lunes, 11 de julio de 2016

Jara, ¿lenta no es justicia?


"Cada vez me conmueve más lo que sucede a mí alrededor. La pobreza de mi propio país, de América Latina y de otros países del mundo. He visto con mis propios ojos la huella del horror de una matanza de judíos en Varsovia, el pánico de la Bomba, el golpe mortal causado por la guerra que desintegra al hombre y a todo lo que de él surge y nace. Pero también he visto lo que el amor puede hacer, lo que la verdadera libertad puede hacer, lo que la fuerza y el poderío del hombre feliz pueden hacer. Por todo esto y porque anhelo la paz, es que la madera y las cuerdas de un guitarra me hacen falta para desahogar algo triste o alegre. Alguna estrofa que abra el corazón como una herida o algún verso que quisiera nos diera vuelta de adentro hacia afuera para ver el mundo con ojos nuevos"
(Víctor Jara).

Hace unos días un tribunal de Estados Unidos condenó a uno de los autores de la ejecución de Víctor Jara al pago de una indeminización millonaria a la familia de la víctima. Su tortura y muerte fue especialmente miserable y repugnante, ya que antes de jugar la ruleta rusa con su cabeza hasta que se disparó el primer disparo y acribillarlo después, le machacaron los dedos a culatazos para que no volviera a tocar la guitarra. De nuevo la "sobrada fuerza bruta" que reconoce Unamuno a Millán Astray.

Este texto de Jara encontrado por casualidad y la noticia de la condena me hicieron pensar en nuestro Billy el niño, torturador con delitos prescritos. Qué difícil se me hace a mí, como ser humano y ciudadano, aceptar una institución como la prescripción para un delito tan execrable; qué será entonces para una víctima aceptar el razonamiento jurídico, la conmoción de llegar a cruzarte por la calle con alguien que tuvo sobre ti derecho de vida y muerte, poder para ejercer dolor sin medida,  del que efectivamente hizo uso, y que jamás pagó por ello. Es entonces cuando pienso y entiendo "La muerte y la doncella" de Polansky, basada en un obra de teatro, si no recuerdo mal.


4 comentarios:

ned henry dijo...

Es el problema de este mundo, la puñetera codicia del Capital y los malditos intereses geoestratégicos. Lo que quiere decir que para mantener el status de vida en occidente tenemos que vampirizar y putear al resto de la población mundial. Desde las costureras vietnamitas hasta los restos de lo que un día fue Oriente medio y eso sin mencionar al África. Es bastante miserable, intento meterme en la mente de banqueros, tiburones y adjnerados y sólo veo gente consumida espiritual y mentalmente por la codicia. Y todo ello con la connivencia de los gobiernos y la clase política. O si no mira Venezuela, tú, Abel, crees realmente que si no fuese rica en petróleo estaría todo el,occidente intentando auspiciar a malditos golpistas creados como Golems por los servicios secrétos USA? Kissinger,lo inventó todo y dejó muchos discípulos. En realidad lo que acucia a este maldito planeta es una guera encubierta entre el devorador capital y el pueblo, la Clase Trabajadora. Es una guerra. Ellos quieren a factotums puros y duros, pero el pueblo debe defenderse. Y lo malo es que con tantos bous al carrer y tantos San fermines y tanto Tv5, ellos van ganando.

Se te saluda tras un periodo de dejadez. Abrazo, espero que estéis bien. Y perdona lo simple del comentario.

Atalanta dijo...

Hola, Ned, me alegra verte por aquí; yo también ando desconectado, solo escribo, poco tiempo para leer algo más que libros. Coincido con tu diagnóstico, lo que ya no tengo claro es el modo de solucionarlo, ya que cada día soy más escéptico con tanto gurú del mundo mejor. Me conformo con la gestión pequeña, a donde yo pueda llegar, y en confiar en que trata de hacer bien las cosas, trabajando por hacerlo bien a su alrededor, mejor sin hacer mucho ruido. Respecto a la política y políticos con mayúsculas, francamente estoy asqueado con tanto mediocre que rige nuestro destino y cuya única aspiración es conseguir o conservar el poder. Yo no participo del encantamiento del pan y el circo que describes pero supongo que me lo procuro de otra forma, ya que cada día tengo más claro que mi mundo es el de la cultura y el arte, que con poco más que un libro y una canción me es suficiente para ser feliz.

ned henry dijo...

Pues estoy de acuerdo contigo, básicamente se trata de no dejarse manejar ni atontar y para ello es indispensable ir más allá del caribe mix de turno, algo que es perdonable a los 15 años pero no a los cuarenta. Lo que me preocupa es la apatía del pueblo. Mira la que hay liada en francia con la reforma laboral, que no nos lo enseñan en las noticias porque los medios son de quienes son y no conviene, pero hay liada una buena, aquello si son sindicatos. Aquí en cambio nos plantan una reforma laboral hecha por y para empresarios y nos conformamos y nos la cuelan.

En realidad es como tú dices, ir desde la base y desarrollar inquietudes para no dejarse doblegar por los empresarios, pero veo a la masa muy mal, de dónde sino se explica otra vez el chorro de votos a los ladrones. Les falta presumir en los mítines, "mirad, os hemos saqueado los presupuestos,,," y la gente va y les vota jolines, es de tontos.

Abrazos!

Atalanta dijo...

Creo que la gran causa de muchos de nuestros males es la falta de educación, como norma de convivencia y como germen del pensamiento crítico. En temas políticos veo mucho hooligan, más que ciudadadnos que se cuestionen seriamente por qué se vota lo que se vota. Quizá yo no sea el más adecuado para dar lecciones o para reprochar apatía, porque solo me planteo problemas para votar a cualquiera y, de hecho, como además tengo que trabajar ese día y tengo que hacerlo por correo, ni siquiera voté en las últimas elecciones. Estoy harto de votar a pesar de...Me lo sigo pensando.