sábado, 27 de febrero de 2010

Como un canto rodado

Hoy acabo la prometida trilogía sobre un episodio muy concreto en la vida de Dylan. Esta entrada será corta. Únicamente se trata de compartir una de las canciones que tocó aquella noche de Julio de 1965 a la que ya me referí hace unos días, una de las canciones más míticas, más simbólicas, más influyentes de la historia del rock, "Like a Rolling Stone".


Algunos sabéis quién es éste. Está así de pulido de tanto entrenar.



Dylan está cambiando, está mutando a crisálida. El trovador cambia su forma de contar. En los discos de esta etapa abandona los principios y se centra en experiencias más concretas para paradójicamente lograr una visión más universal. Utiliza el rock como lenguaje más válido para sus fábulas. Un pequeño cuento en cinco minutos, la historia de una arrogante niña bien a la que se le tuerce la vida. Para mí el final de la juventud, creías que todo iba a salir bien pero de pronto te das cuenta que muchas cosas pueden fallar.

Dylan no es capaz de identificarse con una postura. Los movimientos sociales lo quieren fagocitar, convertirlo en símbolo pero él se niega, él es único. Declaraciones de intenciones:

"No voy a ninguna parte. Estoy cambiando. Ya nadie tiene influencia sobre mí".

"La duda sincera antes que cualquier otra cosa".

"La seguridad, como la suficiencia, acaban destruyendo siempre. Y además, no hay nada seguro en este mundo. Todo es relativo. Y esto es lo único seguro. Lo entiendan o no."

Esta última visión ya enlazando con la temática de la canción, una pieza visionaria por la letra, la música, el fraseo, incluso la duración. Quizá hasta entonces la música rock se considera como algo banal únicamente destinada a la diversión que sólo utiliza fáciles y tramposos recursos sentimentales o melodramáticos. Son los años en que una legión de bandas y solistas dotarán a la canción pop-rock de una entidad, de un peso del que hasta entonces carece.

No puedo más que recomendar el blog de Tsi-Na-Pah; el dagal, cada viernes, le dedica una entrada al de Minnesota. Ahí es ná.

"Like a Rolling Stone"

Once upon a time you dressed so fine
You threw bums a dime in your prime, didn't you?
People'd call, say, "Beware doll, you're bound to fall"
You thought they were all kiddin' you
You used to laugh about
Everybody that was hangin' out
Now you don't talk so loud
Now you don't seem so proud
About having to be scrounging for your next meal.
How does it feel
How does it feel
To be without a home
Like a complete unknown
Like a rolling stone?
You've gone to the finest school all right, Miss Lonely
But you know you only used to get juiced in it
And nobody has ever taught you how to live on the street
And now you find out you're gonna have to get used to it
You said you'd never compromise
With the mystery tramp, but now you realize
He's not selling any alibis
As you stare into the vacuum of his eyes
And ask him do you want to make a deal?
How does it feel
How does it feel
To be on your own
With no direction home
Like a complete unknown
Like a rolling stone?
You never turned around to see the frowns on the jugglers and the clowns
When they all come down and did tricks for you
You never understood that it ain't no good
You shouldn't let other people get your kicks for you
You used to ride on the chrome horse with your diplomat
Who carried on his shoulder a Siamese cat
Ain't it hard when you discover that
He really wasn't where it's at
After he took from you everything he could steal.
How does it feel
How does it feel
To be on your own
With no direction home
Like a complete unknown
Like a rolling stone?
Princess on the steeple and all the pretty people
They're drinkin', thinkin' that they got it made
Exchanging all kinds of precious gifts and things
But you'd better lift your diamond ring, you'd better pawn it babe
You used to be so amused
At Napoleon in rags and the language that he used
Go to him now, he calls you, you can't refuse
When you got nothing, you got nothing to lose
You're invisible now, you got no secrets to conceal.
How does it feel
How does it feel
To be on your own
With no direction home
Like a complete unknown
Like a rolling stone?

"Como un canto rodado"

Hubo un tiempo en que ibas muy trajeada
En la flor de la vida, arrojabas moneditas a los mendigos, ¿recuerdas?
La gente ya te avisaba: "Ojo, niña, vas a acabar mal"
Tú pensabas que bromeaban
Y te reías
De todo bicho viviente
Ahora ya has bajado el tono
No pareces tan orgullosa
De tener que rebuscar tu próxima comida
¿Qué se siente,
Qué se siente
vagando sin hogar
por todos ignorada
como un canto que rueda?
Si, doña Soledad, fuiste al mejor colegio
Pero no nos engañemos, te pasabas el día mamada
Y nadie te enseñó a vivir en la calle
Y ahora te toca acostumbrarse a eso
Dijiste que jamás transigirías
Con el vagabundo misterioso, pero ahora entiendes
Que él no vende coartadas
Mientras contemplas el vacío de sus ojos
Y le preguntas si quiere hacer un trato
¿Qué se siente,
qué se siente
a solas en la vida
sin hogar en tu destino
por todos ignorada
como un canto que rueda?
Nunca te volviste a ver el ceño de malabaristas y payasos
Cuando acudían a hacerte sus números
Jamás comprendiste que no conviene
Dejas que otros vivan en su piel sus emociones
Montabas el caballo cromado con ese diplomatico
Que llevaba un gato siamés al hombro
Debió de ser muy duro descubrir
Que no era tan estupendo
Cuando te sopló todo lo que tenías
¿Qué se siente,
qué se siente,
a solas en la vida
sin hogar en tu destino
por todos ignorada
como un canto que rueda?
Princesa en el camparario y toda esa gente guapa
Que bebe convencida de su éxito
E intercambia preciosos obsequios
Pero más vale que te quites y empeñes el anillo de diamantes
Te hacía mucha gracia
Aquel napoleón andrajoso y cómo se expresaba
Ve ahora con él, te llama y no puedes rechazarlo
Cuando no tienes nada, nada tienes que perder
Ya eres invisible, no tienes secretos que ocultar
¿Qué se siente
Qué se siente
A solas en la vida
Sn hogar en tu destino
Por todos ignorada
Como un canto que rueda?

