
Cambiamos diametralmente de tercio. Nuevo tono acorde con las manifestaciones que se están llevando a cabo en varias ciudades españolas y que me parecen de lo mejor que le ha ocurrido a este país en los últimos años. Disfruto con fruición escuchando los disparates de las tertulias de la "gente bien", intentando ridiculizar o desacreditar opiniones válidas, pretendiendo equiparar a los manifestantes con extremistas, drogados, violentos, manipulados y medio lerdos.
Los habituales ya me habéis leído algún post relativo a la situación general. Me basta con que al conjunto de la sociedad le lleguen algunos mensajes claros, la mentira de un sistema electoral injusto per natura, que perpetúa un bipartidismo insano y tramposo donde lo único que cuenta es la lucha por el mantenimiento en el poder de una casta. Por más que acucie la crisis, por más ajustes que nos demande esa entelequia llamada mercado, sus privilegios nunca serán cuestionados. ¿Habéis leído con detenimiento los sacrificios que se le exigen al pueblo portugués para "agradecer" el rescate? Es una insoportable vuelta atrás. Estaremos atentos a cómo evoluciona su situación, preparándonos para el día que llegue nuestra hora.
Aunque sé que el mensaje es heterogéneo y utópico -el mío es todavía aún más espiritual, abogando por un cambio de vida global-, creo que ya se ha logrado bastante si por un instante, algunas personas comienzan a cuestionarse "verdades".

Esto iba a ser un post de música. Decía que en consonancia con el ambiente, quería compartir alguna canción de Fugazi, una de las bandas que tengo en un altar por su integridad, actitud, contundencia y evolución musical
El "malencarado" Ian Mac Kaye lideró a principios de los ochenta a Minor Threat dentro de la escena hardcore de Washington. No sólo se trataba de un grupo políticamente contestatario sino que abanderaron un movimiento conocido como "Straight Edge" que, frente al punk reinante, criticaban el uso de drogas, alcohol o la promiscuidad sexual. Querían una juventud sana con ideales.
Minor Threat ametrallaban con canciones de alrededor de un minuto. Munición demasiado monolítica para mí. Fugazi manejan un producto más elaborado aunque la rabia permanece intacta. No es el caso de la canción que os dejo pero es una gozada sentir la energía de un pequeño concierto, pura historia del rock en directo. Aparte, un minuto de Minor Threat con el ideario subitulado.
Buen fin de semana.