Asuntos laborales me tienen muy liado estas semanas. Me ha salido algo en principio temporal, en Las Hurdes. A cuenta de ello he de compaginar y tres días a la semana tengo que trabajar once horas además de hora y media de coche. Por ahora bien, con ilusión. Es duro pero aún me queda fuerza para correr media horita y estoy a punto de estrenar una tarde de éstas el río de Pinofranqueado con una sorprendente longitud para hacerse unos buenos largos. Será que esto de la buena forma física te sirve para aguantar de todo.
Desde hace años tengo asumido que a excepción de junio y septiembre, el verano es la estación del año que menos me gusta. LLevo bien trabajar más que nunca cuando la mayoría de la gente está de vacaciones.
Me gusta la zona y no me importaría bajarme a la Extremadura definitivamente. Azabal es un pueblecito rodeado de montañas, lleno de pistas y carreteras ideales para entrenar. Cada vez tengo más claro que llevo peor lo de las grandes ciudades aunque quién sabe qué nos deparará el futuro.
Os dejo los cálidos sonidos de un alquimista extremeño. Una canción y un vídeo muy veraniegos. Gecko Turner.
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3 comentarios:
Hombre Abel, que no vives en New York, Ciudad Rodrigo, gran ciudad no es precisamente, y mira que a mi me gusta.
El padre de Susana es de Casares, las Hurdes son un paraiso, y con lugares que a ti te gustarán un montón para entrenar.
Nosotros unos días por la playa, descansando y entrenando.
Un abrazo, dagal.
Pinta muy bién. Vamos a tener que alquilarles una habitaciòn a los Mussos, porque cada vez me gusta más la zona. Ya me contarás còmo va la cosa.
Michel, hey mamón, disfruta del descanso. NO hombre, Miróbriga no es grande pero por ejemplo Salamanca a veces se me hace demasiado ruidosa. Sabe Dios, como algún día me toque irme a Madrid o algo así, no sé cómo lo llevaré.
Manu, yo ya estoy acogido en su casa. Ya veremos. Tal vez sea para poco tiempo. Depende de muchas cosas.
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