viernes, 29 de abril de 2011

"Superhéroes" de barrio



Me gusta leer periódicos antiguos. Cuando hojeas un artículo de hace tres, cuatro, cinco años, eres consciente de que estás leyendo mejor libro de historia. Es sumamente sorprendente en qué derivaron ciertos personajes o acontecimientos. Por no hablar de las noticias de índole económica anteriores a la crisis. La perspectiva del tiempo hace que ciertos artículos hoy asusten.

Dedicándome a este menester, encontré un reportaje que daba cuenta de un fenómeno para mí por completo sorprendente, el de los "superhéroes de la vida real". Ya os imagináis el percal. Siguiendo la tradición más ortodoxa de los cánones de tebeo, repartidos por el mundo viven unos tipos "normales" que, a tiempo parcial, se han creado otra identidad a la que acompaña el pertinente disfraz y tras la cual, se dedican a combatir el mal en las calles de su ciudad.

Los tipos tienen su propia página con el registro correspondiente en el que aparecen más de doscientos fenómenos con nombres como Master Legend, Green Scorpion, Superhero, Geist, Citizen Prime, Captain Jackson, Captain Prospect o Thanatos.

Sus funciones son las siguientes:

  • Patrullas de lucha contra el crimen.
  • Notificar delitos a los agente del orden
  • Colocar carteles pidiendo ayuda para solucionar casos no resueltos.
  • Buscar personas desaparecidas.
  • Promover la concienciación medioambiental.
  • Ayudar a la gente sin hogar proporcionándoles agua, alimentos y mantas.
  • Donar sangre.

Hombre, estas cosas se pueden hacer sin disfrazarse pero hay que reconocer que es mucho más molón afrontarlas cada jornada oculto tras un antifaz. Además, para ellos su traje es como una declaración de principios de lucha contra el mal.

Ahora que estamos al borde de los cinco millones de parados, es otra opción. Más gente con tiempo libre, más gente con problemas, más gente empujada a la delincuencia. Más malos y más buenos a los que proteger. ¿Por qué no? Lo que está claro es que hay "gente pa tó".

Claro, de música iba a poner "Superhéroes de barrio" de Kiko Veneno pero me decido por una canción de Veneno, el mítico disco formado por Kiko además de por Raimundo y Rafael Amador. Ese disco que siempre está a la cabeza de cualquier lista de lo mejor del pop o rock español pero que realmente pocos han escuchado.



jueves, 28 de abril de 2011

Variaciones Goldberg


Advertencia previa: gran parte del texto está fusilado de ese gran amigo que a veces es internet -otra es un verdadero Satanás al que ya he renunciado-. Escucho música clásica de forma ocasional, aunque ciertamente cada vez más, pero no soy un entendido. Sé algo pero no me siento legitimado para analizar composiciones de forma seria. A veces sólo puedo quedarme con la boca abierta ante la grandeza de composiciones como el "Réquiem" de Mozart, "Los conciertos de Brandenburgo" o "Las variaciones Goldberg" de Bach.

Como ya os mencioné, lleva unos días acompañado por la excelsa belleza de esta última obra. Fue compuesta para teclado de 1741. Cuenta la leyenda que Bach la realizó por encargo del Conde de Dresde Von Keyserhingk, tratando de conseguir una música suave y ambiental que amenizara sus noches de insomnio. Su destino era ser tocada por el joven Goldberg, de ahí su nombre. A cambio el conde recompensó a Bach con una copa de oro llena de monedas. Parece ser que la realidad es que efectivamente fue un regalo del compositor al conde en agradecimiento por ser nombrado compositor de la corte.

Aunque originalmente fue pensada para clavicémbalo, posteriormente se tocó con piano.

Sin duda su intérprete más famoso fue el canadiense Glenn Gould. Un genio loco de manual enamorado de Bach. LLeno de manías extravagantes como sumergir sus manos en agua veinte minutos antes de cada concierto o usar una desvencijada silla más baja de lo normal que colocaba su rostro a la altura del teclado mientras canturreaba lo que iba tocando.

