viernes, 30 de diciembre de 2011

Que 2012 nos atalante


Hace unos días, Manuel me contaba sobre el verbo "atalantar"


"Yo se la he oído a Joaquín Araujo en la radio y así la define: "ATALANTAR es un término en peligro de extinción. Mantiene alguna vigencia sobre todo en Extremadura y en los medios más cercanos a la tierra. El significado que le damos, ya casi sólo los agricultores y pastores, viene a ser algo así como el máximo de hospitalidad. Atalantas cuando abres la puerta al que llega y le invitas a lo que tienes sin doblez ni mezquindad alguna." Pero encontrarás muchas más acepciones y significados como: tranquilizar, agradar, convenir, mimar, aliviar, curar, calentar, acurrucar, arreglar la casa... Y también en forma pronominal: prendarse, enamorarse... Así pues convengamos en que el 2012 NOS ATALANTE (nos mime, nos cure, nos alivie, nos abra la puerta sin mezquindad, se prende de nosotros...) A TODOS. Eso deseo y espero."
Desconocía estos significados. En una ocasión, en Valladolid, me dijeron que atalantarse venía a ser achisparse, emborracharse.  Lo busqué en el diccionario de la Academia y efectivamente se recogen tres acepciones:
1. Agradar, convenir
2. Prendarse, enamorarse.
3. Aturdir.
Dicho queda, un abrazo para todos y que 2012 nos ATALANTE.

Música, música.
Dudaba qué canción compartir. Podía haber elegido otra navideña, podía haber escogido una del “Sticky Fingers” de los Stones al que regresé estos días y al que no hago más que dar vuelta y vuelta en el coche pero al final dejo dos canciones de ésas que se te clavan, del que ya sabéis es uno de mis grupos importantes, The National.

Espacios cerrados, Romanticismo de Keats o Byron, el malditismo de Badelaure o Rimbaud, la elegancia del traje negro, la atracción de lo extraño. Dos canciones claustrofóbicas y sin embargo, llenas de esperanza. Justo cuando comenzaba 2011, era consciente de que algo no marchaba bien en mi vida. Un síntoma era alarmante, había perdido pasión por la música. La seguía escuchando pero algo se había esfumado por el camino. Desde que la descubrí con catorce años no me había pasado jamás. Cuando termina el año, sigues con tus problemas pero soy capaz de disfrutar de las cuatro cosas que me gustan con más lascivia que nunca. Cuando vi estos vídeos, cuando escucho las canciones, siento lo mismo que con veinte años cuando descubría a uno de esos grupos que usaban el lenguaje exacto para expresar lo que entonces no podías por falta de herramientas. Ahora tienes más bagaje y equipamiento para describir silencios, para explorar tu interior pero la música y las palabras de los libros siguen estando ahí para ayudar. Esas tormentas latentes, esos ocasionales relámpagos siguen pareciéndome un fenómeno sobrenatural, inexplicable y  maravilloso. “Terrible Love” y “About Today”. Una reciente, otra más antigua. Menos conocidas que alguna de sus hermanas. Habitaciones oscuras, corazones en el filo, el misterio de las miradas perdidas. 

A propósito, gracias por componer una canción con mi nombre.





martes, 27 de diciembre de 2011

2011 a la carrera

Me da pereza ordenarlas por meses. Tal y como subieron. Algunos de los instantes de 2011. Puede existir error en algún mes.


Mayo, dos momentos en los que me he sentido en verdadera forma este año, uno en Junio, otro en Noviembre. Pasaban las horas y parecía que no me cansaba. Media de Ciudad Rodrigo. El día anterior había corrido un trail en Portugal de 50 kms. Para mi sorpresa acabé entero en un tiempo decente, 1:29.


Marzo. La única verdadera retirada del año. Segunda etapa del Ultratrail de les Fonts. Aún no consigo explicarme qué pasó, ocho horas de coche, media nocturna demasiado rápida, problemas de estómago sin posibilidad de dormir en una tienda azotada por el viento. Teniendo en cuenta las circunstancias, imprudencia en el ritmo para acometer 55 kms de dura montaña. A los diez estaba vacío, muerto.Es el tópico de los tópicos pero esos días se aprende mucho más que cuando salen bien las cosas. De todas formas, una carrera bonita. Me resarcí en la tercera etapa.



Abril. Repasando mi año completo, para algunos tal vez sea difícil entender que uno de los momentos más duros del año fuera una simple media maratón de asfalto. Medina del Campo. Recorrido más duro de lo que parece durante una tarde de sábado demasiado calurosa. 1:27 sufriendo como un perro. Le ocurrió a mucha gente porque me metí bastante alante con un tiempo discreto.



Mayo, Aviaman. Bonito reto el que se inventaron estos gallegos. Un circuito en bici muy exigente para una carrera a pie perfecta.



Junio. Oro en los doscientos kilómetros de la Quebrantahuesos (7:49). Sin esperarlo, sin entrenarlo (1.300 kms), sin merecerlo y aún  así con la sensación de poder haberlo hecho mucho mejor.


