viernes, 31 de octubre de 2014

Tertulia: "El coloquio de los perros"


Los habituales sabéis que esta vez sí que tengo la mejor excusa para justificar el retraso, aunque tampoco creo que importe mucho, ya que si habitualmente confío en que alguien, aunque no comente, haya leído la obra, me da que un texto del XVI poco  ha de llamar la atención en la sociedad de 2014.

"El coloquio de los perros", una de las Novelas Ejemplares de Cervantes, es la conversación de dos perros, Cipión y Berganza, prodigiosamente dotados del don del habla durante una noche en la que se  dedican a pasar despiadada revista al mundo de los hombres a través del relato de las andanzas de Berganza con sus diversos amos, siguiendo el estilo y estructura de la Novela Picaresca.  Al estar unida a la anterior historia, no se entiende muy bien la curiosidad en la forma sobre quién cuenta realmente lo que estamos leyendo, al aparecer al final dos personas que han escuchado vigilantes el diálogo de los perros.

Al fin, lo que te queda en claro tras leer la obra es que la sociedad española de la época que se describe es la de una banda de mangantes viviendo en el filo en la que cada uno va a la suya. Corruptelas sin fin, tanto en los servicios públicos como en cualquier profesión; por supuesto también en los encargados de mantener el orden o impartir justicia, siempre prestos al soborno, por no hablar del duro y previsible retrato de colectivos como gitanos o  moriscos, todo ello aderezado con el soniquete de la abundante tropa de titiriteros - con crítica a engreídos autores de teatro o a la absurda novela o poesía pastoril- o las habituales prácticas de brujería, real o imaginada, y la persecución a que da lugar.
Me pregunto si la descripción de Cervantes del panorama de la España actual hubiera distado mucho del de aquella España del XVI si le echara un vistazo un solo  día a  nuestra televisión, atendiendo tanto a titiriteros como a servidores de la cosa pública, hoy legitimados democráticamente, pero tan enfagados en el estiércol como antaño. Se acaba transmitiendo la idea de que no aprovecharse -sea ilegal o inmoral-, sería ridículo, que sería bastante tonto hacer lo correcto, como le ocurre a Berganza varias veces cuando intenta portarse como es debido.

El perro, símbolo de fidelidad y amistad al hombre que se muestra indigno de tal don, que continuamente dedrauda con su miserable comportamiento. Pero es lo que hay, se ha de espabilar, no es lugar para la confianza en el otro si se trata de sobrevivir. Visión pesimista de la vida y, pese a la denuncia, bastante resignada. "El hacer el mal viene de natural cosecha". "Hacer el mal lo heredamos de nuestros primeros padres y lo mamamos en la leche". Un mundo donde siempre parece que está a punto de suceder una calamidad, donde se ha de estar preparado para el próximo revés de la fortuna.
 
"Humildad base y fundamento de todas las virtudes"

"Pocas o ninguna vez se cumple con la ambición  que no sea con daño de tercero"

"Aunque los gustos que nos da el demonio son aparentes y falsos, todavía nos parecen gustos, y el deleite mucho mayor es imaginado que gozado, aunque en los verdaderos gustos debe ser al contrario"

Para la próxima, el 14 de diciembre, una curiosidad:  "El derecho a la pereza" de Paul Lafargue, el que fuera yerno de Marx.

jueves, 30 de octubre de 2014

Puño invisible: "Ahora que la mierda ya me llega hasta los ojos"


Nuevo capítulo de puño invisible

Me lo tengo que mirar o simplemente será cosa de la edad, lo de mi ya alarmante querencia por las canciones sencillas, suaves, tristes, lentas. Espaldamaceta o José Juan González es (o era, ya que parece ser que en sus últimas aventuras añade más cacharrería a su música) un cantautor de corte clásico, algo rarillo, eso sí -vosotros me entendéis-.

Esta canción la descubrí al final de la película "Carmina y amén". Con "Carmina y revienta", son un producto extraño en el cine español, una chaladura donde se mezcla el humor más grueso con tintes surrealistas y pretensiones poéticas; con más chicha de lo que parece, lo que es de agradecer. Paco León hace debutar a su madre, creando un personaje de esos que no se olvidan  -curiosamente más natural en la primera película- y para que todo quede en familia, disfrutamos de los ojos más bonitos y limpios del cine español, los de su hermana María León.

"Ahora que la mierda ya me llega hasta los ojos"


Y ahora que la mierda ya me llega hasta los ojos
Y ahora que no hago otra cosa que limpiarme
Será que no he querido oír tus llantos
Será que también lloro

Y has venido guapa con los ojos inundados
De cosas que has vivido sin estar yo a tu lado
Será que no he querido oír tus llantos
Será que también lloro

Y no me has perdonado, aunque yo sí que lo haga
Yo ya me he limpiado las uñas cuando debía
Será que no he querido oír tus llantos
Será que estoy muy solo

Y no me hagas preguntas cuando ya no miro atrás
Y no me hagas preguntas si la historia ya no es mía
Y tengo ganas de viajar un poco
Será que estoy muy solo

Y qué voy a enseñarte, si me enseñabas tú todo
Y qué vas a enseñarme cuando quiero que te largues
Ahora no sales nunca de mi sitio
Será que no te encuentras

Y ahora que los lazos ya no unen nunca a nadie
Ahora que no confiaré ya nunca más en nadie
Me necesitas sólo por los ojos
A mi ya no me llames


miércoles, 29 de octubre de 2014

Puño invisible: "Flightless Bird, American Mouth"


Capítulo de puño invisible.