Adicto a numerosa clase de fármacos, años después de su muerte se le diagnosticó Síndrome de Asperger.

En el segundo vídeo se ve la peculiar silla que actualmente se encuentra en la Biblioteca Nacional de Canadá.





miércoles, 27 de abril de 2011

Crónicas de perdedor


Como dejé apuntado, una pequeña referencia a la música que me acompañó estos días. Hoy La Costa Brava, banda cuyas cabezas visibles eran Fran Fernández y Sergio Algora, procedentes respectivamente de Australian Blonde y El Niño Gusano, grupos señeros del movimiento "indie" de los noventa.

Me gustan La Costa Brava, son una debilidad. La verdad es que no sé muy bien por qué o tal vez me debería preocupar la razón. Me identifico con muchas de las letras, algunas de ellas por completo absurdas. Son un grupo perdedor que nunca vendió nada, con pinta de perdedores y que se dedican a elaborar tratados sobre la derrota. Detrás de nombres "marca de la casa" como "Adoro a las pijas de mi ciudad", "Erasmus borrachas" o "El cumpleaños de Ronaldo" , se encuentran piezas musicales elaboradas y algunas otras, más ocultas aún en sus discos, dotadas de una extraña sensibilidad y pobladas por personajes heridos o llenos de cicatrices ocasionados por el amor y la vida real.

Durante un tiempo se dedicaron a ofrecer conciertos a domicilio. Por cuatro perras se te presentaban en casa y te preparaban un concierto. En el primer vídeo se da fe de ello.

La Costa Brava ya no existe. Hace un para de años Sergio Algora se nos fue de pronto, como dando sentido a la obra de adolescentes enamorados del pop que siempre se negaron a envejecer.

Cuatro vídeos. Éste es de los posts, cuyas canciones sabes de antemano que poca gente escuchará. Ahí queda un pequeño homenaje a uno de mis grupos fetiche. De propina "Treinta y tres", una de mis favoritas y a partir de ahora más -en ese concierto estaba yo coreando en primera fila-. Mañana Glenn Gould.






lunes, 25 de abril de 2011

Misión cumplida


Ha sido duro pero lo he conseguido. Cuatro días de Semana Santa, cuatro días en los que he entrenado como en mi vida. Dobles sesiones de carrera y bicicleta. Tras el primer día me dolía todo y pensaba que debería bajar el pistón o descansar. Sin embargo, lo curioso es que el cuerpo se ha ido adaptando, las molestias remitieron y me encuentro bien. Supongo que se trata de la asimilación de las cargas, tras el proceso de entrenamiento, estiramiento y descanso, progresivamente el cuerpo es capaz de soportar un poquito más.

Ya tengo una base de la que partir. Lo que no tengo muy claro es hacia dónde a corto plazo. Abandonada la idea del Ironcat por los escasos kilómetros en bici y habiendo cambiado la fecha del Aviaman, he de cambiar objetivos. Aunque la mejor noticia de la semana es que la Escuadra Moncheta se volverá a reunir en una prueba de altos vuelos, la Travesera de los Picos de Europa el 25 de Junio, antes de la cita clave del año en la PTL a final de verano.

A cortísimo plazo el horizonte está claro, el próximo sábado correré la Maratona del Oh Meus Deus Trail Run! en la Serra da Estrela portuguesa. No se podía dejar pasar una cosita así al lado de casa. En el último momento han cambiado la distancia larga de 80 a 102 kms., lo que me hizo descartarla definitivamente porque el domingo tengo que trabajar en la Media de mi pueblo y no sabía si podría estar a tiempo. Al final opto por una solución alternativa. La idea es correr el sábado los 48 kilómetros de monte y el domingo, si los dolores me lo permiten, ser la liebre de 1:45. Espero poder moverme sin problemas a cinco minutos.