Septiembre. Angliru, una pesadilla.


Septiembre. Duatlón Extrem Laviana. De las mías, dureza y poca gente. Organizaciones familiares. Teniendo en cuenta mi estado de forma, aprobado.

 


Diciembre. 100 kms. en pista de Barcelona. La guinda del pastel. No me fue mal pero me faltaba ese plus que he tenido un par de veces este año para sacar buena nota. Road to Esparta.

 


Septiembre. Maratón en Salamanca con Riki Abad. Acabé mal, muy mal. Sin estar preparado, decidí acompañarlo y creo que sufrí una deshidratación -en la foto estoy sujeto a mis compañeros porque si me suelto, me caigo-. De todas formas fue una gran experiencia compartir la mañana con el recordman mundial de maratones en días consecutivos -le resta algo más de un mes para los 500-. 

 


Octubre. Claro, varias jaramugadas a lo largo del año. La más exigente y de la que más orgulloso estoy, el "Desafío Elola". Plataforma-Refugio-Plataforma a la carrera. 1:41. Justo el momento en que me volvía a encontrar muy fuerte. Ya hay programada versión 2.0 para 2012.



Julio.El "cien millas" del año. Ehunmilak. Muy dura, muy especial. La segunda noche fue de las de sufrir de verdad en medio de la niebla, el agua y el barro pero empiezo a ser consciente de que me he convertido en un tipo duro o de que he perdido definitivamente el sentido común.

 


Noviembre. Oporto. Un sueño cumplido, bajar de 3 horas en maratón.


Enero. Primer maratón del año en Badajoz. 3:14 sin estar entrenado. Se vislumbraban posibilidades.

 


Agosto. Carreras cortas, jaramugadas, mala vida. Sobrevivimos para mantener la forma con dignidad y sobre todo nos lo pasamos muy bien.



Febrero. Sevilla, mi maratón favorito. Cita obligada -en 2012, Domingo de Carnaval, tampoco faltaré-. Correcto, 3:10.

 


Julio. Ultra Trail da Serra de Freita. Una de las carreras de montaña más bonitas que he corrido. Gracias Moutinho.

 

Agosto. Volvió la Travesía Mirriobrigense a la que este año añadimos unos kilómetros de carrera a pie para redondear. Un clásico.

 


Junio. Otra cita en rojo. La carrera de montaña más dura y bonita de España, la Travesera de Picos de Europa. A fe mía, fama bien merecida. Lo mejor de todo fue compartir con Óscar y Valentín  carrera. Entrar en meta de la mano de las hijas del Capitán Moncheta fue de lo mejor del año.

 


Octubre. Durante las tres medias de Octubre, me volví a sentir corredor, me volví a sentir rápido. Recordé qué era aquello de sufrir sonriendo.

La próxima semana objetivos 2012, ya sabéis, siempre el último año al estilo atalantiano.

"¡¡YO SOY ESPARTACO!!"

lunes, 26 de diciembre de 2011

Deseo de ser punk



Hace años vi en un cine de Salamanca “Las razones de mis amigos”. Me equivoqué. No era la película francesa que yo pretendía ver. En su lugar me encontré con una buena película española que contaba cómo el dinero enturbia las relaciones entre unos amigos inseparables. La película me pareció muy buena. Investigué y me enteré que estaba basada en un libro de una tal Belén Gopegui, “La conquista del aire”. Leí buenas referencias y me hice con su primera novela, “La escala de las mapas”. Era un libro complicado y arriesgado que mezclaba amor platónico y geografía. Algo sí tenía claro, Belén sabía escribir.

El viernes, antes de marchar a Barcelona, disfrutando de ese íntimo y barato placer que es haraganear en una librería, me encontré con “Deseo de ser punk”, su último libro. Lo compré y , entre esperas y viaje, lo leí el fin de semana.

Una novela muy diferente a la complejidad de su primera obra. Aquí realmente no escribe ella, escribe una chica de dieciséis años extremadamente sensible y desubicada por una serie acontecimientos que agudizan su percepción del mundo .

De fondo, la música. De fondo, el rock and roll. Martina quiere encontrar la actitud, quiere encontrar su música, ésa que falta en su vida, ésa que le enseñará como pelear a diario. “La música, la de verdad, no suena: te atraviesa el cuerpo de parte a parte”

Quiere encontrar la forma de comprender a un mundo que no entiende y en cuyo engranaje no quiere encajar. No ve más que víctimas a su alrededor, algunas de las cuales para siempre quedarán atrás en una suerte de selección, percibido por la mayoría como algo natural.

Busca la forma de rebelarse y decir basta. Para ello rastrea en los mensajes de las numerosas canciones que la rodean  durante el desarrollo de la novela.

Para cualquier enamorado  de la música como es un servidor y alguno de los que se pasan por aquí, leer este libro es un placer ya que se trata un canto de amor disfrazado y al mismo tiempo desmedido, a la música popular.

