martes, 29 de marzo de 2016

Descubriendo la senda de Buñuel


Desde hace años andaba yo preguntando si no se podía seguir  camino desde El Gasco para llegar hasta el mismo Nuñomoral, y no solo hasta La Fragosa. Unos me decían que solo por carretera, alguno me indicaba que  por pistas altas aunque era un poco lioso. Pero he aquí que hace unas semanas vi un cartel nuevo en Nuñomoral indicando la "Senda de Buñuel". Ya fui a investigar y ha quedado un camino de 7 kilómetros duro y precioso, que todavía no he visto anunciado en forma. Otro fin de semana voy a investigar hacia la otra parte hasta llegar a Cabezo, ya en el valle del Ladrillar, al que creo separan 12 kilómetros. Lo que no me deja de parecer curioso es el nombre "comercial" del camino, teniendo tan mala prensa el director aragonés en estas tierras extremeñas.

Ya tengo casi hilado el recorrido del II Ultratrail de Hurdes, que, me temo, este año tocará hacer casi todo andando a buen paso para cuidar mi rodilla antes del medio ironman de Salamanca. Ya iré consultando con los que sé interesados para ir cuadrando fechas, aunque casi seguro será a principios de junio, después de los exámenes. Distancia entre 50 y 60 kms con probable salida en Vegas de Domingo Rey.

domingo, 27 de marzo de 2016

Por qué los clásicos según Italo Calvino


1. Son esos libros de los cuales se suele oír decir "Estoy releyendo..." y nunca "Estoy leyendo
...".

2. Se llama clásicos a los libros que consituyen una riqueza para quien los ha leído y amado, pero que consituyen una riqueza no menor para quien se reserva la suerte de leerlos por primera vez en las mejores condiciones para saborearlos.

3. Son libros que ejercen una influencia particular ya sea cuando se imponen por inolvidables, ya sea cuando se esconden en los pliegues de la memoria mimentizándose con el insconsciente colectivo o individual.

4. Toda relectura de un clásico es una lectura de descubrimiento como la primera.

5. Toda lectura de un clásico es en realidad una relectura.

6. Un clásico es un libro que nunca termina de decir lo que tiene que decir. 

7. Los clásicos son esos libros que nos llegan trayendo impresa la huella de las lecturas que han precidido a la nuestra, y tras de sí la huella que han dejado en la cultura o en las culturas que han atravesado (o más sencillamente, en el lenguaje o en las costumbres).

8. Un clásico es una obra que suscita un incesante polvillo de discursos críticos, pero que la obra se sacude continuamente de encima.

9. Los clásicos son libros que cuanto más cree uno conocerlos de oídas, tanto más nuevos, inesperados, inéditos resultan al leerlos de verdad.

10. Llámase clásico a un libro que se cofigura como equivalente del universo, a semejanza de los antiguos talismanes.

11. Tu clásico es aquel que no puede serte indiferente y que te sirve para definirte a ti mismo en relación y quizás en contraste con él.

12. Un clásico es un libro que está antes que otros clásicos; pero quien haya leído primero los otros y después lee aquél, reconoce en seguida su lugar en la genealogía.

13. Es clásico lo que tiende a relegar la actualidad a la categoría de ruido de fondo, pero al mismo tiempo no puede prescindir de ese ruido de fondo.

14. Es clásico lo que persiste como ruido de fondo incluso allí donde la actualidad más incompatible se impone. 

jueves, 24 de marzo de 2016

Ese don


El caso es que dudaba qué tema poner, y al final me decidí por los dos. Supongo que es una suerte disfrutar tanto con cosas tan distintas. Al final, sea Händel o Gallaguer, detras está ese intangible llamado talento a los que la inmensa mayoría mortal solo nos cabe apreciar, si somos capaces de pararnos a escuchar, claro.

.

domingo, 20 de marzo de 2016

Una de pelis

"Los odiosos ocho". Cuando el cimiento de tu estilo es la continua referencia, qué nos queda al convertise tu obra solo en auotrreferencia. He de reconocer que tenía pendiente este diagnóstico para su anterior película pero "Django desencadenado", a la que ya estaba esperando con el palo, me pareció brillante, así que seguiremos confiando en el próximo giro de Tarantino.



