viernes, 23 de mayo de 2014

Minimalismo Sacro


De los Nikis al Minimalismo Sacro; en fin, ya sabéis cómo va esto. De primeras, por lo que he leído, el uso de la etiqueta "Minimalismo sacro" es ciertamente bastante discutible, pero a mí me viene bien para presentar  en cuatro líneas a autores a los que llegué encadenada y casi inevitablemente. Primero fue John Tavener, al que conocí a través de un artículo publicado con motivo de su muerte en 2013 -la fama, esa forma de inmortalidad-; de él pasé a Henryk Gorecki, después  Arvo Pärt.  

El Minimalismo sin apellido fue una corriente vanguardista musical que se comienza a desarrollar en Estados Unidos durante los sesenta que solo conozco de oídas, que nunca he escuchado seriamente, con representantes como Steve Reich y Terri Riley.

  Tavener, Párt y Gorecki, aún con sus diferentes etapas, están influidos por el estilo. Si os interesa el tema y escucháis algo, sus notas o características se desprenderán rápidamente: simplicidad de armonías,  repetición hipnótica, en algunos casos reducción instrumental al mínimo, el uso de la voz, la influencia de la música antigua, la apariencia de sencillez, la austeridad o contar mucho con pocas notas, valiéndose del silencio incluso.

El calificativo de sacro viene de que todos eran cristianos convencidos, Gorecky católico, Tavener y Arvo Pärt ortodoxos. De ascendencia mística, a veces se sirven de textos religiosos.

Emocional, parece una música dirigida a lo más hondo, a nuestro mismo centro. La percepción de la música es algo muy personal, y aunque a veces resulta complicado abstraerse y dejarse inundar por un sonido que no lo pone fácil, si el momento es propicio, se recibe casi como sanador, como portador de una extraña paz.

Yo siempre ando investigando pero sin duda uno de los desubrimientos del año, puede que de mi vida.

9 comentarios:

Phaeton dijo...

Échale un ojo, o mejor un oído a Messiaen, que tambien era muy catoliquísimo. Yo no era muy partidario hasta que tuve la oportunidad de escuchar en Zamora el Cuarteto para el final de los tiempos y después en Oporto "Et exspecto resurrectionem mortuorum"

Por cierto que estas cosas en directo siempre resultan mucho mejor.

Atalanta dijo...

Sabes que tomo nota. A cuenta del hilo del otro día, ¿hace una vuelta por nuestra amada Lisboa este fin de semana? ¿Creéis que habrá algún guiri despistado que se haya encontrado con todo el movidón sin preverlo? :)

CiegoSabino dijo...

Una delicia para estos tiempos acelerados que corren.

CiegoSabino dijo...

Pobres lisboetas no saben la que se les viene encima. Esa parsimonia, esa tranquilidad y "silencio" que cada vez es menor. Por mucho que estén "ensayados" en el puente de la Inmaculada Constitución y otros similares.

Phaeton dijo...

A ver, que Lisboa es un sitio tranquilo pero también hay fúrbol, y los lisboetas no son menos futboleros que los matritenses. Hace bien poco ganó la liga el Benfica y montaron un buen follón. Por cierto que he hecho muchas cosas en Lisboa pero un de las que me faltan es ir a un partido, al otro campo claro, Alvalade, a ver al Sporting, el equipo de la gente distinguida.

Phaeton dijo...

Igual esto te interesa.

http://www.rtve.es/alacarta/audios/musica-y-significado/musica-significado-tercera-sinfonia-gorecki-17-06-12/1439486/

CiegoSabino dijo...

Si no lo digo por el fútbol ni su posterior celebración-resaca, lo digo por la avalancha de españoles, no sólo madrileños, dos días enteros inundando las calles con sus voces, como en esos puentes masivos, en los que no hay fútbol y por la calle no se oye más que españoles, no necesariamente dando voces, pero sí hablando o diciendo paridas con este tono tan nuestro muy parecido a las voces.

Atalanta dijo...

Ya me extrañaba a mí tanto comentario...

CiegoSabino dijo...

El fúrbol, no, mejor dicho, Lisboa.

De todos modos la mitad sí se refieren al asunto musical, no está mal.