domingo, 14 de febrero de 2010

Cosechando

Dios mediante, como ya anuncié, justo cuando se publica esta entrada, comienzo a correr mi maratón favorito, Sevilla. Probablemente ya esté soldado a la liebre de 3:15. Espero que todo vaya sobre raíles, según lo planeado y no se presenten imprevistos. Me apetece correr un maratón.

Hoy 14 de Febrero, día de los enamorados, nuestro "Pontifex Maximus" Joserra, nos ha puesto deberes. Se cumplen 38 años desde la publicación de "Harvest" ("Cosecha") y le vamos a hacer un pequeño homenaje sui generis. Mis recuerdos de "Harvest" casan bien con un día como hoy.

Para mí, "Harvest" (por cierto, un disco que casi tiene mi edad), se halla encadenado en mi memoria a una cutre cinta grabada que tenía el que hasta ahora ha sido el gran amor de mi vida, una persona con la que viajé durante doce largos y cortos años. R. era muy fan de Neil Young. Me gustaba la cinta, me gustaba ella, bueno, seamos honestos, realmente la adoraba, "the perfect girl, you know"... desde todos y cada uno de los puntos de vista.

El disco de Neil Young me parecía bueno pero no me entusiasmaba, por entonces casi me gustaba más su réplica hermana, el "Harvest Moon" de los noventa. Era joven y quizá buscaba obras menos complicadas. Presionado por mis lecturas, adoptaba la pose de que lo entendía pero nunca llegué al fondo del disco. De eso me enteré después, cuando definitivamente comprendí su grandeza. Al igual que no se puede entender "Centauros del desierto" de John Ford con veintitantos años, creo que a esa edad tampoco tienes la suficiente madurez, las suficientes experiencias o bagaje para comprender "Berlin" de Lou Reed o "Harvest" de Neil Young.



Me parecía demasiado plano, demasiado lánguido. Para los no iniciados en el cancionero del canadiense, sólo decir que se suele mover entre dos polos, entre el rock corrosivo y el paisaje más introspectivo o reflexivo. Yo prefería la contundencia de "Like a Hurricane".

Lo mismo me pasó con R., creía que la entendía pero no comprendía nada. Más tarde, cuando tienes más aplomo, cuando tornas más sereno, con menos absurdas urgencias, cuando le das importancia a las cosas importantes, tal vez cuando simplemente abandonas la juventud, casi diez años después, aprehendes la realidad y sabes con certeza que te empeñaste en echarla de tu lado y que lo lograste.

El disco se publicó después de otra pieza imprescindible, "After the Gold Rush". Todo en el disco destila verdad, me ha costado elegir, al final, "A Man Needs a Maid", una canción muy influida por la labor de Jack Nietzsche, uno de los mejores productores, arreglistas y compositores de la historia de la música. Temas como éste, sin duda tienden puentes sin peaje hasta "jovenzuelos modernos" como "la Antonia" (Antony&The Johnsons) y Rufus Wainwright.


"To give a love, you gotta live a love,
To live a love, you gotta be "part of".


Avisaste demasiado tarde, Neil. No estaba preparado.

Ahora que ya no recuerdo el episodio con amargura, me quedo con lo bueno, con la suerte que tuve de ser amado por una persona excepcional, me lo tomo con sentido del humor; yo que soy tan aficionado a la novela decimonónica, creo que hasta le sentó bien a mi vida un dramático cataclismo sentimental al uso. Sinceramente, pienso que me sirvió para espabilar, para crecer y ser mejor persona. Fue como quemar los campos antes de sembrar, antes de la cosecha.

Neil Young decía "Tengo algunos demonios pero vivo con ello. Eso es lo que te vuelve loco, lo que me hace tocar la guitarra como a veces la toco". A mí me hacen correr, amigo.

Un abrazo fuerte, para Neil y para vosotros.

14 comentarios:

Javier dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Javier dijo...

Ahora te gusta más "Harvest". La experiencia es un grado. No siempre se deja uno penetrar por las cosas. No siempre son ellas las que guían la comprensión que nosotros tenemos de ellas. La mayoría de las veces ocurre porque no les prestamos suficente atención, en otras ocasiones porque no tenemos suficientes conocimientos previos, experiencias, recuerdos, emociones... con los que relacionarlas y hacerlas significativas.
Quizá por todo eso, con el tiempo llegamos a entender y, por ello, apreciar mejor las cosas.
Pero este supuesto mejor conocimiento de las cosas es una mejor aprehensión de las mismas o una mayor capacidad para entrelazarlas en función de nuestra experiencia subjetiva y fabular así lo que ellas son.
Cuanto más viejos, más "realistas", más cerca de la realidad de las cosas... que nosotros hemos inventado.
Tú, ahora, supongo que corriendo, no estarás para estériles elucubraciones de frío domingo invernal. Espero que consigas esos 3:15.

