lunes, 23 de febrero de 2015

Desafío Run & Roll (VIII): "Maratón de Santis"



Desafío Run & Roll: 10 maratones en 10 semanas.

A 15 días de los 100 de Vallecas, mi propósito era  el de llevar a cabo una especie de ensayo general para la prueba, tratando de, en la medida de lo posible, reproducir las condiciones en las que competiría: misma ropa, calzado y alimentación, ya que además de pasteles y agua, pretendía tirar de geles e isotónico, hata ahora no utilizados en mis maratones de entrenamiento, sin cargar con mochila o bote en la mano como hasta ahora, para lo que quería dejar un par de botes en el reocorrido el día anterior.

Sin embargo, no pudo ser. Tras correr algo más rápido de lo habitual en un entreno el jueves por la noche -porque me estoy acostumbrando al ritmo "tractor"-, el viernes me desperté con un gemelo resentido y ya con dudas de si podría cumplir con mi cita semanal, ya necesariamente pospuesta para  domingo para recuperar un día más. Además, por asuntos familiares, ya solo podría salir el domingo a mediodía, que me gusta mucho menos que la mañana.

Así que el domingo, tras comer a las doce, poco después de las dos, enfilé la carretera de Sancti Spiritus con la idea de darme la vuelta en el Km. 25, pero con el miedo cierto de que tal vez no llegara ni al 2, ya que desde el primer momento, notaba la molestia en el gemelo, algo aliviado por el extracto de guindilla del Capsidol. Antes del llegar al kilómetro 5, ya había decidido que en esas condiciones, me bastaba con el maratón, que no iría más allá.

El entrenamiento fue bastante bien, duro, en solitario, con aire de costado, el primero que hago completamente por asfalto, el que muchos conocerán bien aunque no sean de Ciudad Rodrigo, si han corrido la media; es el recorrido en línea, cuyo perfil reproduzco. El gemelo no me dolía pero sí lo notaba. El jueves corrí con unas viejas zapatillas de asfalto, y culpándolas en parte de mi principio de lesión, me hizo regresar a las de montaña que vengo utilizando durante las últimas semanas y que casi seguro, aunque parezca raro, llevaré en Vallecas.

Desde mi casa a Sancti Spiritus llegas con 18 kilómetros con lo que tienes que hacer 3 más por esa recta interminable, que se hace larga hasta en bici; curiosamente, excepto el final, es el tramo que más largo se me ha hecho durante el entrenamiento. Hay que ser honesto y decir que podría haber seguido hasta el 25, que el gemelo me lo permitía, pero el hecho de haber descartado la posibilidad al principio, obra una suerte de clic mental que incapacita para sufrir más de lo previsto en el plan mental, factor determinante en el gran fondo. 

La vuelta, con perfil más favorable, fue del bien al regular y del regular al mal, como es inevitable en un maratón, pero creo que salvamos lo de empantanarnos en el "muy mal". Sí noté que, al ser el primer maratón que hago todo sobre asfalto, me dolían las piernas algo más de lo habitual porque si alguno no se había dado cuenta, el asfalto está muy duro, es lo que tiene. Aunque es un dolor soportable, si con 30 kilómetros voy así, ¿cómo iré con sesenta o setenta?, lo que me hace meditar seriamente sobre la posibilidad de drogarme durante la carrera y llevar algún ibuprofeno, por si acaso. 

En fin, el fin del maratón con 3:44.

"¡¡YO SOY ESPARTACO!!"

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