Estas vacaciones mi recurrente banda sonora ha estado formada por La Costa Brava y las "Variaciones Goldberg" de los que hablaré estos días. Lo curioso es que en momentos emocionales intensos, tanto da que sean buenos o malos, a veces tiendo a emperrarme en repetir una y otra vez alguna canción, la cual no tiene por qué ser especialmente brillante sino que por alguna extraña razón, cala. Un poco al estilo del protagonista de "Historias del Kronen" con el tema de The The.

A propósito, en Semana Santa, ni una cerveza.



"I have decided.... that something must change...The search continues"

miércoles, 20 de abril de 2011

Mirando atrás


Quería dejar alguna cosita escrita a la velocidad de la luz para Semana Santa.

La historia de la cultura es cíclica. De un tiempo a esta parte, cada vez son más lo que añoran el pasado, el sonido analógico frente al digital, se reivindican músicas, estilos y estéticas del pasado como el rockabilly o el soul, se ponen de moda las cámaras "lomo", nos aprestamos a defender el olor y tacto de de los libros frente a la próxima invasión del libro electrónico. Sé que aunque en determinadas momentos hagan más ruido del que merece el fenómeno en términos absolutos, no son más que francotiradores.

Reconozco las ventajas del reinado de la tecnología, pero también veo sus inconvenientes. Supongo que el hecho de tener ya una edad me otorga una perspectiva más amplia y me siento bendecido por haber conocido la era pre-internet cuando cada hallazgo se valoraba en su justa medida y la magia se encontraba a la vuelta de cada esquina.

Os enlazo tres divas del soul felizmente reivindicadas. A medida que aprendo y viajo más por los caminos de la cultura o la música, soy consciente de que con el tiempo me convierto en más clásico, tendiendo a refugiarme en las raíces, en escuchar sonidos cada vez más añejos. Alguien podrá pensar que más muertos; yo, sin embargo, los siento más vivos que nunca. En consonancia con el ambiente religioso de postal que nos invade estos días, no viene mal tres pedazo de canciones de tres pedazo de señoras unidas al gospel, uno de los cantos más religiosos más sinceros y emotivos. Mavis Staples, Betty Lavette y Sharon Jones.





lunes, 18 de abril de 2011

Media de Medina del Campo, al poste.


Vamos con otra breve crónica de la Media de Medina del Campo. Los habituales ya sabéis que mi objetivo era correr por debajo de cuatro minutos, a por el 1:23. De verdad que iba muy confiado en mis posibilidades. Al final no pudo ser, 1:27.

De la partida fuimos unos cuantos mirobrigenses. Además de un servidor, Efedexdx, José Vicente, Michel, CiegoSabino -que justo antes de la Media se había hecho cien kilómetros en bici como entreno para el Ironcat, para llegar a meta en plan Ecce Homo-, Titi, José Antonio y Chago.

Tarde de mucho calor. Había participado en este media hace cinco o seis años. Entonces era más blandito y recordaba una pájara de campeonato los últimos kilómetros.

Mi idea era aprovecharme del trabajo de Efedexdx, corredor con mucha más clase que yo, para que me hiciera de liebre por debajo de cuatro minutos. Salimos alegres por debajo de 3:50. Forzado pero es lo que hay. El que algo quiere... El recorrido es de los más feos que conozco. No me gustan las pruebas urbanas ni de varias vueltas. Aquí se cumplen ambas premisas. No sé por qué pero lo recordaba más llano. El circuito está sembrado de repechos de mayor o menor entidad sin parar de hacer virajes durante toda la prueba lo que no facilita el mantenimiento de un ritmo uniforme.

En el kilómetro 6, Efedexdx se para, se encuentra mal del estómago lo que le obligará a vomitar y a hacer unas cuantas paradas más, entrando aún así en 1:30. En la foto se ve que lleva peor cara que yo... y ya es decir.

Yo intento seguir a lo mío pero me siento un poco desamparado. Trato de mantener el ritmo, integrarme en algún grupillo que me alcanza o al que llego pero o bien me llevan demasiado tenso o bien van más cómodos de lo que yo busco. Al kilómetro 10 sí llego por debajo de 40 minutos pero en el 11 me voy a 44. Empiezo a sentirme cansado. Sinceramente creo que me está afectando el calor. A partir de ahí trato de mantener el tipo pero mi velocidad sigue disminuyendo. En el doble repecho que hay entre el 15 y el 16 me noté muy cansado y a punto de quedarme clavado, sospechando que me iba a tocar sufrir hasta meta. Después medio me entoné para acabar dignamente.

