Circo de Gredos

Mal tiempo el miércoles por la mañana. Antes de bajar a la laguna, una buena ventisca y mucho frío.

El Ciego Sabino sobre la laguna congelada

Ésta para Miss Take.

Por la tarde nos dio tiempo a darnos una vuelta. Aquí se ve la laguna al fondo.

Una pena el mal tiempo porque la foto desde aquí es muy buena

Pasamos allí la noche alrededor de cincuenta personas. Complicado lo de hacerse un hueco para secar las botas y ropa cerca de las dos "eficaces" estufas. En las habitaciones se duerme a pelo.

Escobilla del váter montañera

De todos es sabido que el montañero de manual es un ser especial. De estética bohemia y fumador de petas convencido. En el refugio tenían libros pero sinceramente no creo que alguien sea capaz de matar el rato con "El principio federativo" de Proudhon. Tal vez haya que beberse una botella de Coto previamente. Muy rico pero evidentemente a precio de oro. Las viandas se suben en caballo. Por allí había mucho veterano en esta clase de nocheviejas y subían como si aquello fuera un botellón. Para otro año.

Las uvas este año fueron gominolas y pistachos. El menú previo alubias y lomo.

Las campanadas. Aquí hay gente mucho más chalada que los triatletas. Todo un mundo éste de los montañeros. A propósito, no sabía que también ésta era una actividad fértil para la figura del entrenador personal.

El jueves sí nos salió un día excepcional. Aquí El Almanzor y Los Tres Hermanitos. Con sol, sin aire. Es entonces cuando te encuentras esos momentos que buscas cuando decides marchar a la montaña. Aunque suene a manual de autoayuda, instantes que reconfortan el espíritu.

Al fondo la pirámide del Almanzor. Decidimos dar un paseo pero te pones, te pones.

Para arriba, para arriba, en camiseta, sudando a chorros. Me quedé justo a unos metros de la portilla. Al final me resbalaba continuamente. Incluso hubo un momento que creí que no paraba, me acojoné y vuelta para abajo. Como se supone que sólo íbamos a dar un paseo había dejado los crampones en el refugio. Nunca había intentado subirlo en invierno. Ya tengo decidido ir para allá el primer fin de semana que se anuncie buen tiempo.

La vuelta. Bien machacaditos y con un hambre del demonio.

Una curiosidad. ¿Por qué a la gente le gusta tanto digujar ésto? El motivo más utilizado en los puertos franceses del Tour junto con los puntos de mira etarras y últimamente las jeringuillas.

"Ten cuidado con lo que deseas porque podrías conseguirlo"