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lunes, 28 de junio de 2010

Medio Ironman de Buelna, con una "c"



Antes de entrar en materia, si algo recordaré del Triatlón de Buelna es al CiegoSabino echado en la camilla de la ambulancia. Al jodío se le fue la mano y se estampó bajando San Cipriano. Clavícula y dos costillas rotas. Ahora le va a tocar pasar unos cuantos días malos. Esperemos que sirva de lección para evitar futuros percances. Aunque a cualquiera nos puede pasar, siempre debemos tener claro que esto es una afición que en ningún caso puede comprometer otras facetas de tu vida más importantes.


Conocí en persona a uno de los clásicos, Mildolores. Visto y no visto. Quedan muchas conversaciones pendientes. Ahora mismo escuchando tu disco. Eché de menos a Inma. Con Humberto crucé un grito en el desfiladero. Después me dijo por teléfono que me animó en el final de la carrera a pie pero que iba tan grogui que ni me enteré.

Para los profanos en la materia que pasáis por aquí, os tengo que decir que emplear siete horas para hacer un medio ironman (1,9-90-21), aunque el recorrido sea duro -éste es durillo sin más-, es una barbaridad. Hace dos años -2008-, en esta prueba marqué 5:22. Estaba fino -a mi manera-, a quince días del que iba a ser el gran día, Roth, y las imágenes en mi memoria son muy distintas.

Como decía en el anterior post, estuve dudando hasta el último momento si participar ya que no había entrenado prácticamente nada. Desde Febrero, tres días de natación esta semana para no ahogarme y la bici sin tocarla desde el 3 de Mayo -anoche vi el diario-, sin ninguna salida cercana a cien kilómetros en todo el año, con unos miserables 500 kilómetros en 2010.

Al final me animé. Buelna tira. Creo que cualquiera que participa, repite. Es el ambientillo de la prueba. La zona de acampada, la parrillada final, el precio, el entorno, la entregada organización, hacen de este triatlón una carrera especial. Hace poco criticaba el mundillo del triatlón. Este fin de semana me ha servido de reconciliación y para recuperar las ganas.

Cuando a la luz de un luna preciosa, paseaba la noche anterior por la zona de acampada donde estaba montada la meta, añoraba estar en mejores condiciones. En mi estado, el objetivo era hacer las tres pruebas no con las tres "cs" de Alix (calma, cabeza y cojones) sino con una "c": calma. Solamente así podría terminar y esa noche, viendo la solitaria línea de llegada, me hacía especial ilusión cruzarla. Pensaba que si acababa, me movería en torno a las seis horas. No más.

Reencuentro con la natación. Creo que es la cuarta vez que nado en el mar. Me coloco por primera vez el neopreno este año y tranquilamente a pasar el trámite. Antes de llegar al primer giro, noto que me estoy mareando por la corriente, me preocupa pero no me molesta especialmente. Al salir a la playa, antes de encarar la segunda vuelta, veo que tal y como tenía previsto salgo de los últimos. Coño, me digo, tampoco tenía que ser literalmente "el último" como había anunciado. Aprieto pero tardo aún más. Parece ser que hemos nadado en torno a 300 metros más por el desplazamiento de las boyas. 55 minutazos.

Reencuentro con la bicicleta. Se trata de ir tranquilo y alimentarse bien. Ahora mismo, correr una media maratón después de la bici, me parece muy lejano. Sólo pienso en conservar buenas sensaciones y fuerzas para intentar acabar la carrera. Si no se puede, no pasa nada. El recorrido es realmente precioso pero no lo recordaba tan duro. Aquellos repechos que hace dos años me parecían "cosina de ná", me dan miedo y trato de mantener un ritmo uniforme. Bajando el puerto de San Cipriano, veo al Ciego, tapado con una manta y con cara de pena. Paro hasta que se lo lleva la ambulancia. Pienso que dentro de lo malo, podía haber sido peor. Sigo y unas curvas más adelante, otro ciclista se acaba de caer también. Sigo a mi ritmo, sólo por sensaciones -no llevo cuentakilómetros-. Seguro que podía haber ido más rápido pero mi falta de seguridad me hace ser prudente. La zona del desfiladero me cruzo con Humberto. El puertillo final, que en 2008 me pareció un repecho corto y duro, me cuesta de verdad y me hace ser consciente de que ya voy tocado. En la clasificación me marcan algo más de veinticinco de media. Supongo que la real serán algo más de veintiséis descacharrantes kilómetros por hora.

