lunes, 20 de junio de 2011

Oro en Quebrantahuesos



Cuando un kilómetro después del inicio del descenso del Portalet, era incapaz de controlar la bici, cuando después de muchos esfuerzos conseguí detenerla y frenar los bandazos de la rueda delantera evitando la que ya veía como segura caída, cuando durante varios kilómetros tuve que sujetar fuerte a Suzanne, bajando entre a quince y veinte por hora, no hacía más que lamentarme en voz alta: “¡Qué pena, Qué pena… voy a perder el oro por un jodido problema técnico! A punto de conseguirlo y lo voy a perder en el último instante por la diferencia de un tubular. La historia de mi vida”. Después del tristre mantra, de rogar finalizar cuanto antes el descenso y que parara el vendaval, llegué a una especie estado de resignación en el que me respondía que de todas formas estaba fenomenal, que ya lo hubiera firmado en la salida, que tenía que reconocer que no había trabajado para conseguir esa meta, que en ningún momento se me había pasado por la cabeza, que no me la merecía. Casi todos los que me acompañaban esta mañana llevaban entrenado meses, pasando penalidades sobre la bicicleta para conseguir su meta personal. Yo no. Aunque fuera en el último instante y a traición, era una suerte de justicia poética.

Bien, la mayoría ya sabéis que en esta ocasión no se cumplió el agorero designio y hubo final feliz. Conseguí el oro con 7:49 minutos y una media de algo más de 26 Km/hora.

Película de la marcha. Con el “cuenta” averiado, sin pulsaciones, sin cadencia, marcho ciego, sólo por sensaciones. Mi única referencia era un reloj que marcaba exactamente las 11:46 cuando cruzaba la alfombra de salida, muchos minutos después de los primeros. A pesar de levantarnos a las 5:30, debido al atasco para aparcar, hemos llegado a la salida justo en el instante en que lanzaban el cohete que marca el inicio de la prueba –os podéis hacer una idea de la acumulación que suponen 8.500 ciclistas de la QH y 3.000 de la Treparriscos-.



Phaeton, la noche anterior cuando ya estaba tirado en la cama, me enseñó un perfil con los tiempos de paso por los puntos clave que había marcado un ciclista que había conseguido 8:01 en alguna edición anterior. Sin pensarlo mucho, los memoricé y fue el guión que manejé durante toda la prueba: cima de Somport, 2:02, Cima de Marie Blanque, 3:45, inicio de Portalet, 4:34, cumbre de Portalet, 6:29. Siempre fui por detrás de sus tiempos hasta la cima del Portalet que yo hice mucho más rápido.

En cuanto salimos, Chuchi que en su decimotercera participación busca el oro y Phaeton, que pretendía rebajar su tiempo de 7:17 del pasado año, salen como balas. Yo ni me lo planteo. No estoy acostumbrado a montar en bici en grupo y menos con tanta gente. No voy rápido pero estoy tenso, incómodo, con malas sensaciones, con miedo a caerme. Me pasan por todos lados. En ocasiones me llego a quedar solo, que asombrará a cualquiera que conozca el percal.

Cuando encaramos las primeras rampas de Somport, me voy encontrando mejor, más cómodo. Empiezo a marcar un ritmo uniforme y no paro de adelantar corredores. Comienzo un descenso casi continuo hasta la base de Marie Blanque. A pesar de que el lado francés está nublado y amenaza lluvia, no me pongo chubasquero. Abajo ha llovido y hace frío; Me gusta, sé que me desgastará menos que el calor. A pesar de que tras una hora de descenso, llego a Marie Blanque con los dientes castañeando, estoy de suerte. Este frío molesta pero en unos kilómetros de ascensión se me pasará.

La ascensión de Marie Blanque siempre se me ha hecho corta y este año también. El meollo está en los cuatro últimos kilómetros con pendientes medias entre 10 y 13 %. Son unos de los minutos más hermosos de la prueba. Una vez al año, el exiguo asfalto de una estrecha carretera entre bosques, se presenta completamente tapizado por cientos de ciclistas. Levantas la mirada y sólo hay espaldas y cascos, piernas y ruedas. Nada más. Nadie habla. Un silencio en el que únicamente se escuchan los saltos de coronas y la respiración entrecortada de alguien que marcha fuera de punto. Es entonces cuando eres consciente de por qué montas en bicicleta.

LLego a la cima de Marie Blanque entero y con ganas de más. Buena señal. Primeras esperanzas de no sólo llegar sino de hacerlo bien aunque esa misma sensación tuve hace un par de años para después soportar una pájara antológica en las rampas de Portalet.

