viernes, 13 de junio de 2014

La voz de la ortodoxia


"Sí, es cierto, soy un enemigo del tango; pero del tango como ellos lo entienden. Ellos siguen creyendo en el compadrito, yo no. Creen en el farolito, yo no. Si todo ha cambiado, también debe cambiar la música de Buenos Aires. Somos muchos los que queremos cambiar el tango, pero estos señores que me atacan no lo entienden ni lo van a entender jamás. Yo voy a seguir adelante, a pesar de ellos."
(Astor Piazzolla)

"La ortodoxia, y estoy plenamente seguro de ello, a uno de los que le gusta es a mí, pero yo creo que la ortodoxia debe servir, repito, para invitar a ver nuevas vereas, nuevos caminos y, si esto está hecho con sinceridad y honestidad, siempre sirve para ver nuevas experiencias y los errores sirven para ver nuevas ventanas. Cuando se intentan nuevas cosas, todo no va a salir perfecto, todo no va a salir bien, eso siempre es un riesgo, para mí sería mucho más cómodo el estar cantando siempre la malagueña del Canario. Yo soy una persona que me aburre cantar siempre igual y pienso que la ortodoxia hay que cogerla e inspirarse y desarrollarla para hacer cosas que inviten a hacer nuevo arte. Porque esto es una música viva, esto no es una música de museo, si no estaríamos paraos, estaríamos todavía en la caverna, estaríamos todavía en la fragua, estaríamos todavía en el campo y esto es un arte de profesionales..."  (Enrique Morente)


 "El flamenco está hecho, pero sobre lo hecho se puede seguir creando sin engañar, sin mistificar. ¿Por qué tenemos que hacer todos la soleá exactamente igual, como si fuéramos un disco? Si yo puedo añadirle algo propio, enriquecerla, sin desvirtuar lo que es el cante por soleá, ¿por qué no voy a hacerlo?".    (Camarón)

Y es que la voz de la ortodoxia es esta. A José Menese no es que no le guste la obra de Morente, es que le ofende, le pone enfermo, con problemas se aguanta soltar lo que piensa realmente. El tono y las malas maneras de la sacrosanta ortodoxia; simpre vigilantes los guardianes del templo, siempre por nuestro bien.

4 comentarios:

CiegoSabino dijo...

Tema complejo. Creo que cabe todo: ortodoxia y renovación.

Ahora, a mi juicio, el que quiera renovar, primero tiene que ser capaz de cantar o hacer lo que sea "como Dios manda" y una vez demostrado que es capaz de hacerlo, hacer lo que le venga en gana.

Por otra parte, creo que a los puristas puede sentarle a "cuerno quemao" que al amparo de la renovación se hagan verdaderas mamarrachadas, muchas veces además por quien es incapaz de hacer algo medianamente serio, que además son las que van a conseguir hacerse eco y conseguir difusión.

Muchas veces la gente que mejor canta o que por "purista" se mueve en los terrenos más complicados no es reconocida más que en un círculo muy cerrado.

Me encanta por ejemplo el blues clásico, el más primitivo, pero ¿y lo que nos habríamos perdido si no hubiera salido de las plantaciones?.

ned henry dijo...

El problema viene cuando quieres evolucionar y no llegas.. Morente iba sobrado igual que podía haber ido José si hubiese sabido ser más tolerante y heterodoxo. Ambos son soberbios en su voz, en su arte y en sus planteamientos. Enrique era audaz y podía serio. El secreto de todo esto radica en el arte, en las tablas, en el saber, en el poder y en el querer. A José le faltaba lo último, ese ir más allá. Eso que tenía Piazzolla y que tenía Enrique.

Y hay que diferenciar entre evolución, heterodoxia y degeneración. Es muy fácil, un mal cantaor canta de lejos, uno bueno puede tocar cualquier palo o estilo y no solo hacerlo con decoro sino también llevarlo más lejos, a terrenos artísticos ignotos, híbridos y diversos. Como Astor, como Enrique.

Respecto al Camarón,,, innovó, pero el resultado me deja frío. A mi entender cantaba cuando quería, tenía pellizco, quejío y talento, pero tendía a irse a cantar fácil.

Abrazo!

Juanjo Mestre dijo...

Qué post más interesante, me ha encantado tanto el comentario de Piazzolla como el de Enrique Morente o Camarón. Abrazo.

Atalanta dijo...

CiegoSabino, yo creo que al final es como en todo en la vida, especialmente en el arte: hay que diferenciar los buenos, los que tienen talento de todos los demás. Qué pena hubiera sido perderse un disco tan valiente como "Omega", del que seguro echaban y siguen echando pestes los flamencos. En lo que más te gusta a ti, el de las músicas tradicionales del mundo se perpetran atentados a diario. Cuando oyes según qué cosas que no no son más que pastiches impostados tratando de ponerse al día, ser comerciales, renovar de mala manera... Al final, los buenos solo pueden ser los menos. Por principio, el talento tiene que ser cosa rara y arrimaos los habrá a miles.

Ned, me remito al comentario del Ciego y al mío anterior. También, frente a estos, del otro lado hay una cerrazón por principios -cuya intolerancia queda perfectamente reflejada en ese "asquito" de Menese- y que jamás van a reconocer mérito a ninguna innovación, refugiados en el canon del arte como Dios manda, con lo que nos ahorraríamos mucha basura, pero también la obra de brillantes y audaces genios.

JOhnny, mira que leí uno por casualiad además del cometario de Menese, me acordé del de Morente y por casualidad llegué al de Camarón. Y es que la cosa ajustaba como un guante.

Y gracias por los comentarios.