La carrera
. Me pongo a ello sin mucha convicción. No voy pájara ni muerto, pero parece que no estoy muy metido en el asunto. Decido correr los diez kilómetros hasta que vuelves al pueblo y después ya veremos. Empiezo a correr. No me siento mal pero los pasos de los primeros kilómetros son lentísimos. No estoy vacío pero noto que no alargo la zancada, que tengo las piernas muy duras, muy rígidas, además de que se me dispara la respiración si intento cambiar. Marcho con un "aguaverde" al que le comento que quizá me retire en el Km. 10. Él me responde que ni de coña, que si no me duele nada, hay que llegar al final. "Pues es verdad", me dije yo. "¿A cuento de qué viene esa actitud?". A partir de ahí, decidí apretar (es un decir, más de cinco minutos el km.) y marché para delante solo. Cuando llegué al pueblo, me animé. Durante las cinco vueltas de dos kilómetros con paso por línea de meta, voy tostado pero con los ánimos y oliendo el final, ya no hay vuelta atrás. Un rato me molestó una de las tres uñas que se me están cayendo (secuelas del MAM que me preocupan para Peñalara), pero el problema no fue a más. Creo que al final hice dos horas pero no estoy seguro, ya no llevaba puesto el cronómetro.Tuve algún momento de crisis pero con un par de geles conseguí correr a ritmo trotón toda la media, sin caminar, de lo que estoy muy orgulloso. Acabar un "larga" siempre es un subidón.

Creo que me alimenté bien y no tuve ninguno de mis temidos problemas de estómago durante la prueba. Sin embargo, cuando acabé y me tiré en la hierba empapado, me levanté frío y bastante mal. Una pena no disfrutar de verdad de la estupenda parrillada que nos preparaban. Con lo rico que estaba todo... yo me lo comía, pero es que no me entraba. Lo hacía porque sabía que me iría bien para asentarme. Sólo me apetecían fantas de naranja.

Conclusión. Como no podía ser de otra manera, gran majadería es presentarse en un medio ironman duro sin haber entrenado nada. ¿Se puede hacer? Se puede hacer, ya te lo digo yo. ¿Merece la pena? No. De lo positivo, me quedo con vivir desde dentro una carrera que me encanta, sobre todo por la ilusión y las ganas que le echan los organizadores. Además, como ya dije, estas siete horas haciendo triatlón, me han dado ganas de volver a hacer triatlón de verdad. Ale, me voy a entrenar.

¡¡YO SOY ESPARTACO!!

sábado, 26 de junio de 2010

Insensatez


Insensatez. A esta hora estaré comenzando el Medio Ironman de Buelna. Una semana de natación desde los veinte kilómetros de Febrero. Sin bici alguna. Estuve hasta el último momento dudando si marchar o achantarme y plegar velas. He decidido participar. Nadaré, saldré el último del mar y la bici me la tomaré con calma para ver si cuando me baje tengo fuerzas y me apetece correr una media maratón. En fin, no creo que me venga mal para el Trail de Peñalara. Un punto de partida. En ningún caso me moveré en límites porque sería absurdo y temerario maltratar al cuerpo sin estar preparado para ello. Sólo me planteo disfrutar, mientras se pueda, del deporte que me gusta. Otra de las razones por las que marcho es que me apetece encontrarme y reencontrarme con amigos blogueros.

"Insensatez". Como el jueves hablé de Astrud Gilberto y el título venía al pelo, os dejo una de las composiciones más hermosas sobre el planeta tierra, una de mis diez canciones favoritas. Composición de Jobim y Vinicius, con Stan Getz al saxo y aquí María Toledo a la voz. Las semana que viene preparo un post sobre los orígenes de la bossa nova. En el vídeo se utilizan imágenes de "La notte" de Antonioni que no he visto pero que le sientan fenomenal a la tristeza de la canción.