Tras cargar botes y comida en el avituallamiento, enfilamos hacia Larousse con un bendito aire de culo. La ascensión a Portalet fue lo mejor del día. Como los anteriores puertos, comencé prudente, pero me fui animando y aceleré progresivamente hasta la cima. Gran recuerdo del puerto más bonito. He pasado cientos de ciclistas con cada vez más confianza y facilidad. A poco más de un kilómetro del final alcanzo a Chuchi que tiene dolores en la rodilla. Le rebaso y le digo que ya me cogerá bajando. Sabemos que estamos cerca de conseguirlo.

Sin embargo, cuando comienzo a bajar me ocurre el episodio que relataba al principio del post. En todos los descensos me adelantan muchos pero en éste me sobrepasa un ejército. Tras acabar las rampas más pronunciadas, comienzan las curvas, y aunque sin confianza, puedo volver a coger velocidad.

Los dos kilómetros del pestiño de Hoz (pendiente media del 11%), los paso animado y encaramos los últimos veinte kilómetros hasta meta en medio de un terrible viento racheado de costado. Me integro en un grupo de alrededor de cuarenta unidades aunque me cuesta colocarme, siempre a cola. No quiero mirar el reloj para calcular si conseguiré bajar de las 8 horas o las 7:55 que es la frontera del oro. Inexplicablemente se paran. No vamos lo rápido que deberíamos. En un arrebato paso a todo el grupo y me pongo a tirar contra el viento, llegando a mis límites. Me ayudan otros tres compañeros y vamos alcanzando unidades. Poco después veo Sabiñánigo y constato que no hay que dar ninguna vuelta extraña, entramos directos. En línea de meta es cuando miro el reloj. “¡¡AHÍ VA, LO CONSEGUÍ!!”

Al entrar en meta pensé en soltarme de manos y hacer el gesto que siempre hago al acabar carreras, golpeándome con los puños la cabeza pero el vendaval y el peligro del resto de corredores me hicieron desistir. Sólo os diré que por unos segundos me emocioné, algo que también me ocurrió en la cima del Portalet, cuando atraviesas el pasillo de gente animando que te lleva al final de las casi dos horas de ascensión.

Algo que me ha dejado muy satisfecho es que he terminado muy entero, muy fresco, listo para correr. Ni asomo de problemas de estómago. Comí exactamente dos geles Power Bar, una barra energética Nutrisport, dos barras normales Hacendado, dos higos y medio sándwich de jamón york con queso. Sé que hubiera podido correr una media rápida, ¿Un maratón lento? Vuelven los sueños IM.

Toda la representación mirobrigense consiguió el oro. Chuchi consiguió el objetivo que tantos años llevaba buscando con 7:49 –me adelantó por unos segundos pero no lo vi-, Phaeton clavó su mismo tiempo del año pasado con 7:17- se conoce que la bici nueva corre lo mismo- y Miguel se marcó un tiempazo de 6:50 que está lejos de su marca personal pero teniendo en cuenta los problemas médicos de este año, hay que valorar en su justa medida.

Alguno podría pensar que después del subidón, ahora tengo menos ganas de entrenar que nunca dado que “el entrenamiento está sobrevalorado”. Pues no, me ocurre todo lo contrario.

Escribiré otro post sobre todo lo que rodea esta maravillosa prueba desde tantos puntos de vista que publicaré en Demonfit en unos días. Ya os avisaré.

Después de la carrera no encontraba a Phaeton y Chuchi. No tenía móvil porque el día antes me había metido en el río de Villasrubias con él. Me fui a esperarlos al coche. Recliné el asiento, abrí el techo. Frente a mí las montañas, arriba el cielo, acariciado por un delicioso aire fresco, simplemente me sentía bien, no sé, sin alardes. Era perfecto. No sé si era feliz pero estaba contento. Radio 3 estaba retransmitiendo el Festival del Día de la Música desde Madrid. Primero Sam Amidon, recuperador de antiguas canciones folk, después Anna Calvi en la onda de PJ Harvey. A ella ya la conocía pero me parecieron buenísimos los dos. Tal vez fue la predisposición.

“¡¡YO SOY ESPARTACO!!”




33 comentarios:

Unknown dijo...

Nombre del judío rico: Goldman!!

Crónica digna del gallego!!! Lo tengo claro, han sido las barritas del Mercadona ¿a que las has pillado debajo de mi casa? :))

1abrazo crack!!

Furacán dijo...

Enhorabuena crack!

davidiego dijo...

oe, oe, oe!!
enhorabuena!!!!!

popi: mándame barracas de esas!!!

Javi dijo...

Enhorabuena máquina!

El crusti dijo...

Buah! Sin palabras
A sus pies

Santi

Dani dijo...

No me ves, pero te estoy haciendo una reverencia

chelis valle gallego dijo...

Impresionante.
Vaya crack que estás hecho.
No hay quien pueda contigo.
Muchas felicidades y disfruta de ese "sufrido" y merecido oro.
Enhorabuena por ser de moral inquebrantable y por supuesto por lo conseguido

Acolumna dijo...

