Enlazando con el artículo arnterior, Sigfried Sasson no solo conoció a Wilfred Owen en un hospital de guerra, sino que le llegó a corregir su "Himno a la juventud condenada". Como su colega escritor, también denunció el sinsentido de la carnicería. Finalmente tuvo más suerte, la de sobrevivir.
“Habiendo acabado con la
Guerra, hago esta declaración como un acto de desafío a la autoridad
militar, porque creo que la guerra está siendo deliberadamente
prolongada por los que tienen el poder de terminarla. Soy un soldado,
convencido de actuar de parte de los soldados. Creo que esta guerra, en
la cual entré creyendo que era una guerra de defensa y liberación, se
ha convertido en una guerra de agresión y conquista. Creo que los
objetivos por los cuales yo y mis camaradas habíamos entrado en esta
guerra deberían haber sido tan claramente declarados que hubiera hecho
imposible cambiarlos, y que, como esto ha ocurrido, los objetivos que
nos obligaron a actuar ahora deberían ser alcanzados por la negociación.
He visto y he aguantado el
sufrimiento de las tropas, y no puedo por más tiempo ser partidario de
prolongar estos sufrimientos para unos fines que creo son malos e
injustos. No protesto contra la dirección de la guerra, pero sí contra
los errores políticos y la falta de sinceridad con los combatientes que
están siendo sacrificados. De parte de los que sufren hago esta protesta
contra el engaño de que están siendo víctimas; también creo que puedo
ayudar a destruir la complacencia insensible con la cual la mayoría de
aquellos que en casa apoyan la continuación de las agonías que no
conocen, y que ellos no tienen la imaginación suficiente de advertir.”
(Carta al Parlamento. 1917)
2 comentarios:
Brutal, ojalá algún día el pueblo imponga su opinión a esos que mandan, y que debieran hacerlo pues sus dotes para dirigir fueran superiores a la del pueblo "llano"
Es un tema complicado, miles de años y seguimos en las mismas, aunque afortunadamente vivimos en un entorno en el que no se habían conocidos tantas décadas en paz. Sobre la forma de dirigir, parece que esto siempre será así, que el político jamás dice la verdad, bien mentiras, bien medias verdades. Los fines casi nunca el bien público sino perpetuarse. Asquito real de casi todos... de casi todos.
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