martes, 21 de enero de 2014

Mejores discos 2013 (IV)


Antes de visitar con calma los que para mí  fueron los seis mejores de 2013, comienzo con la retahíla de otros grandes discos del año: 

PHOSPHORESCENT: "MUCHACHO". Todos los que caímos a los pies de su anterior trabajo, "Here´s to taking it easy", torcimos el morro con las primeras escuchas de "Muchacho". No había razón, la cacharrería no esconde su alma, la de la frágil belleza que solo es capaz de fabricar Mathew Houck.

JOSH RITTER: "THE BEAST IN ITS TRACKS". En otros discos de Josh Ritter siempre destacaba alguna canción excelsa por encima de las demás. Aquí me ha resultado difícil elegir una. El amargo disco fruto de su ruptura matrimonial carece de altibajos, se ha de tomar de un trago.

BILLY BRAGG: "TOOTH AND NAIL". Tristemente serían tiempos propicios para Woody Guthrie o Pete Seeger. Vuelve el rock protesta de un inglés más viejo y sabio, igual de tocapelotas. Hoy más que nunca, su mensaje cobra sentido pero más allá de de la forma, dadle una oportunidad a un disco sencillo y redondo. En plena forma; para mí, uno de los grandes ignorados de las listas de fin de año.

SAVAGES: "SILENCE YOURSELF". Todo recuerda tanto a Siouxie... pero el disco, a pesar de su imperfección, vale. Lo que hay dentro no es más que, una vez más, la historia del rock: el inocente y puro debut de cuatro pipiolas vestidas de negro. Lo asocio al gran debut de las Elastica de Justin Frischmann en los noventa. Esperemos que la historia de algo de más de sí.

IRON AND WINE: "GHOST ON GHOST". ¿Dónde el cantante folk? ¿Qué fue de la Americana? A cada paso, a cada disco, Sam Beam enriquece su lenguaje con nuevos aires e influencias. El alarde tocando palos, en principio ajenos, para un disco precioso.

YO LA TENGO: "FADE". Aunque aprovecharon su fugaz momento de gloria, ya estaban antes de los días de vino y rosas de la Independencia en el fin de siglo. Cuando aquella burbuja llena de tanta basura explotó, ellos siguen aquí, contando lo mismo de siempre, igual o mejor que antes. Entrañables, grandes.

FOXYGEN: "WE ARE THE 21ST CENTURY AMBASSADORS OF PEACE AND MACIC". Estos tipos con pinta de atontaos parecen de otro tiempo, parecen de California. No, son de ahora y sí, son de California. Un disco riquísimo, lleno de matices y de todo lo que nos gustaba de los grandes discos clásicos. Olvidaos de todo lo que rodea este absurdo paseo por París y fijaos en las canciones; son tremendas. A seguir la pista, estos pueden llegar a crecer de verdad.    

3 comentarios:

Juanjo Mestre dijo...

Me encanta lo que dices del de Foxygen. Abrazo.

Coco dijo...

La introducción promete buenas nuevas. Sabes que comparto cualquier adjetivo para bien de Phosphorescent aunque después de su maravilla anterior... por supuesto, Josh Ritter e Iron and Wine, que estuvieron entre los míos (o casi), y Foxygen, a quienes hace poco pinchaba a un conocido mientras hablábamos de esas bandas que surgieron a principios de los ochenta hoy menospreciadas. Tienen algo especial, como si les hubiéramos escuchado mil veces.
Espero la lista de los elegidos.

Atalanta dijo...

JOhnny, ¿se llegarán a hacer famosos de verdad? Mimbres hay.

Coco, ¿pues sabes que Foxygen me recuerda a las baladas del disco homónimo de Primal Scream del 89, siempre infravalorado para mí? El podio no es de los tuyos: Nick Cave, North MIssissippi All Stars y Arctic Monkeys. Standstill, Guadalupe Plata y Julio de la Rosa. Los analizaré con calma. Me alegra verte por aquí. Escribe algo en el blog, agonía :)