La pérdida de empuje de la segunda media se la atribuyo sobre todo al calor, a que no me va muy bien competir por la tarde y a un circuito que engaña. De hecho, comentando la jugada en línea de meta con otros atletas, todos lo habían pasado bastante mal. Además necesito rodajes largos de calidad.

Puesto 70 de 541 llegados a meta. Aunque no logré mi objetivo creo que estoy en el buen camino, en buena forma, ilusionado y con ganas. Y sobre todo no me duele nada.

De música, un clásico inolvidable, uno que empieza muy eléctrico para después calmarse -inolvidable la utilización de este último fragmento en "Goodfellas" de Scorsese-, como mi media del sábado. "Layla" de Eric Clapton, la canción con la que le robó la mujer a su amigo George Harrison. Posteriormente le dedicaría otra famosa canción, entre ñoña y preciosa, a su ya por entonces esposa, Pattie Boyd, "Wonderful Tonight".

"¡¡YO SOY ESPARTACO!!"


sábado, 16 de abril de 2011

"Greetings from Asbury Park, N.J." (1973)


Seguimos con la serie.

2 de Mayo de 1972, otra de las grandes fechas en la pequeña historia del rock and roll, ese día Bruce Springsteen, acompañado de su manager Mike Appel, entra nervioso en el despacho de John Hammond para una audición. John Hammond es una eminencia en el mundo discográfico. Había descubierto a Dylan y contratado para la CBS a Count Basie, Billie Holliday, Pete Seeger o Leonard Cohen. Ante el bochorno de Bruce, Mike espeta desafiante al directivo:

“Eres el tipo que descubrió a Dylan, ¿verdad? Bien, queremos saber si eso fue suerte o si realmente tienes oído”.

Sólo fueron quince minutos, “Growing Up” y “It´s hard to be a saint in the city” Quince minutos para cambiar la historia de una vida, para cambiar la historia del rock and roll, para cambiar la vida de generaciones.

Hammond, ya mal predispuesto por la necedad de Appel, tuvo que plegar y aceptar que era testigo de una de las pocas oportunidades que se presentan en la vida. Fascinado por el cantante, concretó aquella misma noche un pequeño concierto para varios directivos más en un club de Nueva York.

Bruce firmó el ansiado contrato con una de las compañías más importantes del país y el 5 de Enero de 1973 se publicó su primer disco, “Greetings from Asbury Park, N.J.”, usando como portada una postal del paseo marítimo de su ciudad.

La formación es la siguiente: Vini López a la batería, Garry Tallent al bajo, Clarence Clemons con el saxo y David Sancious a cargo de piano y teclados.

Tanto CBS como Mike Appel, lo quieren presentar como el nuevo Dylan, encuadrarlo dentro del folk pero él se siente rockero y no da su brazo a torcer, mostrando el pipiolo los primeros visos de su fuerte personalidad.

Si tuviera que calificar el disco con una sola palabra, usaría “torrencial”. En consonancia con la prodigiosa fertilidad del cantante por aquellos días, da la impresión de que, tanto en cada canción como en el conjunto de la obra, se pretende contar demasiado en muy poco espacio.

Hay gotas de folk, de rock, de soul con múltiples influencias de músicos varios. Las palabras e imágenes surgen a borbotones en algunas letras muy extensas, preñadas de cuadros surrelistas, tomadas de los desheredados de la calle o de películas de una de las etapas más brillantes de la historia del cine.

Hay canciones desnudas como “Mary Queen of Arkansas” o “The Angel”, verdaderos pelotazos como “It´s hard to be a Saint in the City”, “Spirit on the Night” o “Growing up”, canciones intensas como “Lost in the Flood” y singles por los que otros hubieran matado como “For You” o “Does this Bus Stop an the 82nd Street?”.