Además Belén se transmuta con naturalidad y llena las páginas de un cuaderno con el vocabulario limitado de una ingenua niña de dieciséis años para mostrarnos la trastienda de la pena o de las relaciones humanas. Retrato creíble, certero, tierno y emocionante de una vida con un cinturón de balas en la cintura que se resiste a dejar de ser vida.

“Creo que las canciones son una especie de bombas que explotan ordenadamente. Bombas a pequeña escala, como romper cosas pero no por frustración, no romper cualquier cosa y de cualquier manera, sino romper puertas cerradas que deberían estar abiertas, recuerdos que no merecen existir, días sin actitud”.

Os dejo la canción más importante del libro. Yo siempre digo y supongo que en alguna ocasión lo habré escrito en el blog, que si tuviera que explicarle a un extraterrestre qué es el rock and roll, usaría a los Stooges (Toda la vida diciendo “Estugues” hasta que un día escuché a Manrique decir “Estuyis”, que bien es cierto, queda mucho más molón).


sábado, 24 de diciembre de 2011

Feliz navidad


Sé que hay que echar pestes de la Navidad pero será que no estoy muy conectado a la tele y demás porque aún no me cansé.

A todos los que os pasáis por aquí,

¡¡FELIZ NAVIDAD!!

En estas fechas hay que estar con los que más sufren. Va por ellos. ¡¡ÁNIMO, IÑAKI!! Ya escampará.

Para ellos y para todos, un villancico bien gracioso y alegre. Manel, el cantante de Antonia Font, Quimi Portet...aunque el que mejor se lo pasa de todos es Albert Plá.



jueves, 22 de diciembre de 2011

¿"Oscar" para The National?


Esta semana se han anunciado las precandidadas al Oscar a la mejor canción. Para mí los premios en artes tienen escaso valor y este galardón, menos todavía. Pero ha sido una buena excusa para conocer otra canción de uno de los grupos más en forma del panorama actual, The National. La canción está expresamente compuesta a petición del director Tom Mc Carthy para su película "Win Win". Esta enorme canción fue inspirada por las imágenes de la aventura diaria de la gente corriente tratanto salir adelante. También os dejo una traducción "de esa manera". Además son canciones que hay que escuchar más de una vez.

"Think You Can Wait"
I was drifting, crying
I was looking for an island
I was slipping under
I'll pull the devil down with me one way or another
I'm out of my mind; think you can wait?
I'm way off the line; think you can wait?
We've been running a sleepless run
Been away from the baby way too long
We've been holding a good night gone
We've been losing our exits one by one
I'm out of my mind; think you can wait?
I'm way off the line; think you can wait?
Did I?
(all I have is all)
Think you can wait?
Did I?
(all I have is all)
Think you can wait?
What I'm thinking is simple
I'll sell apples and ice water at the temple
I won't make trouble
I'll pull the devil down with me one way or another
We've been running a sleepless run
Been away from the baby way too long
We've been holding a good night gone
We've been losing our exits one by one
Ill try.
I'll try, but I couldn't be better.
(all I have is all)
I'll try, but I couldn't be better.
(all I have is all)
I'll try, but I couldn't be better.
(all I have is all)´

)

Tertulia, "El Principito"


Hacía años que quería leerlo. Tenía vagos recuerdos de textos escuchados en la escuela, conocía la historia, múltiples referencias en los más variados ámbitos. Como suele ocurrir en estos casos, mis expectativas se vieron parcialmente defraudadas.

El libro me gusta, pero pienso que lo  hubiera disfrutado más unos años antes. Ese mensaje en el que se presenta el mundo de los adultos como sórdido y donde la mayor parte de la personas han perdido la inocencia, la ilusión,  facultades y capacidades de la infancia, la felicidad en definitiva, aún siendo para mí evidente, me parece tan gastado y tan escuchado prácticamente a diario, que me harta. Supongo que la influencia de este relato también tiene su parte de responsabilidad en la montaña de textos, libros, vídeos que te invitan, que te obligan a ser feliz. Si no eres feliz, es porque no quieres. Tremenda majadería a fe mía -próximo post sobre el tema-.

Imagino que conocéis la historia. "El Principito" abandona su pequeño planeta para viajar por otros y recalar finalmente en la Tierra donde conocerá al narrador, un aviador que trata de reparar su avión averiado en el desierto. A lo largo de su periplo conocerá una serie de personajes, para él incomprensibles y absurdos, que retratan y encarnan  taras o vicios del mundo de los adultos como la ambición de poder, la vanidad, la avaricia, la flaqueza de ánimo o el aislamiento del mundo y que fácilmente  pueden hacer caer en una vida vacía y sin sentido.
 
