No soy oyente habitual ni de música clásica ni del rock más duro. Sí ocasional. A Jordi Savall lo conocí a través de Phaeton. Erudito de gran prestigio en el ambiente musical, se trata de un músico e investigador de músicas de periodos antiguos. Actividad incansable que aúna estudio, conferencias o conciertos que nunca serán trabajo sino pasión.
Su última obra se centra en el acervo musical armenio. "Esprit d´Arménie" es un disco verdaderamente delicioso, excelso. Os dejo una recopilación de varios fragmentos.
Hablando de Armenia, recordé al grupo de Serj Tankian y Daron Malakian, System of a Down, grupo californiano con orígen armenio. Unido a otras bandas de aquel desnortado "chandal rock" cuyo sonido ha envejecido tan malamente y que fue incapaz de parir algún disco realmente memorable. Estoy hablando de Korn, Fear Factoy, Linkin Park, Limp Bizkit, etc. Sin embargo, "Toxicity" de System of a Down sigue siendo un disco fresco y potente. Como en tiempos hicieron Sepultura en su "Roots", tratando de acercarse a la música de su Brasil natal, también los armenios fueron permeables a influencias autóctonas. De mensaje contundente, entre las continuas y previsibles denuncias de los males endémicos de nuestra sociedad, no podía faltar ese gran olvidado de la humanidad, el genocidio de más de un millón de almas armenias a principios de siglo XX.
Vale.
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