"La gran apuesta". Hace tiempo que pienso que una buena forma de entender qué fue la gran crisis con la que comenzamos el siglo, ese gran vendaval que aún soportamos y cuyas consecuencias me temo ya nunca acabaremos de superar, es combinar un documental, "Inside Job" y una película de ficción, "Margin Call". Bien, aquí tenemos el producto intermedio, esta ficción dramatizada basada en personajes y hechos reales. A veces muy técnica, resulta interesante si te atrae el tema, dejando a salvo que todo no será como exactamente se cuenta, claro. Muestra una vez más las vergüenzas de los inoperativos, por dolo o por culpa, organismos encargados del control, allí la Reserva Federal, aquí el Banco de España y la CNMV, por no hablar del bochornoso papel de las agencias de calificación.

Si quieres saber qué pasó realmente en la variante española, yo recomiendo una de las mejores novelas que he leído: "En la orilla" de Rafael Chirbes, o también puedes ver algún vídeo de Españistán.


"Spotlight". Gran cine, sí señor, conectado a una de mis épocas de la historia del cine favoritas, la de las películas de los setenta americanas en su revisión del género negro con componente político. El tema es lo de menos, el acto reflejo de defensa de las organizaciones de poder que responden a los ataques -aunque se sepan justificados- con la negación primero y la ocultación después. Lo seguirmos viendo cada día en nuestros maravillosos partidos políticos, hasta que llega la inevitable aceptación de la verdad, dejando por medio el inevitable reguero de dolor e indignación. Pero insisto, lo que la hace una gran película es la forma de contarlo. La mejor prueba es otra película coetánea, "La verdad duele", sobre otro tema tremendamente polémico en Estados Unidos, el peligro para la salud de los practicantes del fútbol americano. Parten de una premisa similar para hacer un producto rápidamente olvidable con el  previsible lastre sentimental de todas las películas de Will Smith.
 

"El renacido". No sé si influyó el hecho de que me metí en el cine en Salamanca después de estudiar nueve horas un sábado de Carnaval, pero el caso es que creo que sí desconecté durante la proyección, lo que me sorprendió porque la esperaba con ganas y me interesa el tema desde un punto de vista humano y hasta histórico. Tengo que volver a verla. El gran cine está ahí porque es tremendamente espectacular, con una fotografía sorprendente desde el inicio en el combate con los indios. Además, solo por la escena del oso -una de las cosas más alucinantes que yo he visto en un cine-, merece la pena; y no, no quiero saber cómo se consigue grabar esa escena. Pendiente de juicio definitivo.


"Carol". La mejor todas. Sucede mucho sin apenas pasar casi nada. Reflejo del interior de personajes sacudidos, más que por una pasión sincera, por sus consecuencias o el temor a sus consecuencias . Puede que no sea cine para todo el mundo, pero esta película es pura poesía en cada plano, arte con mayúsculas de gran autor.


"Mad Max. Fury Road". De chaval la hubiera visto, ahora no. Sin embargo, algo me hizo cambiar de opinión: el hecho de que en el Rock de Lux la eligieran mejor película del año. Bien, mis otrora amigos indies siguen en las mismas, con esas boutades marca de la casa, en la misma onda de elegir el "Roots" de Sepultura o "Ys" de Joann Newsom como mejor disco del año, no porque no puedan serlo, sino porque no me creo que a ellos se lo parezca, más que por cierto estúpido afán de epatar a la devota parroquia. La película es espectacular pero previsible y a mí, a estas alturas, me aburre tanta acción. La historia es una refrito que sobre todo tira de la mitología, de la clásica y de la de hoy, la cinematográfica.

martes, 15 de marzo de 2016

"Tierra", relato publicado en La Jañona de Peñaparda




Mi aportación al  número 11 de La Jañona, la revista cultural de Peñaparda, uno de esos tercos milagros que, a pesar de tener todo en contra, siguen sucediendo cada año en nuestro pequeño gran mundo rural, más que nada por el empeño de un puñado de románticos, a cuyo frente se encuentra un gran tipo: Javier Ramos.

"TIERRA"

La mirada, en el último instante, siempre es la misma. Tras la sorpresa de lo inesperado, es una mirada callada, perdida pero serena. Lo poco que queda de vida, en tiempo y pulsión, se concentra en los ojos, cuando casi ya todo el cuerpo está muerto, cuando la lucha deja su lugar a una dulce resignación. Son los ojos que había visto en chicos disfrazados de soldados durante la guerra, que siguió viendo a menudo en los del animal cazado, en el cerdo sujeto desangrándose cada invierno sobre el barreño. Hace tiempo que vislumbra esa mirada perdida desde el otro lado del espejo.

Una vez escuchó decir a alguien en la radio que la naturaleza es sabia, que hace que la muerte llegue cuando ya no se quiere vivir. Entonces no era ya joven pero era fuerte y miró  a su padre sentado en la camilla, al padre que desde hacía unos meses vagaba como desaparecido en el fondo de sí mismo.

