Cuando puse a Ismaël Lô en la anterior entrada, valoré a otros africanos, entre ellos el argelino Khaled, el rey del rai. El peligro que muchas veces tienen las fusiones con estilos occidentales es que a menudo se pierde la esencia, la auténtica expresión del sentimiento musical. Todo suena un poco postizo.
Hace meses pensé en dejar las dos "Aishas" distintas pero como pasa con muchos temas, se me olvidó. Ahí van, la "Aisha" de Khaled, la "Aisha" de Death in Vegas.
Los Death in Vegas gustaban de una suerte de hijo bastardo entre rock and roll y electrónica con resultados brillantes, de estilo similar al que en aquellos momentos practicaban Primal Scream y David Holmes.
La canción de Khaled es muy bonita. Como me temía, la letra es ultrachochi. En la de Death in Vegas, Iggy Pop pone voz a la del perturbado protagonista de la canción. Nadie más apropiado. Como decía el Fari, es un verdadero melocotonazo.

Lakers campeones. Aunque ya no juego por precaución, siempre seré hombre de baloncesto. Sé que se repite pero aún así, no dejo de sorprenderme de que un espigado catalán, con su ágil juego de pies, con su visión de juego, con ese perfecto manejo de ambas manos, sea pieza esencial para alcanzar lo más grande que puede conseguir en el mundo un jugador de baloncesto.

Hoy murió Saramago, uno de los grandes arquitectos de palabras, gran autor, filósofo comprometido. Sólo buscaba que reflexionásemos sobre la condición humana. Sólo leí un libro, "Todos los nombres". Tengo pendiente en casa "Ensayo sobre la ceguera". Me despido con uno de sus pensamientos.
"Dios es una invención de la muerte"
Hace unos días hablaba de "El apartamento" de Billy Wilder. Por si a alguno le interesa os enlazo el sentido y hermoso homenaje del gran Carlos Boyero.