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viernes, 12 de diciembre de 2014

Siniestro Total: "Que parezca un accidente"


Después de ver el documental de La Banda Trapera, decidí enlazar con otro emparentado que tenía apuntado hace tiempo. "Que parezca un accidente" se estrenó con motivo de los 25 años de vida de Siniestro Total. No es tan bueno como el otro pero es interesante y entretenido. Básicamente es una recopilación de actuaciones, grabaciones y declaraciones de miembros del grupo. Valor histórico innegable, sobre todo para los fans de la banda. A mí, que hay cosas suyas que me encantan y otras no tanto, me gustó este repaso al rumbo de un importante exponente de la historia del rock nacional, que basculó desde el punk más gamberro y descarnado inicial -glorioso Coppini en esas primeras actuaciones-, al rock and roll más clásico, con influencias funkies, reminisciencias de los sonidos ochentas -que envejecen mal- o el blues, que al final parece que es lo que más les tira. Eso sí, todo su cancionero traspasado de parte a parte por su peculiar visión cachonda y la mala baba de muchos de sus mensajes. 

Detrás, una de esas mentes preclaras de la música española, Julián Hernández, al que gusta siempre escuchar charlar, sea sobre música, o sobre la vida misma; al que siempre emparento con Jorge Ilegal o Josele Enemigo por esa lucidez cínico- amarga de media sonrisa -a Loquillo le gustaría formar un póquer pero se toma demasiado en serio a sí mismo-.
 

martes, 9 de diciembre de 2014

La Banda Trapera del Río, nacidos para perder


Desde chaval vengo leyendo en revistas de música referencias a La Banda Trapera del Río, cuyo contenido bien podía resumirse en que se trataba de uno de tantos grupos malditos que teniéndolo todo, se le cruzó la mala suerte para no conseguir lo que se merecían, un reconocimiento a la altura de su talento, más allá del de los más o menos enteraos o militantes; esa fama y dinero que sí alcanzaron otros haciendo menos méritos.

Muchos años después, gracias a internet, he podido escuchar las canciones de su primer disco y efectivamente me parece un trallazo de aúpa. Un cajón de rock mal encarado donde se mezclan más ingredientes de los que suponía. Sí, está el punk, pero también, garaje protopunk o ecos del rock duro más clásico. Respecto a mensaje, ideología, o actitud estético-vital, lo previsible: provocación de manual a saco, donde se unen la clásica contestación frente a un sistema político y cultural que oprime a una banda de chavales en efervescencia. Ese mensaje contundente, procaz, soez, blasfemo, ha de incomodar a una España recién salida de cuarenta años de falsas filas prietas a la fuerza . Pero ojo, su actitud no es impostada, como la de un intelectualillo rockero como Ramoncín, que fue el primer referente que me vino a la cabeza al escuchar la primera canción: "Curriqui de barrio".  Ramoncín -por cierto, con parte de a cancionero muy reivindicable, a pesar de ser hoy un apestado cultural tanto para los "buenos" como por los "malos-" podría cantar "Ciutat Podrida" pero nunca pasaría de simple ejercicio de estilo,  ya que los Traperos fofografían su vida, la de una Cornellá que a finales de los setenta, es un verdadero agujero de leprosos incurables de los peores males, los del desempleo, la violencia y al fin, la miseria.  

Hace unos días vi el documental "Venid a las cloacas. La historia de la Banda Trapera del Río", basado en el libro de la gran pluma rockera de Jaime Gonzalo, "La Banda Trapera del Río: escupidos de la boca de Dios", y entonces todo se presentó muy claro. Sí, ahí estaba la mala suerte, pero al final no triunfaron porque, en pocas palabras, estaban como cabras; porque sí, estaban la violencia, las drogas, la lucha de egos, los errores de estrategia comercial y meteduras de pata antológicas graciosísimas emparentadas con las aventuras en Madchester de los chalados Shaun Ryder y los Happy Mondays. Pero esa tendencia autodestructiva ha sido el pan nuestro de cada día en muchísimas bandas de rock que finalmente tiraron para delante, a pesar o gracias a ella, ya que muchas veces acabaron otorgándole un plus importante, el de la leyenda. A estos catalanes les quedó la leyenda pero ni un euro. Ni siquiera su último intento de sacar algo en claro, "Directo a los cojones", funcionó. Por el año de edición, 1994, lo interpreto como  reivindicación de la parte del pastel  que les correspondía por su ascendiente sobre las bandas del bendito rock urbano -reconozco que para mí, salvo excepciones, un gran desconocido-, puede que el único verdadero rock vivo en este país, si tenemos en cuenta su principal seña de identidad: la del desprecio mutuo entre su música y los canales comerciales. Un último grito de que el rock no se vende, de Extremoduro a Reincidentes. 

