martes, 23 de febrero de 2010

Durante el naufragio, mantengan la calma


El pasado mes de Septiembre, poco antes de afrontar la última ascensión a las temibles rampas del Bodenberg en el Powerman de Zofingen,me encontraba totalmente destrozado, acosado por una nube de pensamientos negativos: que maldito el día que se me ocurrió apuntarme, que iba a estrellarme una vez más, que la retirada era cosa segura, que aquello sólo podía ir de mal en peor, que si esto era disfrutar de una afición, que sólo se me ocurre a mí venir sin entrenar la bici en condiciones y a menos de una semana de acabar el Ultra Trail del Mont Blanc, el reto más duro de mi vida; en fin, más que pájara era un descomunal buitre el que planeaba a mi alrededor.

Pero de pronto un rayo de lucidez me iluminó, decidí que todos aquellos pensamientos no me hacían ningún bien, que iba a tirar para delante sin seguir dándole vueltas, que bajaría el ritmo (aún más) sin importarme que me pasara todo el mundo, que comería todo lo que llevara y que si la derrota llegaba, sería porque era realmente inevitable, si me tenía que retirar sería porque mi posición estaba totalmente copada.

La mayoría ya sabéis que después acabé, me bajé de la bici y corrí y caminé los temibles treinta kilómetros de montaña más feliz que una perdiz. Aunque iba hecho una verdadera mierda, era consciente de que iba a terminar, que esa meta ya no me la iba a quitar nadie. Unas horas antes jamás lo hubiera pensado, pero me había recuperado.

Después de la carrera, cada vez que hablaba sobre ella, siempre decía que aquel día aprendí mucho, que me conocí a mí mismo de verdad, aprendí a alimentarme de otra forma, aprendí que la larga distancia es muy larga y que sobre todo no hay que perder los nervios. No sé si habéis pasado alguna situación complicada en la montaña; yo sí. Os aseguro que durante esas horas, lo último que necesitas es el típico compañero "tocapelotas" quejándose continuamente de lo mal que marcha todo. Eso nunca ayuda en nada, crispa los nervios y afecta a la moral del grupo. Más absurdo aún sería que tú mismo fueras ese incómodo compañero.

A veces pienso que mi retirada en Niza fue evitable. Me aturullé, me puse nervioso cuando volvieron mis fantasmas estomacales. En lugar de intentar hacerle frente de alguna forma, me vi derrotado de antemano. Analizando a posteriori aquella carrera, veo con claridad que la perdí porque no se pueden hacer 4 kms nadando y 180 en bici comiendo una puta barrita. Si mi estómago no toleraba comida “deportiva”, debería haber ingerido otro tipo de alimento y ante los familiares síntomas del desfallecimiento, debería haber luchado, no rendirme casi de antemano antes del maratón. Mi objetivo era simplemente acabar. Me da pena pensar en esa carrera porque me equivoqué, pero entonces no sabía lo que me enseñó Zofingen, algo muy simple, pero que quizá debes aprender con dolor.

Meses después leí primero en el blog de los
Teres y después en el de Humberto, estas palabras del más grande, de Mark Allen. Me quedé alucinado porque era exactamente la lección que yo había aprendido en Suiza. Es muy simple, ahí está casi TODO lo que necesitas para un Ironman o para vivir.


Primer consejo: darse cuenta que ninguna carrera irá nunca como has previsto. Tener esto en cuenta en tu estrategia de carrrera y estar preparado para lo imprevisto.
Segundo consejo: no tienes que sentirte genial para que sea la carrera de tu vida. De hecho puedes sentirte mal todo el día y aún así hacer la carrera de tus sueños. Si das demasiada importancia a sentirte bien, cuando te sientas mal , será aun peor.
Tercer consejo: comer, beber y tu ritmo. Son las tres variables más importantes que pueden trabajar para maximizar la capacidad de tu cuerpo para seguir adelante. Pensar en estos tres. Si notas que tu capacidad está bajando y necesitas algo extra, comer un poquito para tener energía, beber un poco para asegurar que no te deshidrates y bajar el ritmo un punto , para que puedas relajarte un momento y ver si todo vuelve a su cauce.
Cuarto consejo: el elemento más importante de todos va a ser TU ACTITUD, con una actitud positiva, ocurren milagros. Con una actitud negativa, el desastre esta asegurado. El problema surge cuando vas rápido, a tope, y tu cuerpo va al límite; tener una actitud positiva es practicamente imposible conseguirla.¿Solución? No tener ningun pensamiento. ¡¡¡¡¡SI!!!!! Parar ese cerebro tuyo, por meterse en medio de lo que tú has preparado. Esta sencilla habilidad te ayudará a superar estos momentos imposibles, cuando tu cerebro te dice que tu reto está fuera de tu alcance. Esto te mantendrá enfocado, cuando tus pensamientos te sacan del esfuerzo para alcanzar tu reto. Sencillo pero Poderoso
.