Hay una anécdota muy conocida que no me resisto a contar. Durante la gira inglesa de 1966, cuando Bob se apresta para comenzar a tocar, se escucha el grito de un espectador: "¡¡JUDAS!!". Dylan, entre divertido y asqueado por la polémica -leer la anterior entrada-, le contesta: "No te creo. Eres un mentiroso" para a continuación darse la vuelta y animar a la banda: "Vamos, tocad bien fuerte". El episodio aparace en el muy recomendable documental de Mr. Martin Scorsese, "No Direction Home" (si alguien lo quiere, se lo paso).

Bob, en 1964 conociste en Newport a Johnny Cash. ¿Sabes qué hubiera contestado el proto punk hombre de negro?


Os dejo la canción tal y com la tocó en el Festival de Newport en 1965 además de la versión de los Rolling Stones. Su nombre procede de un blues de Muddy Waters pero evidentemente tenían que revisar el tema. Para mí sin mucho valor aunque el vídeo es de Michel Gondry y Patricia Arquette, a ratos, está muy mona.

Ale, espero que os guste. Un abrazo.





"La mía será una profunda soledad, disolviéndose muy hondo en las profundidades de mi libertad, y ésa, entonces, será siempre mi canción".

martes, 23 de febrero de 2010

Durante el naufragio, mantengan la calma


El pasado mes de Septiembre, poco antes de afrontar la última ascensión a las temibles rampas del Bodenberg en el Powerman de Zofingen,me encontraba totalmente destrozado, acosado por una nube de pensamientos negativos: que maldito el día que se me ocurrió apuntarme, que iba a estrellarme una vez más, que la retirada era cosa segura, que aquello sólo podía ir de mal en peor, que si esto era disfrutar de una afición, que sólo se me ocurre a mí venir sin entrenar la bici en condiciones y a menos de una semana de acabar el Ultra Trail del Mont Blanc, el reto más duro de mi vida; en fin, más que pájara era un descomunal buitre el que planeaba a mi alrededor.

Pero de pronto un rayo de lucidez me iluminó, decidí que todos aquellos pensamientos no me hacían ningún bien, que iba a tirar para delante sin seguir dándole vueltas, que bajaría el ritmo (aún más) sin importarme que me pasara todo el mundo, que comería todo lo que llevara y que si la derrota llegaba, sería porque era realmente inevitable, si me tenía que retirar sería porque mi posición estaba totalmente copada.

La mayoría ya sabéis que después acabé, me bajé de la bici y corrí y caminé los temibles treinta kilómetros de montaña más feliz que una perdiz. Aunque iba hecho una verdadera mierda, era consciente de que iba a terminar, que esa meta ya no me la iba a quitar nadie. Unas horas antes jamás lo hubiera pensado, pero me había recuperado.

Después de la carrera, cada vez que hablaba sobre ella, siempre decía que aquel día aprendí mucho, que me conocí a mí mismo de verdad, aprendí a alimentarme de otra forma, aprendí que la larga distancia es muy larga y que sobre todo no hay que perder los nervios. No sé si habéis pasado alguna situación complicada en la montaña; yo sí. Os aseguro que durante esas horas, lo último que necesitas es el típico compañero "tocapelotas" quejándose continuamente de lo mal que marcha todo. Eso nunca ayuda en nada, crispa los nervios y afecta a la moral del grupo. Más absurdo aún sería que tú mismo fueras ese incómodo compañero.

A veces pienso que mi retirada en Niza fue evitable. Me aturullé, me puse nervioso cuando volvieron mis fantasmas estomacales. En lugar de intentar hacerle frente de alguna forma, me vi derrotado de antemano. Analizando a posteriori aquella carrera, veo con claridad que la perdí porque no se pueden hacer 4 kms nadando y 180 en bici comiendo una puta barrita. Si mi estómago no toleraba comida “deportiva”, debería haber ingerido otro tipo de alimento y ante los familiares síntomas del desfallecimiento, debería haber luchado, no rendirme casi de antemano antes del maratón. Mi objetivo era simplemente acabar. Me da pena pensar en esa carrera porque me equivoqué, pero entonces no sabía lo que me enseñó Zofingen, algo muy simple, pero que quizá debes aprender con dolor.

Meses después leí primero en el blog de los
Teres y después en el de Humberto, estas palabras del más grande, de Mark Allen. Me quedé alucinado porque era exactamente la lección que yo había aprendido en Suiza. Es muy simple, ahí está casi TODO lo que necesitas para un Ironman o para vivir.


Primer consejo: darse cuenta que ninguna carrera irá nunca como has previsto. Tener esto en cuenta en tu estrategia de carrrera y estar preparado para lo imprevisto.
Segundo consejo: no tienes que sentirte genial para que sea la carrera de tu vida. De hecho puedes sentirte mal todo el día y aún así hacer la carrera de tus sueños. Si das demasiada importancia a sentirte bien, cuando te sientas mal , será aun peor.
Tercer consejo: comer, beber y tu ritmo. Son las tres variables más importantes que pueden trabajar para maximizar la capacidad de tu cuerpo para seguir adelante. Pensar en estos tres. Si notas que tu capacidad está bajando y necesitas algo extra, comer un poquito para tener energía, beber un poco para asegurar que no te deshidrates y bajar el ritmo un punto , para que puedas relajarte un momento y ver si todo vuelve a su cauce.
Cuarto consejo: el elemento más importante de todos va a ser TU ACTITUD, con una actitud positiva, ocurren milagros. Con una actitud negativa, el desastre esta asegurado. El problema surge cuando vas rápido, a tope, y tu cuerpo va al límite; tener una actitud positiva es practicamente imposible conseguirla.¿Solución? No tener ningun pensamiento. ¡¡¡¡¡SI!!!!! Parar ese cerebro tuyo, por meterse en medio de lo que tú has preparado. Esta sencilla habilidad te ayudará a superar estos momentos imposibles, cuando tu cerebro te dice que tu reto está fuera de tu alcance. Esto te mantendrá enfocado, cuando tus pensamientos te sacan del esfuerzo para alcanzar tu reto. Sencillo pero Poderoso
.