¡¡¡¡¡¡ Pero bueno,estuvimos hablando ayer y no nos dijiste qué habías sido campeón....Bueno ,bueno esa modestia tuya de los grandes hombres...No me ves pero te estamos haciendo la ola...¡¡¡Campeón enhorabuena¡¡¡¡!!!!

Pablo Cabeza dijo...

Me ha encantado el post.Me gustaria hacer algun dia la "Quebranta" y tan solo me echa un poco para atras la masificacion.

Bravo por poder con ello!!

Elage dijo...

Enhorabuena campeón, estás que te sales.

Abrazos.

CiegoSabino dijo...

¿No ves cómo era cosina de na?. jajajaj

Javier dijo...

Te ha causado una gran alegría el resultado obtenido de forma inesperada, pero creo que sí podías haber aspirado a lo que has conseguido.
El fondo lo tenías y las piernas para la bici también. Ya lo demostraste en la vuelta del Portillo, cuando subiste el repecho de Serradilla al final de la larga jornada.
Hay que arreglar esa rueda, no se puede ser tan jaramugo en ese aspecto.

Atalanta dijo...

Popi, gracias, hombre, las de chocolate, ésas son las ricas, ricas...

Furacán, gracias. No vi a tu colega y anduve pendiente.

David, gracias. Tienes que probar algún año.

Javi, gracias.

Santi, que no es para tanto, que por ahí hay mucho máquina de verdad.

DAni, si hubiera tenido el traje, hubiera sido un buen escenario para el estreno. Gracias, dagal.

Chelis, ya sabes que en esto influye mucho el coco y yo ahora estoy confiado. Oye, ¿nos vemos el viernes en Picos?

Pilar, no te creas que los primeros sí que van como motos aunque para eso hay que nacer. Gracias y bienvenida.

Pablo, gracias. Ya sabes que yo no soy de aglomeraciones pero esta carrera es especial. Una vez en la vida. Merece la pena. Apúntate. Seguro que no te decepciona.

Eduardo, gracias. Lo que yo digo es que no sé la razón por la que ando más que antes.

Ciego, tanto, tanto... y luego ná. Eso pensaba yo después de la primera vez para estrellarme una año después.

Plato, lo de aquel día me sorprendió porque apenas llevaba 800 kms. Me faltaba casi un mes para QH y me propuse llegar a 3.000. Después de aquel día estuve tres semanas sin tocar la bici y sin hacer nada de deporte -sólo la Media de Cuatro Calzadas-. Imaginé que se había evaporado mi escasa forma. A una semana monté cinco días seguidos y voilá. No es la rueda, no sé qué le pasa a la bici.

Dieselryder dijo...

Felicidades, me alegro mucho por tu éxito

Javier dijo...

En la bicicleta vieja tengo un problema similar: si la bici se lanza, no puedo soltarme de manos porque empieza a vibrar. En la mía es debido a el tubo de la dirección está desviado hacia un lado y a que ésta tiene también un poco de holgura.

jrisuenoma@telefonica.net dijo...

Como dice Plato53, y creo que lo comenté en el foro, el día que hicimos la vuelta del Portillo y los Lobos, yo te ví muy bien, creo que como nunca antes. Lo que pasa es que con esas "espantás" del entrenamiento que te pegas me habías descolocado un poco, pero vamos que tres semanas antes yo tenía clarísimo que el oro lo tenías más que seguro

Phaeton dijo...

Me he liao con lo del usuario, pero vamos que soy yo

Xocas dijo...

Estás hecho un fenómeno, ¡enhorabuena! Eso sí, lo tuyo tiene truco, ¿cuántos kms a pie llevas esta temporada? Si son pocos no contestes que me hundes la moral :-D

CiegoSabino dijo...

Que no Xocas, que tampoco lleva tantos (creo), lo que pasa es que no quiere decirnos lo que desayuna (digo yo que será alguna pastilla de algún color que los demás no tenemos a nuestro alcance, jajajaja).

Col dijo...

El subidón en meta tuvo que ser de campeonato, eres un Phenomenon.
Sigue igual.

Michel dijo...

Enhorabuena, me alegro que hayas disfrutado y además hayas obtenido esa fenomenal marca.

Aunque fíjate esto me parece más humanoy asequible, lo digo desde aqui, desde la silla, pero las burradas que haces a pie, maratones playeros, de montaña, ultratrail, esas si que me parecen una pasada.

Un abrazo.

MAE dijo...

Espartaco se te ha quedado corto jejejeje, eres la leche, un crack auténtico, olé, olé, olé y requeteolé.

Si Espartaco puediera se parecería a ti jijiji

Besicos fuertes ¡¡¡CAMPEÓN, ENHORABUENA!!!!

