
Si a algún bala perdida le interesa la poesía, aquí dejo tres poemas del gran Ángel González. El primero es sencillamente bestial.
Para que yo me llame Ángel González,
para que mi ser pese sobre el suelo,
fue necesario un ancho espacio
y un largo tiempo:
hombres de todo mar y toda tierra,
fértiles vientres de mujer, y cuerpos
y más cuerpos, fundiéndose incesantes
en otro cuerpo nuevo.
Solsticios y equinoccios alumbraron
con su cambiante luz, su vario cielo,
el viaje milenario de mi carne
trepando por los siglos y los huesos.
De su pasaje lento y doloroso
de su huída hasta el fin, sobreviviendo
naufragios, aferrándose
al último suspiro de los muertos,
yo no soy más que el resultado, el fruto,
lo que queda, podrido entre los restos;
esto que veis aquí,
tan sólo esto:
un escombro tenaz, que se resiste
a su ruina, que lucha contra el viento,
que avanza por caminos que no llevan
a ningún sitio. El éxito
de todos los fracasos. La enloquecida
fuerza del desaliento...
Muerte en el olvido
Yo sé que existo
porque tú me imaginas.
Soy alto porque tú me crees
alto, y limpio porque tú me miras
con buenos ojos,
con mirada limpia.
Tu pensamiento me hace
inteligente, y en tu sencilla
ternura, yo soy también sencillo
y bondadoso
Pero si tú me olvidas
quedaré muerto sin que nadie
lo sepa. Verán viva
mi carne, pero seré otro hombre
-oscuro, torpe, malo- el la habita...
Cumpleaños de amor
¿Cómo seré yo
cuando no sea yo?
Cuando el tiempo
haya modificado mi estructura,
y mi cuerpo sea otro,
otra mi sangre,
otros mis ojos y otros mis cabellos.
Pensaré en ti, tal vez.
Seguramente
mis sucesivos cuerpos
-prologándome, vivo, hacia la muerte-
se pasarán de mano en mano,
de corazón a corazón,
de carne a carne,
el elemento misterioso
que determina mi tristeza
cuando te vas,
que me impulsa a buscarte ciegamente,
que me lleva a tu lado
sin remedio:
lo que la gente llama amor, en suma.
Y los ojos
- qué importa que no sean estos ojos-
te seguirán a donde vayas, fieles.
Ya que éstos últimos tratan de amor os dejo una canción de muuucho amor, el famoso "Fly me to the moon", utilizada en "Abajo el amor", con Renee Zellweger y Ewan Mc Gregor. Tontorrona y deliciosa, la película homenajea las de Rock Hudson y Doris Day de los cincuenta-sesenta. No sé qué me ocurre con ésa epoca, tengo fijación por ella. Tal vez por eso me gusten tanto Mad Men y El apartamento.
En el tema se mezclan las versiones de Astrud Gilberto y Frank Sinatra. Muchos ya sabréis que Astrud, la mujer de Joao Gilberto, no era cantante profesional. Su marido la animó a cantar en las sesiones de grabación de uno de los discos míticos de la bossa nova y de la música en general, "Getz/Gilberto". Su versión de "Garota de Ipanema" debe ser una de las canciones más escuchadas de las historia. Astrud me gustaba, ponía sus discos a menudo, la música es agradable pero a medida que he ido sabiendo más y he ido introduciendo más toneladas de música en la cabeza, se me fue escapando su encanto, la que antes llamaba lánguida, se tornó en flácida. Casi no le veo matices. Hay decenas de cantantes brasileñas mucho más ricas. A veces la pobre me parece un pan si sal. Sin embargo recomiendo una recopilación con sus éxitos. Participó en discos históricos y tiene canciones maravillosas. En esta canción, el contraste con el dominio y el genio de Frank Sinatra, uno de los mayores cantantes y joputas "bon vivant" de la historia, es alarmante por la longitud de la brecha aunque hay que reconocer que esa diferencia de altura le va muy bien al tono de la película.