Elena Pi dijo...

Enhorabuena, acabo de ver que has hecho 'Pi' de tiempo en la maratón de Sevilla!

Por cierto me he quedado con el culo torcío con el post, voy a tener que empezar a escuchar más a Neil Young.

Küssen (Besos)

ladyolé

inma dijo...

Es mejor haber amado y perdido, que jamás haber amado...

sigue consechando que tendrás buena recolecta..

s2

Nacho Cembellín dijo...

Me encanta Neil Young.

Felicidades por tu tiempo matemático... eso quizás quiera decir que nunca has llegado ;-)

Javi dijo...

Enhorabuena por el maratón!! saludos.

c dijo...

y el señor Abel sigue llenando el zurrón.. Enhorabuena!

Mildolores dijo...

Todo es Neil ultimamente. Este artistazo de tremendo parecido en su juventud con el actor cómico Jack Black (para muestra la foto que adjuntas) nunca ha sido santo de mi devoción, pero tampoco lo es Bruce Springsteen y a ambos los tengo un mas que merecido respeto.

Atalanta dijo...

Como siempre, sabias palabras Plato. Me gusta hacerme mayor y entenderlo mejor todo, o quizá engañarme a mí mismo y creer que ahora sí tengo armas para valorar lo que me pasa en la vida. Para soportar hostias o para correr este maratón, nada como leer a los estoicos.

Efectivamente, "Pi", Elena. No me había dado cuenta. Era lo que quería. Neil Young, imprescindible. Oye, ¿todavía andas por ahí estudiando o ya te calienta los pies ese pobre dagal en Alemania? Aquí ahora mismo está nevando, menudo frío debe hacer por allí arriba.

Inma, razón tienes. Nunca me he arrepentido, ni mucho menos. Parte de lo que soy se lo debo a ella.

Nacho, que sí, que te digo yo que sí terminé..:).. pero tal vez fue el tiempo perfecto, "Pi" para un maratón perfecto, empecé tal y como acabé, con los mismos tiempos, sin ningún problema. Uno de los que mejor recuerdo guardo. Un gran entreno largo.

Bienvenido, Javi. Muchas gracias, dagal.

Humberto, otro para el bote y éste con muy buenas sensaciones. Antonio sí que es un animalito con esos 2:56.

Mildo, en mi gigantesca estantería, tengo una fila de intocables. Aun con resbalones y altibajos, son los grandes.

Bueno, gente, me voy de carnaval. Ahora mismo está cayendo una nevada bestial. Mañan hago una pequeña crónica del maratón. Un abrazo.

ElCiegoHoyMásCiego dijo...

Jelou.

Joserra dijo...

Bueno crack...pura poesía...has sacado matricula y hecho los deberes...jajaja.Un abrazo

Atalanta dijo...

Ay, Ciego, y todavía andarás por ahí... eres una "machine". Definitivamente con un día me vale. Eso sí, me lo he pasado de puta madre...

Gracias, maestro. Lo mio ha sido una cosa un poco rara. Mañana ya leo todo lo que escribió la gente y ponerme al día con tu blog. Oye, hay que repetir iniciativas de este tipo.

Jetlag-Man dijo...

Imagina tu vida sin esos doce años... Oye, muy bueno lo del Neil, el hombre sin punto medio. ¿Tienes el concierto en DVD que dio solo, rodeado de guitarras, piano, y 300 harmónicas -que moja antes de tocarlas-? Eso sólo lo hacen los que están en tu leja de grandes. Es cierto que con los años mejora el oído (o así debería suceder). Recuerdo cuando Brian Adams, o Phil Colins, me parecían rockeros.

Atalanta dijo...

Venga, Ramón, te echaba de menos en esta entrada. No conozco ese concierto pero ya investigaré. Estoy convencido de que el oído mejora. Un día hago una entrada de cosas horripilantes que en tiempos me parecieron increíbles. Shame on me!