La mejor película de 2012.
El magistral retrato de un amor fuera de los focos que no interesa. Ser anciano es ese tiempo en el que todo está mediatizado por el deterioro físico, donde la ley natural es la fragilidad de la existencia transformada en cuenta atrás para el temible final o, peor aún, para el definitivo fuera de juego en una sociedad que aparta displicente. Una edad en que la pregunta: "¿Cómo estás?" se convierte en amenaza, en que la respuesta viene a ser un parte de guerra. Una edad en la que toca volver atrás y ante la fealdad del presente, devorar en arrebatos viejos álbumes de fotos para recordar que esta misma vida también fue hermosa, que aunque ahora, en la antesala de la puerta de salida, reine el plazo, en tiempos también nos pareció infinita. Y esa vida fue más vida porque fue junto a ti.
Y ahora al amor se le une la culpabilidad del que cree no hacer lo suficiente. Y la culpabilidad del que solo cree ser un lastre inmerecido para el que ama. Y el miedo. Y la incomprensión. Y la paciencia. Y la ira.
Un gran autor cuenta mejor porque conoce su oficio y sabe manejar las herramientas . Como es usual, cada plano de Haneke está impregnado de una fuerza y poesía singulares, obra del dueño de una sensibilidad especial.
Hacer buen cine es retratar la vida a través de un puñado de escenas. Y Haneke nos dice que la vida es algo que sucede o en el que algo está a punto de suceder. Para ello le bastan una cabeza de ojos abiertos sobre la almohada de madrugada , una paloma, un encadenado de paisajes, el silencio.
Y esta obra y este texto vuelve a remitir a ese maravilloso párrrafo de "Carta a D. Historia de una amor" sobre el amor del filósofo André Gorz a Dorine que hace tiempo pasó por aquí, y que curiosamente se acabó en la misma ciudad, París.
“Acabas de cumplir ochenta y dos años. Has encogido seis centímetros, no pesas más de cuarenta y cinco kilos y sigues siendo bella, elegante y deseable. Hace cincuenta y ocho años que vivimos juntos y te amo más que nunca. De nuevo siento en mi pecho un vacío devorador que sólo colma el calor de tu cuerpo abrazado al mío”.
La mejor película de 2012
7 comentarios:
No conozco de nada al Haneke este, pero hace poco he leído algo sobre él. Quizá te interese saber que además de cine también se dedica a la dirección escénica de ópera.
http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/blogdepecho/2013/01/14/haneke-y-la-musica.html
Una obra maestra absoluta del quizá mejor director de cine en activo. "Amor" se une en su belleza y poética exactitud a "Código desconocido", "Caché" y "La cinta blanca". Casi diría que a la altura de Hitchcock, tan alto es el vuelo de Haneke y su excepcional puesta en escena. Me alegro de que destaques esta película.
Saludos.
Y qué par de actores, se me olvidaba, Atalanta.
Más saludos.
cree usted acaso que debería escribirle a Monique?,, perdone si le asalto con estas cuestiones, ando perdido, compréndame. Abrazo!
Phaeton, yo tampoco sabía. Me enteré en una entrevista que le leí hace poco. Por lo visto, sus montajes también son ligeritos. Ahora se entiende el papel de la música en alguna de sus películas.
Gonzalo, pues usted en cuatro líneas lo ha dejado bien clarito. Pocas veces se puede decir. Coincido: obra maestra que perdurará.
Joder, Ned, que me he perdido... que yo ya estoy muy desconectado y ya no me entero :)
Qué poco y a la vez cuanto para conseguir una peli hermosa y emocionante.
Un piso, un par de actores y una historia real, casi todo lo demás son intangibles: sensibilidad, conocimiento, poesía, oficio y un largo etcétera. Yo la disfruté.
Rafa, el verdadero talento no necesita pasta, se abre camino. Por mucho palo que se le dé, la cultura seguirá adelante, siempre habrá tipos con ganas de contar... y de vez en cuando, algún figura como el austriaco.
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