martes, 31 de mayo de 2011

Juego de niños


La foto es de la Guerra Civil. El vídeo, de Afganistán. Cuando los niños interiorizan como normales, situaciones monstruosas, tal vez hace tiempo que se haya perdido el tren del futuro.




Ocurre a veces que hay canciones que apenas te dicen nada. Sin embargo, sigilosamente, muy poquito a poco, se van enroscando en las entretelas de tu corazón. The Low Anthem.

lunes, 30 de mayo de 2011

Cuatro Calzadas, media silvestre


En principio tenía pensado correr el Medio Ironman de Aveiro pero a última hora la cosa no pudo ser por un problema "administrativo". No admitían licencias de un día. Así que el viernes decidí apuntarme a esta media de tierra sobre la que había oído hablar el día anterior en la radio.
Poca cosa. Hacía quince días que no corría, concretamente desde el Aviaman. La media se desarrolla junto a Salamanca, en la "Reserva de Cuatro Calzadas", a través de irregulares pistas con infinidad de repechos.

Mi intención era hace un buen rodaje pero al final siempre te animas a salir algo más fuerte de la cuenta. La media me pareció muy dura. El terreno es complicado y si vas enchufado, lo puedes pagar y sufrir de verdad. Si a ello unimos el calor, no es de extrañar que mucha gente lo pasara mal.

Contento porque me marqué un gran trabajo de fondo, intensidad y fuerza. Contento también porque, siguiendo las directrices de un artículo que leí esta semana, puse en práctica un nuevo estilo para bajar las cuestas, acortando la zancada y noté que iba mucho más rápido.

La segunda mitad, sobre todo el final, se me hizo muy largo. Las cuestas no se acababan nunca. Tirando más de orgullo que de fuerzas, llegué fundido en 1:30 clavados. No es mal tiempo pero creo que la Media no llegaba a las 21 kms ni de broma. No sé el puesto. No encuentro la clasificación. Es curioso pero, a excepción de la segunda etapa del Ultra de les Fonts, ha sido la carrera en que más machacadito he terminado este año. Me he sentido cansado durante toda la tarde y hoy tengo unas agujetas como las que hace tiempo no gastaba.

La carrera me gusta. Es mala fecha por la coincidencia con objetivos de mayor entidad, pero si el próximo año la vuelven a organizar y estamos libres, me volveré a acercar. Estas medias silvestres son las mejores. Al loro, me regalaron un Bingo en DVD. Éstos sí que son originales. Había paella pero no me quedé, marché a Salamanca.

Ahora sí que cambiamos definitivamente de tercio. Con la vista puesta en Quebrantahuesos, el próximo domingo correremos "Puertos Míticos de Ávila", 170 kms con cuatro puertos, que no debe quedar muy lejos en dificultad de su hermana mayor. Nos la tomaremos con calma como un gran entrenamiento de fondo.

"¡¡YO SOY ESPARTACO!!"

sábado, 28 de mayo de 2011

Razones para creer

Tras el horizonte más oscuro, existe una luz.

Al final del día más duro, hay una razón para creer.







miércoles, 25 de mayo de 2011

Secretos del corredor


“Correr”: “Andar rápidamente y con tanto impulso que, entre un paso y el siguiente, quedan por un momento ambos pies en el aire” (Diccionario de la Real Academia de la Lengua).

Se podría decir que no es más que volar por unos instantes. Tal vez ése sea el secreto del éxito de una actividad en principio tan ingrata. Tal vez únicamente anhelamos volar apenas por un segundo.

Todo sabemos que hay momentos en la vida en los que toca hacer repaso. Son justo esos instantes en los que a la luz de nuestros severos ojos, el balance suele presentar casi siempre saldo negativo.

Hace unas semanas, mientras corría la Media Maratón de Ciudad Rodrigo, al ver tantos mirobrigenses en carrera, sentí uno de esos chispazos y me dije que era buen momento para rememorar no algún aspecto personal sino para analizar la Media Maratón, usándola como baremo para explicar la evolución de esta extraña afición en Miróbriga.

Cualquier corredor sabe que el entrenamiento te sirve para despejar la mente, olvidar o pensar con más claridad sobre algunos temas. A mí me ocurre que gran parte de lo que escribo se me ocurre mientras entreno. Este texto no son más que una ristra de deslavazados pensamientos sobre la carrera, también anotados a la carrera.

¿Cuál es el secreto para que una actividad a primera vista tan desagradable siga creciendo? Ahora somos muchos. Cuando ese domingo saludé a tantos en salida o en meta o me los encontré a lo largo del recorrido –algunos de ellos francamente inesperados actores de esta función, hace tan sólo unos meses-, fui consciente de lo que hemos crecido en poco tiempo. No me atrevo a lanzarme a enumerar a todos los mirobrigenses que participaron en la media porque seguro olvidaba a alguien especial. Comprobé cómo un deporte aburrido como correr sigue captando adeptos sin cesar. Hace apenas unos años, cuando comencé a dar mis primeras zancadas, con los dedos de una mano se contaban las personas que salían a trotar por nuestras calles cada tarde.