"¿Por qué me siento tan mal?" canta Beth Gibbons, ¿Por qué me siento tan mal?, pensaba yo antes de la T2 en Zofigen. La cantante de Portishead, en "Roads", consigue una suerte de reencarnación de los lamentos de Billie Holiday. Portishead son de Bristol, uno de los abanderados del “Trip Hop”, extinto y fugaz movimiento de los noventa. La conexión ya no existe, siempre fueron demasiado grandes para adaptarse a norma alguna. Su último disco “Third”, da fe de ello, extraño y fascinante los coloca en primerísima división, rico en influencias y matices y sin embargo profundamente personal y raro. Esta canción está grabada en Roseland, Nueva York. El suave “wha wha” de la guitarra de Adrian Utley junto a las cuerdas de la orquesta son el manto perfecto para el quejido de Beth (¿por qué me gustan tanto las pelirrojas?). Esta canción sólo se podía cantar con los ojos cerrados. Toda magia. Justo antes de comenzar a cantar, cuando sólo se escucha el vibrante y pausado toque rítmico del órgano, cuando parece que no va a ocurrir nada, que todo está a punto de paralizarse, cuando ella amaga y casi se adelanta... la emoción estrangula la atmósfera de la sala; todo aquello parece que va a saltar por los aires. ¡Mi reino por una entrada para ese concierto!.

Ale, un abrazo.

32 comentarios:

CiegoSabino dijo...

De los primeros consejos del tipo ese no hablo, cada cual lo aprovechará o no. Pero del último sí, se conoce que tengo esa facultad innata de "parar el cerebro". En medio de la "batalla" no se piensa, sólo se trata de poner un pie delante de otro, si son 2 horas pues 2, si son 44 pues 44. Y, sean las horas que sean, si no se puede ir más rápido pues se va más lento y ya.

SENCILLO Y EFICAZ.

Michel dijo...

De nuevo entrada acojonante, lo que está en verde me lo voy a grabar bien, lo podías haber puesto antes de Sevilla, me hubiera venido al pelo.
Que importante es la Actitud!!!!!!

Como dice Luis Enrique en Sueños por Hora, tu sabes lo duro que es dar un paso cuando no vas...

Hoy 11 kms. después de la semana pasada practicamente de descanso, el jueves quiero empezar con un poco de natación, espero no ahogarme.
El 7 de marzo iré a la media de Villalba.

Bueno me voy a duchar que hay que animar al Stuttgart, si palma el Barsa yo disfruto.

Un abrazo, dagal.

maika dijo...

Me acabo de cargar un comentario que tenía listo para publicar...intentaremos ver el lado positivo de las cosas,:)...

Felicitaros por ser capaces de crecer a través del esfuerzo y los retos personales.

Portishead como los recordaba de los años que compoartí con mi ex: únicos.

A seguir superándose...

Furacán dijo...

Pedazo de entrada, una de las mejores que he leído, y en tu caso mira que es difícil elegir. Para imprimir y tenerlo presente, me viene en el momento justo cuando estoy intentando no perder la motivación. Me ha encantado.

TSI-NA-PAH dijo...

Gran post amigo ,lo he leido con pasion.
un abrazo

davidiego dijo...

en eso estamos. gracias por la entrada.

Xocas dijo...

Me sumo a los elogios. Lo cierto es que "no pensar" y "parar el cerebro" es muy, muy útil en la mayor prueba de larga distancia que todos corremos. Hay momentos en los que simplemente hay que tirar y no analizarlo todo, simplemente seguir.

Dani dijo...

The Grip es el puto amo. Punto.