El disco es muy bueno, conforma un fresco ágil y variado pero es errático. Bruce no ha encontrado su propia voz y el camino a seguir. Como ya describí, volverá a experimentar en su segundo disco hasta llegar a buen puerto en su tercer intento en 1975, el disco con el comenzará verdaderamente a ganarse sus galones.

El disco obtuvo buenas críticas pero pasó desapercibido; solamente vendió 20.000 copias.

Ante esta tesitura, acuciado por la responsabilidad y dudando por primera vez sobre el camino elegido en la vida, Bruce se lanza a hacer lo que más le gusta y reconforta, tocar rock and roll. Toca a diario, sobre todo en locales de la costa este, durmiendo cual vagabundo en furgonetas y hoteles de mala muerte. Actúa de telonero para bandas en boga como Eagles, Beach Boys o Jackson Browne. Hay dos recitales que le marcan especialmente. Uno para mal, en el que es ignorado e incluso abucheado por el adocenado público de Chicago, la principal banda de la noche –me pregunto qué pensará alguno de aquellos merluzos que a día de hoy probablemente tenga toda la discografía del Jefe-. Otro para bien, en el que se hace cargo de la guitarra en la banda de Chuck Berry, una experiencia inolvidable para él.

Gracias al boca a boca, la base de fans seguirá creciendo. Ante las críticas de la compañía, Apple, dueño de una fe inquebrantable –que ya veremos cómo le llevará por mal camino-, responde:

“Recordad esto: Bruce Springsteen no es un simple evento del rock. Es una religión”.

El tiempo le dará la razón.
Os dejo tres vídeos: “It´s hard to be a Saint in the City” de la gira de 1975, la versión ya más recargada y actual de la melodramática “Lost in the Flood” y sobre todo un incunable de 1972 en acústico, “Growing Up”. Los albores de una leyenda.







jueves, 14 de abril de 2011

Bancos


Aquél en el que te comenzaste a sentar con los amigos a los nueve años, aquél en que un lejano mes de Abril, preparamos el circuito de chapas más impresionante que se había visto en el pueblo, aquél en que besaste por primera vez a una chica, aquél en que aquel interminable fin de semana, no podías dejar de pensar en el desastroso control de matemáticas del viernes, aquél en el que nos emborrachamos por primera vez, aquél en el que tratabas de conseguir que alguien explicara, sin que se sospechara tu ignorancia, qué era realmente una paja, aquél en el que durante años, pensaste que en la vida todo saldría bien, aquél en el que un buen día te diste cuenta de cómo se te alteraba todo por dentro cuando veías pasar las voluptuosas chicas que poco tiempo atrás resultaban invisibles, aquél frente al cual iban pasando las periódicas temporadas de canicas, “hinque” o peonza, aquél en que un triste día nos pusimos a hablar o más bien discutir sobre política, aquél desde el que ahora ves jugar a tus hijos, aquél en que dejaste atrás la juventud, justo aquella tarde en que fuiste consciente de que las oportunidades se acababan y que nada garantizaba que la función iba a tener un final feliz, aquél en que defendimos con pasión nuestros discos favoritos, aquél en que pasamos tan buenos ratos y también cientos de horas muertas, aquél en que te sentaste satisfecho la luminosa tarde que aprendiste a montar en bicicleta, aquél frente al que pusiste el cepo con el que pocos minutos después, atrapaste un gordo pardal al que al principio miraste excitado y contento y pocos minutos después, apenado y arrepentido, aquél en el que una tarde de domingo, con un arrojo desconocido, decidiste apretarte fuerte a Ella, aquél en que un día no muy lejano, te sentarás con los ancianos colegas que aún anden por aquí, relatando dolores y recuerdos, justo antes de la marcha final.

lunes, 11 de abril de 2011

Media Maratón de Béjar, tal y como éramos


Anuncio de cambio de recorrido en la Media de Béjar. Es de lejos la media de asfalto más dura en que he participado. Por aquí no conozco ninguna que se le acerque. Después de estrenar el nuevo perfil, todavía no tengo claro si este nuevo recorrido es mejor o peor aunque casi me inclino por la segunda opción. Me parece aún más dura, sobre todo a nivel psicológico por el final. En el anterior sabías que, salvo por algún pequeño descansillo, hasta prácticamente el kilómetro 15, todo era cuesta arriba. A partir de ahí, excepto en la recta final se trataba de lidiar con un vertiginoso y alocado descenso.