El profano, si te ve por la calle corriendo, tendía y tiende, aunque es cierto que cada vez menos, a entender que lo haces por alguna de estas razones:

1. Para estar delgado.
2. Para luchar contra el colesterol.
3. Para estar en forma.
4. Para preparar una oposición.

Es difícil hacer entender que yo no quiero adelgazar sino que me gustaría estar algo menos enclenque, que probablemente el nivel de machaque que soporto durante algunos días a lo largo del año no sea bueno para la salud –aunque os aseguro que de una forma “pseudo espiritual” difícil de explicar, no lo intuyo de esa forma- y que no me preparo las oposiciones de policía.

El mundo del atletismo popular goza de buena salud, el profesional no me interesa lo más mínimo. La Media Maratón de Ciudad Rodrigo no es más que el reflejo de un fenómeno global, el del crecimiento exponencial del número de personas que cada día salen a correr, el de todos aquellos que preparan con mimo las “importantes” citas del más variado jaez, que cada fin de semana pueblan nuestra geografía nacional.

La media maratón tiene parte de responsabilidad en ello y este año más que nunca, me siento orgulloso de haber participado en su gestación y mantenimiento desde sus alocados inicios, de haber contribuido en alguna medida, a los cambios de hábitos de unas pocas personas de mi pueblo. Ya somos tres los clubes de Ciudad Rodrigo, que aunque partiendo de presupuestos muy distintos, demuestran la posibilidad de compartir la pasión por la carrera con una variedad de objetivos y actitudes igualmente válidas y encomiables.

No son más que los síntomas de un proceso imparable, el de la normalización. Ésa que se dio hace años en ámbitos más urbanos y que en los últimos tiempos desembarca en zonas más rurales o despobladas. No se trata de valorar lo que hacemos. Se trata simplemente de conseguir una comprensión general de la que hace años se carecía. Parece que hace tiempo dejó ser raro cruzarte con un grupo de personas corriendo y eso es un buen síntoma de la salud de nuestra sociedad, tan empeñada, al menos en declaraciones institucionales de puertas afuera, en el fomento del deporte como valor positivo.

Es imposible homogeneizar el fenómeno o buscar unas señas de identidad comunes. Los corredores deciden madrugar o trotar a diario por diferentes razones. Venciendo esa familiar punzada que te invita a quedarte en el sofá cada tarde, el atleta decide calzarse las zapatillas en alas de una motivación distinta. Cada corredor lucha por un sueño personal, unos por ser capaz de correr media hora sin parar, otros por bajar su marca en media maratón, otros por cruzar la meta de un maratón. Puede que la única aspiración común que compartamos sea la búsqueda de esa mágica sensación de evasión, ese instante en que “quedan ambos pies en el aire”. Puede que los miles de personas que corren en el mundo sólo quieran volar o alejarse del, a menudo mezquino mundo real, durante un fugaz momento.


Música. Todos habéis visto el buenísimo anuncio de los corredores de Visa -ya en su día hice referencia a otro anuncio de la marca, el del Mundial que usaba la música de los Pixies-. Ahí se utiliza una canción del genial primer disco de los neoyorquinos Clap your hands say yeah! Os dejo otro "pepinazo" de esa especie de trasunto del David Byrne de los Talking Heads.



martes, 24 de mayo de 2011

Rompeolas



"Rompeolas"

Llévame a ver salir el sol
desde todos los portales de la luna
llévame al puerto y al malecón
cuando el cielo se nos llene de gaviotas
Alumbrando las calles oscuras
todas las estrellas que hoy durmieron solas
(desde el rompeolas me acuerdo de ti)
vuelo controlado, colgado del palo
de las banderolas
Y ahora ya no puedo prestarte mi abrigo
ni quitarte la ropa, ni sudar contigo
ni perder la calma, ni decirte las cosas
que nunca te he dicho
Y ahora ya no puedo prestarte mis alas
ni subirte la falda
ni cogerte con vicio
ahora da lo mismo reírse de todo
que llorar por nada
Llévame a ver salir el sol
cuando enrede los cabellos en tu nuca
llévame al puerto de náufragos
y a los muelles que no escuchan tus preguntas
Desatando pañuelos de bruma
hace algunas horas que perdí la suma
(desde el rompeolas me alejo de ti)
vuelo equivocado, tu voz es el viento
que rompe las olas


lunes, 23 de mayo de 2011

¿Mejor que nunca?


Manda huevos que a mis cuarenta años, estoy por asegurar que me encuentro más en forma que nunca. No podría batir mis marcas, entendiendo que sólo considero como tales las de media y maratón de asfalto, aunque imagino que sí me pusiera a entrenar con cabeza con la vista puesta en esa meta, lo conseguiría.

Me refiero a que a día de hoy, tengo la impresión de que mi cuerpo se ha adaptado definitivamente y sin protestar -toco madera pero hace mucho tiempo que no tengo ninguna molestia- a los grandes recorridos, se ha convertido en un vehículo de gran fondo.

Las citas de las últimas semanas así me lo confirman:

- El fin de semana en que doblé los 50 kms. de monte de la Serra da EStrela más la Media Maratón de Ciudad Rodrigo, todo a buen ritmo, me dejó sorprendido a mí mismo. Después de 6 horas de carrera por montaña, debería estar destrozado y me encontraba bastante fresco, lo que se corroboró en el buen tiempo de la media al día siguiente.

- En el Aviaman he terminado muy fácil, con la sensación de poder haber hecho mucho más y de nunca haber llegado al límite.