"¿Por qué me siento tan mal?" canta Beth Gibbons, ¿Por qué me siento tan mal?, pensaba yo antes de la T2 en Zofigen. La cantante de Portishead, en "Roads", consigue una suerte de reencarnación de los lamentos de Billie Holiday. Portishead son de Bristol, uno de los abanderados del “Trip Hop”, extinto y fugaz movimiento de los noventa. La conexión ya no existe, siempre fueron demasiado grandes para adaptarse a norma alguna. Su último disco “Third”, da fe de ello, extraño y fascinante los coloca en primerísima división, rico en influencias y matices y sin embargo profundamente personal y raro. Esta canción está grabada en Roseland, Nueva York. El suave “wha wha” de la guitarra de Adrian Utley junto a las cuerdas de la orquesta son el manto perfecto para el quejido de Beth (¿por qué me gustan tanto las pelirrojas?). Esta canción sólo se podía cantar con los ojos cerrados. Toda magia. Justo antes de comenzar a cantar, cuando sólo se escucha el vibrante y pausado toque rítmico del órgano, cuando parece que no va a ocurrir nada, que todo está a punto de paralizarse, cuando ella amaga y casi se adelanta... la emoción estrangula la atmósfera de la sala; todo aquello parece que va a saltar por los aires. ¡Mi reino por una entrada para ese concierto!.

Ale, un abrazo.

lunes, 22 de febrero de 2010

La cuenta atrás


"Lo que haga hoy es importante porque estoy utilizando un día de mi vida en ello" (Anónimo)




"El tiempo es la sustancia de la que estamos hechos". (Borges)





"Coge el día presente y fíate lo menos posible del mañana" (Horacio)

sábado, 20 de febrero de 2010

¡¡CÓRTALE EL CABLE!!




El estreno de "I´m not There", la película de Todd Haynes sobre Bob Dylan, me va a servir como pie para un par de entradas que tenía pendientes sobre el genio. En la película, varios actores encarnan al músico: Richard Gere, Christian Bale, Heath Ledger y una sorprendente Cate Blanchet.





Nunca está de más poner una foto de esta gran actriz....Me encanta

La noche del 25 de Julio de 1965, durante la celebración del Festival de Newport, justo antes de la salida de Dylan al escenario, está a punto de suceder uno de los episodios más famosos de la historia del rock and roll. Sólo tengo un minuto, ocurrió esto:



Bob Dylan, la imagen de una "revolución", el cantante protesta más famoso, el símbolo de la "contracultura", abandona sus postulados folk y enchufa sus instrumentos, acometiendo "Maggie´s Farm" en medio de una tremenda distorsión.
Se armó la marimorena (se intuye al final del vídeo). Pete Seeger gritaba desatado: "¡¡CÓRTALE EL CABLE,CÓRTALE EL CABLE". Pete Seeger es un cantante folk al que ya creía muerto y al que me sorprendió ver cantando con Bruce en el toma de posesión de Obama. Un apunte: especialmente recomendable el disco del Boss "The Seeger Sessions" que dio lugar a una gira memorable.



A lo que iba, lo que de verdad me deja ojiplático es que una persona que ha estado luchando toda su vida, incluso con riesgo de su integridad física, por los derechos de los oprimidos, un cantante que siempre trató de dar voz a los más débiles, sean negros o de las clases más desfavorecidas, que recoge el testigo de Woody Guthrie y adopta el compromiso social por bandera, sin embargo niegue su derecho a expresarse a un compañero en la forma que estime más conveniente. Si no haces lo que yo espero, si no cuentas lo que yo quiero y cómo yo quiero, no me sirves.

Eso me hace pensar en las contradicciones que a veces sufre la izquierda, predicando la defensa de los derechos por encima de todo, pero que sin embargo se muestra intolerante con cualquier pensamiento u opinión ajena a lo que "debe ser" . Considero que si algo merece la pena en la civilización occidental es el cuerpo jurídico de derechos y libertades que se acuñó por primera vez en la "Declaración de Derechos del Hombre y el Ciudadano" tras la revolución francesa y que actualmente está revisada y ampliada en la Declaración Universal de Derechos Humanos y en todos las partes dogmáticas de las constituciones de corte occidental. Ese articulado por el que tantas personas lucharon y murieron a lo largo de cientos de años es lo más sagrado que tenemos, un acervo espiritual que para mí jamás puede ser cuestionable por motivos religiosos o culturales. Bien, entre ellos, para mí uno de los importantes es la libertad de expresión.

Esa absurda epidemia de "lo políticamente correcto" que se extiende en los últimos tiempos, esa especie de tolerada nueva censura previa auspiciada por administraciones y medios de comunicación, me parece un completo desatino. Se me antoja todo mojigato, pacato, TONTO. Toda uniformización es peligrosa, sea cual sea el pretexto y la instancia de la que proceda -más aún si procede de poderes políticos-. Si no me sale de los cojones hablar con el lenguaje institucionalizado como "apropiado" y no ofensivo o portador de los valores correctos, no soy ni intolerante, ni fascista, ni racista. De hecho, estoy en el otro extremo.