Siendo niño, un viernes de Cuaresma en una pequeña iglesia junto al ayuntamiento de Ciudad Rodrigo,  presenció una extraña representación, en la que unos monjes encapuchados, con calaveras y tibias en las manos, susurraban una triste letanía al unísono: “Acuérdate, hermano, que has de morir y en esto te has de convertir”.

Cumplió su función la obra porque jamás lo olvidó. Más tarde vio aquella estampa que guardaba su madre en un pequeño libro sobre la vida de San Antonio de Padua. Un cuadro en el que un monje como aquellos otros de Ciudad Rodrigo, San Francisco de Asís, aparecía representado mirando cara a cara a los ojos de una calavera que sostenía entre las manos. Aunque por lo que le había contado el cura en catequesis, sabía que San Francisco era hombre risueño y feliz, su rostro oculto, difuminado en la oscuridad, estaba serio. Estaba serio pero no había rastro de angustia. Era  la calma del que, mirando de frente a la muerte, nada teme.

No sabía  si su padre pensaba en la muerte tras su ensimismamiento frente al fuego de la cocina, acunado por el silencio en que se sepultó sus últimos años. Sin embargo, aun transitando la vida en un estado poco más que latente,  por las noches, como ave o criatura nocturna, antes de madrugada, tras levantarse de la cama, se marchaba de casa sigilosamente, adentrándose en el monte sin que a veces la familia consiguiera encontrarlo hasta bien entrada la mañana,  vagando perdido entre verdiones o aterido de frío sobre el suelo alfombrado de hojas, enroscado cual feto en el vientre de su madre, tal si estuviera dispuesto a partir tal y como llegó.

Una mañana de un avanzado invierno, cuando volvía despacio a casa con el padre del brazo, al ver las hojas muertas en los robles, pensaba si su padre no sería como ellas, sometido a las mismas leyes y orden,  capaces de permanecer, ya muertas, casi el entero invierno en el árbol para, en cierta forma, protegerlo, negándose inútilmente a regresar sin ruido a la tierra.

Pero llegó la primavera, cayeron las hojas y el padre murió volviendo a la tierra de la que nunca salió en vida y a la que, a su manera, amó; en silencio, porque él jamás hubiera dicho algo así, más en el crepúsculo de una vida de pelea y siempre a la sombra del recuerdo de una maldita noche de lluvia de tormenta. Aquella noche de luna en que un chozo de piedra en El Payo se vino abajo y mató al hijo mayor que  por entonces se ocupaba de las cabras. La naturaleza reclamó su precio antes de tiempo, antes de quitar las ganas de vivir. Una punzada que no se acepta, una rebelión en forma de tristeza, la del pequeño nieto, que conociendo apenas un puñado de palabras,  preguntó por su padre durante unos días. Más triste fue aún dejar de escuchar para siempre, poco tiempo después, la estéril llamada del hijo al que se le esfumaba sin remedio la imagen del padre.

Muchos años más tarde, ya mayor, cuando su hija  lo colocaba frente al televisor, una tarde vio una película en la que un jefe indio era abandonado por su familia porque, ya ciego, era demasiado viejo para cargar con él. Lo dejaban en medio de la nieve junto al fuego, con algo de leña y se despedían para siempre, como se había hecho generación tras generación. Una voz cuenta cómo el anciano siente a los lobos acercarse  para devorarlo, lo mismo que había visto alguna vez con otros animales. Admiró su serenidad y valentía, ese saber estar en el momento que se exige, conociendo su propio valor y significado, que apenas se es nada en la naturaleza, una pequeña pieza  que cumplió su función insignificante e importante a la vez, y que debe desaparecer para comenzar de nuevo. Él también ha aceptado que no es más que una carga, que hace demasiado tiempo que solo sirve para vivir estorbando a su hija. 

Se siente pegado a su tierra, de la que, como su padre, tampoco nunca salió más que para ir a la guerra, a pesar de que muchos amigos y familiares marcharon incluso a otros países para rehacer vidas algo deshilachadas por la amenaza de no poder seguir adelante. 

También escuchó contar de pájaros que nunca bajan a tierra, que solo viven en el cielo, que hasta duermen llevados por las corrientes de aire Y se preguntaba qué clase de vida es esa, sin tener un punto fijo al que anclarse. Sin embargo, después lo repensaba y se preguntaba si  su tierra, al fin,  no son los olores y voces de su infancia, los del bosque al alba, los del hogar en invierno, los de la piel de su mujer y sus niños cuando eran pequeños. Y seguro que algo de eso también lo pueden tener los vencejos en su mundo, volando bien alto  allá arriba en su locura sin fin.