- Pero sobre todo, lo que más me llama la atención es que en la bici, me encuentro bastante bien. Ya me sorprendió que el día de la ida y vuelta a Salamanca, terminé muy entero. Además el sábado pasado hicimos lo que yo llamo la "Etapa reina", 130 kms en el que se suben tres puertos, entre ellos Batuecas y Peña de Francia además de infinidad de repechos. Es un terreno perro, perro. Lo había realizado en un par de ocasiones y siempre había llegado averiado. El sábado me lancé a la aventura sin apenas kilómetros en las piernas, decidido a sufrir con la vista puesta en Quebrantahuesos. Bien, pues acabé sin asomo de agotamiento y sin tener que recurrir ni a una mísera barrita energética, bastó con un par de cereales del Hacendado.

Lo que no entiendo ni poco ni mucho es la razón. Entrenamientos escasos y sin orden ni concierto. Supongo que existe transferencia entre el entrenamiento de fondo de carrera a pie y el de bicicleta, sobre todo para salidas de muchas horas.

Quizá lo mejor de todo es esa sensación de fortaleza y la confianza que genera. Es cuando piensas que deberías entrenar de verdad para intentar crecer como atleta pero la vida es demasiado complicada. Demasiados frentes, sobre todo mentales. Supongo que este estado, tal y como vino, se marchará y tal vez en la próxima cita me estrelle. Entre tanto, intentaremos disfrutar del buen momento.

Mendigaremos el "power" de Molotov, que casa bien con el post anterior y la situación actual.

viernes, 20 de mayo de 2011

Rabia "straight edge"

Cambiamos diametralmente de tercio. Nuevo tono acorde con las manifestaciones que se están llevando a cabo en varias ciudades españolas y que me parecen de lo mejor que le ha ocurrido a este país en los últimos años. Disfruto con fruición escuchando los disparates de las tertulias de la "gente bien", intentando ridiculizar o desacreditar opiniones válidas, pretendiendo equiparar a los manifestantes con extremistas, drogados, violentos, manipulados y medio lerdos.

Los habituales ya me habéis leído algún post relativo a la situación general. Me basta con que al conjunto de la sociedad le lleguen algunos mensajes claros, la mentira de un sistema electoral injusto per natura, que perpetúa un bipartidismo insano y tramposo donde lo único que cuenta es la lucha por el mantenimiento en el poder de una casta. Por más que acucie la crisis, por más ajustes que nos demande esa entelequia llamada mercado, sus privilegios nunca serán cuestionados. ¿Habéis leído con detenimiento los sacrificios que se le exigen al pueblo portugués para "agradecer" el rescate? Es una insoportable vuelta atrás. Estaremos atentos a cómo evoluciona su situación, preparándonos para el día que llegue nuestra hora.

Aunque sé que el mensaje es heterogéneo y utópico -el mío es todavía aún más espiritual, abogando por un cambio de vida global-, creo que ya se ha logrado bastante si por un instante, algunas personas comienzan a cuestionarse "verdades".

Esto iba a ser un post de música. Decía que en consonancia con el ambiente, quería compartir alguna canción de Fugazi, una de las bandas que tengo en un altar por su integridad, actitud, contundencia y evolución musical

El "malencarado" Ian Mac Kaye lideró a principios de los ochenta a Minor Threat dentro de la escena hardcore de Washington. No sólo se trataba de un grupo políticamente contestatario sino que abanderaron un movimiento conocido como "Straight Edge" que, frente al punk reinante, criticaban el uso de drogas, alcohol o la promiscuidad sexual. Querían una juventud sana con ideales.

Minor Threat ametrallaban con canciones de alrededor de un minuto. Munición demasiado monolítica para mí. Fugazi manejan un producto más elaborado aunque la rabia permanece intacta. No es el caso de la canción que os dejo pero es una gozada sentir la energía de un pequeño concierto, pura historia del rock en directo. Aparte, un minuto de Minor Threat con el ideario subitulado.

Buen fin de semana.



jueves, 19 de mayo de 2011

Mario y Jorge

Estoy con un libro de Benedetti así que probablemente comparta algún poema más. De postre otro uruguayo con también mucho arte para escribir.

"El sueldo"

Aquella esperanza que cabía en un dedal,
aquella alta vereda junto al barro,
aquel ir y venir del sueño,
aquel horóscopo de un larguísimo viaje
y el larguísimo viaje con adioses y gente
y países de nieve y corazones
donde cada kilómetro es un cielo distinto,
aquella confianza desde no sé cuándo,
aquel juramento hasta no sé dónde,
aquella cruzada hacia no sé qué,
ese aquél que uno hubiera podido ser
con otro ritmo y alguna lotería,
en fin, para decirlo de una vez por todas,
aquella esperanza que cabía en un dedal
evidentemente no cabe en este sobre
con sucios papeles de tantas manos sucias
que me pagan, es lógico, en cada veintinueve
por tener los libros rubricados al día
y dejar que la vida transcurra,
gotee simplemente
como un aceite rancio.


miércoles, 18 de mayo de 2011

Chicas en coma

Dos grandes canciones a la altura del legado de sus autores, ambos claves en la historia de la música. Strummer fue mucho más que The Clash. Respecto a la de Los Smiths, han pasado más de veinte años y aún me sigo preguntando por el secreto de la belleza de esos dos minutos tan aparentemente inofensivos y sin embargo tan tóxicamente adictivos.