Después de este recoveco, vuelvo a Dylan. No sólo fue aquella noche, varios meses después la gira inglesa fue una tortura para Bob. Cada noche tenía que enfrentarse a una gran parte del auditorio que le abucheaba y le tildaba de traidor. Me pregunto qué contarán ahora todos aquellos ceporros que le insultaban en las entrevistas a pie de calle. Seguro que se vanaglorian de haber presenciado una gira mítica, omitiendo sus manifestaciones de primate. Es curioso como el público llega un momento en que considera al artista y a su mensaje como propio y se rebela si no se amolda a lo que espera. Aquí hablamos de un genio que, como ya dije, jamás se puede encasillar. Pero aunque fuera el músico más "arrastraíllo" y sin valor propio alguno, nadie tendría derecho a cuestionar su expresión artística porque es algo personal, algo que surge de su carácter y su experiencia.

Aquella noche de 1965 Dylan tocó una de las mejores canciones de la historia del rock, "Like a Rolling Stone". Esta semana la pongo.

Os dejo dos versiones muy curiosas y buenísimas de "La granja de Maggie"


Rage Against the Machine la llevan a su propio terreno




Mazoni en catalá, "La granja de la Paula". Muy divertida y pegadiza. De Mazoni tengo cuatro o cinco canciones de recopilatorios, todas de gran calidad. Tengo que seguirle la pista este hombre.


jueves, 18 de febrero de 2010

En el país de "Tan Tatachán"

Crónica fiestera enfocada, como siempre, de una forma extraña. Partir de la idea de que me reconcilié con el carnaval de mi pueblo. Hemos sufrido un frío del demonio, odio los toros, me dolían las piernas por el maratón, faltaban algunos de mis mejores amigos... pero me lo he pasado de puta madre.



Últimamente, frente a lo que me ofrece la vida, intento adoptar una actitud más positiva, procurando no agobiarme y disfrutar de todo lo bueno. Con los años nos encontramos con muchos problemas nuevos, algunos son inevitables, otros nos los inventamos. Al fin y al cabo sólo he salido algo más de un día pero decidí tomármelo como lo que debería ser un carnaval, una fiesta para desbarrar antes de la cuaresma, antes de la vuelta al despacho, a los apuntes, a los entrenos. De esta forma, disfruté como antaño de cada absurda conversación, no paré de reírme, me emborraché y bailé sin pensar en el mañana.
Para ello nada mejor que seguir ejemplos. Aquí alguno de mis modelos:



Javier, heredero por dinastía del liderazgo jaramuguil y "ojito derecho" de todos nosotros, me sorprende siempre que lo veo, cómo cada día está más gracioso, más listo, más divertido. Probablemente sea la persona que más haya bailado estos carnavales. Todavía no lo he visto con las baterías agotadas.


Aquí el fenómeno ya familiar por estas lides del "Ciego Sabino", también conocido como el "niño con barba". De esta guisa, a pesar de sus camisetas, nadie diría que es procurador o acaba de marcar su plusmarca en maratón con 3:11, que es Ironman o "finisher" en el UTMB. Yo no podría salir los cinco días, él sí. Esa descomunal energía creo que simplemente la consigue de una actitud positiva ante todo lo que se le presenta en la vida. Nunca lo verás apagado, nunca enfadado.






Los que gustéis de música tradicional, tal vez conozcáis a Mayalde. Si tenéis oportunidad, nunca os perdáis un concierto suyo. Energía punk para música folklórika; diversión garantizada. Vestido de una forma estrambótica -mi tocado es de su traje- que no sé exactamente qué significa (Ciego, échame una mano), Eusebio, el alma mater del grupo siempre visita Ciudad Rodrigo durante el carnaval. El domingo por la tarde, totalmente "iluminado" por su música, el baile y el alcohol, me aseguraba: "Puedes ir ocho años a la universidad y nunca aprenderás lo que una tarde de domingo de carnaval en Ciudad Rodrigo". Será que es mi pueblo pero es un ambiente especial.


Alicia "tan tatachán"-no podía llamarse de otra forma- es una chica que conocí por la noche. Ya me había fijado en ella en alguna ocasión, sobre todo porque es portadora de una alegría increíble; todos conocéis a ese tipo de personas cuya sonrisa ilumina una habitación. Esa sonrisa eterna con la que da cariño a todos los que la rodean. Le auguro un gran futuro como educadora social. Se la adivina todo verdad sin dobleces. A Alicia apenas la conozco, pero me recuerda a Elisa , a la que sí entiendo bien. Oímos continuamente que las nuevas generaciones son un desastre, sin inquietudes y vacías. Con niñas como éstas, se me antoja majadería. Con tal de que mantengan sus sonrisas, la ilusión y las ganas, seguro que todo marchará bien.
Hoy repito una canción que puse hace poco, pero no había otra opción. Alicia y yo comenzamos a charlar a cuenta de "Turnedo" de Iván Ferreiro. Me quedé alucinado con que hubiera otra persona en el local que la cantara con aún más convicción que yo. Por si alguno se anima, es una nueva versión con explicación del gallego incluida.

martes, 16 de febrero de 2010

Ana la friolera no hizo "Pi" en el Maratón de Sevilla

Ya en casita, de descanso después de dos maratones, el de Sevilla y el de carnaval, vamós allá con una pequeña crónica de la carrera. Mañana ya pondré algo de la fiesta.

