Me gusta leer periódicos antiguos. Cuando hojeas un artículo de hace tres, cuatro, cinco años, eres consciente de que estás leyendo mejor libro de historia. Es sumamente sorprendente en qué derivaron ciertos personajes o acontecimientos. Por no hablar de las noticias de índole económica anteriores a la crisis. La perspectiva del tiempo hace que ciertos artículos hoy asusten.
Dedicándome a este menester, encontré un reportaje que daba cuenta de un fenómeno para mí por completo sorprendente, el de los "superhéroes de la vida real". Ya os imagináis el percal. Siguiendo la tradición más ortodoxa de los cánones de tebeo, repartidos por el mundo viven unos tipos "normales" que, a tiempo parcial, se han creado otra identidad a la que acompaña el pertinente disfraz y tras la cual, se dedican a combatir el mal en las calles de su ciudad.
Los tipos tienen su propia página con el registro correspondiente en el que aparecen más de doscientos fenómenos con nombres como Master Legend, Green Scorpion, Superhero, Geist, Citizen Prime, Captain Jackson, Captain Prospect o Thanatos.
Sus funciones son las siguientes:
- Patrullas de lucha contra el crimen.
- Notificar delitos a los agente del orden
- Colocar carteles pidiendo ayuda para solucionar casos no resueltos.
- Buscar personas desaparecidas.
- Promover la concienciación medioambiental.
- Ayudar a la gente sin hogar proporcionándoles agua, alimentos y mantas.
- Donar sangre.
Hombre, estas cosas se pueden hacer sin disfrazarse pero hay que reconocer que es mucho más molón afrontarlas cada jornada oculto tras un antifaz. Además, para ellos su traje es como una declaración de principios de lucha contra el mal.
Ahora que estamos al borde de los cinco millones de parados, es otra opción. Más gente con tiempo libre, más gente con problemas, más gente empujada a la delincuencia. Más malos y más buenos a los que proteger. ¿Por qué no? Lo que está claro es que hay "gente pa tó".
Claro, de música iba a poner "Superhéroes de barrio" de Kiko Veneno pero me decido por una canción de Veneno, el mítico disco formado por Kiko además de por Raimundo y Rafael Amador. Ese disco que siempre está a la cabeza de cualquier lista de lo mejor del pop o rock español pero que realmente pocos han escuchado.