En la parte del libro que más me gusta se habla del tema más trillado de la historia, del amor o de la amistad pero de una forma muy hermosa y original. El culto a lo efímero y a la verdadera belleza que nunca es exterior  y sobre todo la forma tan pintoresca e inocente en que el  personaje del zorro describe el secreto de las relaciones humanas. Si "domesticas" a alguien lo conviertes en único e irremplazable, si creas lazos, serás feliz pero también serán fuente de responsabilidad y dolor. ¿Por qué "domesticar"?

No olvidemos que es un cuento. Me conquistó la carga poética del libro, la tristeza y melancolía tan naturales que desprende,  el misterio y la fantasía de un extraño mundo que por lo que he leído fue inspirado por las alucinaciones de Saint Exupéry cuando estuvo a punto de morir de sed en el desierto. No lo había identificado pero también leí que los baobás respresentan los problemas y la limpieza de los volcanes, la necesaria disciplina y constancia diaria. Son imágenes muy bellas y gráficas.

Fotografía de la vida. Tratado moral en el que se nos ofrecen unas pautas a seguir para intentar ser más felices en nuestra pequeños planetas independientes.

Saint Exupéry era un aviador de las fuerzas aéreas francesas además de escritor. Su avión fue derribado en 1944. Años después se descubrió su avión en el Meditarráneo. Como curiosidad os cuento que hace unos años leí un artículo en el que un as de la aviación alemana se atribuía el derribo del avión. Lo triste era conocer que el piloto de la Luftwaffe era lector y admirador de los libros de Exupéry. Sinsentidos del mayor sinsentido, la guerra.

Para el próximo día, 20 de Enero,  un relato que alguien recomendó como excelente y del que ya me quedé con las ganas , "Bartleby, el escribiente" de Mellville. Se descarga pinchando en el título.

Vale.

martes, 20 de diciembre de 2011

100 kms. en pista de Barcelona, la verdadera soledad del corredor de fondo



En su día no se le prestó mucha atención porque brilla bastante menos que algunas de las pruebas de más nombre o tradición  y aunque a alguno le sorprenderá, una de mis carreras que más aprecio es la Ultramaratona Atlántica. Me pareció una prueba muy dura y sobre todo creo que por su simpleza,  encarnaba la esencia del fondo. Correr sobre la arena, sin final a la vista, persiguiendo un horizonte que jamás se alcanza, puede representar esa carrera eterna que te planteas el día que te calzas unas zapatillas y que no concluirás hasta el día que marches definitivamente del jodido y maravilloso planeta tierra. Las 24 horas en pista de Barcelona es una prueba con lazos comunes con su hermana portuguesa. Correr en pista es correr sin meta, es correr hasta que no se pueda más, es correr hasta “morir”.



Al igual que me gusta conocer nuevos lugares, sobre todo parajes naturales –las ciudades cada vez me interesan menos-, cuando compito, busco nuevos retos o estímulos. Tenía un objetivo claro, quería la marca en los 100 kms, el pasaporte directo que se exige para participar en –esta sí que sí-, la carrera más dura del mundo, Spartathlon (246 kms en 36 horas) y por otro lado saber qué es correr ultrafondo en en una pista de atletismo. Por curriculum, ya entraría en el reto griego pero quería demostrarme a mí mismo que podía moverme, prácticamente sin descansar y con solvencia, en  cifras que hasta no hace mucho se me antojaban quiméricas. Yo sé que a día de hoy, siendo el atleta que soy, jamás puedo ni acercarme a completar la magnitud de ese imponente reto, que debo crecer como atleta una barbaridad; aunque por otro lado siento que tengo mucho margen de mejora y mucho que aprender. Además la carrera se desarrolla entre Atenas y Esparta y por lo menos tendría la oportunidad de conocer la capital espiritual de la civilización occidental, algo con lo que sueño desde dagalín, cuando ya leía las historias de griegos y romanos que siempre me han apasionado.

La carrera. Amaneció un día desapacible, frío y con mucho viento, con rachas que intimidaban. Durante la prueba hizo aire pero se soportó sin problema.

Cuando comencé a correr, no estaba muy motivado. Yo no iba a estar 24 horas en carrera y si todo iba bien, no esperaba ni llegar a las 12 horas para las que estaba inscrito. Esperaba llegar a los cien kilómetros bastante antes e irme a dormir al hotel que tenía al lado de las pistas. Sin embargo, me seguían pareciendo muchos kilómetros y mucho tiempo. Sales desconectado. No te notas bien pero simplemente es la falta de adrenalina. Corríamos por las tres calles exteriores (cuerda de 460 metros). Mi ingenuo propósito era ir contando las vueltas. No sé si llegué a cinco. Trato de llevar un ritmo medio, fácil, ligero, supongo que de algo más de cinco minutos el kilómetro. Intento deslizarme sin alardes, sin elevar demasiado ni piernas, ni brazos. Zancada corta. Nada que ver con un maratón al uso. Alcancé a Mark “El inglés” –finisher en dos ocasiones en Spartathlon-, que quizá junto a El Fali, son por derecho propio, las primeras figuras legendarias de este joven y extraño deporte que es el ultrofondo popular español. Estuve charlando con él y un compañero andaluz que le acompañaba hasta que tuve que parar a mear.