Y la canción es bestial

Atalanta dijo...

Ciego, "sencillo y eficaz". Ya te lo dedicaré el día del Ironcat.

Michel, gracias, hombre. De éstas cosas sólo sabemos nosotros. Lo de nadar para no ahogarse, es manejar cuatro conceptos básicos. Hacerlo deprisa ya es otro cantar. Si ves que te cansas mucho, pregúntale a alguno por allí que sepa ejercicios. Si no, ya te diré yo cuando te vea. No lo creerás pero yo en tiempos era ultramadridista y no me perdía un partido. Ahora soy sevillista pero no te creas, no se me ocurre ver un partido. A lo mejor la final de copa -pero no entera, que eso es muy largo-, a ver si se la levantamos al chulo.

Maika, pues eso jode, sobre todo si como imagino, era largo. ¿Felicitarnos? Puff, no sé, si esto es un poco de "trastornaos", pero no se puede evitar. Son como pequeñas aventurillas. Si en el fondo somos como niños. Beth es mucha Beth. El último disco es sencillamente acojonante por lo complejo.

Furi, muchas gracias, hombre y sobre todo me alegro que te ayude en momentos de duda. Oye, ¿esto de tanta agua en España me imagino que será como vivir en Galicia normalmente, no? Ahora me ha dado por pensar eso. Esto es jodido para sacar la bici.

Gracias, Tsi. Cuidadín con esta gente que es contagioso.

David, ya te he visto, ya... que a ti hoy te ha tocado mantener la calma.

Xocas, gracias al otro gallego. No comerse mucho la cabeza, cargar reservas y tirar para delante... hasta dónde lleguemos.

Atalanta dijo...

Dani, que nos cruzamos... AMÉN.

Unknown dijo...

A mi siempre me ha parecido que le dabas muchas vueltas a la azotea, y hasta para decir que le dejas de dar vueltas le das muchas vueltas... :-)

Nunca correré un Ironman pero las sensaciones del primer maratón, que corrí mal entrenao', se acercan mucho a lo que dices hoy.

CiegoSabino dijo...

A ver si es verdad.

Y espero el tuyo.

Atalanta dijo...

Popi, es mi naturaleza, si no fuera así, sería otra persona, ya nos sería Atalanta; además reconoco que me gusta escribir y expresarlo, es algo consustancial a mí. Lo alucinante fue ver por escrito de forma tan simple algo que yo experimenté aquel día, en una de las carreras más duras y de la que salí muy reforzado y feliz y en la que ahuyenté unos cuantos fantasmas.

Phaeton dijo...

Yo nunca me forzado tanto porque no tengo vocación de héroe espartano, pero supongo que si te olvidas de cruzar la meta lo más probable es que llegues si no a pasarla al menos a verla.

Cuando en mi segunda participación en la QH, me caí a 200 metros de la cima del Portalet, y me dieron tales calambres que me dejaron las piernas rígidas como palos y tuvieron literalemte subirme en la bici y lanzarme puerto abajo, y cuando bajando me repitieron los calambres y el dolor era tan tremendo que tuve que tirarme sin parar en el césped de una gasolinera, resultaba obvio que mi marca, para la que mejor o peor había estado preparándome durante 6 ó 7 meses, se había ido a la mierda y que lo que podía haber sido un magnífico día se había transformado en un desastre.

Entonces me olvidé de la meta, que ya no me interesaba, y pensando sólo en como dar la siguiente pedalada sin que me repitieran los calambres completé el 99,9999% del recorrido, pese a que como bien sabes podría habere ahorrado unos cuantos km y un puerto.

Javier dijo...

Un poco de psicología barata.
Cuando caemos en un círculo de pensamientos negativos perdemos el control. Ese círculo es como un remolino que todo lo engulle. Da igual cuál sea el estímulo que nos afecte, ese círculo de pensamiento siempre reconducirá su contenido hacia las mismas conclusiones catastofristas. De ese modo llegamos a perder el control de nuestros actos.
Este tipo de problemas conduce a preguntarse: ¿quién o qué es lo que controla y quién o qué es controlado en nosotros? ¿Existe un yo responsable de ese control con el cual nos identificamos dejando de lado otros aspectos de nosotros mismos? ¿Sólo existe una constante batalla por el poder entre nuestros impulsos (we've got to fight) y alternativamente somos (nos identificamos con) aquellos que dominan?

ser13gio dijo...