"Coma Girl"

I was crawling through a festival way out west
i was thinking about love and the acid test
but first i got real dizzy with a real rocking gang
then i saw the coma girl and the excitement gang
And the rain came in from the wide blue yonder
through all the stages i wandered
Coma girl and the excitement gang
mona lisa on the motorcycle gang
coma girl
coma girl
coma girl was beating with the oil drum gang
some fast food fanatic was burning down the burger van
somebody was wailing off their head
nobody was ripping the teen scene dead
And the rain came in from the wide blue yonder
i thought you and me might wander
chorus
As the 19th hour was falling upon desolation row
some outlaw band had the last drop on the go
let's siphon up some gas let's get this show on the road
said the coma girl to the excitement gang
Into action everybody sprang
the oil drums were beating out dulang dulang
Coma girl and the excitement gang
mona lisa on the motorcycle gang
coma girl
coma girl





"Girlfriend in a Coma"

Girlfriend in a coma, I know
I know - it's serious
Girlfriend in a coma, I know
I know - it's really serious

There were times when I could
Have "murdered" her
(But you know, I would hate
Anything to happen to her)

NO, I DON'T WANT TO SEE HER

Do you really think
She'll pull through ?
Do you really think
She'll pull through ?
Do ...

Girlfriend in a coma, I know
I know - it's serious
My, my, my, my, my, my baby, goodbye

There were times when I could
Have "strangled" her
(But you know, I would hate
Anything to happen to her)
WOULD YOU PLEASE
LET ME SEE HER !

Do you really think
She'll pull through ?
Do you really think
She'll pull through ?
Do ...
Let me whisper my last goodbyes

I know - IT'S SERIOUS

lunes, 16 de mayo de 2011

Aviaman... moooola

Prolegómenos. Cuando llegué el sábado por la tarde y de nuevo el domingo, justo después de la carrera, marché enfilado a mi sitio preferido de Orense, un lugar que yo desconocía hasta que corrí el maratón hace un par de años y del que me quedé prendado. Son las termas. Unas pozas de agua calentita donde relajarse antes de meterse en el agua fría del río. Lo que debe ser maravilloso es poder bañarse en invierno.



Dormí en tienda junto al río donde al día siguiente nadaríamos. Cuando me acosté a las once y media, se escuchaban a lo lejos los ecos de una fiesta. Sin embargo estaba cansado y me dormí. A la una y media me desperté porque la fiesta se encontraba en pleno apogeo. Se escuchaba a un tipo que ponía música y jaleaba a la tropa que berreaba cada vez más beodo. Me empecé a cabrear pero de pronto me paré a pensar y me dije que lo normal es lo que hacen ellos, estar de fiesta una noche del sábado, lo que no es normal es madrugar cada fin de semana para darse una nueva paliza. Afortunadamente me acordé de que tenía tapones para los oídos porque los recomendaba la organización debido a la temperatura del agua. Nadando no los usé pero aquella noche me salvaron la vida.

Para los que no lo sepáis, Aviaman es un triatlón nuevo. Ayer tuvo lugar la primera edición y es una "jaramugada" en toda regla. La tarde del sábado nos dijeron que la única parte llana del recorrido ciclista de 60 kms eran los doscientos metros de salida de boxes. Dos puertos de primera, incluida esta criatura, el Coto dos Xarotos.

Respecto a la carrera, muy contento. La temperatura del agua era de catorce grados pero no me pareció excesivamente fría. Será que ya tengo el cuerpo muy acostumbrado. Natación mejor de lo esperado y eso que hice el puesto 96 de los 121 que creo que salimos en total. 25 minutos clavados para los 1.200 metros. Ya sé, ya sé... que es una birria pero al menos algo cundieron los diez kilómetros nadados los últimos días cual mal estudiante antes de examen. Lo que ya no tengo claro es si hubiera sido algo mejor de haber entrenado cincuenta.

La transición horrible, seguro que en mi "top five" de peores cambios. A pesar de mearme en el neopreno justo antes de empezar, volví a la carga en plena zona de transición. Además, con las manos heladas no atinaba a ponerme los calcetines y tuve hasta que sentarme en el suelo. Muy profesional.

El recorrido ciclista es durísimo y muy bonito. Yo siempre he marchado intentando ser prudente por el miedo a lo que estaba por llegar. El primer ascenso a Pena Corneira, nada más comenzar, es mucho más duro de lo que esperaba con rampas de hasta el 11 por ciento. Respecto a la estrella del día, el Coto dos Xarotos, no hay nada mejor que esperar lo peor para que después todo no parezca tan malo. Casi sin querer, y sin sufrir demasiado, siempre controlando, me encontré arriba. Hay rampas bestiales, de hecho probablemente ayer subí sobre una bici la cuesta de asfalto más inclinada de mi vida -seguro que cercana al 20%-, pero no son continuas. Supongo que al bajar de un trece a un ocho, todo parece mucho más descansado. Cuando me enteré que la cima estaba cerca, apreté. Es cuando adelanté a más gente, entre ellos a Xocas y Furacán. Mi triple plato fue mano de santo. Casi nunca llegué a utilizar todas sus posibilidades pero te da algo más de agilidad que al resto. De hecho debo ser de los únicos triatletas que carga con el tercer plato para ponerlo tres veces al año, dentro de un mes en Marie Blanque, en la subida anual a La Covatilla y poco más. Por cierto, ése sigue siendo para mí mucho peor que Xarotos. Covatilla es como un martillo pilón, sus rampas no llegan a tanto desnivel pero esa pendiente media continua del 10 durante varios kilómetros te tritura.

