miércoles, 1 de julio de 2015

Evasión o victoria en Kiev




Acabo de terminar un par de libros a los que dedicaré los dos próximos artículos del blog. Antes, un apunte sobre un curioso episodio que aparece en uno de ellos, el que supongo germen de "Evasión o victoria", la película de John Huston.

En el verano de 1942 los alemanes que ocupan Ucrania, organizan unos partidos de fútbol entre equipos de los países del Este invadidos. Pronto destaca el FC Start, formado por los restos del Dynamo de Kiev. Se organiza un partido entre éste y el equipo de la Luftwaffe.

Nada más comenzar, un jugador alemán fractura la pierna de un ucraniano, con lo que deberán jugar el resto del partido con diez. Sin embargo, tras adelantarse los alemanes, los de Kiev empatan y se llegan adelantar con la consiguiente euforia del público. Durante el descanso, el general Ebherdardt, superintendente de Kiev, baja al vestuario para ordenarles que pierdan bajo pena de muerte, amenaza que es escuchada en silencio por los jugadores. que, sin ponerse de acuerdo, deciden jugar en serio hasta ganar por 5 a 1.

Tres días después se organiza otro partido de revancha muy publicitado en el que se refuerza el equipo alemán con jugadores profesionales y se despliegan tropas SS alrededor. Los alemanes vuelven a adelantarse, pero acaban perdiendo 5-3. Tras la victoria, el público, exultante, invade el campo mientras los alemanes disparan algún tiro. En la confusión, tres jugadores ucranianos desparecen entre la multitud, sobreviendo finalmente a la guerra. El resto serán ejecutados, cuatro ante el siniestramente famosa fosa de Babi Yar, de la que ya os contaré algo más dentro de poco.

Lo menos cinematográfico de toda la historia es creerse al Rocky de portero.


2 comentarios:

Juanjo Mestre dijo...

Tengo un buen recuerdo de aquella peli, por lo que no me disgustaría leerlos. Un abrazo, my friend.

Atalanta dijo...

Hola, Johnny, esta historia apenas ocupa un par de páginas. Escribí la referencia porque todo me pareció realmente de película, algo increible. Ahora mismo voy a publicar el post sobre el primero de los libros, que tiene algo que ver pero no mucho con esta terrible "anécdota". Abrazo.