domingo, 25 de septiembre de 2011

R.E.M., uno de los nuestros


Aunque probablemente muchos piensen lo contrario, no soy muy mitómano. No me afectan especialmente las noticias de muertes o separaciones de grupos. Sin embargo, hoy sí le quiero dedicar una recuerdo a especial a R.E.M. que hace unos días anunciaron su separación.

Casi se debe más a que percibo la noticia como si se cerrara una etapa en mi vida. Desde que me empecé a formar de verdad, a elegir caminos o a identificarme con algunos semejantes, R.E.M., siempre estuvo ahí. 

Recuerdos de instituto, cuando escuchar música "diferente" te hacía sentir especial, cuando básicamente te comportabas como un engreído. Su música, torrente de recuerdos de borracheras y carnavales, de besos y berrinches, de baloncesto y chapuzones, de ilusión y confusión.

Te pasabas la vida proclamando las virtudes de bandas como la de Athens hasta que un día, una mañana de sábado en Salamanca, te despertaba una canción suya, puesta a todo volumen por el vecino pijo de al lado. Era entonces cuando en un mecanismo mental extraño pero muy común entre los "veinteañeros" de la parroquia indie, te sentías traicionado, descolocado. Ibas al supermercado y allí sonaba esa canción horrible, tan alejada de su ideario como era "Shinny Happy People" (que según tengo entendido jamás tocaron en directo). Pero tenías que reconocer que el resto del material era tan especial como antes. Tenías que reconocer, con todo el dolor de tu corazón, que seguían sonando de puta madre.

Hacías de tripas corazón y seguías en la brecha. La pérdida de la virginidad del "indie vendido" fue dolorosa pero necesaria para crecer como melómano y como persona. Seguí comprando y disfrutando sus discos como antaño. Ya no era un tesoro escondido, ya no eran sólo nuestros pero... Qué demonios, durante algunos meses fueron la mejor banda de rock del planeta. Partiendo de las raíces tradicionales de folk y rock, bañadas en actitud arty y de compromiso social, encadenaron discos variados y perfectos. Nadie entendía qué cantaba Stipe pero parecía que eran incapaces de publicar nada mediocre.

Hasta que llegó la tristísima trinidad, "Up", "Reveal" y "Around the Sun". Tenían algún tema memorable pero no era lo mismo. Al principio pensé que tal vez era yo, que me había hecho mayor y ya no los entendía. Después me di cuenta de que los que estaban mayores y lánguidos eran ellos. Los di por perdidos. "Accelerate" fue una débil razón para creer pero no sólo era cuestión de velocidad y decibelios. Faltaba algo. Algo que consiguieron este año con"Collapse into Now" el disco que me los devolvió tal y como eran, dueños de un lenguaje personal e intransferible. Testamento inmejorable. Hasta siempre, amigos.

Os dejo uno de mis canciones favoritas de mis años mozos. Canción de pasillos de instituto.

7 comentarios:

TSI-NA-PAH dijo...

R.E.M siempre han tenido clase, hasta para dejarlo!
Gran moment para recuperar sus discos!
un abrazo

Col dijo...

Si efectivamente, escuchar a REM a mediados de los ochenta me hizo considerarme diferente musicalmente, Murmur, Document,...
Luego llegaron los noventa, su etapa mas conocida y comercial, y también la disfruté junto con millones de personas.
Nunca han dejado de sonar en mi banda sonora particular.
Su despedida me deja con las ganas de volverlos a ver en directo. Una pena.

Coco dijo...

Una cinta de “Green” y un walkman que se comía las pilas de 4 en 4 fueron el comienzo de una relación que me obligó a retroceder al pasado (desde “Murmur” hasta “Document”) y a seguirles en un futuro en el que, por mucho que nos pesara, dejamos de ser bichos raros al decir que nos gustaban los americanos, todo lo contrario. Entiendo perfectamente esa sensación, con REM como con U2 me sentí identificado y traicionado. En un principio me jodió un poco (bastante), pero lejos de ello, aceptado que todos tenemos derecho a vivir de lo que hacemos, “Losing my religion” y “With or without you” son dos de mis canciones favoritas de siempre y me importa una mierda que lo sean de dos millones de personas más.
Con la pérdida de Bill Berry, su batería, perdieron algo más que el ritmo, pero siempre se mantuvieron en la cima por dos razones fundamentales (y ahí es donde se diferencian de otros dinosaurios y de nuevo me acuerdo de U2):
1.- Sus directos, impresionantes en los grandes recintos y emocionantes cuando desenchufaban las guitarras, cualquiera de sus actuaciones merece la pena, aunque sea en un programa de TV.
2.- Y que hasta en sus peores álbumes hay dos, tres o cinco canciones magníficas. De como escribirlas (a los textos me refiero) mucho le deben Bon Iver o The National a Michael Stipe.
Yo tampoco fui nunca nada mitómano, muchas veces ni siquiera me molesto para que me firmen el disco que acabo de comprar, es sólo que esta vez me llevo un pequeño disgusto. Queda un vacío que no lo va a cubrir absolutamente nadie porque si algo fueron es originales, si acaso se imitaban a sí mismos.
“Fall on Me” es preciosa, enigmática y muy triste, ¿una canción de amor? Creo que también es la favorita de Matt Berninger.
Comprar y vender el cielo y sangrar el cielo y decirle al cielo: no caigas sobre mí.

Juanjo Mestre dijo...

Bonito homenaje y buen planteamiento del que me identifico absolutamente (aunque a mí Shinny happy people incluso me agrada como tema divertido), apreciado dagal.

Aprovecho para suscribir íntegramente una frase del comentario de Coco que me ha atrapado: "...“Losing my religion” y “With or without you” son dos de mis canciones favoritas de siempre y me importa una mierda que lo sean de dos millones de personas más...". Abrazo.

Atalanta dijo...

Tsi, grandes, sin duda. Flojearon pero nunca perdieron la dignidad.

Col, ni dejaron ni dejarán de formar parte de nuestra banda sonora. ¿Sabes qué? Somos unos viejunos.

Coco, coincides conmigo en muchas cosas. YO siempre digo para sorpresa de alguno que sospechaba algo más rebuscado que "With or Without You" es una de mis canciones favoritas. No me duelen prendas en reconocerlo. A REM los vi una vez en directo, en la Peineta y es cierto que es de lo mejor que he visto. No sabía lo de Berninger. Sólo podía tener buen gusto. Como The National, son únicos, son diferentes.

Johnny, gracias. Si es que se nota que todos somos del mismo palo. Dios los cría y el internet los junta :)

Abrazo para todos.

Jose Guervós dijo...

Muy grandes, como cuentas en tu blog, especialmente grandes para todos los alguna vez fuimos jovenes en Salamanca y muy a nuestro pesar hemos dejado de serlo.
Pero los tenemos colgados en nuestra vida, en nuestro coche, en nuestra casa...
Tengo un hijo de 12 años que ya los escucha, por indicaciones mias, y al que le parecen buenos, es la mejor prueba de que el mejor REM es el de la juventud.
Hasta siempre REM, bueno hasta mañana a las 9, que volvereis a tronar en mi coche con melancólica alegria.

Atalanta dijo...

José, la mejor señal de la calidad de un grupo es que su música no envejece. Ahora eschucho el "Document" y me parece más moderno que los Kasabian. Una buena recopilación para tu chaval y ya lo tenemos ganado para la causa. :)