Esta noche, aunque ha abandonado el camino y algo le estorban los helechos y escobas, se orienta como los animales, como aquel ciego jefe indio, le gusta pensar.  Ha conseguido subir al cerro de San Pedro por última vez y ve la imponente figura del Jálama recortada contra el oscuro cielo estrellado. No tiene sueño aunque está cansado, pero culpa de ese cansancio a años enteros. Está amaneciendo y ahora que se detiene, siente que hace más frío del que creía, pero ya no quiere moverse y continuar. Es el lugar hasta donde quería llegar, es el tiempo del que se ha querido valer.

Hoy que ya no está, que hace tan poco que nos dejó, sé que algunos creen que  no, que Paco no fue muy feliz. Qué sabrá cada cual. “Vivir fue bueno”, dijo una noche así de pronto, como sin venir a cuento, pero que a mí me pareció como el hermoso fruto de toda una vida, alegrándome sobremanera. Tanto, que decidí pergeñar unas cuartillas para tratar de explicar a mi manera, como mi padre, como mi abuelo, qué es querer una tierra, sentirse agradecido, devolverle lo que siempre fue y será  suyo.

viernes, 4 de marzo de 2016

Índice de "Del fondo al ultrafondo. Diarios de un popular"

El ÍNDICE del libro(374 páginas), el que mejor explica qué hay ahí dentro. Venta por Editorial 8 Letras, aquí.

Cualquier consulta, comentario o encargo, también a través del correo abelatalanta@hotmail.com  


PRÓLOGO, por Clemente Alonso Mc Kernan
TU OTRO CORAZÓN
¿POR QUÉ CORRER? ¿POR QUÉ ESCRIBIR?
I.                   DEL MARATÓN Y SU CAMINO

  • DE MI PRIMERA A MI ÚLTIMA MEDIA (1994-2015)
  • MADRID, MI PRIMER MARATÓN
  • LOS 42, LA DISTANCIA INDOMABLE: DESAFÍO RUN & ROLL, 10 MARATONES EN 10 SEMANAS
  • MI MARATÓN 50: MEDIA Y MARATÓN DEL BOEDO, MI MECA
  • UN MARATÓN CON RICARDO ABAD

 II.                DEL MARATÓN INTERNACIONAL

  • MARATÓN DE MARRAKECH
  • ULTRAMARATONA, UMA PRAIA INFINITA
  • MARATÓN DE OPORTO, “SUB 3” AL MODO KRUPICKA
  • LAS ESTRELLAS DE SMARA
  • MARATÓN DEL SÁHARA, LA CARRERA
  • DIARIOS DE SMARA

 III.             DE NOCHES SIN DORMIR, DEL ULTRAFONDO

  • PORQUE NO SABÍAN QUE ERA IMPOSIBLE: 100 KMS. DE MADRID,  105 DE MONEGROS Y TRANSGRANCANARIA
  • HIRU HAUNDIAK, LA CONQUISTA DE LO INÚTIL
  • ULTRATAIL DE MADEIRA, AGUACEIROS FRACOS
  • DESAFÍO CANTABRIA, UN ULTRA DE LABORATORIO
  • ULTRATRAIL SERRA DA FREITA O LAS RAZONES POR LAS QUE CORRO TRAIL
  • GRAN TRAIL DE PEÑALARA, EMPEÑADOS EN SUFRIR
  • SIERRA DE BANDOLEROS, MI MEJOR Y PEOR ULTRATRAIL
  • 100 KILÓMETROS EN PISTA DE BARCELONA, LA VERDADERA SOLEDAD DEL CORREDOR DE FONDO

 IV.              DE LOS LÍMITES, DE CAMINAR SOBRE EL ALAMBRE

  • UNA EXTRAÑA CRÓNICA DEL ULTRATRAIL DEL MONT BLANC. 
  • POWERMAN DE ZOFINGEN, LAS TRIBULACIONES DE UN INCONSCIENTE
  • TRAVESERA DE PICOS DE EUROPA, ¿LA CARRERA MÁS DURA DEL MUNDO?
  • EHUNMILAK O LA IMPOSIBILIDAD DE CAMINAR SOBRE EL AGUA
  • ANILLO VINDIO, LA LUZ EN LA AGONÍA.
  • DESCOMUNAL TOR DES GÉANTS
  • TOR DES GÉANTS, IN BOCCA AL LUPPO.
  • ADOLESCENTES ALOCADOS
  • TRIATLÓN DEL ALPE D´HUEZ,  BAUTISMO DE DESTRUCCIÓN FÍSICA Y ANÍMICA