Muy desencaminados andaban los que en sus inicios, metieron a Iron and Wine en el saco de la gastada "Americana". Sam Beam era austero por la falta de medios y algo monocorde por encontrarse a la búsqueda de su propia voz. Sin embargo, muchos años después se sabe que  este chico tímido al que sus amigos tuvieron que animar a publicar, también gusta de arreglar sus composiciones con mimo, a veces con ropajes exuberantes y sorprendentes, y que sus miras acostumbran a buscar más lejos de la tradición americana.

Aunque esta no es la prueba; de su disco de 2007, "The Shepherd´s Dog", este "pájaro sin alas" parece una miniatura, mas este pequeño vals se expande hasta conseguir una de las piezas más delicadas y hermosamente tristes de su cancionero. 


martes, 28 de octubre de 2014

Donde el mar bañe la nada


Esos dos últimos versos inolvidables... Vértigo.

"Aguardo, ecuánime, lo que no conozco,
mi futuro y el de todo.
En el fin todo será silencio, salvo
donde el mar bañe la nada".

(Fernando Pessoa - Ricardo Reis)

jueves, 23 de octubre de 2014

El Medio Ultra de Gredos como cámara de descompresión




Creo que me apunté al Ultratrail de Gredos en marzo. Un mes después, la Ley 27/2013, de 27 de diciembre, de racionalización y sostenibilidad de la Administración Local, por razones que no vienen al caso sobre estabilidad presupuestaria, me enviaba al paro. 6 meses después recuperé el trabajo, tras un proceso opositor que comenzó con estudio diario de muchas horas, pero sin tensión -incluso me presenté al portugués y liquidé alguna otra asignatura de la carrera cuyo final, a cuenta de este lío, hay que posponer para 2015- y  finalizó justo un día antes de la prueba de Gredos; periodo que me dejó completamente exhausto, siendo las últimas semanas un verdadero sinvivir, estudiando entre siete y diez horas diarias plenamente concentrado sin día alguno de descanso semanal. Estoy convencido de que para conseguir sacar adelante un reto de este tipo, donde no basta el aprobar, sino ser el mejor, la vida se ha de convertir en algo insano, donde no se piensa absolutamente en nada más que lo que se ha de estudiar la tarde o el día siguiente, sin permitir disminuir un ápice tu estado de alerta, miedos o dudas, el verdadero combustible cada mañana antes de sentarse delante de los temas.

Debido a ello, los últimos dos meses prácticamente no hacía nada más: ni leía, ni escuchaba música, ni escribía, ni hacía deporte -salvo un par de días que salí a correr media hora para ver si se me espantaba la incómoda nube en la cabeza-. Especialmente duro de sobrellevar es esa tensión que no cede y que se acrecenta a medida que se acerca el examen, o las dudas y enfados después de cada ejercicio. Bien, el hecho es que todo terminó bien, aunque  hoy en día esto no signifique gran cosa, dado el precario estado de gran parte de la Administración Local. Seguiré estudiando y haciendo exámenes hasta que no pueda dedicarme a ello, porque me gusta aprender y retarme,  pero otro tema es tener que estudiar horribles temas de materias que odio -aunque al final, reconozco que como casi a todo, hay que buscarle el encanto y el lado bueno-, para jugarte el medio de vida. Extraños tiempos  vivimos en los que casi se oposita hasta la misma jubilación.

Como contaba, acabé el examen el miércoles y la carrera se celebraba el sábado de madrugada. El jueves aún no sabía si iría y no me apetecía gran cosa, la verdad. Después de estar sin moverme  de la silla dos meses, darle una paliza a mi cuerpo para que la que ni de lejos  estaba preparado, se me antojaba bastante absurdo. Casi deseaba que hiciera mal tiempo para descartarlo por fuerza mayor y no darle más vueltas al tema. Sin embargo el anuncio de  un tiempo excelente, casi de verano, y la llamada con la buena nueva de que recuperaba el trabajo, obraron el milagro. Sí, me apetecía dar un largo paseo por alguna de mis montañas favoritas y rememorar viejos fines de semana compartidos en Gredos con el CiegoSabino.

Cuando en la charla del viernes por la tarde nos dijeron que había un desvío en el ultra -84 kms-, para hacer solamente el Medio -55 kms.-, ya casi decidí que esa era la opción más lógica, que para mí, estaba más que bien. Dejé un pequeño resquicio a continuar por el recorrido largo, descartado por completo en la línea de salida a las cuatro de la mañana en la plaza de Candeleda, cuando rodeado por todos los participantes, me parecía absurdo competir con tipos que seguro habían entrenado como se debe para una de las pruebas más duras del calendario nacional de montaña.

