecería que la salud de las creencias en España, sería de la solidez del hormigón. Sin embargo, todos sabemos que el decorado es simple cartón piedra, los personajes de la escena se disfrazan por un par de días de devotos cofrades o emocionados asistentes a procesiones.

Los habituales ya sabéis que, por principio, no tengo nada en contra de estas manifestaciones. Soy un gran enamorado del arte religioso, del ambiente, de los olores, de la puesta en escena de todo el tinglado, perfecto para impresionar y conseguir el efecto buscado. Una experiencia estética de primer nivel. Por otra parte, ya con carácter más anecdótico, abogo por mantener las películas de romanas en Viernes Santo aunque esto creo que procede de ese componente romántico que arrastra la nostalgia de la infancia. 

Respeto profundamente a las personas creyentes. Sin embargo, no puedo negar que me moleta esa superficialidad que tiñe el ambiente, utilizar lo que deberían ser convicciones profundas a modo de supercherías y supersticiones absurdas, encarnadas en comportamientos y declaraciones pintorescas que se me antojan como de hace dos siglos. Creo que todo esa celebración, a veces de tintes ciertamente carnavalescos,  poco tiene que ver con el hecho religioso que transforma y sirve de guía para la forma de vida de una persona. Supongo que es la misma reacción que me provocan los fastos de las comuniones o bodas o la celebración masiva de cierta Navidad. Tal vez sólo sea que los años me convierten lenta e inexorablemente en un viejo gruñón.

No entiendo el papel que juega la Iglesia en el fomento y cuidado de cierto tipo de prácticas que se quedan en eso, en simples usos sin mayor alcance. Recibí una formación católica y no reniego de ello, ya lo he mencionado en alguna ocasión. Aunque creo que la única educación pública posible es una educación completamente laica, creo que es responsable de parte de lo mejor que atesoro en mi interior. Y por ello, por cómo interioricé un mensaje que en esencia y sin adornos o accesorios impostados, me parece profundamente subversivo, me sorprenden las directrices de los responsables de esa gigantesca organización de poder. Entiendo que aquellos valores que yo aprendí, en poco o nada sintonizan con la imagen difundida por una rancia organización jerárquica con olor a naftalina. Me ocurre algo parecido con los sindicatos, tengo la impresión de que todos esos entes viven encerrados en su propia mundo de hace mil años completamente desconectados de la realidad. Ambos deberían imaginar nuevas formas de penetrar en la sociedad. Difícil de llevar a la práctica teniendo en cuenta antecedentes en los que, desde un inmovilismo pétreo,  se torpedean tentativas de vías revolucionarias o tímidamente aperturistas abanderadas por asociaciones seglares, teólogos díscolos o esos entrañables curas "comunistas" que trabajan a pie de obra; por no hablar del exterminio de movimientos como el de la Teología de la Liberación. 

Desde el punto de vista de un observador con curiosidad por el mundo que le rodea, creo que deberían encargar una especie de estudios de mercado o estadísticas para ser conscientes de su influencia real  en la sociedad, de la progresiva impermeabillización de ese feligrés registrado y con número Aunque tal vez simplemente se haya escogido el camino de asumir esa superficialidad  rampante como la gran seña de identidad de nuestro tiempo que es y no se necesite mucho más que llenar las calles de las ciudades de Castilla y Andalucía un par de días al año.

Nunca más sentido que hoy tiene la afirmación de Unamuno: "Hay que descatolizar España para cristianizarla".

Música. El brutal "crescendo" de Nick Cave en "Oh My Lord". Como sus maestros, nunca renegó del tema.

Vale.


"Oh My Lord"

I thought i'd take a walk today
it's a mistake i sometimes make
my children lay asleep in bed
my wife lay wide-awake
i kissed her softly on the brow
i tried not to make a sound
but with stony eyes she looked at me
and gently squeezed my hand
call it a pr閙onition, call it a crazy vision
call it intuition, something learned from mother
but when she looked up at me, i could clearly see
the sword of damocles hanging directly above her
oh lord oh my lord
oh lord
how have i offended thee?
wrap your tender arms around me
oh lord oh lord
oh my lord
They called at me through the fence
they were not making any sense
they claimed that i had lost the plot
kept saying that i was not
the man i used to be
they held their babes aloft
threw marsh mellows at the security
and said that i'd grown soft
Call it intuition, call it a creeping suspicion,
but their words of derision meant they hardly knew me
for even i could see in the way they looked at me
the spear of destiny sticking right through me
oh lord oh my lord
oh lord
how have i offended thee?
wrap your tender arms round me
oh lord oh lord
oh my lord
Now l'm at the hairdressers
people watch me as they move past
a guy wearing plastic antlers
presses his bum against the glass
now l'm down on my hands and knees
and it's so fucking hot!
someone cries, "what are you looking for?"
i scream, "the plot, the plot!"
i grab my telephone, i call my wife at home
she screams, "leave us alone!" i say, "hey, it's only me"
the hairdresser with his scissors, he holds up the mirror
i look back and shiver; i can't even believe what i can see
be mindful of the prayers you send
pray hard but pray with care
for the tears that you are crying now
are just your answered prayers
the ladders of life that we scale merrily
move mysteriously around
so that when you think you're climbing up, man
in fact you're climbing down
into the hollows of glamour, where with spikes and hammer
with telescopic camera, they chose to turn the screw
oh i hate them, ma! oh i hate them, pa!
oh i hate them all for what they went and done to you
oh lord oh my lord
oh lord
how have i offended thee?
wrap your tender arms round me
oh lord oh lord
oh my lord

martes, 8 de marzo de 2011

Más duro que un ultra



Sólo salimos el fin de semana pero hay que ser todo un "Superman" para aguantar el ritmo.
























Un año después de entrar en el "País de Tantata Chan", volvimos a ser "finishers"

domingo, 3 de octubre de 2010

Veterano

Efectivamente, como ya sospechabais, estrenamos década. Veterano. Abandono la categoría absoluta. Ya estoy haciendo hueco para todos esos trofeos por llegar.


El año pasado pedí tres deseos. Éste me conformo con uno.


Cuarenta años. Nunca me ha preocupado el tema pero...¡es que son un montón! Supongo que habré cambiado una barbaridad respecto a cuando tenía veinte años aunque por ahora cada día me siento con más energía para hacer cosas y seguir aprendiendo. Que dure.

De regalo de cumpleaños, me coloco a uno de mis intocables, Nick Cave. Waits, Cash, Cohen, Buckley... todos tienen ese algo que los hace únicos. En este vídeo se aprecia por qué los conciertos de "Las malas semillas" son una experiencia irrepetible. Magia sobre las tablas.

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