Anotación marginal antes de entrar en materia. Nunca había presenciado una campaña promocional de un libro tan intensa y extensa. Lo que me sorprende es que habiendo respaldado el libro con tantas perras, Mondadori no cuidara más el formato y portada del libro que simplemente me parecen espantosos.
Al lío. Es el tercer libro de Cercas que leo. Me lo regalaron en mi cumpleaños aunque antes o después, me hubiera hecho con él. A veces ocurre: discos, películas o libros que sin referencia previa te sorprenden y te preguntas: ¿de dónde coño ha salido esto? "Soldados de Salamina" fue uno de esos latigazos. Un libro magistral, una película a la altura. "La velocidad de la luz" no era redondo pero también tenía sus momentos, sobre todo esa tremenda acumulación de razones para explicar la amargura.
Los que tengan una edad recordarán unos personajes que hace tiempo desaparecieron de nuestras pantallas y periódicos. Eran delincuentes de poca monta, arrastraíllos de suburbio de gran ciudad pero que llevaban tras de sí la fama, la de verdad, la del futbolista o el rockero. La instantánea de los medios de comunicación y la más perdurable, el aura que les proporcionaron películas fetiche de aquellos años como "Perros callejeros" inspirada en las aventuras de tipos como El Vaquilla. Es curioso que tanta gente persiga la fama y tantos famosos renieguen de ella. Más parece condena que fortuna. Es uno de los temas de los que trata el libro.
1978, Gerona. Mientras España aprende a vivir en libertad, el Zarco, uno de esos adolescentes pendencieros e indomables que el tratamiento mediático convertirá en míticos, tira su vida a la basura, tal vez no por iniciativa propia sino empujado por lo que se espera de un personaje creado por los demás. De telón de fondo omnipresente la droga, especialmente la heroína que causó estragos en ese generación algo mayor a la mía.
La historia está contada a través de las entrevistas que realiza un escritor encargado por una editorial para contar la vida del Zarco. El libro de Cercas también cuenta su historia, fundamentalmente a través de los ojos de Cañas, "El Gafitas", un chaval de clase media que compartió de forma accidental amor y atracos en su juventud y que durante los últimos años se ocupó de su asistencia jurídica.
Sobre esa relación y la de Cañas con Tere, también miembro de la banda, bascula el libro que se estructura en dos partes. Los primeros años y el nuevo encuentro de los "amigos" veinte años después, ya separados por el cristal del locutorio de una cárcel.
Francamente, la primera parte me decepcionó. La evolución de la historia me parecía de manual sin que nada me sacara del guion de lo que yo entendía debía ser una banda de principios de los ochenta al uso, con personajes y situaciones demasiado previsibles. Además echaba de menos las cargas de profundidad de la marca "Cercas", esos párrafos que te hacen pensar, donde se demuestra lo especial de un tipo con talento para presentarte el mundo y cómo lo percibimos, de una forma sorprendente, que siempre invita a pensar. Ya digo, todo transcurría con el aprobado justo hasta que comienza la segunda parte, hasta que cambia el escenario y el tiempo, hasta que los personajes no son los mismos porque el tiempo los ha barrido.
Ahí se demuestra la maestría de Cercas desde varios puntos de vista: en el modo de manejar una estructura muy cuidada que potencia la intriga en una historia que va cogiendo velocidad por momentos, precipitándose, adelantando datos que aumentarán las ganas de seguir leyendo, que emociona de forma brutal en momentos puntuales, mostrando y sobre todo ocultando aspectos de las relaciones y personajes -a través de ellos mismos o de cómo los ven los demás- con sentimientos cercanos y dolientes. Entonces sí, entonces Cercas se dedicará a minar el campo con sus habituales giros de cierto aire filosófico.
Al final te encuentras con que el libro efectivamente se aproxima lo que imaginabas antes de leer el primer párrafo; un libro que trata sobre la culpabilidad, sobre la posibilidad de elegir, sobre la libertad real. Y Cercas te ha llevado allí a través de los caminos que ha elegido y sin que casi te hayas enterado, te da lecciones para que estudies en casa, para que pienses sobre la vida de los personajes y sobre tu propia vida.
Conclusión: gran novela. Ya tengo más ganas de lanzarme a por ese otro libro del autor que tengo ahí pendiente y que es bien diferente, en tema y estilo: "Anatomía de un instante" sobre el 23-F.
Últimos apuntes. Esas referencias entrañables para los de mi generación, la fundamental a "La frontera azul" y otra de interpretación totalmente personal, ese canto al maestro y a las cosas bien hechas en la onda del mensaje del "Gran Torino" de Clint .
Tic -tac, tic-tac. Cuenta atrás que no imagino muy larga para que este libro se convierta en película.
8 de marzo, próximo cita. "El ruido y la furia" de William Faulkner. Enlace al PDF en el título.
4 comentarios:
Este libro es la historia de cuantos crecimos en ese ambiente. Niños que caminamos en el alambre. No elegíamos destino. El destino soplaba, caprichoso. Unos caían. Otros al siguiente soplido. La única elección era seguir caminando. Siempre marcados por el trayecto funambulista. Estoy vivo. Muchos de mis amigos, no. Soy libre. Muchos de mis amigos, no. Otros vivimos. Alguno tiene tetas y es rubia. La vida era tal cual. Con el tiempo, bajo el alambre surgió una tupida red. Lo que dudo es si, en estos malditos tiempos, la red seguirá ahí. Por tanto, seguiré caminando.
Gracias por traer esta lectura. Y perdona la plasta.
Un abrazo
Santi
Este libro es la historia de cuantos crecimos en ese ambiente. Niños que caminamos en el alambre. No elegíamos destino. El destino soplaba, caprichoso. Unos caían. Otros al siguiente soplido. La única elección era seguir caminando. Siempre marcados por el trayecto funambulista. Estoy vivo. Muchos de mis amigos, no. Soy libre. Muchos de mis amigos, no. Otros vivimos. Alguno tiene tetas y es rubia. La vida era tal cual. Con el tiempo, bajo el alambre surgió una tupida red. Lo que dudo es si, en estos malditos tiempos, la red seguirá ahí. Por tanto, seguiré caminando.
Gracias por traer esta lectura. Y perdona la plasta.
Un abrazo
Santi
Este libro es la historia de cuantos crecimos en ese ambiente. Niños que caminamos en el alambre. No elegíamos destino. El destino soplaba, caprichoso. Unos caían. Otros al siguiente soplido. La única elección era seguir caminando. Siempre marcados por el trayecto funambulista. Estoy vivo. Muchos de mis amigos, no. Soy libre. Muchos de mis amigos, no. Otros vivimos. Alguno tiene tetas y es rubia. La vida era tal cual. Con el tiempo, bajo el alambre surgió una tupida red. Lo que dudo es si, en estos malditos tiempos, la red seguirá ahí. Por tanto, seguiré caminando.
Gracias por traer esta lectura. Y perdona la plasta.
Un abrazo
Santi
En las entrevistas Cercas habla de la época casi como tiempo de guerra. Esa generación unos años mayor que la mía sufrió tantas bajas como si de un combate se tratara. Casi todos conocemos alguna de esas marchas antes de tiempo. Lo curioso es que no haya estadísticas aproximadas.Quizá nuestra sociedad no estaba preparada para el aluvión de libertad. Por otro lado,hasta el infierno tiene su lado romántico en esa España irrepetible.
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