Con José, "Rubenes", Manuel y Chago (oye, en esta foto hasta parecemos un equipo serio)
Se ve que necesitaba un estímulo. LLevaba tres semanas sin entrenar absolutamente nada. Desconectado. El pasado domingo por la mañana me dijeron que si me quería apuntar a un relevo en una carrera en Portugal, entre la frontera de Vilar Formoso y Almeida. Les contesté que por qué no corríamos todo el recorrido de 15 kilómetros y medio. Porque tocaba así, me contestaron. Vale, solución de compromiso, yo corría el primer relevo pero después seguía hasta meta más tranquilo.
La carrera. El equipo estaba formado por José y yo, que somos una especie de clase media, quizás media alta, si estamos en forma y además los "pura sangres" Rubén, Chago y Manuel -al que no conocía pero que tiene 1:08 en Media y aunque esté fuera de forma por falta de entrenamiento, conserva la clase-.
Ese domingo me puse a entrenar y desde entonces llevo 9 días seguidos, lo que para mí es un verdadero logro. La responsabilidad de formar parte de un equipo e intentar no defraudar a los demás, me puso en movimiento. Los relevos variaban entre 2.800 y creo que 3.500 metros. Son distancias complicadas y yo no tengo experiencia. Básicamente se trata de salir a morir sin llegar a aturullarse y explotar, conocerte y correr en el filo, al borde del colapso e intentando sacarle a la máquina todas las prestaciones.
Un pena que no hubiera competidores reales. Los relevos salían un cuarto de hora después de la carrera normal. Solo estábamos cuatro equipos, uno de chicas, unos chavales jovencitos y otro de discapacitados. En cuanto dieron la salida, el dagal salió disparado y yo a rebufo, pero aguantó poco. Tras un descenso, mi parte era prácticamente toda una larga ascensión de más de un kilómetro. No se me da mal subir, me gusta aunque llegué al límite que mi actual estado de forma me permite -se traduce en ir gimiendo como un perro-. No piqué el crono hasta que volví a ponerme a correr después de entregar el testigo a José y beber agua pero creo que hice alrededor de 10:40 para mis duros 2.800 metros. Más que contento. Es extraño correr así, en solitario, sin referencias y al mismo tiempo intentar ir a tope.
Después ya marché hasta meta a ritmos entre 4:20 y 4:30, que tras el arreón inicial, casi te lo tomas como ir de paseo. En meta 1:07, donde entré acompañado por José y Manuel.
Esta carrera es de las mías, poco gente, organización básica en algunos aspectos aunque en otros, de matrícula, como esa gran comida con arroz, bacalao y caldo verde. ¡Y sin pagar inscripción!
Con Fran, un tipo bien majete del pueblo al que conocía pero del que no sabía que corría.
También había carreras de críos y claro, también pillamos premios con Ana y Ruth.
Ahora, lo que verdad me hizo ilusión fue que nos dieran 40 euros. Nunca había ganado unas perras en esto del deporte. Insisto, una pena que no hubiera algún equipo duro con el que pelear todos juntos. Creo que no lo hicimos mal y, por las referencias del año pasado, marcamos buen crono, incluso para disputar una verdadera y reñida victoria. Cuarenta euros que nos dejamos allí mismo, en una agradable tarde en Almeida, entre sobremesas y museo militar.
Los primeros días que entrené me dolían las piernas. Ayer ya no. Ya estoy en el buen camino. Ahora se trata de no volver a apartarse. Ayer disfruté mucho. Simple, como cuando escuchaba rock and roll en los noventa, como lo que me movía en aquellos tiempos. Pearl Jam, aunque una canción mucho más reciente.
P.S. La tertulia para el miércoles.
"¡¡YO SOY ESPARTACO!!"
6 comentarios:
Vaya unos cachondos, así que para una vez que vamos a disputarle la victoria a los portugueses no había portugueses, así también gano yo, jajaja.
Bueno, 40 euritos, por poco se empieza, jeje.
Ah, otra cosa, ¿no te da vergüenza no ir con la "uniformidad"?.
Al final me voy a dedicar a esto, a correr 3 kms. en vez de 200. El día cunde mucho más y es mucho más agradecido. Se conoce que nos tienen miedo :). Chaval, todos llevábamos nuestros "yaramugos y yumentos" (como dicen los portugueses) en la espalda, aunque cada uno en su estilo -el mío, Festimad 1999-.
A mi también me gustan estas carreras "de andar por casa". Lo peor en este caso fue la falta de competencia, aunque viendo las clasificaciones de años anteriores habríamos estado luchando por la victoria.
Además cuando hay carreras para niños es lo que más me gusta; cuando en casa Pablete, Ana y yo preparamos las camisetas, pantalones, zapatillas, imperdibles,nervios,.... Es una maravilla compartir carreras con los guajes.
Por cierto, que me acabo de acordar, seguid dándole fuerte a los entrenamientos para las citas claves del año: Subida a los Hermanitos y Bañobárez, jeje.
El 11, otra nueva de diez kilómetros en Martiago, no te olvides. Para lo que hemos quedao... Si es que eso de los cienes es muy largo, se te va el día :)
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