domingo, 28 de enero de 2018

Benjaminiano


Aunque solo he leído un libro de Walter Benjamin, en los últimos tiempos me sale al paso continuamente. Aquí unas palabras de Miguel Ángel Hernández-Navarro relativas al famoso texto de Benjamin sobre  el Ángel de la historia que ya pasó por el blog, sobre la historia no como cosa del pasado sino como tiempo activo, como cuestión política para transformar el pasado, cambiarlo, actuar sobre él y así poder cambiar las cosas.

"En la célebre imagen del Ángel de la historia de la tesis IX, el ángel que ve las pilas de escombros de la catástrofe del progreso, quisiera deternerse, pero el viento de la historia lo lleva hacia delante. El historiador ve lo mismo que ve el ángel, ve el verdadero rostro de la historia que es la producción de víctimas, olvidos y ruinas. Pero entonces actúa la recordación, que hace las veces de Mesías. La recordación sí que puede deternerse. La recordación frena momentáneamente el tiempo. Y al traer lo olvidado al presente, al activar las promesas, revive a los muertos y repara su sufrimiento. El historiador tiene la tarea de hacer lo que el ángel de la historia no hace: ir más allá de la simple visión de la catástrofe. Actuar. Creer que ese viento que nos empuja hacia delante puede ser parado y detenido. Esa es la función de la interrupción para Benjamin. La recordación como detención del tiempo y salvación de la historia."

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