Poco que relatar. La carrera perfecta, conseguí justo lo que pretendía. Apenas tres semanas de entrenamiento. No iba a arriesgar, no tenía sentido apostar de farol ya que no tenía jugada, 129 kms en mis piernas definitivamente no eran una buena mano. Consideraba que sí me podría mover con solvencia en torno a los 3:15. Tenía la intención de irme con la liebre pero sólo había de 3 horas ó 3:30, así que decidí ir con un ritmo cómodo, sin la respiración alterada y programando el piloto automático.

Son ya muchos años juntos, muchas batallas. Mi cuerpo y yo nos conocemos bien, adivino que le puedo exigir sin que proteste. Sé cómo es el circuito, los kilómetros pasan rápido y mantengo un ritmo de algo más de 4:30 min/km. Paso la media con 1:36.

Me acerco al km. 30, voy feliz porque me veo entero, sin dolores y sin síntomas de agotamiento. Qué sensaciones tan distintas a las del año pasado, cuando justo aquí, en el 28, me adelantó la liebre de 3 horas, mientras yo iba muerto y lesionado en un gemelo. De motor (pulmones y corazón), perfecto, de combustible (fuerzas) en la reserva pero sin caídas alarmantes de ritmo. Buena señal, la mejor es que casi calco el tiempo de las dos medias. Me duelen los cuadriceps pero se trata simplemente de la falta de entrenamiento, es soportable, ya voy volando y emocionado hasta meta, como siempre que acabo una maratón. Al final 3:14. No importa cuántos tengas en el zurrón, a los "cuarenta y dos" siempre hay que tenerles respeto; si te depistas, te pueden dar un buen revolcón. No fue el caso. Después de las amargas y previsibles malas sensaciones de Zaragoza, balance totalmente positivo. Pista de despegue perfecta para objetivos más ambiciosos.

36 maratones y todavía puedo cometer errores de pardillo. Olvidé ponerme vaselina y me despellejé la piel de los brazos y de otro lugar más íntimo cuya ubicación ha dado mucho juego, para mucho cachondeo estos carnavales.



En la foto estoy con Michel, un habitual del blog. Cruzar la meta de un maratón siempre es una victoria pero esos "3:55", no hacen justicia a su calidad. Los calambres le volvieron a atormentar durante la parte final de la carrera. No hay que perder la perspectiva y analizar seriamente el problema al que hay que dar una solución, que seguro la tiene. Los calambres se suelen producir por la deshidratación y la pérdida de sales. Además de intentar beber "isotónico" durante la carrera, otra opción puede ser que el día anterior, ingieras bastante líquido con sales o incluso galletitas saladas. Un verdadero placer el paseo que compartimos por Sevilla junto a Susana y esas dos joyitas, la serena Cecicilia y la pilluela de María.


El otro mirobrigense, Manu, aprovechó el maratón para marcarse un entreno largo. Saliendo de una lesión y sin entrenamiento, hablando con él minutos antes de la salida, aún no tenía claro qué distancia iba a hacer. Al final 30 kilometrazos se metió "pal cuerpo". Y sé yo que tentado, tentadísimo de seguir hasta el final. Mejor así, aunque te lo diga un cafre, más sensato no forzar ese pie. Ahora a asimilar y a entrenar de verdad para la próxima cita.

Enhorabuena a Antonio, el extremeño; no sabía que corría y me sorprendió verlo después de la carrera pero me sorprendió más aún el tiempazo que se nos marcó el amigo: ¡¡2:56!! Ya me confirmó que vamos a tener representación extremeña en la Verracada Nui!!

Ale, os dejo una canción que me mata, "Añada de Ana la friolera" de Nachito Vegas. No escribiré nada sobre él porque esta semana le voy a dedicar una entrada con el único objetivo de que Bienvescribe haga su primer comentario "internético". Ya está bien de tanto "mezuconear". El descubrimiento de su inesperada condición de fan del cantautor apocalíptico asturiano, obrará el milagro.... según juró y perjuró. ¿A que es bonita? Una cucada.




Vivían en Norteña,
una ciudad costera
donde la mar era gris
y la lluvia eterna.

Ella pasaba frío
apenas la noche llegaba.
Con una manta a cuadros
él la arropaba.

Prometieron quererse
mientras el frío existiera.
Él la llamaba
Ana La Friolera.

Tuvieron un riña
y él la dejó marchar.
Supo que no volvería,
no vuelve la ola al mar.

Ella pudo llevarse
todo lo que tenía
pero dejó olvidado
el frío que sentía.

Ahora, bajo la manta a cuadros,
él trata de coger el sueño.
Desde que ella se marchó
allí siempre es invierno.

Y la buscó sin descanso
desde San Pedro a Las Mestas.
Teme morir congelado
una noche de éstas.

La gente me llama insensato,
yo aún doy mi vida entera
por sólo una noche
con la chica friolera.

Ana La Friolera,
Ana La Friolera,
Ana La Friolera,
Ana La Friolera.

domingo, 14 de febrero de 2010

Cosechando

Dios mediante, como ya anuncié, justo cuando se publica esta entrada, comienzo a correr mi maratón favorito, Sevilla. Probablemente ya esté soldado a la liebre de 3:15. Espero que todo vaya sobre raíles, según lo planeado y no se presenten imprevistos. Me apetece correr un maratón.

Hoy 14 de Febrero, día de los enamorados, nuestro "Pontifex Maximus" Joserra, nos ha puesto deberes. Se cumplen 38 años desde la publicación de "Harvest" ("Cosecha") y le vamos a hacer un pequeño homenaje sui generis. Mis recuerdos de "Harvest" casan bien con un día como hoy.

Para mí, "Harvest" (por cierto, un disco que casi tiene mi edad), se halla encadenado en mi memoria a una cutre cinta grabada que tenía el que hasta ahora ha sido el gran amor de mi vida, una persona con la que viajé durante doce largos y cortos años. R. era muy fan de Neil Young. Me gustaba la cinta, me gustaba ella, bueno, seamos honestos, realmente la adoraba, "the perfect girl, you know"... desde todos y cada uno de los puntos de vista.