Atalanta dijo...

Unai, muchas gracias, este fin de semana marcho a tu terreno. A Picos de Europa, unas de mis montañas preferidas.

Plato, pues no lo sé. Le llegué a cambiar la dirección. Sólo ocurre en rampas rectas muy pronunciadas donde entra el aire, en ésas en las que te puedes poner a cerca de 90 por hora.

Phaeton, pero aquel día yo fui el primer sorprendido porque no había entrenado apenas. Me encontraba bien a pata e imagino que hay transferencia. Acabé muy contento y con ganas de entrenar. Después me tiré tres semanas leyendo, sin hacer un kilómetro de ninguna manera. Tampoco tenía nada largo e imaginé que doscientos kms. tan duros se me iban a hacer larguísimos.

Xocas, mis kms. son públicos. Están en la columna de la izquierda. De bicicleta llegué con 1244 y sin un entreno largo, más que uno de 166 llanos que casi fue el primer día de entreno serio. En carrera tengo 629, más de carreras que de entrenos. 3 maratones, un ultra, 3 medias, ya casi lo tienes todo. Yo sí notaba que me encontraba bien aunque no sé por qué. Acabé entero y sé que lo puedo hacer más rápido.

Ciego, será la cerveza sin alcohol y que ya no salgo por las noches. Hay algo que tengo muy claro. Conozco a mi cuerpo como nunca antes y sé cuando puede hacer o no hacer algo y sé cuando le viene bien descansar.

Col, coronar cada "col" es un buen chute. Gracias.

MIchel, no te creas, de fábrica mi cuerpo está más hecho para correr y sobre todo para subir cuestas corriendo. La bici me hace sufrir mucho, me consume. También sé que tengo mucho margen de mejora. Y muchas gracias.

Mae, muchas gracias. De verdad. Me alegra verte por aquí.

Mildolores dijo...

¿¡Tu eres Espartaco!?
Tu lo que eres es un tio muy grande que hace cosas muy grandes y que le quedan post muy grandes, como a mi.

Y muy interesantes, y muy envidiables y muy llenos de grandes experiencias y muy...(no como a mi)

Felicidades ;)

(Este año parece que no coincidimos en ninguna)

...como las amapolas dijo...

enhorabuena!!! no nada comola satisfacción por algo conseguido y bien hecho.... saludos

DavidP dijo...

Enhorabuena por el oro y el carrerón. Tiempo más que decente para una prueba de este tipo, máxime teniendo en cuenta que el viernes que viene estarás en Picos para "meterte entre pecho y espalda" la Travesera (¿o me equivoco...?), que no es precisamente poco de pavo.

Buen mes el que vas a cerrar, si señor.

Mucha suerte en Picos y ya nos contarás a los que nos hemos quedado con las ganas este año, jeje.

Descansa, recupera y pásalo bien.

Saludos

DavidP

DavidP dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
yonhey dijo...

Menudo monstruo, enhorabuena.

Javier dijo...

¿Te atrapó Vida y destino en esas tres semanas de lectura sin deporte?

Atalanta dijo...

Mildo, no tanto, no tanto. Con tus posts -uno de mis blogs favoritos-, me tengo que poner al día que hace tiempo que casi no tengo tiempo para nada. Al final en Tristar no va a ser. Se conoce que la inscripción de gorra tenía plazo. Animaos a la concentración Demon en Gredos que tiene muy buena pinta.

Pilar, muchas gracias. Es exactamente esa sensación la que buscamos tan a menudo.Me alegra verte por aquí.

David, muchas gracias. Efectivamente, Travesera. Palabras mayores. Bien sabes tú. Estoy con cierto canguelo pero con ganas, la mejor predisposición. Si hace buen tiempo, compartiré unas buenas fotos.

Yonhey, muchas gracias!

Plato, qué va lo tengo ahí pendiente, poquito a poco. Voy rematando los cinco libros que tengo empezados. Estaba en una de esas semanas que te apetece leer de todo.

Oriol Sellent dijo...

Muy buena la crònica, te dan ganas de meterte en un fregao de esos !!!
De los puertos que comentas solo he subido el Marie Blanque aunque hace unos 18 años i en bici de motaña i alforgas (35k de lastre)... me parece que tardamos 1h en hacer lo últimos 4km que comentas, menudo pajaron cogimos...
Enhorabuena !!!!

Si te lo tengo que explicar... dijo...

Enhorabuena Tron. ¿El entreno está sobrevalorado? Jejeje... Jaramugo hasta el final!!!

Atalanta dijo...

Cargol, muchas gracias. Estás a tiempo de apuntarte. Todo es decidirlo y ponerse a tono en unos meses. Esa ascensión a MB sí que es de nota.

Manu, ya te he dicho que ando bien. Como un día me ponga serio... :)