A ver si Phaeton o algún portugués de los que pasáis por aquí os animáis a traducir. Iba a hacerlo desde la versión en inglés, "How Insensitive", pero no me cuadra con lo que parece que dice en portugués. De todas formas no hace falta conocer el texto para disfrutar la pieza. La pena casi araña.

Que la disfrutéis tanto como yo.






Ah, insensatez que você fez
Coraçao mais sem cuidado
Fez chorar de dor o seu amor
Um amor táo delicado

Ah, por que você foi fraco assim
Assim táo desalmado
Ah, meu coraçao, quem nunca amo
Náo merece ser amado

Vai, meu coraçao, pode perdáo
Perdáo apaixonado
Vai, porque quem náo pode perdáo
Náo é nunca perdáo.

lunes, 14 de septiembre de 2009

Sanabria, correr en Castilla

Ayer tocó el doble olímpico de Sanabria, otra buena paliza para el cuerpo y van... ¿La carrera? Pues bien, siempre que cruzas la meta en un "larga distancia" acabas machacado y satisfecho por ser capaz de terminar cosas así.
La natación pues bien o mal, como siempre. Prefiero un medio ironman porque nadando ya tres kilómetros, la mayoría se me marcha demasiado. A mí, cuando están colocando las boyas, siempre me da la impresión de que éstán lejísimos. Al final 1:06. Bueeeno, lo suyo. La primera vuelta la podía haber hecho más deprisa pero....¡queda tanto! Puesto 137 de 171 chicos. Para mí va bien. En días como el de ayer es cuando me digo que tengo que entrenar algo la técnica pero luego se me pasa. Eso sí, no termino de creerme triatleta porque cuando acabo de nadar siempre me digo que es alucinante que pueda nadar tanta distancia. Me lo dicen hace unos años....
Aquí el lago, probablemente el sitio más bonito en el que he nadado. Todo un lujo.



El recorrido ciclista, a pesar de lo que me habían comentado, sí me pareció duro. Es un continuo "rompepiernas", sin tramos llanos, para ciclistas de potencia. Sube y baja sin pausa que te deja bien madurito para la carrera. Al final conseguí una media de casi, casi 30 Km/hora que para mí va bien.
Vas pasando por muchos pueblos de la zona y hay un detalle que siempre me llama la atención cuando corres en Castilla y/o León. Pasas volando por los pueblos y aunque en algunos hay unos pocos irreductibles a los que hay que agradecerles en voz bien alta cada grito de ánimo, cada aplauso, por allí pulula el clásico hombre castellano, duro, rudo, que se queda mirando extrañado, el ceño fruncido, ojos entrecerrados, ojos que no ven, ojos que no quieren ver, mentes cerradas, mentes que no quieren entender que quizá se animen a esta frase tantas veces escuchada y que probablemente la llevan soltando como a cien atletas "¡VENGA HOMBRE, QUE VAS EL ÚLTIMO!". Joder y éstos ya me recuerdan a mi padre cuando lo veo y sabe que he venido de alguna carrera: "¿Y has ganado algo?". Años me he pasado intentando explicarle la esencia del deporte popular sin resultado. También viene a mi mente una anécdota muy ilustrativa que sucedió a unos ciclistas mirobrigenses. En situación: ciclistas parados en la carretera debido a que un rebaño está cruzando la vía. Se le dan los "buenos días" al señor pastor y éste responde: "A pico y pala os ponía yo". Lo malo es que estos pensamientos no son tan extraños.



¡¡Qué diferencia cuando corres en otras zonas!!


