
Con motivo del quinto aniversario de su muerte, los jaramugos, muy a pesar de algunos, vuelven a celebrar “La noche de Johnny Cash” el viernes 12 de Septiembre.
Breve reseña histórica: El 12 de Septiembre de 2003 fallece el legendario hombre de negro. Días después en el río, como homenaje, celebramos “La noche de Johnny Cash”. Cierto es que asistimos cuatro personas, de las cuales dos éramos fans y otros dos se apuntaron a beberse unas botellas de vino en el río a la luz del farol. Para ser honestos estos últimos, al rato empezaron a quejarse de la ambientación. ¡Vaya un señor tan mustio!
Siempre no fue así.
Se tomaba las pastillacas y se ponía como Hulk Hogan. (¿A propósito, qué pasa con la Muchachada? ¡Ya hay síndrome de abstinencia!).
Aquí tenemos a Johnny antes de ponerse mohino. Un punk viejuno

Formó parte de la explosión del rock seminal a principios de los sesenta. Grabó en los míticos estudios Sun Records a las órdenes de Sam Philips, el descubridor de Presley. Después de altibajos en su carrera se transformó en una leyenda del country. Un disco sobre todo lo relanzó: el directo en la Prisión de Folssom. De toda esta parte de su vida hay muchas recopilaciones llenas de pelotazos como “Ring on Fire” o “Walk the Line”.
Sin embargo nosotros nos acercamos de verdad a la figura de Johnny Cash y nos convertimos en devotos de su música en la última etapa. Al final de su vida, cuando no era más que una vieja gloria roquera, un icono country, cuando parecía que ya no tenía más que ofrecer que recrear sus viejos éxitos delante de banderas con barras y estrellas, entra en contacto con Rick Rubin, afamado productor del rock más interesante que se hace en los noventa y propietario del sello American Recordings. Y se produce un milagro sorprendente.
Graba cinco discos realmente maravillosos: “The Solitary Man”, “Unchained”, “The Man comes around”. (no recuerdo los otros dos, el último póstumo). La receta es muy sencilla, versiones desnudas de una austeridad insultante (guitarra y poco más) de canciones procedentes de terrenos muy diferentes al suyo como el pop, el rock o la electrónica (U2, Depeche Mode, Nick Cave, Nine Inch Nails.…) y también del blues, del country, del gospel. Aquí hay jodidas maravillas. Su carvenosa voz, su capacidad de interpretación reinventa canciones geniales en otro material a veces aún más tremendo. Por poner dos ejemplos, cuando implora a Jesús en “Spiritual” que no le deje morir solo, es algo tan sincero, tan real (nuestro amigo ya está muy enfermo) que con el ambiente adecuado, se te pueden llegar a poner los pelos de punta en tu cuarto de estar.
Pero, ay, el Señor del Antiguo Testamento siempre fue vengativo. El hombre de negro muere solo. Su esposa, June Cartes, su amiga del alma le abandona unos meses antes. Ya el Johnny niño escuchaba a June cantar por la radio formando parte de The Carter Family. Esta relación es de película (tenían que hacerla, claro) Es entonces cuando se publica como single “Hurt”, una versión de Nine Inch Nails. La canción es buenísima pero esta versión es sencillamente escalofriante (hace un año la utilizó Nike de fondo de un anuncio no muy difundido que retrataba el dolor en el deporte). Se aprovecha la coyuntura y se prepara un vídeo con imágenes del Johnny joven junto a June Carter. Es el testamento. Poco después fallece. Descanse en paz.
Dos apuntes más:
Rob Fleming, el protagonista de “Alta Fidelidad”, libro de cabecera atalantiano, aseguraba que su libro preferido era “Autobiografía de Johnny Cash”. La búsqueda del libro se convirtió en objetivo prioritario. Decepción total. En mi vida, repito en mi vida me ha decepcionado tanto un libro. No aparece la última interesante etapa, la de American Recordings. Básicamente trata de cómo el amigo Johnny es rescatado de las garras del alcohol y de los tranquilizantes en una serie de episodios que aquél atribuye, sin asomo de duda, a milagros o intervenciones divinas directas. En fin.
Hace un par de años se grabó una película: "En la cuerda floja" con Joaquin Phoenix y Renee Whiterspoon en el papel de Johnny y June. Encomiable trabajo de los actores (realmente canta Joaquin) en la típico película de redención que tanto gusta a los yanquees.
P.S. Ale, ya os estáis bajando, previo pago por supuesto, alguna de las canciones que os he puesto.
“I keep a close match on this Herat of mine.
I keep my eyes wide open all the time.
I keep the ends out for the tie that binds.
Because you are mine.
I walk the line”
“Mantengo un estrecha vigilancia sobre mi corazón
Mantengo siempre los ojos bien abiertos.
No dejo que se desaten los extremos del vínculo que nos une.
Porque eres mía,
Sigo la línea”
(Siempre a punto descarriarse)