El disco de Neil Young me parecía bueno pero no me entusiasmaba, por entonces casi me gustaba más su réplica hermana, el "Harvest Moon" de los noventa. Era joven y quizá buscaba obras menos complicadas. Presionado por mis lecturas, adoptaba la pose de que lo entendía pero nunca llegué al fondo del disco. De eso me enteré después, cuando definitivamente comprendí su grandeza. Al igual que no se puede entender "Centauros del desierto" de John Ford con veintitantos años, creo que a esa edad tampoco tienes la suficiente madurez, las suficientes experiencias o bagaje para comprender "Berlin" de Lou Reed o "Harvest" de Neil Young.



Me parecía demasiado plano, demasiado lánguido. Para los no iniciados en el cancionero del canadiense, sólo decir que se suele mover entre dos polos, entre el rock corrosivo y el paisaje más introspectivo o reflexivo. Yo prefería la contundencia de "Like a Hurricane".

Lo mismo me pasó con R., creía que la entendía pero no comprendía nada. Más tarde, cuando tienes más aplomo, cuando tornas más sereno, con menos absurdas urgencias, cuando le das importancia a las cosas importantes, tal vez cuando simplemente abandonas la juventud, casi diez años después, aprehendes la realidad y sabes con certeza que te empeñaste en echarla de tu lado y que lo lograste.

El disco se publicó después de otra pieza imprescindible, "After the Gold Rush". Todo en el disco destila verdad, me ha costado elegir, al final, "A Man Needs a Maid", una canción muy influida por la labor de Jack Nietzsche, uno de los mejores productores, arreglistas y compositores de la historia de la música. Temas como éste, sin duda tienden puentes sin peaje hasta "jovenzuelos modernos" como "la Antonia" (Antony&The Johnsons) y Rufus Wainwright.


"To give a love, you gotta live a love,
To live a love, you gotta be "part of".


Avisaste demasiado tarde, Neil. No estaba preparado.

Ahora que ya no recuerdo el episodio con amargura, me quedo con lo bueno, con la suerte que tuve de ser amado por una persona excepcional, me lo tomo con sentido del humor; yo que soy tan aficionado a la novela decimonónica, creo que hasta le sentó bien a mi vida un dramático cataclismo sentimental al uso. Sinceramente, pienso que me sirvió para espabilar, para crecer y ser mejor persona. Fue como quemar los campos antes de sembrar, antes de la cosecha.

Neil Young decía "Tengo algunos demonios pero vivo con ello. Eso es lo que te vuelve loco, lo que me hace tocar la guitarra como a veces la toco". A mí me hacen correr, amigo.

Un abrazo fuerte, para Neil y para vosotros.

jueves, 11 de febrero de 2010

Ojos brillantes

"El primer día de mi vida, fue el que te vi. Hasta que no vi tu cara, estaba ciego. Quiero trabajar por un salario, no esperar a que me toque la lotería". El vídeo es muy "tierno". A alguno le llevarán los demonios, a otros les emocionará y repetirán. Detrás de esta miniatura, detrás de esta menuda declaración de amor se encuentra Conor Orberst, conocido como Bright Eyes.



Acompañado de su inseparable productor, Mike Mogis, este chavalín es de lo más grande que ha nacido en los últimos años en Estados Unidos. A menudo criticamos sistemáticamente todo lo americano pero no puedo más que confesar mi admiración por un gran país cuyo modelo cultural, social, económico o político, en general no sólo no me parece válido sino harto peligroso. Sin embargo, no hay más que rascar en la superficie para encontrar esos miles de focos más o menos alternativos que dotan al país de una riqueza imposible.

El folk rock, el country rock, la "americana", durante los últimos años está generando una cantidad de talento increíble. No se vislumbra el final para una corriente que tanto lírica como musicalmente cada día muda más fuerte. Nashville es la ciudad. ¿Para cuándo un Ironman alli que me apunto?

Dentro de este heterogéneo movimiento (al que ya incluso se le dedica algún blog en España), Bright Eyes es de lo mejorcito y eso es decir mucho. Partiendo del folk rock, con una actitud independiente y a veces hasta punk, Conor es un prolífico contador de historias de calidad, bien con un carácter más íntimo, bien con más compromiso social, aunque siempre desde una perspectiva personal, sin llegar a canciones protesta.

La anterior canción me gusta mucho pero ésta más. Una agresiva canción folk. El vídeo también es gracioso. Se me parece a una carpa de carnaval. Si se le ocurriera venir a tocar a Ciudad Rodrigo estos días, seguro que le pasaba lo mismo.



Pero sobre todo me parece grande por piezas como ésta: "Landlocked Blues". Profesión de fe acompañado de una de las grandes damas del country folk americano, Emmylou Harris, a la sazón "viuda" de un "ángel caído", su majestad Gram Parsons. Himno patriótico en toda regla. Cuando al final suenan los vientos, dan ganas de cuadrarse y saludar a la bandera. No tengo más patria que tú. "If you walk away, I´ll walk away, first tell me which road you will take" ("Si marchas, yo marcho. Primero dime qué carretera tomarás").



Tres canciones muy diferentes, tres visiones en un prisma aún muy joven. Un pata negra nunca se encasilla, es libre, inquieto y rebelde. Tras los pasos de los grandes. ¿Será capaz de llegar?
La próxima entrada la dejo cargada para el domingo a las 9:00 horas, justo el momento en que comenzaré a correr el Maratón de Sevilla. Recojo el guante que ofrecía Joserra retando a los "musiqueros" para que hiciéramos una entrada el día del aniversario de la publicación de "Harvest" de Neil Young. 14 de Febrero, día de los enamorados. Hablaré de Neil, hablaré del amor y de mi pasado. Dios mediante, vuelvo a escribir el domingo por la noche para contaros qué tal fue la carrera.