Con Mark, tan buen tipo como gran atleta. 189 kms. consiguió completar en 24 horas. Con eso os digo todo.

Lo peor de estas carreras es la falta de referencias. No llevo GPS, la pantalla con nuestros tiempos y distancias aún no está operativa, así que corro a ciegas, deseando que pase el tiempo para al menos llegar a una de las barreras, la primera y todavía tan lejana, el maratón, que esta vez no será el final, sino una simple y temprana escala. Pasé el maratón en 3:51 aproximadamente. A partir de ahí me planteo pequeñas fronteras, sólo con la idea de buscar estímulos ¿Cuánto tiempo puedo estar corriendo sin parar? ¿50,60,70,80 kms.?

Debido a la homologación de la Unión Internacional de Ultrafondistas, parece ser que hay bastantes más participantes que otros años, la mayoría de 24 horas. Es un espacio reducido lo que contribuye a que a lo largo de toda la jornada vivamos un ambiente animado durante la celebración de la prueba, con unos acompañantes y público entregados y también de mucho mérito. Además también se celebra una prueba de relevos y otra de seis horas. Sin embargo, a pesar de mi dilatada experiencia, creo que nunca he sentido “la soledad del corredor de fondo” como en esta prueba. No me importa no conocer a nadie en las carreras largas porque siempre acabo charlando con unos y otros. Aquí es diferente, cada uno lleva sus ritmos, sus estrategias, sus objetivos. Como contaba antes, después de charlar durante unas vueltas con Mark, ya no volveré a compartir experiencias y sobre todo aprender del maestro, hasta horas después. Josep comienza más rápido por lo que al principio tampoco charlamos demasiado. Después, cuando ya vayamos tostados,  coincidiremos más a menudo para animarnos mutuamente.


Con Josep, otro gran tipo, muy popular en el mundillo. Mi enhorabuena para él y para corredors.cat, organizadores de la prueba. Esta carrera tiene su miga y cumplieron a la perfección.

El ultrafondo en pista es monótono, lento,aburrido. En ningún momento he ido forzado o se me ha escuchado la respiración. De hecho, a veces iba cantando bajito mientras giraba. Durante todo el día han estado poniendo música, bastante buena por cierto y eso me ayudaba. A veces imaginaba mi interior, mi cabeza como la pantalla de un encefalograma plano. No pienses, adelante, siempre adelante. Con el paso de las horas, en esas circunstancias, cualquier cambio, cualquier estímulo, por simple que sea, se acoge con albricias. El inicio de las seis horas, los relevos o los cambios de sentido cada tres horas, te los tomas casi como una fiesta.

Así seguí hasta el Km. 70. 70 kilómetros sin parar de correr. Me gusta. Es algo así como muy bestia, sobre todo para la gente ajena al mundillo, para la “gente normal”. Me siento como un indio corriendo por el monte, aunque no sé muy bien por qué. Tampoco creo que haya muchos que se dedicaran a esto. Te dicen que estás loco porque no apalancas el culo en el sofá y decides que tu cuerpo, con cuarenta años, no sirve casi ni para subir cuatro pisos por la escalera sin jadear. Bien, un buen día, yo y mi cuerpo decidimos hacer todo aquello para lo que está diseñado y que con esta vida sedentaria y cómoda, se olvida por pereza y falta de adiestramiento. Buscar sus posibilidades Con los años vas preparando el cuerpo para poder hacer cosas como ésta sin que te parezca demasiado extraño o lo sientas como algo especialmente agresivo. El deporte popular te ofrece estas recompensas maravillosas e inexplicables. Eres un tipo del montón y te sientes casi tan feliz como el vencedor. ¿Y sabéis que es lo mejor de todo? Que está al alcance de cualquiera, sí, de cualquiera.

Continúo con el relatillo. Estoy cansado y fuerzo hasta llegar a la cifra redonda de los 70 que mencionaba. Tengo hambre y eso, hasta el más novato, sabe que es un error de pardillo. Detrás de esa sensación puede amenazar una terrible pájara o desfallecimiento. La noche ha llegado y con ella el frío. Cuando me paro, noto que estoy bastante peor de lo que pensaba. Se me va un poco la cabeza y noto el cuerpo y el estómago extraños. Me siento a comer unos trozos del pastel energético que me hice el jueves. Descansé en torno a diez minutos, no creo que más. Sentado, escuchando a Paulina Rubio o alguna mierda comercial sin alma, me digo a mí mismo que estoy molido, que sólo me quedan 30 kms para mi objetivo pero que ahora me parecen demasiados. Cuando me vuelvo a poner en marcha estoy fuera de carrera, me duelen las piernas y me cuesta volver a poner en marcha el motor. La parada me ha dejado el cuerpo descolocado, destemplado que se dice. A pesar de ponerme una camiseta de manga larga, no consigo calentarme por lo que tengo que abrigarme con una chaqueta que me proporciona un poquito de calor durante unas vueltas y me vuelve a poner en órbita.

