domingo, 25 de diciembre de 2016

Indispensable Séneca



"Si nuestro espíritu no siente ya más que desprecio por todo lo que nos pasa, sea bueno o malo; si se eleva por encima de las aprehensiones; si, en su avidez, deja de contemplar perspectivas ilimitadas y sabe abstenerse de buscar riquezas fuera de sí mismo; si deja de temer a los dioses y a los hombres, consciente de que poco hay que temer de los hombres y nada de los dioses; si desdeña todo lo que da esplendor a nuestra existencia y es a su vez su tormento; si consigue ver claramente que la muerte no es un mal en sí y que pone fin a múltiples desgracias; si se consagra a la excelencia y encuentra fácil cualquier camino que conduzca a ella; si en su condición de animal social y nacido para el bien de todos, considera el mundo entero como una sola y misma familia (...), entonces se ha liberado de las tempestades, ha puesto los pies en tierra firme y bajo un cielo azul. Sabe ya todo lo que es útil e indispensable saber (...), se ha retirado a su fortaleza"

sábado, 24 de diciembre de 2016

FELIZ NAVIDAD, FELIZ 2017


Como todos los años recuerdo, esta familia es muy de Navidad; sin matices, hoy que tanto se estilan. He aquí la postal de este año en la que por primera vez ha participado Abril, aunque lo que ella dibujó eran unos dinosaurios.

Elijo un villancico especial por las circunstancias en que se cantó. El "Noche de paz" ("Stille Nacht") que entonaron las tropas alemanas y contestaron las inglesas en las trincheras durante la Navidad de 1914, para jugar al día siguiente un partido de fútbol histórico. La Primera Guerra Mundial, una de las más terribles y devastadoras, es a la vez una de las más absurdas e injustificables. Ese maravilloso partido ponía de manifiesto de la forma más sencilla, contundente y valiente posible el gran trampantojo que unos cuantos criminales sinvergüenzas habían urdido desde sus lejanos y confortables despachos.

A lo que iba:

¡¡FELIZ NAVIDAD!!

¡¡FELIZ 2017!!


domingo, 18 de diciembre de 2016

PJ Ofelia


El descubrimiento la semana pasada de "Ofelia", el perturbador y hermoso cuadro de John Everett Millais, trazó un puente inevitable con  otra bella y oscura creación que en su tiempo me trajo de cabeza, el tercer disco de un artista de trayectoria irreprochable, cuya portada supongo guiño a la obra del autor romántico.



domingo, 11 de diciembre de 2016

¿Cómo una canción tan chunga es una de las mejores?




O cómo una canción de mensaje tan cutre, superficial y machista, simple exponente de otro tiempo por otra parte,  puede expresar casi el raspado del tiempo fluyendo o qué fue el vivir al recordar. Combinación de una  música y  forma de cantar extraordinarias, la voz del más grande cantante que parió esta raza. 

Hace unas semanas, mientras amanecía, escuchaba en el coche "Strangers in the night" y de verdad que por unos minutos me pareció la canción más hermosa del mundo. Y es que el amigo era tan bueno en lo suyo como mala gente. Por eso era el mejor.



viernes, 9 de diciembre de 2016

¡¡ÉL ES ESPARTACO!!


Era lo suyo, no ha lugar a sorpresa, porque Kirk no es cualquiera... ¡¡ÉL ES ESPARTACO!!

FELICIDADES por sus 100 años.

"Espartaco", esa cinta VHS a la que volvía una y otra vez de chaval, que hoy reviso al menos una vez al año. Aunque crea que las razones han cambiado, me engaño; siguen siendo las mismas, sigo siendo lo mismo. Y eso reconforta.

Enriquecedor viaje jazzístico de Bill Evans por la banda sonora de Alex North. 

jueves, 8 de diciembre de 2016

En el estreno de la temporada de la Scala



Desde Salamanca, claro, en una sala de los cines Van Dyck más concretamente, valiéndonos de esa gran idea que es la retransmisión de óperas en directo, una ventana a esa experiencia de arte total. El montaje original de "Madama Butterfly" de Puccini en 1904, que acabó como el rosario de la aurora, como tantos otros estrenos de obras maestras, por otra parte.

La semana pasada me desvirgué con Wagner, con "Tristán e Isolda", una fecha hace tiempo esperada. Entré en el cine a las cuatro y media y  salí casi las diez. Demasiado tiempo para mantener la atención debida a tal derroche de estímulos. Un dilatado pico emocional, el del acto segundo. Algo que en el coche parecía bello -cuando no sabía de qué hablaban- se elevó muchos grados hasta convertirse en, creo la  manifestación más  pura que pueda existir, con una comunión mágica de música y texto extraordinarios,   del amor romántico - emparentado con el Romanticismo como movimiento, no lo que comúnmente se entiende-, por encima de la realidad o la vida, más allá de la muerte.

martes, 6 de diciembre de 2016

Esa ciencia ficción para pensar


La vida no da para más. No cabe seguir restando horas de sueño para hacer todo eso que me apasiona cada día más, demasiados libros o estudio; ahora no tengo clara la frontera, lo que es simplemente maravilloso. Nace un propósito -uno más- el de al menos escribir algún párrafo, algún rápido apunte y replegarme, más que nada para que este blog, antaño tan ilusionante, no se me muera.

La semana pasada doble ración de cine de ese subgénero que algunos nos chifla y que nos ha regalado varias joyas indiscutibles, el de la de ciencia ficción con inquietudes entre existenciales y filosóficas. Ese que nos sirve para reflexionar, valiéndose del vértigo que produce nuestra relación con el espacio  o el tiempo, o a través del encuentro con el otro o lo otro, que nos sirve para intentar definir nuestra naturaleza, tirando siempre de ese componente algo irracional o inexplicable que atesora el ser humano. Nada que ver con "Marte" otra película que yo supuse del mismo palo y que no resultó más que una simple y vacía película de vaqueros en el espacio.

"Interstallar" de Nolan, siendo una buena película, y aunque me gustó más que la primera vez que la vi -la sesión de las 22:30 es una hora imposible para mí, dada su duración, mi edad y mis costumbres-, me parece que quiere más que puede, aunque hay que reconocer que quiere demasiado y se queda en mucho.

"La llegada" es una gran película, a la altura de las mejores. Detrás la misma pluma que en la magnética "Incendies", la del canadiense Denis Villeneuve, desde ya un gran autor, para contar con un tono y tensión impecables, lo pequeño y lo grande, mi vida y la vida. Como curiosidad, los recuerdos de la doctora con su hija es puro "El árbol de la vida" de Terrence Malick, otro autor profundo, lo que supongo será una forma de homenaje más que una referencia demasiado obvia.

Hace unos meses compartí en facebook la pieza del alemán Max Richter que abre y cierra la película y no obtuvo un triste "me gusta". Escuchándolo en la oscuridad del cine, con ese volumen y calidad, me parece aún más inexplicable.