Para que yo me llame Ángel González,
para que mi ser pese sobre el suelo,
fue necesario un ancho espacio
y un largo tiempo:
hombres de todo mar y toda tierra,
fértiles vientres de mujer, y cuerpos
y más cuerpos, fundiéndose incesantes
en otro cuerpo nuevo.
Solsticios y equinoccios alumbraron
con su cambiante luz, su vario cielo,
el viaje milenario de mi carne
trepando por los siglos y los huesos.
De su pasaje lento y doloroso
de su huída hasta el fin, sobreviviendo
naufragios, aferrándose
al último suspiro de los muertos,
yo no soy más que el resultado, el fruto,
lo que queda, podrido entre los restos;
esto que veis aquí,
tan sólo esto:
un escombro tenaz, que se resiste
a su ruina, que lucha contra el viento,
que avanza por caminos que no llevan
a ningún sitio. El éxito
de todos los fracasos. La enloquecida
fuerza del desaliento...
Muerte en el olvido
Yo sé que existo
porque tú me imaginas.
Soy alto porque tú me crees
alto, y limpio porque tú me miras
con buenos ojos,
con mirada limpia.
Tu pensamiento me hace
inteligente, y en tu sencilla
ternura, yo soy también sencillo
y bondadoso
Pero si tú me olvidas
quedaré muerto sin que nadie
lo sepa. Verán viva
mi carne, pero seré otro hombre
-oscuro, torpe, malo- el la habita...
Cumpleaños de amor
¿Cómo seré yo
cuando no sea yo?
Cuando el tiempo
haya modificado mi estructura,
y mi cuerpo sea otro,
otra mi sangre,
otros mis ojos y otros mis cabellos.
Pensaré en ti, tal vez.
Seguramente
mis sucesivos cuerpos
-prologándome, vivo, hacia la muerte-
se pasarán de mano en mano,
de corazón a corazón,
de carne a carne,
el elemento misterioso
que determina mi tristeza
cuando te vas,
que me impulsa a buscarte ciegamente,
que me lleva a tu lado
sin remedio:
lo que la gente llama amor, en suma.
Y los ojos
- qué importa que no sean estos ojos-
te seguirán a donde vayas, fieles.
Ya que éstos últimos tratan de amor os dejo una canción de muuucho amor, el famoso "Fly me to the moon", utilizada en "Abajo el amor", con Renee Zellweger y Ewan Mc Gregor. Tontorrona y deliciosa, la película homenajea las de Rock Hudson y Doris Day de los cincuenta-sesenta. No sé qué me ocurre con ésa epoca, tengo fijación por ella. Tal vez por eso me gusten tanto Mad Men y El apartamento.
En el tema se mezclan las versiones de Astrud Gilberto y Frank Sinatra. Muchos ya sabréis que Astrud, la mujer de Joao Gilberto, no era cantante profesional. Su marido la animó a cantar en las sesiones de grabación de uno de los discos míticos de la bossa nova y de la música en general, "Getz/Gilberto". Su versión de "Garota de Ipanema" debe ser una de las canciones más escuchadas de las historia. Astrud me gustaba, ponía sus discos a menudo, la música es agradable pero a medida que he ido sabiendo más y he ido introduciendo más toneladas de música en la cabeza, se me fue escapando su encanto, la que antes llamaba lánguida, se tornó en flácida. Casi no le veo matices. Hay decenas de cantantes brasileñas mucho más ricas. A veces la pobre me parece un pan si sal. Sin embargo recomiendo una recopilación con sus éxitos. Participó en discos históricos y tiene canciones maravillosas. En esta canción, el contraste con el dominio y el genio de Frank Sinatra, uno de los mayores cantantes y joputas "bon vivant" de la historia, es alarmante por la longitud de la brecha aunque hay que reconocer que esa diferencia de altura le va muy bien al tono de la película.