Al comenzar el descenso en la zona del parque eólico la rueda delantera de perfil me da un par de sustos debido al aire racheado lo que me hace tomar muchas precauciones en las alturas. Con razón la organización hizo hincapié en la peligrosidad del descenso. Se baja muy rápido por algunas zonas llenas de casas y explotaciones agrícolas. El último ascenso a Pena Corneira es más tendido que por la otra cara pero también se hace más largo. Sin embargo voy animado, me siento fuerte y con ganas de correr. Creo que también contribuye el hecho de que disfrutemos de un día precioso, luminoso y fresco a la vez. Condiciones inmejorables. Al final puesto 82. Una escalofriante media de 20,40 kms./hora -yo no llevaba cuenta, no sé si aquí se incluye el tiempo de la transición-. Aquí sé que podía haberlo hecho mucho mejor.


La carrera a pie se desarrolla en un bonito circuito junto al río. 15 kilómetros. Tres vueltas. Me siento bien, voy a un buen ritmo pero sin alardes, quizá por falta de ambición. Me cogió un triatleta de Lalín que me llevaba una vuelta de ventaja y me enganché a un ritmo alto. Fuimos charlando hasta que él aceleró en la recta de meta. Por la inercia, ya iba lanzado y metí una velocidad más en la última vuelta. Con 1:01, puesto 30 de carrera. Fenomenal. También sé que con el estímulo adecuado podría haber corrido aún más rápido.

Tiempo final: 4:23. Puesto 66 en la clasificación general. Me quedo con las grandes sensaciones con las que he terminado la prueba, fuerte y con chispa, sin asomo de agotamiento ni problemas de estómago. Supongo que debería haber apretado en la bici pero ay, amigo, a toro pasado... Tal vez me hubiera tocado penar a pie. Sé que estoy bien y tengo confianza para arriesgar en la próxima ocasión.


Suzanne siempre responde. Lástima que la flecha no tenga mejor indio.


Con lo que dejé asombrado al personal fue con mi baño después de la carrera. Si no estaba tan fría... Alguien cercano notará algo raro. El viernes no sólo me rapé mi abundante "melena" casi al cero. Ya de puestos, en un arrebato hasta me pasé la máquina por el pecho.

De lo mejor de la carrera fue reencontrarme con "amigos blogueros", tan buena gente como Xocas y Furacán, este último implicado en la organización. Enhorabuena para todos. Sin duda este salvaje triatlón se convertirá en un clásico del calendario.

La mayoría de canciones que escuchaba el sábado desde el interior de la tienda, os podéis imaginar que eran una basura pero también había alguna buena de Extremoduro o Leño.

"¡¡YO SOY ESPARTACO!!"

viernes, 13 de mayo de 2011

La extraña pareja


Llevo unos días sin poder publicar. No había acceso.

De nuevo dejo aparcado el post que se merece Nacho Vegas. Somera referencia a su relación personal que no a su colaboración musical con Christina Rosenvinge. Esto es más “crónica en rosa” que otra cosa. “Verano fatal”, su disco de 2007, no era malo pero tampoco me pareció una maravilla, desde luego no a la altura del cancionero del asturiano.

Como me ocurre en muchas ocasiones, me enteré con mucho retraso de que mantenían una relación sentimental. Me pareció muy natural y al mismo tiempo muy gracioso. Parecía de manual. Supongo que dos personas tan deliberadamente “interesantes”, tan premeditadamente “cool”, estaban condenadas a entenderse en todos los terrenos.

Ahora ya es alguien conocido pero desde su primer disco, sus letras acompañaron el infierno en que durante un par de años se convirtió mi vida. Quizás por eso soy ferviente seguidor de Nacho Vegas. Como siempre digo, algún día analizaré de forma detenida sus letras e influencias. De todas formas puedo comprender el “repelús” que pueda generar un tipo que canta tan mal con esa aura de cantautor maldito, oscuro y drogadicto para más señas.

De Christina tengo varios discos. Alguno de ellos bastante bueno aunque nunca me ha llegado a entusiasmar. Igualmente entiendo que la excesiva languidez de esta chica que parece haber firmado un pacto con el diablo para lucir tan o más guapa que hace veinte años, también pueda espantar al personal.

La estética y actitud de ambos tienden a delatar algo de impostura. Supongo que con la perspectiva que te dan los años, tiendes a quedarte con lo esencial. Lo que rodea a los personajes me importa bastante poco. Ser extraño o ir de extraño son conceptos diferentes y en muchas ocasiones no sabes distinguir el personaje trabajado de la pureza del mensaje de alguien por principio especial.

Los mandamientos de una chica “moderna”: échate de novio a Ray Loriga (otro que tal baila), vete a vivir unos años a Nueva York, cena con Lou Reed o con miembros de Sonic Youth y publica tristes discos en inglés que no compra nadie. Ni diseñado sobre patrón.

Cuando me enteré que Nacho y Christina salían juntos ya fue el “acabóse”. ¡¡Justo lo que les faltaba!! Me los imaginaba cada noche de sofá comentando el libro de algún ruso desconocido y eligiendo película de Pasolini mientras escuchan el último disco de Robert Wyatt.

Creía que esa unión duraría para siempre. Lamentablemente todo terminó. De haber tenido hijos, no creo que hubieran sido ingenieros.