Ay no, que me voy.... En Euskadi también hay señores con boina pero casi todo el mundo anima. Es un verdadero placer competir por aquellas tierras porque han mamado el deporte, la montaña y la actividad al aire libre desde críos. Será que vengo mal acostumbrado del "Allez, Courage, Bravo!" de Francia y del "Hopp, Hopp!" de Suiza.
No le demos más vueltas; para contrarrestar están los niños, siempre tan locos y tan animados. Últimamente, cuando voy acabando la bicicleta, siempre les tiro los botes a los críos. De verdad que uno se siente como Miguel Indurain y las caras de ilusión de los niños no tienen precio.
Vuelvo al triatlón propiamente dicho. La carrera bien, en 1:40, a cinco minutos, con desfallecimiento en torno al 13 subsanado con un gel que me hizo efecto poco después. Tengo que estar más atento y comer antes de que me llegue el "bajón". Quizá podía haber corrido más deprisa aunque da miedo eso de arriesgar no sea que te des el batacazo; hay que ser sincero, tampoco tenía yo el "coño para ruidos", no daba ya para mucho más. Acabo bien, sin problemas de estómago y contento.
Cinco horas y cuarenta y dos minutos. Puesto bastante malo, 129. Mucha natación, carrera a pie normalita, tal vez todavía esté cansado de los palizones anteriores... en fin. Además, desde que llegué al albergue el sábado, me pareció que había mucho nivel. Mucha planta y muy buen material. Todo excusas. Oye, que estoy muy contento. Siempre que acabo "un larga" estoy feliz.
Un saludo a los cacereños, a Humberto que compitió y a Antonio que se acercó a vernos. Éstos andan con ganas de subirse a la próxima "jaramugada" que se nos ocurra.
El próximo domingo corremos la Media Maratón de Valladolid, alrededor de hora y media de esfuerzo... y a tomarse a unas cañas.... madreee.... después de tres fines de semana de locos,....qué corto, qué a gusto.

"¡¡YO SOY ESPARTACO!!"

jueves, 30 de abril de 2009

Back on the Road. Medio Ironman de Lisboa

Ya iba siendo hora. He andado bastante liadillo.
Ahora hago la crónica de la carrera y otro día os contaré algo de mi amada Lisboa.

Prolegómenos.

El día antes yo no puedo quedarme con las “patas” tranquilas esperando la carrera. Al fin y al cabo, para mí, esto del deporte es una excusa para viajar. Después de estar todo el santo día pateando Lisboa, Víctor se da cuenta de que ha perdido la llave del coche. Aparte del lógico agobio para conseguir otra llave antes del lunes, yo estoy en el centro de Lisboa y tengo que ir hasta el Parque de las Naciones con la bici. Me tengo que levantar a las cinco, son las dos y todavía andamos de gestiones para conseguir que de alguna forma llegue la llave desde Ciudad Rodrigo a Lisboa. Además las tres horas que duermes estás preocupado por el hecho de que esperas que no haya problemas para llegar. Tampoco es cuestión de irme por la autovía sin luces con la bici. Al final consigo que un taxi ranchera cargue con Suzanne.
Natación.

Allá vamos una vez más. No le tengo el asco de antaño, lo de nadar me va entrando. A pesar del efecto demoledor que tiene en mis tiempos con respecto al duatlón, he de admitir que me gusta mucho más el triatlón.

La salida me pilla charlando con unos españoles fuera del agua sobre cómo es el recorrido y cómo hay que doblar las boyas. Han vuelto a ampliar el circuito de natación que redujeron el año pasado. Dan la salida y todos corriendo para dentro. Lo último que oigo antes de tirarme, el grito de un español: “¡ESTÁ MUY FRÍA....YO PASO!”
Uno de los rezagados soy yo

Las familiares sensanciones de agobio; aunque me empeño de apartarme de la guerra, al final siempre te acaban dando golpes, patadas que se acentúan al doblar las boyas. Si vamos así en el pelotón de los torpes, la candela que se tienen que dar delante...