Si os interesa el tema, reservad  una hora para el documental. Os garantizo que estos chalados os harán pasar un buen rato. Hay anécdotas descacharrantes.

domingo, 13 de enero de 2013

La mugre y la furia


Toca punk.  La excusa, un interesante vídeo  , "Punk o cómo colgarse un imperdible de la nariz", que compartió Manuel Delgado en su blog.

Su verdadero valor radica es que se emitió en 1978, apenas unos meses después de la carta de presentación del movimiento y sin embargo ya poniendo de manifiesto todas sus contradicciones y la escasa longitud del recorrido que tiene un callejón sin salida, sobre todo si  si se mide conforme a patrones establecidos. Había un dicho de no recuerdo quién que rezaba: "Nunca se es suficientemente contradictorio". Precisamente ahí reside su valor. No se trata de articular un discurso sino precisamente de rebelarse contra cualquier tipo de discurso. El punk solo es energía, solo llama, solo actitud. Solo y tanto.

Partiendo de que la paternidad inglesa del punk es harto discutible si vamos más allá de la casquería y lo puramente estético, cualquier melómano mínimamente avezado sabe que el verdadero origen está al otro lado del Atlántico. Nada más punk que MC5 o The Stooges o ya más a las puertas de la explosión, Ramones. 

El mejor retrato de la detonación al que he tenido acceso es el magnífico documental de Julien Temple, "The filth and the fury" ("La mugre y la furia") donde se retrata con criterio y estilo todo el revuelo que causó la mítica entrevista de  Bill Grundy a los Sex Pistols en la BBC y sobre todo la repercusión de una gira por principio autodestructiva,  primero en Inglaterra  y más tarde por Estados Unidos. Otra recomendación: "24 hour party people", la película de Winterbottom sobre el legendario efecto del concierto de Sex Pistols el 4 de junio de 1976 en Manchester sobre la que en su día ya tratamos   aquí.

Volviendo al reportaje motivo de estas líneas,  lo que me parece más reveledaor es cómo un intelectual como Cabrera Infante o el periodista entrevistador se empeñan en ofrecer o demandar respuestas a un fenómeno que justo en el momento de intentar darle forma pierde toda su fuerza, ya que bascularía entre lo ridículo y lo incomprensible.

Pero sí hay notas comunes, pistas que nos ayudan a rastrear el camino. 

En el origen unas circunstancias históricas muy concretas. Otra crisis económica del sistema, vivida desde un entorno urbano deprimido, dan pie a una revolución existencial producto de una frustración muy similar a la que protagonizó el nacimiento del  rock and roll en Estados Unidos a finales de los años cincuenta. Curiosamente, el hastío vital de aquella chavalería tenía un germen opuesto, la abundancia material y de oportunidades para encajar en el sistema y convertirte en uno más, provocaba un déficit espiritual también difícil de identificar y definir. 

El individuo como la única referencia válida. El "Do it yourself" como paradójica excusa para el alineamiento con todos los demás francotiradores de cuero negro que en unos meses surgen por doquier. El objetivo, la lucha contra la alienación de una sociedad que poco a poco mata lo valioso y espontáneo que llevamos dentro. 

De ahí la revolución contra las normas -no está claro el papel que juega la violencia-, contra una concepción consumista de la vida, contra los políticos, contra la mentira de los ideales de esos hippies reprogramados por el sistema. Es el NO, es el BASTA. Es el no quiero ser como tú. "Nadie es inocente".