A partir de ahí, piloto automático al ralentí y “palante”. Camino algunos metros cuando paro a comer algo pero no creo que en total, lleguen a cuatro las vueltas que haya podido hacer andando. Cuanto más hasta los cojones estoy, cuanto más miro la pantalla viendo cómo lentamente crece mi cantidad de kilómetros, más admiro a mis compañeros, a todos aquellos, que son la inmensa mayoría, que se quedarán corriendo y caminando durante toda la noche hasta las doce de la mañana del día siguiente. Me parecen de una dureza mental cual pedernal.

Por el ritmo que llevo, que tampoco es malo y lo que me resta, sé que no tendré problemas para conseguir la marca exigida en Esparta. Eso me anima. Sé que voy segundo en la clasificación de las doce horas, detrás de un “guiri” nórdico de nombre impronunciable que iba como una moto y que por lo que me cuenta Josep, se debe haber estrellado con todo el equipo. Para mí no es estímulo. En una carrera de montaña ni me lo plantearía, aquí, sí. Veo la torre de mi hotel, veo mi cama. 100 y me largo.

Cuando cambiamos por última vez de sentido no se registra la lectura de algunos corredores en la pantalla, entre los que por desgracia, me incluyo. Claro, yo estoy esperando a hacer los 100 para plegar así que el final se me hace mentalmente un poco cuesta arriba. Al final decido tirar casi hasta las 10:30 que son el límite espartano, por si acaso. Incluso cuando ya tenía pensado irme, comenzaron a servir macarrones. En un momento decidí cenar allí mismo, dando una vuelta más andando mientras me comía el plato, que es como finalizo mi periplo en esta prueba de locos. A propósito, como curiosidad os detallo el combustible que utilicé durante la prueba. Casi me comí entero el pastel que os decía (Gatosport), dos geles (creo que kms 50 y 80), un Red Bull en el 70 aproximadamente y ya sabéis, agua, gatorade, pasas, almendras, naranja, alguna barrita de cereales y creo que nada más. No tuve verdaderos problemas de estómago pero anduve cerca aunque cada vez tengo más claro que esos trastornos se solucionan entrenando y ahí, a mí me falta mucho. El cuerpo me quedó raro. De hecho, casi no pude dormir esa noche.

Al final 101,616 en 10:26.



Contento. Objetivo cumplido. Experiencia a la buchaca. También sé que no estoy en gran forma, que esas tres semanas parado antes de San Sebastián me quitaron ese plus que tuve en Junio y antes del Maratón de Oporto. Creo que lo puedo hacer mucho mejor y convertirme en un atleta de ultrafondo medio decente, eso sí, ya siempre fuera de una pista. Lo más importante es que me atrae crecer, me atrae el reto.

No suelo tener problemas de ampollas lo que es una gran suerte si tienes estas aficiones, pero el tartán es muy agresivo. Hay momentos en los que te arden las plantas. Lo sorprendente es que sólo tuve dolores y agujetas el domingo. El lunes, las piernas perfectas.

Se acabó 2011. Deportivamente ha sido casi, casi perfecto. La próxima semana escribo un “higlights”. Siento que soy mejor atleta, que he aprendido mucho, pero que me queda todavía mucho más por mejorar. No estaría mal acabar el año ganando un lomo en la última carrera del año, la San Silvestre de Navarredonda de Gredos.

De música podría poner muchas canciones que escuché ese día pero elijo la que decidí al comienzo, cuando el aire derribaba los tenderetes de la organización. Es “Hurricane” de su majestad Bob Dylan. Ya sabéis, la canción reivindicativa que compuso Dylan para denunciar la injustica del encarcelamiento de Rubin Carter, inocente condenado por asesinato. Por supuesto dedicada a nuestro amigo Furacán do Ribeiro.

“¡¡YO SOY ESPARTACO!!”

P.S . La tertulia de "El Principito" para el jueves.

sábado, 17 de diciembre de 2011

De casta le viene al galgo


¿Os resulta familiar la música? ¿La voz? ¿La cara? ¿El apellido?


Bonita, ¿eh?

Deber ser jodido tener por padre a uno de los intocables,  saber que ni por un instante te acercarás a su altura.


Las doce. A esta hora comienzo mis doce horas de pista. Alguien lo preguntó. Sí, sí, cambiamos de sentido cada tres horas. Para que no nos volvamos tontos, si es que se puede estar más. En 24 horas hay "muchos" participantes. En doce sólo estamos diez. Calles 7 y 8. Qué gracia. Voy a tener pesadillas con las líneas


"What Other Guy" (Adam Cohen)


I know what you look like in the morning
Your kisses are soft and warm
I can draw you with my eyes closed
See you with nothing on but the radio

I know how many years of French you took
Your favorite movies, your favorite books
I know what really gets you going… glowing

I know where you go with your beautiful friends
I know what you taste like when the night ends

I know the kind of thing that makes you laugh
The way you tilt your head for a photograph
What other guy knows you like that?