Mis problemas con la relajación. Como bebes tanto líquido antes de la prueba, ya me están entrando ganas de mear. Bien, aquí llega el tema delicado. Seguro que todos conocéis alguna de esas personas que le cuesta miccionar delante de la gente, que tiene que relajarse. Bien, pues imaginaos lo de mearme encima en pleno ejercicio....lo consideraba imposible hasta que el año pasado lo conseguí en un par de triatlones...Esta vez no pudo ser. Aunque voy alterado, a muchas pulsaciones, intento relajarme, y a pesar de que voy metido en el agua, comienzo a pensar en cascadas y demás.... y estoy a punto, a punto cuando un fulano se me sube en la chepa.... adiós a mi trabajada concentración... imposible, me quedan cien metros, aprieto, acelero (es un decir) y tiro para delante. Al final, algo más de 39 minutos. Bueeeeeeno, lo suyo. En los triatlones, cuando me hago con las clasificaciones, lo primero es coger un lápiz y revisar cuántos han salido detrás de mí en la natación: esta vez ochenta . Hombre, de 550 no está mal. A ver si cuando empiece a entrenar técnica y series el próximo año se convierten en 150.
Nada más salir a la zona de transición, consigo hacer pis en un jardincillo.... ay.... qué a a gusto.... pero me digo que esto no es nada “profesionisti”. Transición chapucera como no podía ser menos al no tenerla ensayada y ale, a coger a Suzanne.

Ciclismo.

Hace mucho aire lo que me impide ir acoplado de forma continua porque hay ratos que la bici da unos bandazos tremendos; voy controlando, me adelanta gente de mi nivel y otras figuras de verdad que son aún más “zotes” que yo nadando. Aunque incómodo, con el paso del tiempo me voy sintiendo mejor. Han ampliado el circuito ya que antes se quedaba corto. Cronometro cada vuelta y veo que cada vez la hago un poco más rápida lo que es buena señal. Aunque podría acelerar no me desboco porque voy corto de entrenos y me da miedo no aguantar hasta el final pero en bici sigo con el ritmo previsto, adelantando bastante gente y acabando entero con una media de algo más de treinta. Mención especial son los misiles que te de adelantan a toda velocidad. Tiene que ser una sensación acojonante. Cuando jugaba a baloncesto siempre pensaba en el “subidón” que te debe proporcionar hacer un mate en un partido. Adelantar a la gente, acoplado a esos ritmos, rodeados de ese zumbido atronador, debe proporcionar una sensación parecida. En fin, cosas que nunca se podrán saber.

Carrera a pie.

A la carrera salgo entero y aunque puedo ir más deprisa, soy consciente de que he salido dos días a entrenar (¡si este año no he he podido correr ni un duatlón!) y además tengo miedo de que el gemelo que me ha tenido parado dos meses se vuelva a resentir . Voy con el piloto automático adelantando gente. Buen síntoma es que prácticamente calco el tiempo de las cuatro vueltas. Eso sí en los últimos kilómetros me cuesta levantar las piernas y aunque mantengo el ritmo, no es un correr fácil, es un correr cerebral, de decisión, de echarle coraje. Lógico. Al final 1:35, aunque esto no tiene 21 kms ni de coña. ¿19 y cuidao? No sé si alguien que ande por aquí y haya corrido con GPS, lo sabe exacto. Muy contento, sobre todo porque no ha habido noticias del gemelo.

Del estómago, mi talón de Aquiles, así, así… Acabé bien pero si la prueba dura más, hubieran comenzado los problemas. Habrá que seguir experimentando.

Tiempo total: 5:18. 17 minutos más que el año pasado. Casi justo en la mitad de la tabla. Buenas sensaciones. Estuve revisando el tiempo con el que se ganó el año pasado: 3:37. Este año con 3:54. Curiosamente también 17 minutos más. Se notó la ampliación de los circuitos de natación y ciclismo.

Aquí la foto que me hizó Ladyolé cerca de meta con nuestra familiar sonrisa del finisher. Cuando la vi, exclamé: “!Mosquis, si parezco un negro!” De flaco igual, ya corriera como ellos.


Y en dos semanas el Ironcat… ay madre.

P.S. Algo que se me olvidaba. La gente cada vez gasta mejor material. Vi todas las cabras que me interesan y ahora parece que me vuelve a entrar la Specialized. Eterna duda. Tenía curiosidad por ver la P4 pero no había ninguna. ¿No se la ha comprado nadie en el mundo? Menudo fiasco.

“¡¡YO SOY ESPARTACO!!”