Borges contaba que solo hay, que solo hubo cuatro historias:
El asedio de una ciudad poderosa de hombres valientes, Troya, por un ejército armado. La ciudad sabe que su defensa será inútil, que su destino es ser destruida. Aquiles sabe que morirá en la conquista. Los hombres como títeres en manos de los Dioses, incapaces de controlar su destino ¿Pueden ser nuestros triunfos más que ridículos?
El viaje de regreso de Ulises. Perderse y las dificultades para encontrar de nuevo el camino. Los obstáculos y la ilusión. El reencuentro. Sí, siempre la redención.
La búsqueda del vellocino de oro de Jasón y los Argonautas. Los sueños, el marchar detrás de quimeras absurdas, mágicas, inalcanzables.
El sacrificio de un Dios que se ofrecerá dando ejemplo y exigiendo nuestra parte.
Más de dos mil años pasaron y otros tantos pasarán y todo lo por contar, ya estará contado. Podemos marear y enredar pero con acento porteño, se nos responderá que todas esas páginas no son más que milongas. Y ellas, las palabras, siguen encandilando.
3 comentarios:
gran entrada, menos es más. Saludos!!
Genial.... Un abrazo.
Se agradece, dagalis
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