La mayoría ya sabéis de la hazaña de Sergio, los 333 kms "non stop" que se nos metió para el cuerpo el bendito. Cuando nos contaba alguna de la música que llevaba, como soy el más "musiquero" de los fondistas, se me ocurrió hacerle un pequeño homenaje utilizando alguna de las bandas que escuchaba. Ni entreno ni compito con música (¿a que a alguno le sorprende?). Cuestión de principios. Sólo se me ocurrió llevar un reproductor al Ultra Trail del Mont Blanc porque realmente tenía miedo a la segunda noche sin dormir, a tantas horas sin parar y pensaba que quizá necesitara algo de motivación extra. Finalmente no la utilicé. Ya sé que esto va a sonar como una gran fantasmada pero la verdad es que ahora recuerdas la carrera como algo que pasó volando y ni se me ocurrió ponerme los cascos.
Mucha de la gente que estamos en el mundillo y conocemos las carreras que se celebran por doquier, pensamos que si entrenamos y de verdad lo decidimos, por salvajes que fueran, acabaríamos, cruzaríamos esas líneas de meta. Sin embargo hay unas pocas que dices no, no... es imposible que yo consiguiera hacer eso, entre ellas estos 333 kms, entre ellas el Spartatlon. Bien decía Sergio que si cuentas allí que has hecho el UTMB o el Maratón de las Arenas, se te ríen en la cara.
Sólo voy a hablar de música. Si yo tuviera que elegir buscando motivación, buscando no quedarme dormido, portaría música muy cañera o que me emocionara, como podría ser ésta. Mejor que hable Sergio de lo suyo, de lo que importa para que os déis una idea los que no lo hayáis disfrutado. Aparte de ser bueno en lo suyo, el dagal sabe escribir.
"Estaba siendo un tramo soberbio. No cruzábamos palabra, pero intuía que él lo estaba disfrutando, estaba siendo magnífico. En una colina paramos un rato a hablar con Alain Gestin, el padre de todo esto, y reemprendimos la marcha igual que la habíamos dejado, empalmados, contentos de nuestro deporte, de estar ahí, de compartirlo, de estar en medio de un sueño que nosotros estábamos construyendo. Kilómetro 100, disfrutando mucho, con fuerzas, así teníamos que hacerlo, otro planeta alineado. Sabíamos que "moriríamos" más pronto que temprano, pero lo bueno hay que saber disfrutarlo, y en experiencias tan duras como ésta, no lo puedes dejar escapar."
"Empezamos a hacer largos tramos de pedregales que comienzan a tocarnos los pies. Dar unas cuantas cabezadas he contado que fue la primera crisis, pequeña más bien; aquí fue ya de unas dimensiones considerables: lentísimo avance fuera de pista, dolor de tantísima piedra que han plantado por aquí y tramo infinito que parece que nunca acaba. Encerrados en nuestra mierda, hartos de esta durísima veintena de kilómetros, la primera luz de alarma se enciende pues tenemos que apretar bastante para conseguir llegar al durísimo séptimo "check point". Empiezo a cagarme en todo, esto no se acaba, puto control. Todos firmes, estamos en plena guerra."
"Empieza la fiesta de verdad. Cada vez tengo más sueño, voy dando cabezadas y queda mucho para amanecer. Ni la música a todo trapo, ni concentrarme en no dormirme, ni pensamientos motivadores, me caigo de sueño, llevo casi dos días sin dormir y encima apretando mi cuerpo hasta cerca de mi límite. (...) Cada diez segundos doy una cabezada, voy zombi perdido, una vez, otra vez, cabezada, agujero, tropezón, cabezada. Horrible, lo empiezo a pasar muy mal (...).Ya cierro los ojos para intentar tener microsueños, pero no consigo que me sirvan de nada. Esto es una lucha titánica. Estoy roto. Veo a gente, ¿qué harán por aquí? Un montón de botellas de agua en el suelo, no sé qué hacen fuera de un control. Sìempre veo una pequeña duna o montículo pero nunca hay que subirlo, qué raro. Coño, musgo. En el desierto. Nunca me lo hubiera imaginado. Afino la vista porque me extraña y se va poniendo marrón. Una explotación agropecuaria, ¿aquí? ¿en medio de la nada? Pero si hay cuatro camellos, dos burros y tres cabras escuálidas. No sé. Ya sé. Estoy teniendo alucinaciones."
"Estamos de vuelta, tocados pero no hundidos, tras tres jornadas (casi) ininterrumpidas de desierto, con otras fuerzas y otra mentalidad, mucho más cansados y doloridos, pero sabiendo que hemos pasado tres intensos días de arena, frío y penalidades, de experiencias únicas en la vida de un deportista y de una persona; suena pretencioso, pero no tengo duda de que somos mejores en todo tras estos tres días, vivir en el filo de la navaja, aunque sea un rato, te hace verlo todo con perspectiva, empezando por uno mismo; no es un cambio radical, por supuesto, son sólo leves matices, suficientes para que haya compensado todo el esfuerzo de los últimos meses."
Dos minutos y diecinueve segundos durante los que no te haré ni puto caso y en los que me tocará remedar a Iván. Dos minutos y diecinueve segundos en el olimpo del pop español. Seguro que lo cantaría aunque llevara cuarenta horas sin dormir.
Después del pelotazo de "Dookie" y dos buenos discos posteriores, yo ya los daba por perdidos.. ¿puede un punky ser un responsable padre de familia?... y he de reconocer que me sorprendieron con "American Idiot", una especie de "¡ópera punk!" con gran variedad de registros, cuyo mejor exponente es éste, "Jesus of Suburbia", varias canciones fundidas en una, derrochando posibilidades. Una canción larga de más de ocho minutos, ideal para devorar kilómetros.
Aún reconociendo el talento de Mathew Bellamy para componer, Muse me cargan. Creo que si fuera más moderado, menos excesivo, menos megalómano, menos ampuloso... no sé si todos, pero al menos yo, lo agradecería. Los he visto tres veces, los he visto crecer, desde Asturias con cuatro gatos (no los conocía nadie) a Benicassim (ya status de estrella) pasando por un gran concierto en Festimad. Mentiría si dijera que no me lo pasé de puta madre en los tres, saltando y bailando como el que más. A día de hoy, no tienen techo, capaces de llenar Wembley.
Foo Fighters demostraron que había vida después de Nirvana. Dave Grohl era algo más que aquél tío que tocaba la batería en el grupo de Kurt Kobain. No me convencían demasiado hasta que su colaboración con "las reinas", con The Queens of the Stone Age de Josh Homme, provocaron una "stonerización" de su sonido, más duro, más austero, más seco. Mejores, sin duda.
Aún reconociendo el talento de Mathew Bellamy para componer, Muse me cargan. Creo que si fuera más moderado, menos excesivo, menos megalómano, menos ampuloso... no sé si todos, pero al menos yo, lo agradecería. Los he visto tres veces, los he visto crecer, desde Asturias con cuatro gatos (no los conocía nadie) a Benicassim (ya status de estrella) pasando por un gran concierto en Festimad. Mentiría si dijera que no me lo pasé de puta madre en los tres, saltando y bailando como el que más. A día de hoy, no tienen techo, capaces de llenar Wembley.
Foo Fighters demostraron que había vida después de Nirvana. Dave Grohl era algo más que aquél tío que tocaba la batería en el grupo de Kurt Kobain. No me convencían demasiado hasta que su colaboración con "las reinas", con The Queens of the Stone Age de Josh Homme, provocaron una "stonerización" de su sonido, más duro, más austero, más seco. Mejores, sin duda.