Un abrazo fuerte.

lunes, 8 de febrero de 2010

Hitchcock Invictus

Este año se cumplen cincuenta años desde el estreno de "Psicosis". Una obra extraña. Hitchock, ya una estrella, en su etapa americana decide hacer una película de bajo presupuesto en blanco y negro, sin las grandes estrellas con las que ya acostumbra a trabajar, mata la actriz protagonista antes de la mitad del metraje y sorprendentemente la película se convierte en un clásico. Uno más del amigo.

Si algo recordamos desde críos de la peli, es la escena de la ducha. Aparte de la magistral frenética sucesión de planos desde puntos de vista diferentes, la cabra tira al monte y a mí lo que siempre me pareció maravilloso fue la música de Bernard Hermann, otra geniecillo que se las vio y deseó para convencer a Don Alfredo de que la escena debía ir acompañada de su simple y extraña composición. La idea del director era montar la escena solamente con el sonido del agua. Hermann le obligó a escucharla con su música y no hubo más que discutir. Puff... menos mal. Los "violinazos", bien podían ser las cuchilladas, bien los nervios en tensión. Austeridad al servicio de la historia del cine.

Bueno, imagino que os apetecerá ver una vez más cómo acuchillan a Janet Leigh (a propósito, no es su cuerpo, es una doble, ella no estaba dispuesta a enseñar tanto palmito). Ahi va la escena. Sigue dando miedo, no hay mayor elogio. Que la disfrutéis.

Para mí, los mejores directores de la historia del cine son John Ford, Hitchcok y Elia Kazan. A Kubrick lo reconozco como genio pero entiendo que no siempre tiene uno el cuerpo para echarse al coleto alguno de sus ladrillos. Scorsese, un escalón por debajo. Eastwood, cada día más sabio y últimamente en estado de gracia facturando cine clásico de antaño (el logo de la Warner en blanco y negro al principio de cada película es toda una declaración de intenciones), le seguía los pasos al neoyorkino.
Una de mis primeras entradas se la dediqué a al amigo Clint, icono jaramuguil. Cuando se nos muera, seguro que habrá que instaurar una "Noche de Clint" al igual que tenemos "La noche de Johnny Cash". El sábado vi "Invictus" y me decepcionó. Es una película menor dentro de las grandes que se había ido marcando en los últimos tiempos. Ya me enteré que es un trabajo de encargo. Película con oficio para una historia inspiradora.
No sé si es el hecho de que ya prácticamente no veo nada de deporte (me encanta practicarlo, me aburre sobremanera verlo) influye, pero creo que en general cine y deporte no casan bien; No recuerdo un clásico de verdad que me entusiasme sobre el tema, a excepción del boxeo, por supuesto. Un deporte que me parece una animalada y que sin embargo me ha hecho pasar grandes ratos: "Más dura será la caída", "Million Dollar Baby", "The Boxer", "Cuando fuímos reyes" y sobre todo "Toro Salvaje" (tengo la impresión de que se me olvida alguna cojonuda)....¿"Rocky"? Que sí, hombre, cojonuda no es pero la primera es una buena peli. Nominaciones al mejor guión y.... agárrense... al mejor actor para un tal Sylvester Stallone (los miembros de la Academia creían que estaba actuando, je, je).

Como siempre me voy por las ramas, "Invictus", como obra, no tiene gran valor pero la historia que hay detrás y sobre todo el personaje de Mandela es francamente fascinante. Es difícil encontrar adjetivos para una persona que encerrada durante veintisiete años en una celda, se rige por una sola obsesión: perdonar, buscar la reconciliación porque considera que es el único camino posible para salir adelante. Un mensaje que llega hasta el fondo porque además sabes que es real, sólo por eso merece pagar la entrada. Inspirador, o al menos debiera serlo. Aquí os dejo el poema que ayudaba a Mandela cada día a mantener la fe, la esperanza. Todos tenemos grandes y pequeños problemas. Actitudes tan valientes como la de Mandela nos deberían servir de ayuda.

Desde la noche que sobre mi se cierne,
negra como su insondable abismo,
agradezco a los dioses si existen
por mi alma invicta.
Caído en las garras de la circunstancia
nadie me vio llorar ni pestañear.
Bajo los golpes del destino
mi cabeza ensangrentada sigue erguida.
Más allá de este lugar de lágrimas e ira
yacen los horrores de la sombra,
pero la amenaza de los años
me encuentra, y me encontrará, sin miedo.
No importa cuán estrecho sea el camino,
cuán cargada de castigo la sentencia.
Soy el amo de mi destino;
soy el capitán de mi alma

Por si a alguno le interesa la historia del cine -yo soy un frikie de los clásicos-, os dejo el trailer de "Psycho" que se elaboró para su estreno. Ya sabéis que Hitchcock, con ese aspecto inofensivo, además de ser un puto genio y una mente retorcida, era un cachondo. Una curiosa forma de presentar un clásico de terror. Un trailer como Dios manda, no los de ahora.

