viernes, 12 de julio de 2013

"Vida y destino" o el Siglo XX


Hace más de un año dejé este libro justo a la mitad. Me gustaba tanto y me parecía tan triste unirlo a la etapa más complicada de mi vida que decidí aparcarlo hasta que escampara, si eso era posible. Cuando comencé a caminar sobre esa  luz que descubrí en un interior que creía agostado, volví a él. Hace unos días acabé sus mil cien páginas.

Cuando yo comencé a leer el libro, mi día a día era un discurrir enredado en una maraña difícil de explicar, difícil de entender para mí mismo; años atrapado,  transitando caminos equivocados sin encararme a mí mismo y tratar de poner remedio. Probablemente las peores trampas son las que nos creamos nosotros mismos y las que peor salida tienen.

Los personajes de la novela deben enfrentarse no solo a pamplinas íntimas o a las circunstancias de la vida común  que probablemente intuimos más complicada de lo que realmente es. Ellos  sí se enfrentan a lo peor, se enfrentan a la guerra, a la peor de todas las guerras.

Utilizando la Batalla de Stalingrado como eje sobre el que bascula la obra, Grossman coloca el foco en una familia rusa separada y maltratada por su nefasto destino.

El gran tema de la novela es la LIBERTAD. El individuo frente al Estado todopoderoso en su doble vertiente: la que representa un Fascismo perverso por esencia y la de un Régimen Comunista, que aún teniendo un germen legítimo, deviene en hermano gemelo. Hay una frase muy buena de Hölderlin: "Siempre que el hombre ha querido hacer del Estado su cielo, lo ha convertido en un infierno". Algo así ocurrió en Rusia. Leí "Archipiélago Gulag" de Solzhenitsyn hace muchos años, tal vez demasiado joven, y rememoré ese extraño sacrificio de muchos de los rusos más valiosos, esos que habían consagrado su vida entera,  toda sus energías, a luchar por el bien común; su estupor incapaces de comprender cómo el Partido, su partido, el Estado, su Estado los marcaba, apartaba y eliminaba. 

En cada página puedes encontrar una apunte certero, detectar la lucidez del elegido para diagnosticar o describir los sentimientos humanos más básicos y reconocibles. Lo mejor de todo es que esa claridad y sencillez en el lenguaje utilizado. 

Si tuviera que explicarle a alguien qué fue el Siglo XX, le diría que leyera "Vida y destino" uno de los mejores libros que he leído en mi vida.

2 comentarios:

Moti dijo...

Que lo leo en cuanto tenga tiempo, palabrita.

Atalanta dijo...

Moti, ya sabes que si lo quieres, no tienes más que pedirlo. Me da que te gustará aunque al principio no te enteras con toda la gente que sale.