Y la música, claro. El ruido y la urgencia para contestar a lo comercial y a vacas sagradas que como los Stones se hallan en vía de convertirse en bufones de la Corte. El grito y la rabia para convertirse en portavoces de una generación, para expresar más que las mil sutilezas de los virtuosos de la época que, enamorados de sí mismos, habían domesticado y se habían adueñado del rock and roll de la época. Visto con la perspectiva que da el tiempo, desde mi atalaya musical, disfruto lo mismo con  Led Zeppelin que con "Never Mind the Bollocks", un atolondrado y arrollador debut con derecho propio para figurar entre los diez mejores discos de de rock de la historia, capaz de retratar una época, lo que siempre será mucho decir.

Si tuviéramos que decir si el punk triunfó o simplemente se fue antes de nacer, podríamos  tirar del  famoso dicho de que murió de éxito. Desde que el movimiento tiene visos de convertirse en moda -por lo visto en el vídeo, desde sus mismos orígenes-, desde que es analizado por los grandes medios, desde que cada discográfica quiere su banda malcarada y su parte del pastel, aquello ya fue otra cosa. Sin embargo, como en cualquier fenómeno de este cariz,  siempre permanecerán alertas los  más integristas para renegar de cualquier vínculo que los emparente con todo aquello que precisamente quieren combatir en una, a mi juicio, desigual pelea.

Por otra parte, hoy constatamos que a pesar de que el acta de defunción del movimiento fue firmada casi desde el principio, la actitud punk remonta décadas sin aparente esfuerzo. El movimiento permanecerá latente y romántico para siempre jamás,  brotando en la sociedad con más o menos fuerza en función de las circunstancias vitales de la juventud de cada generación, de sus inquietudes y formación y de esa ley del péndulo no escrita que es la historia del rock and roll o cualquier forma de expresión asociada a la cultura popular.  "No future". Nunca una frase tuvo tanto arraigo, tanto tiempo por delante.

Hoy el término y la estética son pasto de revista de tendencias y poco falta para una planta alternativa en los grandes almacenes. ¿Que un icono proto-punk como Iggy Pop anuncie colonia por Navidad es simplemente desolador o acaso puede encarnar el gesto más punk que te puedas echar a la cara?

No, al final no comparto una canción de la época sino una posterior de quizá el personaje más valioso que dio toda la escena. Un tipo inteligente, talentoso y con una integridad de la dureza del granito. 

lunes, 18 de enero de 2010

Banda sonora para 333 kilómetros

La mayoría ya sabéis de la hazaña de Sergio, los 333 kms "non stop" que se nos metió para el cuerpo el bendito. Cuando nos contaba alguna de la música que llevaba, como soy el más "musiquero" de los fondistas, se me ocurrió hacerle un pequeño homenaje utilizando alguna de las bandas que escuchaba. Ni entreno ni compito con música (¿a que a alguno le sorprende?). Cuestión de principios. Sólo se me ocurrió llevar un reproductor al Ultra Trail del Mont Blanc porque realmente tenía miedo a la segunda noche sin dormir, a tantas horas sin parar y pensaba que quizá necesitara algo de motivación extra. Finalmente no la utilicé. Ya sé que esto va a sonar como una gran fantasmada pero la verdad es que ahora recuerdas la carrera como algo que pasó volando y ni se me ocurrió ponerme los cascos.

Mucha de la gente que estamos en el mundillo y conocemos las carreras que se celebran por doquier, pensamos que si entrenamos y de verdad lo decidimos, por salvajes que fueran, acabaríamos, cruzaríamos esas líneas de meta. Sin embargo hay unas pocas que dices no, no... es imposible que yo consiguiera hacer eso, entre ellas estos 333 kms, entre ellas el Spartatlon. Bien decía Sergio que si cuentas allí que has hecho el UTMB o el Maratón de las Arenas, se te ríen en la cara.
Sólo voy a hablar de música. Si yo tuviera que elegir buscando motivación, buscando no quedarme dormido, portaría música muy cañera o que me emocionara, como podría ser ésta. Mejor que hable Sergio de lo suyo, de lo que importa para que os déis una idea los que no lo hayáis disfrutado. Aparte de ser bueno en lo suyo, el dagal sabe escribir.