De la carrera, poco que contar: casi cuatro horas justas, las que duró la noche, desde las cuatro a las ocho de la mañana, para acercarnos desde Candeleda a la plataforma de acceso a Galayos y Mira, a través de pistas entre bosques, con kilómetros de fuerte desnivel al comienzo. Es la parte con menos gracia del recorrido; por eso no está mal pensado correrlo de noche.

Ascender la muralla de Galayos hasta la cima de La Mira, ya pura e imponente Sierra de Gredos, mientras sale el sol, es un placer difícil de explicar, más si vienes de cientos de horas estudio y echas de menos aire frío en tus pulmones. Ascensión dura pero tranquila,  charlando con el CiegoSabino. Al llegar a la cima, sopla un vendaval del demonio que continuará durante todo el cresteo que conduce al punto que nos separará. Curioso que de todos los participantes que nos adelantan o adelantamos, los jaramugos somos los únicos que seguimos en manga corta, algo que nos viene ocurriendo a menudo. Gen farinato. 

Poco después nos separamos. Voy perfectamente, sorprendido tras el largo periodo de inactividad, pero no tengo la menor tentacíón de atreverme con el recorrido largo, adentrarme en el Circo para afrontar el verdadero meollo y seña de identidad de esta prueba.  Aunque podría correr, sigo caminando, dándome un agradable paseo entre montañas, contento, pensando, más que en la carrera, en lo contento que estoy por haber ganado la plaza.

El calor comienza a dejarse notar durante el descenso del Puerto de Candeleda por el lado sur de la sierra, haciéndoseme demasiado largo sus aproximadamente 16 kilómetros y pensando con alivio que menos mal que no se me ocurrió tirar hacia el Circo, y en lo duro que se le va a hacer al Ciego bajar por aquí cuando lo afronte machacado de madrugada, él, que todavía acosado por las secuelas de la machada de "Los 500 de Asís", tampoco ha entranado gran cosa; pero hay pocos tipos más fiables. ¿A estas alturas alguien duda que el Agus no termina lo que empieza?

Aunque he bajado corriendo unas pistas excesivamente inclinadas para unas piernas doloridas demasiado tiernas para estos trotes, sigo camianando todo el trayecto, ya con calor de verano, parándome incluso un buen rato a charlar con un chaval que le interesa saber de nuestro deporte, cómo entrenamos, carreras y demás.


Vuelvo a correr antes de entrar en Candeleda para mostrar algo de dignidad "competitiva" Ya me han ido adelantando los primeros participantes del Medio que salían cuatro horas después y sé que hay gente del ultra que han elegido mi misma opción y me preceden, por lo que me sorprende cuando un chico se quiere hacer una foto conmigo, pensando que voy el primero -pues vale- y cuando entro en meta, por megafonía  atrona el saludo al campeón del Ultra. Mientras niego vehementemente, me paro antes de entrar  y traspasar la cinta que sujetan unos voluntarios. Ya imagino al público pensando que no tenía mucha pinta de ser un figura. Al final, un tiempo de alrededor de 11 horas -se me olvidó mirar la hora- y no creo que aparezca en clasificaciones.








De la organización no puedo hablar con suficientes elementos de juicio, ya que la esencia y reclamo de esta carrera son esas delicadas partes del circo de mucho desnivel y muy peligrosas, si no se va con tiento, más propias de escalada que de trail. Según lo escuchado, si insisten en ese recorrido, deberían mejorar mucho en marcaje y seguimiento en esas zonas. Ante las lesiones de algún corredor provocadas por caídas y la intervención del helicóptero, se amagó con suspender la prueba. No hay que olvidar que tuvimos un tiempo excepcionalmente bueno para estas fechas. Creo que deberían ser menos ambiciosos con el recorrido y adelantar fechas para intentar asegurar buenas condiciones. Yo que estoy metido en organización de asfalto, que nada tiene que ver con una prueba de estas características, no sé cómo se soporta la responsabilidad en estas apuestas,  donde creo que en muchos ocasiones, dado el arrojo e imprudencia de algún participante, se juega con fuego.

Del resto, pues bien, correcto; mucha gente, mucho trabajo, especialmente complicado porque en terrenos de alta montaña inaccesibles para vehículos de motor, los avituallamientos hay que subirlos al lomo, lo que merece nuestro reconocimiento, con pequeños detalles sin importancia a mejorar como retrasos en algún acto. Sí quiero volver a incidir en que para una prueba algo salvaje, algo "jaramugada" como esta, no basta con no obrar con negligencia, sino que la diligencia debe ser extrema, ir mucho más allá de lo normalmente exigible.

Podría poner una canción de la Creedence Clearwater Revival o John Fogerty, cuyos temas sonaron todo el santo día en línea de meta, lo que se agradece de verdad, teniendo en cuenta el habitual insoportable percal de las selecciones musicales en este tipo de festejos pero, ya que esta crónica ha sido más de estudios que de carreras, acabo con"Bajo presión", porque verdaderamente jamás la sentí igual, y la pobre Susana, que me tuvo que aguantar, puede dar fe. Una de las mejores canciones de los mejores discos del año, "Lost in the Dream" de War on Drugs.