Vamos con una somera descripción del recorrido actual. Mismo inicio. Dos kilómetros de recorrido urbano. Subidas y bajadas que si sales enchufado, ya te dejan suave. A partír de ahí se acomete un pronunciado descenso hasta prácticamente el kilómetro 9. A partir de ahí, os lo podéis imaginar. En mayor o menor medida, todo tira para arriba. Me encuentro bien. Esta semana había entrenado medio seriamente. Hasta el jueves me atreví, creo que por tercera vez e mi vida, con unas series en la Cuesta de Santiago -una subida de Ciudad Rodrigo muy pronunciada de alrededor de unos doscientos metros-. Apunte: este tipo de entrenamiento no puede ser bueno para la salud... Si parece que te va a estallar el pecho. En fin, ya se verá si seguimos con ello.

Volvemos a la carrera. He salido bastante adelante y volamos sin parar de bajar. Sin embargo, después de informarme en carrera a través de compañeros sobre el perfil de la prueba, dejo marchar unos cuantos atletas en vista de lo que pueda llegar. Bajamos hacia el río con una sensación cada vez de mayor calor. Pasamos junto al "Tranco del Diablo" un impresionante paraje donde el río circula encajonado entre grandes bloques de granito.

Como dije, llegados al "nueve" y con ya sensación de desgaste -bajar rápido también tritura-, topamos de frente con la realidad. Algún repecho anterior ya había avisado pero después de correr rápido, la sensación que te inunda al acometer ascensiones largas y duras, es la de que te quedas parado, que no andas nada. Lo bueno o lo malo es que le pasa a todo el mundo. Aquí hay que tirar de oficio y marcar el ritmo más adecuada sin salirte de punto y dejándote un pequeño margen bien para emergencias, bien para algún alarde. Nos da el aire de cara, molesta pero se agradece para evitar más damnificados de la cuenta por el calor.

Recorremos repechos muy duros de carreteras de montaña, ésos de mal firme que no parecen tanto y en los que te quedas clavado cuando entrenas en bici, pero subimos bien, nunca a más de cinco minutos. En el tramo más largo, descolgamos a los compañeros de grupo y me quedo con un crío -después me enteré que tenía 17 años-, que me lleva con el gancho puesto. Es el más fuerte pero en los ligeros descansillos, le comemos el terreno. Es todo fuerza pero gracias a la mejor técnica y mayor experiencia a las que nos agarramos otro atleta al que hemos alcanzado y yo, conseguimos no soltarnos.

En torno al kilómetro 14 hay alrededor de un kilómetro llano, rápido, ágil. Un placer correr en llano por buen asfalto. La alegría dura poco. Pasando por Navalmoral afrontamos una subida con grandes porcentajes donde hay que echarle coraje para mantener la estampa. LLegados arriba, acometemos un descenso donde me llevan al límite hasta la entrada a Béjar. Kilómetro final duro, durísimo. Aquí todavía paso a alguno pero el chavalín nos pone en nuestro sitio. Contento. 1:29. Puesto 23 - No os creáis, sólo acabaron 131, cada año está más claro que esta Media es sólo para valientes-. Como anécdota, quedé cuarto en mi categoría y me tragué enterita toda la santa entrega de premios porque el Ciego me dijo que daban premio a los cinco primeros -sólo era para tres-.

Balance final: si queréis probar o volver, ya sabéis lo que hay. Y en Béjar lo que hay son montañas, bonitas eso sí. Cada año aumenta la competencia de pruebas en esta distancia pero esta Media es diferente. Ahí reside su encanto.

