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lunes, 14 de septiembre de 2009

Sanabria, correr en Castilla

Ayer tocó el doble olímpico de Sanabria, otra buena paliza para el cuerpo y van... ¿La carrera? Pues bien, siempre que cruzas la meta en un "larga distancia" acabas machacado y satisfecho por ser capaz de terminar cosas así.
La natación pues bien o mal, como siempre. Prefiero un medio ironman porque nadando ya tres kilómetros, la mayoría se me marcha demasiado. A mí, cuando están colocando las boyas, siempre me da la impresión de que éstán lejísimos. Al final 1:06. Bueeeno, lo suyo. La primera vuelta la podía haber hecho más deprisa pero....¡queda tanto! Puesto 137 de 171 chicos. Para mí va bien. En días como el de ayer es cuando me digo que tengo que entrenar algo la técnica pero luego se me pasa. Eso sí, no termino de creerme triatleta porque cuando acabo de nadar siempre me digo que es alucinante que pueda nadar tanta distancia. Me lo dicen hace unos años....
Aquí el lago, probablemente el sitio más bonito en el que he nadado. Todo un lujo.



El recorrido ciclista, a pesar de lo que me habían comentado, sí me pareció duro. Es un continuo "rompepiernas", sin tramos llanos, para ciclistas de potencia. Sube y baja sin pausa que te deja bien madurito para la carrera. Al final conseguí una media de casi, casi 30 Km/hora que para mí va bien.
Vas pasando por muchos pueblos de la zona y hay un detalle que siempre me llama la atención cuando corres en Castilla y/o León. Pasas volando por los pueblos y aunque en algunos hay unos pocos irreductibles a los que hay que agradecerles en voz bien alta cada grito de ánimo, cada aplauso, por allí pulula el clásico hombre castellano, duro, rudo, que se queda mirando extrañado, el ceño fruncido, ojos entrecerrados, ojos que no ven, ojos que no quieren ver, mentes cerradas, mentes que no quieren entender que quizá se animen a esta frase tantas veces escuchada y que probablemente la llevan soltando como a cien atletas "¡VENGA HOMBRE, QUE VAS EL ÚLTIMO!". Joder y éstos ya me recuerdan a mi padre cuando lo veo y sabe que he venido de alguna carrera: "¿Y has ganado algo?". Años me he pasado intentando explicarle la esencia del deporte popular sin resultado. También viene a mi mente una anécdota muy ilustrativa que sucedió a unos ciclistas mirobrigenses. En situación: ciclistas parados en la carretera debido a que un rebaño está cruzando la vía. Se le dan los "buenos días" al señor pastor y éste responde: "A pico y pala os ponía yo". Lo malo es que estos pensamientos no son tan extraños.



¡¡Qué diferencia cuando corres en otras zonas!!


Ay no, que me voy.... En Euskadi también hay señores con boina pero casi todo el mundo anima. Es un verdadero placer competir por aquellas tierras porque han mamado el deporte, la montaña y la actividad al aire libre desde críos. Será que vengo mal acostumbrado del "Allez, Courage, Bravo!" de Francia y del "Hopp, Hopp!" de Suiza.
No le demos más vueltas; para contrarrestar están los niños, siempre tan locos y tan animados. Últimamente, cuando voy acabando la bicicleta, siempre les tiro los botes a los críos. De verdad que uno se siente como Miguel Indurain y las caras de ilusión de los niños no tienen precio.
Vuelvo al triatlón propiamente dicho. La carrera bien, en 1:40, a cinco minutos, con desfallecimiento en torno al 13 subsanado con un gel que me hizo efecto poco después. Tengo que estar más atento y comer antes de que me llegue el "bajón". Quizá podía haber corrido más deprisa aunque da miedo eso de arriesgar no sea que te des el batacazo; hay que ser sincero, tampoco tenía yo el "coño para ruidos", no daba ya para mucho más. Acabo bien, sin problemas de estómago y contento.
Cinco horas y cuarenta y dos minutos. Puesto bastante malo, 129. Mucha natación, carrera a pie normalita, tal vez todavía esté cansado de los palizones anteriores... en fin. Además, desde que llegué al albergue el sábado, me pareció que había mucho nivel. Mucha planta y muy buen material. Todo excusas. Oye, que estoy muy contento. Siempre que acabo "un larga" estoy feliz.
Un saludo a los cacereños, a Humberto que compitió y a Antonio que se acercó a vernos. Éstos andan con ganas de subirse a la próxima "jaramugada" que se nos ocurra.
El próximo domingo corremos la Media Maratón de Valladolid, alrededor de hora y media de esfuerzo... y a tomarse a unas cañas.... madreee.... después de tres fines de semana de locos,....qué corto, qué a gusto.

"¡¡YO SOY ESPARTACO!!"