viernes, 1 de julio de 2011

"The Rising" (2002)

Vuelvo con la "serie springstiniana" que tengo hace semanas abandonada. Todavía faltan unos cuantos.

A pesar de la colaboración puntual de alguno de sus miembros en discos anteriores, la E Street Band como tal, no vuelve a entrar a grabar con el jefe desde "Born in the USA" (1984) hasta las sesiones de "The Rising" en 2002.

Después de experiencias distintas, unas fallidas ("Human Touch"), otras magníficas ("The ghost of Tom Joad") Bruce vuelve a su sonido más clásico, el del rock musculoso, "americano", el de la épica y el himno de los chicos sensibles, el que arrastró masas años atrás.

Sin embargo, contará con nueva matrona en el paritorio. Se trata de Brendan O´Brien, uno de los productores más reputados de la escena mundial con una nómina de clientes que quitael hipo: Dylan, Neil Young, Pearl Jam o Rage against the Machine. Él convencerá a Bruce para el uso de secciones de viento, cuerda o grupo coral.

Sobre el disco planea la sombra de los atentados del 11 de Septiembre. Es evidente que todos los norteamericanos sintieron espiritualmente las consecuencias de ese día espeluznante. Era tiempo de que sus líderes, sus símbolos tomaran partido. Varias de las canciones fueron compuestas sometido a la influencia de sus efectos y hasta canciones anteriores como "City of Ruins", sobre el abandono de su amada ciudad Asbury Park, se adaptaron a la nueva interpretación.

Analiza las consecuencias, las secuelas, la vida "después de", la vida "sin" de los afectados directamente por el horror y se pone en la piel de los suicidas en lo que yo entiendo como una estrategia arriesgada durante aquellos delicados días, en los que la intolerancia y la afán de venganza campaban a sus anchas por los "States". En uno de los momentos más flojos del disco, "Worlds Apart" aboga por el entendimiento y el "buen rollo", valiéndose de la colaboración de un grupo coral paquistaní; experimento que para mí, nunca llega a funcionar.

EScribe sobre el miedo y la esperanza. En momentos convulsos, Springsteen se convierte en un baluarte ("Bruce, te necesitamos" le grita un fan en New Jersey) y compone un himno en la onda del "We shall overcome" de su admirado Pete Seeger, que años después tocará en la toma de posesión de Obama con un sentido muy distinto.

Aunque tuvo gran éxito de crítica y publico, recuerdo que cuando lo escuché por primera vez, el disco no me convenció. Meses después, con el tiempo, reconozco que lo he escuchado cientos de veces. Aunque no hay ninguna joya de las de verdad, alguno de esos diez clásicos incuestionables que atesora la obra del Boss, es un una obra que me proporciona energía limpia cuando la necesito. Es un disco vital, sin dobleces, honesto y eso a veces, ya es mucho.

Como curiosidad os contaré que en la gira estrenó "American Skin (41 shots)" -sobre el asesinato de un chico negro desarmado por la policía de Nueva York con 41 tiros a quemarropa- y que su concierto en la ciudad fue boicoteado por la misma.

En Barcelona, creo que en el Palau Sant Jordi, disfrutamos de una concierto mágico -según las propias palabra del Bruce- que después se convertiría en "Live in Barcelona". Nando Cruz, al terminar, escribía: "Se acaba el concierto y no importa que no haya taxi, que llueva, que la cama esté fría, que mañana tenga que madrugar. Sus canciones no han hecho sentir bien. Nos han salvado. Para eso sirve la música. Para eso sirve Bruce Springsteen".





1 comentario:

Brucencatalà dijo...

Buena crítica, solo estoy en desacuerdo en un punto, Worlds Apart es en mi opinion una de las mejores del disco (donde como muy bien dices joyas no hay), tanto por el mensaje como por lo musical (diferente), aunque eso si la version en directo le da mil vueltas a la original. Eso si, el concierto del St.Jordi, inolvidable...
Te dejo un enlace a mi blog, es en catalan ...pero carai tampoco es tan dificil de entender...
Saludos !!!http://brucencatala.blogspot.com/search/label/The%20rising