Después de casi un mes de pertinaz catarro que me ha hecho funcionar en piloto automático en la vida diaria y que me obligó a renunciar al Maratón de Servilla, hace una semana volví a la vereda arrastrándome el primer día y poco a poco recuperando sensaciones. Solo han sido cuatro días para 69 kilómetros pero lo bueno de conocer el percal, es que tras encadenar apenas tres sesiones, parece que ya transcurrieron siglos desde el brasero por prescipción, desde el pañuelo y el Frenadol.
Para que veáis lo duro que es esto. Se nota que Manu está pasando las de Caín
Lo mejor de todo el final, el sábado. Tras una dura semana, por fin un bonito día de invierno, de sol y frío para algo más de treinta kilómetros. Madrugón para demasiados kilómetros a demasiado ritmo pero conseguí lo que buscaba: un buena paliza en buena compañía -un sorprendente José nos puso firmes-, de la que todavía arrastro, agradecido, secuelas. Ya repetiremos.
Tres días más y el trabajo está hecho para la dura prueba que se avecina. Allí solo cabrá ponerse bruto.
5 comentarios:
Mejor plan que el mío sí que fue. Ya se ve que lo pasasteis mal. A poco que acompañe el día el sábado que viene me toca.
Bien Abel, no todo va a ser estudiar :)
Ya sabes lo que te vas a encontrar, jeje…así que, como bien dices, a ponerse bruto y cabezón.
Disfruta de la zona, de la sierra, de los amaneceres, Dos!... y de la necesaria compañía. Suerte!
De la lista de abajo me apunto los Mumford & Sons.
146km y 5400m de desnivel acumulado. ¿Estamos locos o qué?
Ciego, mucha caña, demasiada para mí pero me vino bien. En el camino. Ya he visto que pasaste las de Caín en la Media. No sé que pasa este año con los catarros que vienen más recios de lo habitual.
ASís, voy acojonado, nervioso y con muchas ganas. Al fin y al cabo eso no es malo porque lo acompaña mucha ilusión. El domingo os cuento. Mucho premio para Mumford & Sons. El disco es chulo, no sé si aguantará muchas escuchas.
Nacho, ja, ja.... el domingo te cuento.
Y bien, ¿sigues vivo?
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