Os dejo dos canciones. Aunque ambos curiosamente han publicado disco en 2011, “La zona sucia”, Nacho y “La joven Dolores” , Christina, de ésta última elijo "La distancia adecuada" de su anterior disco, "Tu labio superior". El vídeo y la canción de Nachete me matan. Tremendo retrato del fin de una relación. Perfecta, Vegas en estado puro.


Apunte lúdico deportivo. Ayer nadé por primera vez en el río. Con traje, claro. El agua no está tan fría como creía. Hoy habrá que bajar un rato para darse ya un chapuzón como Dios manda, acompañados del pertinente libro y cervezita. Se me olvidó la cámara, le pido prestada una foto al CiegoSabino para que veáis el extraño aspecto del río lleno de la pelusa de los álamos, casi como si estuviera nevado.




martes, 10 de mayo de 2011

Buscando el fondo


Comparto una especie de manifiesto que algunos ya habréis leído en Demonfit. Lo utilizo como presentación en la página. Parcheado de retales para una suerte de declaración de intenciones. La foto que encabeza el texto me encanta; habitualmente la tengo colgada en el tablón frente a mi mesa de lectura. Me pareció que casaba muy bien con el contenido del post.

(*). Poned la canción mientras lo leéis. La música es lo mejor de todo. Los habituales ya sabéis quiénes son.

"Buscando el fondo"

No sabía qué escribir exactamente. Me decido por unos párrafos que definan mi relación con el deporte de fondo -sea triatlón, maratón, raids de montaña o ultrafondo-, esa actividad sui generis que desde hace aproximadamente diez años significa tanto en mi vida.

A veces puedes sentir miedo al mirarte al espejo, de la misma forma que siempre cuesta ser honesto contigo mismo. ¿Nos arriesgaríamos a ser capaces de vernos a través de los ojos de los demás? Es difícil encontrarse a sí mismo y expresarlo sin que estas líneas se conviertan en una suerte de onanismo mental.

Rastreando en mi pasado, en mis recuerdos, la verdad es que no soy capaz de encontrale el lado malo a toda esta historia aunque supongo que, como todo en la vida, el precipicio no debe andar lejos. “Nada en exceso” se leía a la entrada del Oráculo de Delfos, la justa medida que Aristóteles proclamaba como camino a la felicidad. Imagino que cuando nuestra pasión se convierte en obsesión, ocupando un lugar preeminente y restando demasiado a otras parcelas de nuestra vida, no andamos por buen camino.

Si trato de encontrar la esencia a toda esta bendita locura, me quedo con un palabra: conocimiento.

Conocerme a mí mismo, conocer mis límites físicos o mentales o.... ¿por qué no?... espirituales. Poco a poco, a lo largo de los años, han ido cayendo barreras, metas que antaño se antojaban quiméricas se convirtieron en un simple paso a la cima, aquélla que nunca se alcanza porque siempre hay un paso más allá, siempre se puede ir más rápido o más lejos.

Saber moverse dentro de los límites, cruzarlos y regresar vivo engancha sin remedio. Adictos a comprobar cuál es nuestro temple real. Hay una frase de Martin Amis que me gusta mucho y que hace tiempo hice mía: “Sólo hay una forma de aprender a pelear, peleando mucho”. En eso estamos.

Conocer a los demás. A lo largo de estos años -últimamente cada vez más a menudo-, he ido encontrándome a gente muy afín, tanto en el terreno deportivo como desde otros puntos de vista más humanos; personas interesantes con algo más que contar que lugares comunes. Gente muy dura pero sensible a la vez, especialmente dotada para la búsqueda de nuevas experiencias. Atletas con ese instinto de aventura innato con el que todos nacemos pero que la mayoría domestica al abandonar la juventud.

Tal vez es difícil de explicar que en un deporte donde reina la soledad y donde el autocontrol y el saber hablar consigo mismo son tan importantes, pueda resultar trascendental una mirada, un grito de ánimo o la palmada de un compañero.

En la misma línea, la posibilidad de compartir experiencias bien sea de forma personal o a través de internet, vía foros o blogs, no ha sido más que un acicate, un estímulo para seguir en la brecha. Es cuando la escritura o el relato se convierte en inseparable apéndice de la experiencia en conjunto.

Es curioso que una actividad tantas veces solitaria sólo tenga sentido “con” , que sólo sea enriquecedora si la compartes con los demás, sea de una u otra forma.

Conocer lugares. Como a tantos otros, me gusta viajar. Sin embargo nosotros disponemos de un cebo a mayores. Algunos de los parajes más hermosos o singulares que he visitado, para siempre estarán unidos a momentos de sufrimiento o alegría. Un cielo, una cima, una playa, para siempre engarzadas en mi mente, puede que en el centro de una extraña bruma “apajarada”, puede que frente a una cerveza, inundado por la satisfacción del reto conseguido.

Cada lugar tiene su propia personalidad. Soy de los que piensan que a todos se les puede encontrar el encanto. Será por ello que me cuesta elegir pero es cierto que uno de los criterios que uso para decidir dónde correr es el interés totalmente subjetivo que el paraje en cuestión me pueda suscitar. La sensación de nadar en un lago en el corazón de los Alpes o en Sanabria, es difícilmente comparable.

Sé que muchos nos consideran “locos”. Es algo que francamente no me importa. Me gusta esa frase que dice: “Los sordos piensan que los que bailan están locos”. Yo prefiero vernos a nosotros mismos como “Quijotes”. Impermeable a la incomprensión de los que no me interesan, me siento bendecido por no haber perdido todavía ese lado infantil.