El próximo sábado en Medina trataré de correr la Media a menos de 4 minutos el kilómetro. Creo que estoy de sobra para ello. Ayer sufrí pero me encontré bien y con chispa. Ya os contaré.

Hoy se me ha ido la mano con la crónica de la carrera. Ya sabéis que yo no soy muy "dao" a esto. Perdonad si hay alguna incorrección. Está escrita muy deprisa.

De música, no 21 kilómetros, sino "20 millas" de Deer Tick, una de las mejores canciones de 2010, rock arrastrado con elementos del folk, del country o del rock.

viernes, 8 de abril de 2011

De cabeza


Con cuatro días más como éste, me enfundo el neopreno, me coloco dos gorros y a estrenar el río.


"Down by the Water" de The Decemberists. "The King is Dead" es desde ya, uno de los mejores discos del año. Una banda que utiliza para nombrarse a un grupo de la nobleza rusa que ansiaba la limitación de los poderes del monarca mediante la importación de las ideas revolucionarias francesas, en la onda de nuestros afrancesados o los mentores de las Cortes de Cádiz, sólo me podía caer bien. Aquí con Gillian Welch.


Además otro "Down by the Water", éste de Santa PJ. Harvey. ¿Más de 15 años ya? ¡Cómo pasa el tiempo!




miércoles, 6 de abril de 2011

Horror en viñetas


El lunes por la tarde, tras salir de una charla de trabajo, me pasé por la Biblioteca de la Casa de las Conchas. Comencé a ojear "Vals con Bashir" de Ari Folman, una novela gráfica -aunque entiendo el concepto como adecuado para diferenciarlo de un tebeo o novela al uso, me sigue chirriando el término-. Me gustó desde la primera página, me senté y la leí entera. No os creáis, es pequeña. Trata sobre los recuerdos de un soldado israelí en la invasión del Líbano de 1982. Como cualquier buena película de cine bélico, la obra es una reflexión sobre el sinsentido y lo estúpido de cualquier guerra. El protagonista es el propio autor que trata de recordar su experiencia -inexplicablemente borrada de su memoria- y el papel que jugó el ejército israelí y él en concreto en las matanzas de los campamentos de refugiados palestinos de Sabra y Chatila a cargo de los falangistas cristianos libaneses.

Os dejo unas imágenes. Tanto el texto como los dibujos me parecen buenísimos. Escenas de gran fuerza enlazadas con acierto dentro de una brillante estructura, responsable de suspense o incluso estupor ante, no lo olvidemos,hechos reales. Sé que existe la película del mismo autor premiada en varios festivales, que veré uno de estos días.




Me preguntaba Alicia si la consideraba apropiada por su valor educativo para mostrársela a chavales. Lo he estado pensando y creo que sí, que tal vez no haya vehículo más apto para hacer llegar el mensaje que las viñetas del tebeo. Un alegato contra la guerra contundente y conciso. La última página del libro te noquea, pasas de los dibujos a unas imágenes reales, a las fotos sin texto de las mujeres, ancianos y niños masacrados aquel aciago día.


Como salió un par de veces en los comentarios del post anterior, os dejo la versión de Manel de "Common People", el clásico de Pulp, "La gent normal". Original y copia para que comparéis.


Estos días ando liado y no tengo tiempo para visitaros. Gracias por estar ahí.







"Vaya veinte minutos a un cementerio y verá que sus preocupaciones no desaparecen, desde luego, pero casi son superadas. Es mucho mejor que ir a un médico. Un paseo por el cementerio es una lección de sabiduría casi automática".

martes, 5 de abril de 2011

Fenómenos extraños


El hecho de que cada vez se vendan menos discos provoca extraños fenómenos, como que el disco más vendido en España durante una semana, sea el de Manel, banda catalana cantando en catalán, "10 miles per veure una bona armadura". ¿Por fin abandonamos prejuicios? De éste, sólo he escuchado un par de canciones, buenísimas, por cierto. El anterior disco ya era cosa fina. Me gusta la sonoridad del catalán al igual que me gustan muchas bandas y solistas que cantan en euskera.