"Estaba siendo un tramo soberbio. No cruzábamos palabra, pero intuía que él lo estaba disfrutando, estaba siendo magnífico. En una colina paramos un rato a hablar con Alain Gestin, el padre de todo esto, y reemprendimos la marcha igual que la habíamos dejado, empalmados, contentos de nuestro deporte, de estar ahí, de compartirlo, de estar en medio de un sueño que nosotros estábamos construyendo. Kilómetro 100, disfrutando mucho, con fuerzas, así teníamos que hacerlo, otro planeta alineado. Sabíamos que "moriríamos" más pronto que temprano, pero lo bueno hay que saber disfrutarlo, y en experiencias tan duras como ésta, no lo puedes dejar escapar."


"Empezamos a hacer largos tramos de pedregales que comienzan a tocarnos los pies. Dar unas cuantas cabezadas he contado que fue la primera crisis, pequeña más bien; aquí fue ya de unas dimensiones considerables: lentísimo avance fuera de pista, dolor de tantísima piedra que han plantado por aquí y tramo infinito que parece que nunca acaba. Encerrados en nuestra mierda, hartos de esta durísima veintena de kilómetros, la primera luz de alarma se enciende pues tenemos que apretar bastante para conseguir llegar al durísimo séptimo "check point". Empiezo a cagarme en todo, esto no se acaba, puto control. Todos firmes, estamos en plena guerra."


"Empieza la fiesta de verdad. Cada vez tengo más sueño, voy dando cabezadas y queda mucho para amanecer. Ni la música a todo trapo, ni concentrarme en no dormirme, ni pensamientos motivadores, me caigo de sueño, llevo casi dos días sin dormir y encima apretando mi cuerpo hasta cerca de mi límite. (...) Cada diez segundos doy una cabezada, voy zombi perdido, una vez, otra vez, cabezada, agujero, tropezón, cabezada. Horrible, lo empiezo a pasar muy mal (...).Ya cierro los ojos para intentar tener microsueños, pero no consigo que me sirvan de nada. Esto es una lucha titánica. Estoy roto. Veo a gente, ¿qué harán por aquí? Un montón de botellas de agua en el suelo, no sé qué hacen fuera de un control. Sìempre veo una pequeña duna o montículo pero nunca hay que subirlo, qué raro. Coño, musgo. En el desierto. Nunca me lo hubiera imaginado. Afino la vista porque me extraña y se va poniendo marrón. Una explotación agropecuaria, ¿aquí? ¿en medio de la nada? Pero si hay cuatro camellos, dos burros y tres cabras escuálidas. No sé. Ya sé. Estoy teniendo alucinaciones."


"Estamos de vuelta, tocados pero no hundidos, tras tres jornadas (casi) ininterrumpidas de desierto, con otras fuerzas y otra mentalidad, mucho más cansados y doloridos, pero sabiendo que hemos pasado tres intensos días de arena, frío y penalidades, de experiencias únicas en la vida de un deportista y de una persona; suena pretencioso, pero no tengo duda de que somos mejores en todo tras estos tres días, vivir en el filo de la navaja, aunque sea un rato, te hace verlo todo con perspectiva, empezando por uno mismo; no es un cambio radical, por supuesto, son sólo leves matices, suficientes para que haya compensado todo el esfuerzo de los últimos meses."



Dos minutos y diecinueve segundos durante los que no te haré ni puto caso y en los que me tocará remedar a Iván. Dos minutos y diecinueve segundos en el olimpo del pop español. Seguro que lo cantaría aunque llevara cuarenta horas sin dormir.

Después del pelotazo de "Dookie" y dos buenos discos posteriores, yo ya los daba por perdidos.. ¿puede un punky ser un responsable padre de familia?... y he de reconocer que me sorprendieron con "American Idiot", una especie de "¡ópera punk!" con gran variedad de registros, cuyo mejor exponente es éste, "Jesus of Suburbia", varias canciones fundidas en una, derrochando posibilidades. Una canción larga de más de ocho minutos, ideal para devorar kilómetros.



Aún reconociendo el talento de Mathew Bellamy para componer, Muse me cargan. Creo que si fuera más moderado, menos excesivo, menos megalómano, menos ampuloso... no sé si todos, pero al menos yo, lo agradecería. Los he visto tres veces, los he visto crecer, desde Asturias con cuatro gatos (no los conocía nadie) a Benicassim (ya status de estrella) pasando por un gran concierto en Festimad. Mentiría si dijera que no me lo pasé de puta madre en los tres, saltando y bailando como el que más. A día de hoy, no tienen techo, capaces de llenar Wembley.