Al fin y al cabo, para mí el fondo no es más que una puerta a otro mundo. Como sufridas “Alicias”, traspasamos la puerta donde, por unas horas, nos olvidaremos de todos nuestros problemas cotidianos. Si la gente supiera lo accesible y barato que es el camino para sentirse bien, se animaría a generar endorfinas sin dudarlo un instante.

Aparte de la fecha de la cita, grabada a fuego desde que decidimos apuntarnos a alguno de los retos mayores, hay algo trascendental en todas estas pequeñas aventuras. Es el camino. Semanas, meses de entrenamientos o “competiciones puente” para que el gran día se cumplan todos nuestros sueños. Tal vez lo fundamental no sea alcanzar la meta sino merecerla.

Siempre a la búsqueda de la carrera perfecta, de ese momento que tantas veces has visualizado mientras entrenabas. Ese momento en que crees que puedes llegar a controlar los límites y el dolor o la fatiga, cuando estás justo donde querías estar. Entonces nada más importa. Seguiré buscándola en 2011

Mi último pensamiento, justo antes de la salida, son unas palabras de Goethe: “Saca lo mejor de ti, sé valiente y la fuerza acudirá en tu ayuda”. Que así sea.



lunes, 9 de mayo de 2011

Una Verracada Nui!!... sin querer


Cuatro letras. Para los que no lo sepan la Verracada Nui!! es esto. Este año, debido al atasco de calendario, no ha habido convocatoria oficial y, aunque no nos acercamos a visitar a nuestros entrañables verraquines, ayer la hicimos en bici de forma imprevista. Después del intenso pasado fin de semana y de que durante toda la semana laboral no entrenara nada, había que organizar algo para este domingo. Tras volver a poner el cuerpo en marcha con algo de natación el sábado, ayer decidimos marchar a Salamanca en bicicleta. Durante la ida nos daba un creciente aire de culo que asustaba para la vuelta. El hecho de que este año llevara 400 kilómetros, siendo mi salida más larga de 60 kilómetros, me hacía ser prudente. Mi intención inicial era hacer el trayecto completo acompañando al CiegoSabino en su entrenamiento largo con vistas al Ironcat de la próxima semana pero el aire me hizo plantearme que con cien kilómetros me bastaba y me sobraba. Sin embargo, también venía el amigo Bienve con nosotros que decidió que había que llegar hasta el final. A mandar. Allí nos esperaba Efedexdx para hacer el trayecto de vuelta.

Si no marchas bien, más de ochenta kilómetros con un fuerte aire en contra se pueden convertir en una verdadera tortura. Tiempo de sobra para que Bienve se arrepintiera de su decisión. Eso sí, ya tiene para contar la mayor pájara de su pequeña historia ciclista. Yo, por mi parte, mejor de lo esperado. Las molestias típicas de estar subido en la bici más de seis horas sin estar acostumbrado, he terminado cansado y con dolor de piernas pero sin que llegaran a soltar las alarmas durante los 166 kms. Es hora de empezar a trabajar para la Quebrantahuesos.

Cambiando de tema, hoy me han pasado las fotos que han colgado en la página de la Media de Ciudad Rodrigo. Dorsal "1" gracias a enchufe en la organización. Lo que más me gusta es que en ambas estoy sonriendo. El día que deje de disfrutar con esto, lo dejo. Un "diez" para la Asociación de Fotógrafos Aficionados de Miróbriga que hicieron un gran trabajo bajo la lluvia.,


De música, un vendaval de un intocable.

viernes, 6 de mayo de 2011

Piedras rotas


No tengo tiempo para mucho, baste una canción que últimamente escucho a menudo, una que ya casi tenía olvidada y que hizo regresar a mi salón Joserra con su enorme recopilación de "gemas soul". El "modfather" se mueve con soltura en todos los terrenos y es capaz de dejarnos una obra maestra de ascendencia negra con el desparpajo que sólo tienen los grandes.

Además os dejo el enlace que publica hoy Demonfit de un post que escribí hace tiempo acerca de hacerse mayor sobre la bicicleta. Espero que os guste. Nos vemos el lunes.

"Broken Stones"

"Like pebbles on a beach
Kicked around, displaced by feet
Like broken stones - all trying to get home.
Like a loser's reach
Too slow & short to hit the peaks
So lost & alone - trying to get home.

As another piece shatters
Another little bit gets lost
And what else really matters - at such a cost?

Like a loser's reach -
Too slow & short to hit the peaks
So lost & alone - trying to get home.

Trying to get home -
Like broken stones - All trying to get home".

martes, 3 de mayo de 2011

Media de Ciudad Rodrigo, con nota


Mal está que yo lo diga pero permitidme que lo disfrute: "Con nota", mi carrera y la carrera. Teniendo en cuenta mis y nuestras expectativas, más que satisfecho. Dejando de lado el tiempo perro, perro que nos amaneció, creo que respecto a la organización, logramos mejorar la prueba y subsanar los defectos de la pasada edición. Nuevo record de participación con 380 atletas. El próximo, seguro que serán más e intentaremos tratarlos aún mejor. Como primera foto utilizo la del comité organizador, un pequeño auto homenaje. Comandados por el Gran Jefe, Juan Carlos, principal responsable del éxito de la carrera, cada uno intentamos aportar algo de nuestro esfuerzo para que Ciudad Rodrigo cuente con una gran carrera de fondo.