And I can name the first guy you ever kissed
I can name the perfume on your wrist
What other guy knows you like that?

Oh, Anne
Oh, Anne

I know what you want by what you're wearing
The kind of night you're preparing 

I know what your hands do when you're kissing
Your number one and number two favorite positions
I know how your skin glistens, listen
I know where you go with your beautiful friends
I know what you taste like when the night ends 


jueves, 15 de diciembre de 2011

Rastreando compromisos

Ya traté en su día de uno de los libros más famosos del año: "¡Indignaos!" que incluso dio pie a la creación de un atípico, disperso y naïf movimiento de futuro incierto. Ahora que Times acaba de elegir como figura del año al "manifestante", quizá gran parte de responsabilidad se le debe a los pequeños libros de Héssel.



No insisto sobre el autor. Ya sabéis, miembro del Resistencia francesa durante la ocupación nazi y uno de los ponentes en la redacción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Con el avanzar de su vida, a su preocupación innegociable por los derechos humanos se le unió la de la protección del medio ambiente.

"Indignaos" me decepcionó. Me parecía poca chicha y muchos lugares comunes para tanto repercusión. Quizá por no esperar gran cosa, éste me ha resultado más interesante aunque por otro lado, bastante simple. Los que deben estar contentos son

No hago post al uso porque no me apetece. Os dejo algunos fragmentos del libro escrito en forma de entrevista. 

"Resistencias contemporáneas (...)  serían rechazar la imposición del beneficio y del dinero, indignarse contra la coexistencia de una extrema pobreza y una riqueza prepotente"

"El verdadero progreso en  bienestar de un pueblo no viene dado por el crecimiento del PIB sino cuando se toma en consideración la educación, la protección de la salud, de su cultura e identidad propias."

"Para la evolución de los países pobres, es necesario protegerlos de las estrategias de la economía comercial mundial, así como establecer las bases de toda evolución: la escolarización, la alfabetización, la salud, la producción más cercana al suelo, es decir, la agricultura y la autosubsistencia, y, por ende, la protección de los recursos propios, frente al exceso de importaciones subvencionadas de los países ya ricos."

"Nuestro enriquecimiento tiene que ser esencialmente cultural, espiritual, ético, en vez de un enriquecimiento puramente cuantitativo que se traduce en un incremento de la energía utilizada, o del número de productos financieros que salen al mercado. Es preciso romper con este pensamiento productivista, basado en el "cada vez más".

"Me siento inclinado a afirmar que los cambios son siempre una obra de un 10 a un 20 por ciento de las personas, como mucho, que son las que se mueven realmente, y que los demás se limitan a seguirlas. Lo cual da prueba de cierto optimismo."

"No se puede tener una estrategia para la protección de la Tierra y otra para la lucha contra la pobreza y la injusticia, hay que adoptar una estrategia común que unifique ambos retos."

"No basta con resistir, es preciso crear".

"Un hombre sólo es un verdadero hombre si está realmente comprometido y se siente responsable."

Por alusión de esta última frase, el autor de este blog se define como persona pusilánime en este sentido y ciertamente poco combativa. Tranquilo. Más dotado para arrojar palabras escritas que adoquines. Gustos simples y básicos. Estoico de vocación o dicho menos finamente, que aguanta lo que le echen, se muestra intimidado frente a una palabra tan absorbente como COMPROMISO. Aunque periódicamente baraja hacer algo más y participar en asuntos públicos desde plataformas y siglas diseñadas para ello,  un escepticismo enfermizo frena su inicial entusiasmo. Probablemente, cuando tenga tiempo, todo quedará reducido a prestar servicios como ocasional voluntario.

De música, una canción y un vídeo perfecto para el post y para tiempos difíciles.  "Hard Times", la revisión de Gillian Welch de un clásico del Siglo XIX de Stephen Foster. El disco lo estoy descubriendo y está entrando suave y fácil, calando como lluvia fina en el desierto. Hoy leí un gran post de Txals sobre "The Harrow & The Harvest"

martes, 13 de diciembre de 2011

Han vuelto



Nuevo disco de uno de mis grupos fetiche, The Black Keys. Dan Auerbach y Patrick Carney publican "El camino". Ahora que el rock es un estilo marginal al que los grandes medios apenas prestan atención, ahora que ya sólo comulgamos entre sus surcos una cada vez menor minoría,  no por ello dejamos de disfrutar con la misma lascivia y deleite que antaño. Los efectos de las cargas de profundidad de un sonido que tantos sienten anquilosado y de mensaje desfasado, tal vez no lleguen tan lejos pero penetran con la misma intensidad.