Me voy a la cama. Como dice el chulo, ale, con Dios.

viernes, 5 de febrero de 2010

Recuerdos de Discoplay

El miércoles San Blas. "Por San Blas, la cigüeña verás". La pareja de Villasrubias, la que tengo justo enfrente del Ayuntamiento, llegó la semana pasada. Ahí andan los dos, yendo y viniendo, de reparaciones, de acondicionamiento de la casa de verano, sin parar de acudir a ese gran Ikea natural que son la dehesa, el robledal. Iba a hacerles una foto en su nido sobre la bonita espadaña pero se me escapan. Al llegar a las ocho de la mañana se acaban de levantar, cuando saco la camara ya han marchado. Me gusta ver los preparativos, asistir cual "voyeur" al frenesí sexual y después de una buena temporada dándole al asunto, intuir los huevos, llegados directamente desde París; ahora, que lo mejor de todo son los inicios de las prácticas de vuelo de los dagalis, dale que te pego torpemente a esas alas encantadas, levantándose apenas un metro... hasta que se lanzan a su primer vuelo. Eso es purita magia.


Como ya os relaté el año pasado, en Ciudad Rodrigo, el día de San Blas se marcha en romería a La Caridad, un monasterio que hay a cinco kilómetros, a buscar la gargantilla que te protegerá de cualquier catarro y que deberás llevar al cuello hasta el Míercoles de Ceniza, día en que se quemará. Las meriendas de San Blas siempre estuvieron unidas a importantes melopeas, muchas risas y algún beso robado. Aunque de otra forma, es de las pocas tradiciones en las que sigo participando con entusiasmo.
Ahora aprovechas la tarde para charlar con los amigos y ponerte al día con los que ves menos a menudo. Con los años, algunos con menos pelo y todos más arrugados, cambian los temas, aunque seguro volvemos a contar por enésima vez aquel "San Blas" tan descacharrante. Unos cuantos jaramugos llevamos juntos desde muy, muy chiquitos, casi como hermanos. No importa que pierdas el contacto durante unos meses, nos conocemos tan bien que al instante te da la sensación de que mañana nos volveremos a encontrar en clase. De la merienda, ya os imagináis, dieta deportiva a tope: cayeron chorizo, morcilla, salchichón, huevos fritos con farinato, queso, tortilla.... Menos mal que ya hemos empezado a quemarlo.
Una de las conversaciones que surgió fue sobre el Discoplay. La mayoría de los que pasáis por aquí ya tenéis una edad así que imagino sabéis de qué hablo. Para los demás, someramente señalar que el Discoplay era una boletín de venta, fundamentalmente de discos, que llegaba a casa cada mes. Con esa edad, éramos terreno propicio para la siembra; deseabas que llegara y te costaba horrores decidirte por alguno de los discos ya que el bolsillo no daba para más. Todos en el insti comentábamos las publicaciones, llegábamos a acuerdos para abarcar lo máximo posible, pedir juntos para ahorrar gastos de envío y posteriormente hacer el pertinente mercadeo de cintas grabadas en las míticas cadenas o minicadenas de doble pletina.

En aquellos tiempos, ya tenía hambre por la música y me empollaba sus breves reseñas informativas. Aprendí mucho. Además era muy didáctico porque veías las portadas de todos los discos y ya los identificabas para siempre jamás.

En la actualidad en que un dagal tiene acceso a toda la música del mundo con un click, resultaría imposible explicarle lo excitante que era hojear sus páginas, echar cuentas, decidir, esperar una semana, mirar el buzón cada mañana , recibir el aviso del correo, llamar a los colegas y tener que esperar todavía un día más para ir a recoger el paquete. Recuerdo que en una ocasión se equivocaron y nos mandaron por error el "Too fast for love" de Motley Crue. Joder, lo íbamos a devolver pero al final aquello no sonaba nada mal. Alguna vez pedíamos alguna camiseta, en una ocasión tres del grupo de rockabilly, King Kurt. Nunca los llegamos a escuchar pero la prenda era muy graciosa, un perro borracho. Ya os podéis imaginar de qué ibamos, gamberros con buenas notas.


Sí, sí, cualquier tiempo pasado fue mejor, qué bonito y romántico, qué auténtico era todo.... hasta que volvemos a la realidad. En la huerta de los Risueños, lugar final de la merendola de SAn Blas, tienen radiocasette y unas cuantas cintas. El miércoles, una de ellas de pronto dejó de sonar, abrimos la tapa y... joder, ya estamos.... se había desmadejado toda...esto hace años hubiera sido un drama. Cuando hubo que enrollarla, ya no te parece todo tan guay.

Este impresentable es "El líder" (apodo de los años mozos) y a la sazón, jurista de prestigio. A mí parece que me ha dao un aire porque el Phaeton me dijo que me quedara quieto por lo del flash del móvil.

No sabía qué música poner, hay tantos discos de aquella época que descubrí con asombro, que me marcaron, que me hicieron bailar, que me llegaron tan dentro... Iba a poner el "Camino Soria" de Gabinete, alguna de los Smiths.... no sé, al final me decido por una canción de The Long Ryders que me encantaba. Además cuando llegó la cinta, recuerdo que también enviaron una chapa de la bandera de la confederación sudista (yo en tiempos era todo un rocker).

En aquélla época andaba yo muy metido en el NRA (Nuevo Rock Americano). Otro de los grupos era Green on Red. Como un día le dedicaré una entrada al movimiento, ya pondré una canción suya; hoy dejo una maravillosa pieza de Chuck Prophet, su líder, ya en solitario, muchos años después. "No other love". Cuatro sencillas frases, un suave y hermoso mantra para explicar qué es estar enamorado se repiten sin más o lo que es lo mismo: cómo encontrar la perfección con ligero equipaje, casi, casi sin buscarla. ¿Por qué somos capaces de ver tanto detrás de tan poco?

No other love
Mamma, I´m flyin´
I can go anywhere
Nobody can take me there


Aquí la de los Long Ryders, botos, tirantes camisas de cuadros, los más rurales de todo el movimiento. Ya habláré de ellos más detenidamente. Bufff... qué recuerdos. "Te quiero, te quiero mala"