Desde el Mediterráneo al Cantábrico. Alrededor de 700 kms y 40.000 metros de desnivel positivo. Un Tor des Géants ida y vuelta. Hace un mes ni se me hubiera ocurrido tomarme en serio el reto. Ahora, cada día que pasa, lo voy interiorizando un metro más. Sé cómo funciona mi cerebro y reconozco mi espíritu atrevido.
Contacto fugaz con algún disparate. Descarto. De pronto, me sorprendo
una noche pensando en la tremenda aventura que supondría culminar tamaño
reto. Descarto. Otro día pienso ya en cuestiones prácticas, comida,
refugio, horas de descanso. Descarto. El promotor de la idea es de los tipos más duros del ámbito nacional de los que yo tenga noticia, Suso. Descarto. Llamarlo integrista se queda corto. Pretende hacerlo en autosuficiencia, portando toda la comida que necesitará durante el trayecto. Descarto. No sé si estaré capacitado pero el reto me motiva. Sin embargo, las condiciones y el cumplimiento de normas tan estrictas en una empresa ya de por sí muy complicada, me echan para atrás. Descarto. Se me plantea la posibilidad de poder comprar cada cierto tiempo comida e incluso el lujo de comer en algún refugio. Kilian Jornet, el mejor corredor de montaña del mundo, tardó ocho días sin peso y con asistencia en completar el reto. Descarto. Nosotros, en principio aspiraríamos a doce días llevando el equipo. Descarto. Inscripciones para Grand Raid de los Pirineos completas. Me tira una aventura de verdad sin dorsal. Principios de Julio. ¿Acepto?
Es la misma chispa y el mismo temor que sentí cuando me apunté en solitario y sin conocer a nadie que las hubiera completado, a carreras como mi primer maratón, en los albores de mi carrera deportivo globeril, el Triatlón del Alpe D´huez, el Powerman de Zofingen una semana después de Ultra Trail del Mont Blanc, o la primera edición del Tor des Géants.
Dentro del detallado, medido y pesado equipo a cargar, hay algo que yo añadiré: una pequeña libreta para apuntar referencia, sitios y sucedidos con el objeto de no perderme, de destilar fiablemente mis recuerdos al sentarme en mi mesa frente al folio en blanco. Caso de completarse, el reto merecería una buena crónica por capítulos.
¿Alguien se lo piensa? ¿Alguien se anima? ¿Alguna parte? ¿Pur qué no?
Reto grande, canción larga. Soulsavers, el dúo británico, en su último disco vuelven a invitar a Mark Lanegan, la fiera del averno. No sabía que "Some Misunderstanding" era una versión de una composición del "pájaro" (otros dirían mago), Gene Clark. La canción es buenísima pero me gusta aún más la última lectura, mas arrastrada, más pesada, más intensa. Te gustaría que durara veinte minutos, que no acabara nunca. No soy de "solos"-la mayoría me parecen un coñazo-, pero éste me encanta. Me mata cómo esa afilada guitarra se termina enganchando al desarrollo de la canción.