 V.                 DE ENTENDER  LA MÍSTICA DEL FONDO

  • EL ULTRAFONDO EN UNA E
  • SECRETOS DEL CORREDOR
  • BUSCANDO EL FONDO, UN MANIFIESTO
  • EL CAMINO DEL FINISHER
  • LA CARRERA PERFECTA
  • ARDIENTE MANIFIESTO DE UN CORREDOR VETERANO A PUNTO DE QUEMARSE.
  • NOCHES DE ULTRATRAIL
  • CUANDO LA NIEVE SE VUELVE NEGRA
  • LEER LA MONTAÑA
  • PARTE DE MÍ EN LA BÚSQUEDA DE ALEX SUPERTRAMP

VI.              DE UN HOMBRE Y SU BICICLETA
  • PEDALEANDO HASTA EL FINAL
  • EL RECORD DE LA HORA
  • ALREDEDOR DE LA QUEBRANTAHUESOS
  • ORO EN QUEBRANTAHUESOS.
  • ANGLIRU, BIENVENIDOS AL INFIERNO
  • SANTUARIOS CICLISTAS
  • GRAN PREMIO CANAL DE CASTILLA (La “ROUBAIX” castellana), LA YIHAD CICLISTA CONTRA LA DICTADURA DE LA MANETA INTEGRADA.
  • HACIA SANTIAGO NO SE ES MÁS QUE PEREGRINO
  • CIUDAD RODRIGO Y LA BICICLETA
  • LA BICITECA O LAS RAZONES DEL BICIO
  • “2.40”, UNA HISTORIA SOBRE UNA BICICLETA
VII.           DE TRIATLÓN, DEL DEPORTE TOTAL
  • MEDIO IRONMAN DE LISBOA, MI MEJOR “ LARGA”
  • MEDIO IRONMAN DE BUELNA, LA PERFECCIÓN
  • TITÁN, VISLUMBRANDO MIS LÍMITES
  • AVIAMAN, UN NUEVO TRIATLÓN DE ALTURA
  • DUATLÓN EXTREM LAVIANA, LA MEMORIA DE MI CUERPO
  • DOBLE OLÍMPICO DE SANABRIA, COMPETIR EN CASTILLA
  • MEDIO IRONMAN DE BUELNA, CON UNA “C”.
 VIII.        DE MI PELEA CON UNA PALABRA: IRONMAN
  • IRONMAN DE ROTH, DOS CITAS CON MI HISTORIA
  • IRONCAT, NO PUEDO CON EL IRONMAN
  • IRONMAN DE NIZA, APRENDIENDO A SER IRONMAN
  • IBERMAN, CUANDO EL IRONMAN NO ES TRIATLÓN
  • IRONMAN DE CIUDAD RODRIGO, EL PRECIO DE UNA FRASE
  • NORTHWEST TRIMAN, HISTORIAS DEL NÁUFRAGO
IX.              DE RETOS INVENTADOS

  • LA NAPOLEONIENNE, ENTRE AFRANCESADOS
  • JARAMUGADA REINA: CIUDAD RODRIGO – PEÑA DE FRANCIA
  • MARATÓN DEL ESPERABÁN, MEMENTO MORI
  • DESAFÍO ELOLA 2.0
  • JUMENTOMAN, EL TRIATLÓN DEL ÁGUEDA
  • REFLEXIONES AL PIE DE LA VERRACADA NUI POR CAMINO TORRES
X.                 DE MI TIERRA, CIUDAD RODRIGO,  Y EL FONDO
  • INVITADOS A LA MEDIA DE CIUDAD RODRIGO
  • LA TRASTIENDA DE UNA MEDIA MARATÓN
  • TRAIL TRES VALLES, ENTRE EL CIELO Y EL SUELO
  • UNAMUNO Y LAS HURDES, GERMEN DE UN ULTRATRAIL
  • RINCÓN OESTE, 20 AÑOS EN 20 SEGUNDOS
 XI.              DE LAS DERROTAS
  • ULTRA 10.000 DEL SOPLAO, EXCUSAS
  • TILENUSXTREME, LAS DUDAS DEL MASOQUISTA
  • UPSTREAM, UN EXULTANTE CASI ÚLTIMO PUESTO
¿POR QUÉ SEGUIR CORRIENDO Y ESCRIBIENDO?

DE LA FUERZA DE UN HOMBRE SOLO CAMINANDO A LA CIMA