Uno de los fragmentos más famosos de la literatura, un fragmento de "En busca del tiempo perdido" de Proust. Asignatura pendiente desde hace años. Aunque no lo reconozca, es un libro al que quizá le tengo miedo. Me da que puede ser insufrible. Para disfrutarlo hay que estar entrenado y motivado. Clemente ya usó el título como punto de partida para una de sus "clementianas", yo utilizo este fragmento como pie para otra perspectiva. El autor constata cómo el sabor de la magdalena le transporta en un viaje en el tiempo a otro espacio.
Andaba yo esta tarde con gestiones de trabajo por el pueblo cuando vi un cartel sobre una exposición: "Mitos en blanco y negro" en la Casa de la Cultura. "Mitos" y "blanco y negro" eran suficiente estímulo para hacer una visita. Cuando llegué, me dijeron que se inaugura mañana. Ya salía cuando advertí el cartel de la biblioteca; no sé muy bien la razón pero me tentó subir y para allá me encaminé . Hacía muchos años que no entraba. Cuando estudiaba en el instituto, iba todas las semanas.
Me acerqué al más propio estilo turista, despacio y observando; le dije a la bibliotecaria que hacía siglos que no aparecía por allí y penetré en la sala mirando todo con una extraña sensación de nostalgia y gozo -algo parecido a cuando vi en Cullera la acequia en la que casi me ahogo con cinco años, episodio que algún día os relataré-. Por supuesto muchas cosas habían cambiado: ahora hay una sala infantil, "wi-fi" gratuito, ya no existen las diminutas e incómodas mesas y sillas, prestan películas y discos pero el olor es el mismo.
Ese olor y la somera inspección que lleve a cabo a las estanterías cual Atalanta con pelo veinte años atrás, fue como un verdadero paseo en el tiempo. Hay libros nuevos, pero volví a sentir entre mis manos algunos volúmenes que ya llamaron mi atención tanto tiempo ha. Volver a hojear esas mismas páginas a estas alturas de mi vida se me antojó extraño. Constaté que millones de aquellas mismas palabras me siguen tendiendo la mano, me siguen invitando al baile porque aún no han recibido mi visita. Advierto con júbilo de nuevo la tentadora oferta. Tal vez nos engañamos, quizá no cambiemos tanto si al fin y al cabo me siguen atrayendo los mismos temas.
Y como en el fragmento de Proust, ese olor y ese ambiente provocaron la aparición de personajes olvidados como Jacinto, el extraño compañero que, sin relacionarse con nadie, pasaba su vida allí dentro, copiando fragmentos de enciclopedias y varias chicas de las que creía estar perdidamente enamorado y risas incontenibles mientras preparábamos chapuceros trabajos de clase y angustias, agobios e inseguridades motivadas por tus relaciones personales, por tus obligaciones académicas, por todos los cambios que estabas sufriendo y reprochables prácticas como hurtos o recortes de revistas con entrevistas a Lou Reed o reportajes sobre la Batalla de Stalingrado y...
Seguro que dentro de veinte años me gustaría estar precisamente aquí, justo en el momento en el que ahora mismo me encuentro, con mis problemas y con mis oportunidades. Tal vez entonces un olor o una visita me devuelva por unos instantes al 29 de Marzo de 2010.
Ni que decir tiene que aunque tengo una ingente lista de espera de lectura en casa, me volví a hacer socio y me dieron otro carnet. Lo cierto es que... ¡aún conservaban mis datos!
Como canción, tiro fijo era elegir el "Glory Days" del "Born in the USA", porque casa como un guante con el recuerdo de otros tiempos pero elijo otra del mismo disco con temática afín, una de las canciones que quizá menos llamó la atención del multimillonario e irregular disco, "Bobby Jean". Un sencillo y entrañable canto a la amistad guiado por el piano de Roy Bittan hasta una despedida sin amargura. Es la vida, vamos perdiendo y ganando cosas y personas que dejarán su pequeña o gran huella. Aunque esta gira no es de las que más aprecio porque a veces me da la impresión de que Bruce maltrata sus propias canciones, el solo final de saxofón de "Big Man" Clemons, ahora que ya no se estilan esas cosas, es impagable.
Otra gran canción de Cooper que me grabó Joserra en su imprescindible "Recopilación 2009" y que trata el paso del tiempo; la añoranza de la juventud de una forma poética y certera. El vídeo es un paseo de Alejandro -"Viviendo en la era pop"- Díez por Londres ¿Acaso puede haber alguien más "british" que el "Flechazo" leonés? Dedicada a "somos, somos los mods" Joserra y Mildo.
"Hyde Park"
Hubo una vez en que yo fui feliz
en que mi futuro era una página blanca,
un mundo nuevo brillaba ante mí
y yo aprovechaba cada oportunidad.
Con la semana llegando a su fin,
yo me paseaba entre tumbonas de rayas,
la gente seria me hacía reir
y si me cansaba me paraba a escuchar
los sonidos del silencio,
la llegada del invierno, sí...
Es imposible que pueda olvidar
el cielo en los domingos de Hyde Park.
Yo descubrí lo que era ser feliz
viendo las sonrisas de las chicas del parque,
se me olvidaba mirar el reloj,
nunca es tarde si la tarde te habla de amor.
Los olores en el metro
vuelan desde mi recuerdo, sí...
Lo que yo daría por estar
tumbado en la hierba de Hyde Park.
Hubo una vez en que yo fui feliz
con una conciencia tan vacía de cargas
como el bolsillo de aquel traje gris
que sólo guardaba un viejo ticket de bus.
Hubo una vez en que yo fui feliz,
hubo una vez en que yo fui feliz,
qué deprisa se ha pasado mi juventud.