Demos gracias a Dios por esos periódicos advenimientos como los de Jack White o esta extraña pareja. Lo curioso es que de pronto, el sonido más añejo que tantos francotiradores practican, con cuatro trucos de mago despierto, te convierte de la noche a la mañana en el más moderno del barrio.Imagino que por poco tiempo en un mundo empeñado en etiquetar caducidad con saña. Hoy el culto a lo efímero se llama tendencias.

The Black Keys es una banda que se conforma con poco para hacer discos redondos. Lo que importa son las canciones y qué transmites con tu actitud y  mensaje. Nunca creí que utilizaría un adjetivo tan corrompido y gastado aunque atempero con el verbo. Sí, parecen auténticos. Como los Jaramugos y Jumentos, que lucimos trazas de club bobo, romántico y de baja fidelidad. Códigos al alcance sólo de integristas. A veces tengo la impresión de que con esta explosión del deporte popular, se está perdiendo el norte. Todo es bastante más sencillo. Bastan unas zapatillas y correr calle arriba. Todo lo demás es cuento. Busquemos la esencia.

El single de adelanto, "Lonely Boy", es un melocotonazo de cuidado que ya asumo como himno propio.

Como siempre, los vídeos marca de la casa, de lo más "arrastrao" y cachondo. El baile y la interpretación de este fulano es de nota -sobre todo me gusta la cara de concentrado antes de que comiencen a cantar-. Además os dejo "Tighen Up" del anterior disco, también  muy bueno.

Después de esta loa, digo yo que habrá que ver qué tal les ha salido el disco.

Que ustedes lo disfruten.

Vale.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Acelerando entre montañas

A menos de una semana de los "cien", estoy más confiado. 82 kilómetros en cuatro días. Sigue siendo una miseria pero voy entero, confiado y sin noticias del gemelo. Piernas cansadas, sobre todo ayer tras haber enlazado veinte kilómetros urbanos la noche del sábado después de llegar de Gredos y volver a la carga el domingo por la mañana con veintitrés kilómetros duros sin aún haber recuperado. Podía haber sido un error, era caminar por el alambre y la cuerda se podía haber roto pero no saltaron las alarmas. Ahora sólo restan un par de rodajes de una hora y poquito más. Descansar cara a un reto extraño pero estimulante. Once in life. 

Unas fotos del Ruéu y de Gredos. Un puente bien aprovechado.


Vehículos históricos para una prueba ya con su pequeña historia. 


Los corredores. Chago y David fueron los valientes. Se animaron a la propina de la ascensión al Jálama. El resto, 
prudentes por nuestros males, nos conformamos con los exigentes 24 kilómetros de monte.


 Día de primavera en un recorrido precioso que gira alrededor del Jálama.


Este año no participó Curro haciendo de las suyas pero aún así tuvimos compañía canina durante varios kilómetros.


Y dirán que los Jaramugos no organizamos bien las cosas. Con el plano que le dibujó el Ciego a Bienve -sobre la barra de un bar, claro-, era imposible perderse.


Desde Oporto, ya abonado al estilo Kupricka.


Ironmanu y Popita, ciclistas aquejados del mal más jaramugo, los gemelos, nuestro tendón de Aquiles.

Al día siguiente Gredos con Philippe un amigo de Villasrubias que en su día subió al Mont Blanc y que quería conocer nuestras montañas. Yo había visto la laguna helada, pero siempre cubierta de nieve. Vivo espejo.


Con el Almanzor al fondo.



¿Sabéis dónde estamos? 


¡¡En un igloo!! Nunca había visto uno. Varios montañeros dormían allí. Más amplio que mi tienda; eso sí, más problemático entrar.



Así fue desde dagales y así será. Frente a agua helada, ha de haber, en este caso una valiente, que debe probar....por si acaso.


Con nuestro amigo Philippe. Le íbamos a enseñar español pero creo que más bien aprendimos francés.


A pesar de los roces, terminamos en buena armonía.



Tanta montaña, tanto frío, tanta lata, tanto "sufrir"... Un respiro, por favor. En el Parador de Gredos leyendo El Mundo -no te lo pierdas, esta gente sigue erre que erre con la conspiración 11M-


En poco más de dos semanas volveremos a Gredos. Repetiremos Noche Vieja en el Refugio Elola. Además, descubrimos una San Silvestre en Navarredonda de Gredos que se celebrará esa tarde con lo que haremos la jugada completa antes de la ascensión nocturna al circo. Lo mejor de la prueba es que se trata de un recorrido de cuatro kilómetros y medio, "puede que con nieve".

Canción. Sábado a las siete y media de la tarde. He llegado de Gredos. Estoy tirado en el sofá. Quiero correr entre hora y hora y media pero me tienta no mover el culo. Para luchar contra esa punzada, utilizo armamento pesado, utilizo esta píldora a toda hostia. Mano de santo, salgo como de los toriles. Hora y media. Eso sí, después  se suspendieron las cervezas previstas. Metallica versioneando el punk de Discharge. Una burrada o jumentada.