Manel son buena gente, sencilla. Cuando los entrevistaron para EP3, el suplemento de "El País" con ínfulas de alternativo y que se queda en superficial panfleto de tendencias, al igual que hacen con todos los protagonistas de su portada, les querían vestir con ropa "moderniqui" de tienda "cool" y éstos se negaron. Sería pervertir su mensaje. No les hacen falta asesores de imagen. Gran música y grandes letras, partiendo de un folk debidamente alicatadado a su personalidad, retratan la épica de lo cotidiano. Os dejo la traducción de "Boomerang", un hermoso canto a la infancia perdida. "Al mar" es del primer disco y viene subtitulada.


¿Sabéis que si me dieran a elegir, siempre me hubiera gustado vivir en Gerona? Desde que conocí la Costa Brava, me quedé prendido. Otra razón es la cercanía de los Pirineos. Tal vez por eso la eligen tantos ciclistas profesionales para residir y entrenar... bueno, por eso y por otras cositas.


"Boomerang"

Llegó el tío con barba larga, los abuelos hacían comida especial y dijo “niños, estáis morenos”, y dijo “por lo menos, habéis crecido un palmo”. Ignasi y yo le escuchábamos mil aventuras de países lejanos y estaban bien, y distraían, pero era difícil sacarse de la cabeza hacer volar por encima del barrio aquel regalo extraño. Por fin abajo, nos situamos a una distancia prudencial de las señoras que se bronceaban y de los coches aparcados, estudiamos las corrientes del aire, nos secamos el sudor de las manos. Pero el boomerang se atascaba entre las ramas y no volvía nunca. Pero el boomerang reclamaba la pericia de un profesional. Y bajaron los otros con Vanessa –ay, Vanessa, ¿cómo le irá?-, comían pipas con arrogancia, se burlaban desde el banco, hasta que aburrido del espectáculo se acercó Xavi, que era mayor, “dejadme un tiro, retiraos, dejadme un tiro, hatajo de matados que esto es muñeca, que esto lo que quiere es un buen juego de brazo!”. Y, señores, tan bueno es insistir como saberse retirar y, no sé Ignasi, pero, en mi caso, puedo reconocer que me dolió ver en los ojos de Vanessa que la cosa se ponía interesante. Pero el boomerang se atascó entre las ramas y no volvió nunca. Pero el boomerang reclamaba la pericia de un profesional. Pero pasó hace tiempo, creo que era el julio en que se fundió Indurain y maldecimos al danés y a las rampas de Hautacam. Los años, en fin, nos han vuelto como hombres y, aunque nadie ha procreado, voy buscando alternativas, por si alguna vez se da el caso. Y en este mundo entre mis puntos fuertes nunca estarán los detalles pero me esforzaré y una cosa me abstendré de regalar, que la infancia será divertida, mágica, libre, de acuerdo, aceptado, pero no hay tanto tiempo que perder y, tarde o temprano, solo queda una verdad: El boomerang se atascaba entre las ramas y no volvía nunca. El boomerang reclamaba la pericia de un profesional.



lunes, 4 de abril de 2011

Un desierto sobre agua


El monasterio del Santo Desierto de San José de Batuecas data de 1599. Su origen es el modelo de los antiguos ermitaños del Monte Carmelo, anhelando la soledad, la pobreza y la vida contemplativa de los monjes del desierto de Egipto. También la arquitectura del monasterio siguió el mismo modelo antiguo: una Iglesia rodeada de ermitas.


Un desierto en medio de un vergel. Si os interesa pasar unos días de vida monacal, disponen de hospedería. Me lo estoy pensando. Para los que no lo sepan, se encuentra a los pies de El Portillo, un puerto de primera con unas curvas preciosas además de disponer de caminos para entreno montañero, aunque claro, no creo que les gustara que salieras cada mañana disfrazado de ciclista.
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De postre mi grupo religioso preferido, Low. Mormones para más señas, rock contenido pleno de espiritualidad. Este "La la la" es mucho mejor que el de Serrat y Massiel.