Foo Fighters demostraron que había vida después de Nirvana. Dave Grohl era algo más que aquél tío que tocaba la batería en el grupo de Kurt Kobain. No me convencían demasiado hasta que su colaboración con "las reinas", con The Queens of the Stone Age de Josh Homme, provocaron una "stonerización" de su sonido, más duro, más austero, más seco. Mejores, sin duda.

viernes, 4 de diciembre de 2009

Manchester, 4 de Junio de 1976


Como todos estáis de puente y sé que esta entrada la vais a leer poquitos, hoy una más rarita.... aún.

El director de cine Michael Winterbottom (autor de la maravillosa "Wonderland"), en la genial "24 hour party people" retrata la loca escena de Manchester durante los ochenta pero no voy a hablar de ello. En la película, un fragmento da forma a una fecha, a un concierto sobre el que había leído, que había imaginado pero que no podré volver a imaginar. Para siempre mi visión estará encadenada al montaje de las imágenes de Winterbottom. Espero que al menos la desangelada sala y la escena poblada por estos extraños personajes se asemejara a la realidad. Se trata del primer concierto de los Sex Pistols en Manchester.

El concierto comienza en el minuto uno del vídeo que os dejo. No os la voy a contar yo, la trascendencia de la fecha os la va a relatar Tony Wilson, presente en el evento y futuro impulsor de la escena "Madchester" de los ochenta, a través fundamentalmente del sello Factory y del club Hacienda. Grupos como Joy Division, New Order, Happy Mondays y más tarde Charlatans, Stone Roses. Súbitamente descubrimos que la música rock se podía bailar en las discotecas.

A los pocos que le interese, os dejo el fragmento de concierto con los Sex Pistols versioneando el "No Fun" de los Stooges. Tal vez no fue realmente así, tal vez sin ese concierto la escena musical hubiera discurrido por idénticos cauces, tal vez de igual forma estos chalados hubieran disfutado de su porción de gloria rockera. Sin embargo a los humanos nos gusta pensar que un acontecimiento puede cambiar vidas. En fin, como se dice en la película parafraseando a John Ford, "Si tienes que elegir entre la verdad y la leyenda, publica la leyenda"



El vídeo está en inglés. Tony Wilson nos cuenta esto.

"Los Sex Pistols tocan en Manchester por primera vez. Sólo hay 42 personas en el público. Pero todos ellos se alimentan de un poder, una energía, una magia. Saldrán inspirados y llevarán a cabo hazañas memorables. Howard Devoto y Pete Shelley organizaron este concierto. Van por delante de todos en Manchester, son los Buzzcocks. Howard después se acostará con mi mujer. Detrás, los que serán Warsaw, más tarde Joy Division y finalmente New Order. El zanahorio es Mick Hucknall (Simply Red). El que salta es Jon el cartero y actualmente sigue siendo... el cartero. Y el otro que baila es Martín Hannet, el único verdadero genio de esta historia" (el productor, el ingeniero de todas estas bandas).
Aquí tenía música para elegir, al final me decanto por tres versiones de una misma canción, "Bizarre Love Triangle" de New Order. Pocas bandas superan la desaparición de su líder. Tras el suicidio de Ian Curtis, Joy División decide seguir adelante como New Order para alcanzar la fama.
La primera versión es la original. Rock y electrónica, sus señas de identidad. Pop de carga ligera, grande y pequeño a la vez, fórmula fácil, dífícil de conseguir.
La segunda es una versión de Frente. La prueba de fuego para saber si una canción es buena, tal vez sea desnudarla para saber si da la talla, sólo voz y guitarra acústica. Bonita de verdad es la que más os va a gustar. Hace años la utilizaba un anuncio del Golf. Traducida al castellano. Me gusta la primera imagen. "Cada vez que pienso en ti, siento un disparo, una ráfaga de tristeza". Una lástima saber su significado.

La tercera de Richard X no es más que una remezcla destinada a la pista de baile. La anterior potenciaba su aspecto lírico, ésta su aspecto lúdico. No está mal.
Aunque ya no lo leeréis, buen puente para todos. El lunes volveré a contar alguna historia.