Gran entrada. Grande Mark, muy buenos consejos.

Las tácticas son varias, desde la resignación absoluta, a verte desde un "helicóptero" para analizar la situación. Yo sólo necesito una cosa: saber porqué lo hago. Bueno, en realidad eso nunca lo he sabido. Al menos, saber por quién estoy ahí: por mí. Nadie me obliga, hago lo que quiero, el mundo en una puta mierda o es maravilloso según lo quiera ver, me hunde sufrir, pero es lo lo que quiero hacer. Por eso me cuesta tanto competir, porque lo tengo que desear, y el día que me falte eso no me pongo un dorsal en mi vida. Con ese combutible somos infinitos, especialmente si somos capaces de pensar en carrera.

Y siempre hay salida para todo, nos lo demostramos una y otra vez. Y si no la encontramos en el momento, te sientas, agachas la cabeza y esperas un rato. Siempre se nos ocurre algo si de verdad estamos haciendo lo que queremos.
s

Javier dijo...

Más sandeces para matar el aburrimiento.
Quizá atendimos las señales de alarma del organismo y abandonamos una actividad que lo ponía en riesgo. Entonces decimos que fuimos prudentes y racionales. Pero nos dominó el miedo o la inseguridad.
Quizá desoímos aquellas señales de alarma y continuamos. Decimos que fuimos racionales, pues supimos elegir los medios para superar los problemas y alcanzar la meta. Pero quien dominó la situación fue la ambición de acabar la prueba.
¿Existe un yo racional que controla o sólo es un engaño para enmascarar nuestros impulsos?

Tantatachán dijo...

Indudablemente, la actitud es lo más importante. Esto me ha recordado a algo que estudié en psicología social: el efecto Pigmalión o la profecía autocumplida. Es una expectativa, que aunque no sea cierta, incita a las personas a actuar como si lo fuera, lo que lleva a que dicha expectativa se haga real o tenga consecuencias en la realidad.

Un ejemplo muy claro fue el Crack del 29, cuando un rumor que afirmaba la quiebra de un banco hizo que todo el mundo actuara como si eso fuese verdad, provocando la quiebra real del banco.

Esto en educación es importantísimo en la medida en que el educador tenga expectativas positivas o negativas sobre sus alumnos, los cuales actuarán según esas expectativas del profesor, dando los resultados que éste esperaba.

La realidad es que con una actitud positiva se pueden suplir muchísimas carencias, más de las que jamás habremos podido soñar.

Atalanta dijo...

Ciego, ¿el mío? Depende de los exámenes y de mis entrenamientos. Si entreno no le tengo miedo a nada. La Santísima TRInidad... y hasta ahí puede leer.

Phaeton, cuestión de prioridades; después del incidente, a corto plazo tu objetivo era solamente sobrevivir, llegar a meta por tus propios medios sin importar el tiempo. Después, con más calma, cuando desaparecen las urgencias, aquello no fue bastante ni de lejos. Ése es un caso diferente porque hay una imposibilidad física que practicamente imposibilita el gesto técnico que requiere el deporte en cuestión. Ahí hay pocas opciones. La entrada se refiere más a exigencias extremas con respecto a fatiga o ritmos límite. Aquel día tuviste muy mala suerte pero ya volviste el siguiente año para pulverizar tu marca. Cualquiera te agarra ahora. El trabajo finalmente tuvo su fruto.

Plato, psicología barata porque ninguno somos profesionales y nuestras opiniones o puntos de vista quizá no tengan mucho rigor científico pero proceden de nuestra propia experiencia y eso es importante. Ese círculo que describes es en el que yo me vi envuelto el día de Niza; no veía una salida, aunque estaba muerto, quizá no me era imposible seguir adelante, aunque aquí sentado seis meses después, frente a un arco iris tremendo, es fácil olvidar e intentar rememorar la sensación de hastío de aquel caluroso día de junio es harto tramposo.Mi ambición por terminar hacía horas que había cedido a la conclusión de que no había más opción que la retirada, todo lo que pensaba o sentía me conducía a eso.
Ya sabes que hace tiempo que considero que esto a lo que nos dedicamos no creo que sea muy sano, si analizara prudentemente el reto o los entrenos, nunca lo haría. En este caso, siempre ganan mis impulsos, al fin y al cabo, al igual que mi yo racional, también son "yo". Supongo que es algo parecido al ansia de subir "ochomiles". Pero en fin, en esta vida, casi todo es malo para algo.

Sergio, gracias. Aquí sí que tú puedes sentar cátedra porque has ido más lejos que nadie y te has enfrentado a situaciones físicas y mentales muy comprometidas. Hasta que me topé con los problemas de estómago en el Ironman, yo tenía claro que nada me iba a retirar nunca y así fue porque me gusta afrontar y superar retos. Después, excepto Niza, que no lo tengo claro, tuve que recular por imposibilidad física. ¿De dónde sale la motivación? Yo creo que ese instinto lo tenemos todos aunque se niegue; sí más acentuado en unos que en otros. Cuando mi madre, que por supuesto no entiende nada de lo que hago aunque sabe la mitad de la mitad, me dice con orgullo todo lo que ha paseado la mañana de domingo, al fin y al cabo es algo similar.
Respecto a que siempre hay una salida, siempre digo que las posibilidades del ser humano físicas y mentales son increíbles, se pueden llegar a lugares que ni habías soñado. Basta con proponérselo y esto vale para cualquiera.

Alicia, la actitud es fundamental cara a conseguir cualquier logro, las expectativas también aunque éstas son peligrosas. El objetivo siempre debe ser realista, si te planteas una objetivo demasiado ambicioso, la no consecución del mismo, puede resultar motivo de frustración. Como bien dices, las expectativas, quizá hay que enfocarlas en el sentido de que aunque no se logren completamente, deben tener consecuencias en la realidad, hacerte mejorar, avanzar.

Bueno, así da gusto escribir, los comentarios sí que la convierten en una gran entrada. ¿Y QUE PASA CON LA CANCIÓN?... Joder que es buenísimma y sólo lo han dicho Dani y Maika... :)

CiegoSabino dijo...

La canción....?.

A raíz de una entrada de Joserra sobre Portugal llevo dos días escuchando Misia, Dulce Pontes, ahora Mariza y tengo encima de la mesa otro de Amalia.

Ah, sí la canción está bien, jajaj.

Por cierto, como tú dices, menudo nivel se gasta por aquí el personal.

El crusti dijo...

Pues yo sólo hablaré de la canción (peloteo). Portishead es uno de mis grupos. Conocía el sonido Bristol y Tricky fue un Mesías acompañado por apóstoles como Massive Attack o Björk. Mal informado sobre unos tal Portishead (logo una señal de parking, P blanca sobre fondo azul)leyendo en una revista de música indie, los catálogo así y preferí no escucharles. Años más tarde cayó en mis manos el Roseland NYC y no tengo palabras para describir el torrente de sensaciones que me produjo. Concretamente, Roads es una de mis canciones, así como Glory Box y All Mine, aunque Roads es la que más se adecúa al tema del post. Paradójicamente, escuchar los discos de estudio tras Roseland NYC me hace que no parezcan tan buenos...
Me quedo con Massive Attack, quienes por cierto han sacado un nuevo disco, "Heligoland", y andan de gira. Habrá que estar atento.
Sobre Beth Gibbons hay que decir que sacó un disco en solitario, "Out of Season" que me parece magistral.
Y para acabar el ladrillo, un tercer tema que no ha comentado nadie (ya sé que puede ser algo machista, disculpadme): lo mío con las pelirrojas también es esencial, así como los ojos almendrados (da igual el color).
Del resto del texto hay un interesante debate, quizás me extiende en otro mensaje.

Un abrazo

Santi

Joserra dijo...

La canción es muy buena, Beth es una gran cantante y aquel fue su disco.
Te encantaría A Girl called Eddie...
Bonitas reflexiones y B.S.O. Son una peña cojonuda los que visitan esta casa...para estar orgulloso Atalanta.

German Carbajal dijo...

geniala migo
justamente el tema que mas me apasiona, la actitud y la motivacion son mi unica cualidad!
un abrazo

Mildolores dijo...

Una de esas entradas didácticas a mas no poder que de vez en cuando te marcas.

Derrotarte por adelantado, que fácil resulta a veces, que error mas grande.
No puedo, queda mucho, estoy mal, me duele esto...

Portishead, uno de mis intocables y el que el sonido Trip hop que comentas me enganchó bien.
Roads es un tema inolvidable. Me encanta esta versión, totalmente exacta al original y la densidad de sus acordes me conmueven una y mil veces.
Un temazo.
Yo también habría dado lo que fuera por estar allí.

Jetlag-Man dijo...

La espinita de Niza ¿eh?. Bueno, es normal que en tu vida deportiva haya un post UTMB-Zofingen. Son dos enormidades de tal magnitud que te habrá cambiado la forma de ver un maratón. Por mucho que se entrene, la cabeza es casi todo. Deliciosa canción.

Jetlag-Man dijo...

¡Elogios, coño!

Atalanta dijo...

Ciego, no te creas, el espíritu de "Roads" no está lejos del de un fado.

Crusti, me gusta Massive Attack pero los veo menos complicados y les reprocho que quizá se dedicaron a repetir fórmula, perdieron un poco de profundidad. Además funcionan siempre, no hay más que ver el montón de anuncios, películas, montajes y espectáculo de los más variopinto que utiliza sus atmosféricas composiciones. Sin embargo me van más Portishead, al principio más "Glorybox" (si mal no recuerdo elegido el mejor del año en RDL junto al "Roots" de Sepultura (pedazo de boutade), después más el segundo... y mira que al principio no me entraba pero es más misterioso, más Portishead. El tercero es raruno con influencias del Krautrock que junto a la voz de Beth, lo hacen realmente especial. El disco de Beth que mencionas con Rustin Man es una jodida maravilla. Un día le dedicaré una entrada.

Joserra, me apunto de lo A girl called Eddie. Lo de peña cojonuda es una gran verdad, entre ellos tú.

Germán, los que no nacimos con mucho talento lo suplimos con muchas ganas. A Allen le servía para ganar, a los del montón para acabar; todos igual de felices.

Mildo, es que esa tentación está ahí siempre y hay que saber o intentar evitarla. Lo malo que tienen estas aficiones es que son muy cansadas :).
Si es que no me digas que ese concierto no debió ser mágico. Estos dos días he oído la canción como siete veces.

Ramón, gracias las que usted tiene, las que usted merece. Ésa fue mi semana. Claro que cambió mi visión del maratón y del deporte en general porque son dos experiencias que marcan de por vida. Si eres duro, pocas cosas te pueden derrotar.

Atalanta dijo...

Crusti, se me olvidada. ¿Por qué va a ser machista decir que te gustan las pelirrojas? Aunque yo con estas cosas ya me pierdo.... a ver si Bibiana me va a cerrar el blog.

El crusti dijo...

Por eso lo decía, Atalanta, por si la miembra del gobierno nos aparece por aquí y se chiva al ministro de deportes, y clausuran el garito, jejeje.
Ironía aparte y sobre el tema de tu post, que yo considero más antopológico que psicológico, decir que hay una asignatura en la carrera que ahora se llama "Ciencias del Deporte y la actividad física" (toma ya, con lo breve que era INEF!!!) que es "Antropología del Deporte" en el cual hay un tema exclusivamente dedicado al sufrimiento.
Siempre me ha interesado este tema, muy a menudo relacionado con el dolor de manera única, con la religión y actualmente con la ética a través de la bioética y de los comportamientos para ser mejor.
Creo que guardé un artículo de una revista hablando de este tema desde una perspectiva multidisciplinar, humanista y antropológica que me pareció muy interesante, que entronca un poco con el mito (¿de donde, si no de la imitación de las gestas deportivas de los héroes míticos y la repetición de las mismas por parte de los seres humanos, proviene el deporte?). Si te (os) interesa lo busco y te (os) lo envío.

Atalanta dijo...

Crusti, si lo encuentras, me lo pasas que seguro me interesa. apustoner@yahoo.es. Un abrazo.

Tantatachán dijo...

"Lo que un hombre piensa de sí mismo, esto es lo que determina, o más bien indica su destino".

Atalanta dijo...

Interesante, Alicia. Mucha gente es derrotada antes de la batalla;entre ellos me incluyo yo en numerosas ocasiones.