La última foto es la de alguno de los voluntarios -faltan muchos- que ese día se implican desinteresadamente, sacrificando un domingo para trabajar, algunos desde muy temprano, muchos pasando horas bajo la lluvia para que todo saliera bien. Todos sabéis que esta prueba no sería posible sin su participación. Un año más, gracias.


Y ahora os cuento algo más sobre mi carrera. Ya sabéis que no disfruto mucho escribiendo sobre esto y esta semana me tocan dos seguidas. De todas formas, sé que a muchos lectores le gustan y pienso que me gustará releerlas dentro de unos años. Una crónica pequeñita. He estado leyendo la que escribí ayer sobre el trail a velocidad de crucero y he tenido que modificar varias cosas que estaban mal redactadas. Las prisas.

El fin de semana es para descansar. El sábado me levanté a las cinco de la mañana y corrí cincuenta kilómetros de montaña. Teníamos cena en la huerta del CiegoSabino y a las 10 de la noche ya no era persona. Me quedaba dormido y allí dejé a toda la tropa. Lo curioso es que cuando me metí en la cama, a pesar de sentir mi cuerpo machacado no era capaz de dormirme. Muchos conocéis la sensación. Además me tocó levantarme a las 6:30 para montar la meta.

Estuvimos controlando los autobuses que llevaban a los atletas hasta la salida y partimos con el último llegando un cuartito de hora antes del comienzo. Dorsal, café y un par de progresiones para calentar. En principio iba a llevar el globo de 1:45 pero como era la única liebre, parecía que quedaba un poco pobre y finalmente lo descartamos. Mi idea era correr por sensaciones. Ya se vería. Comencé acompañando a mi primo Iñaki y CiegoSabino. Me sentía cansado y dolorido aunque de caja marchaba sin problemas. Marchábamos alrededor de 4:15 pero estaba convencido de que acabaría aflojando. Cuando salimos de Sancti Spiritus, en el kilómetros 4, al enfilar la carretera que nos llevaría a Ciudad Rodrigo, nos dimos de bruces con una aire frontal que nos dejó parados. Si a ello unimos la persistente lluvia, la carrera no pintaba para nada más que para cumplir el trámite. Iba pensando en las ganas que tenía de acabar con la carrera y con mi fin de semana "machaca". En la tendida y larga ascensión que nos conduce hacia El Salto, me puse a tirar de un grupo en el que marchaba la campeona ciclista Dori Ruano, que se quejaba de que tan flaco, no tapaba mucho aire. Me lo tomo como un entreno de calidad y tiro para delante sin pensar demasiado. A pesar de intentar marchar fuerte, los tiempos se resienten, subiendo a más de 4:30.

No os canso más. A medida que pasan los kilómetros me voy sintiendo mejor, al calentarme, desaparecen los dolores aunque siempre voy un poco temeroso de que acabe pagando el esfuerzo del día anterior. Sin embargo, seguimos alcanzando atletas y espoleado por el arreón de algún compañero, sigo acelerando hasta marchar en torno a los cuatro minutos, unos segundos por encima o debajo de la dichosa barrera. Hasta meta seguí rodando en esos tiempos y entré en meta muy entero, más féliz que una perdiz en unos segundos menos de 1:29. Una gozada correr por las calles de tu pueblo, saludar a amigos dentro y fuera de carrera y ver a tu familia en meta.

Totalmente sorprendido de mi rendimiento y de haber asimilado tan bien el tremendo esfuerzo del día anterior. Cómo cunde el trabajo de estas dos semanas. Sé que mucha gente no entenderá que no apostara por intentar acercarme al 1:20 corriendo sólo el domingo pero los jaramugos somos un poco así, nada "profesionales". Al final te lo tomas como unos entrenos de calidad para retos mayores, el verdadero gran objetivo. Otra vez será, aunque las carreras de este tipo se acaban esta temporada.

Os aseguro que ayer, "Lunes de Aguas" he repuesto los miles de calorías gastadas el fin de semana con esos hornazos de cuatro pisos tan sanos.



Pongo una foto del podium porque ahí está uno de nuestros triatletas favoritos, el amigo Humbert que con un tiempazo de 1:12 arañó el segundo puesto. Él sabe que tiene mucho más valor ser finisher de la Verracada Nui!!.

Tengo más fotos pero no sé por qué no me deja subirlas. Ya iré poniendo alguna más de las que se publiquen en la página.



Hoy tampoco tengo tiempo para escribir sobre Angus & Julia Stone. Otro día. Si os gustó la canción de ayer, ésta seguro que también. Otra delicia para miembros del Club del Gourmet

"¡¡YO SOY ESPARTACO!!"

lunes, 2 de mayo de 2011

Trail Oh Meu Deus, tercero por pardillo


Apresurada crónica del primer día de un intenso y pasado por agua fin de semana. El sábado me levanté a las cinco de la mañana. Olvidé que en Portugal es una hora menos y me planté en la salida dos horas antes del comienzo de la carrera. Gracias a ello, dormí una hora de propina en el coche que me pareció mano de santo.

Corro la maratona, una distancia 48 o 50 kms -depende de dónde lo leas- con un desnivel positivo de 2078 metros.



Antes de salir y justo después de llegar a meta cumplí con uno de mis rituales en tierras portuguesas, "um galao y uma nata". No está tan ricos como los de La Suissa de Lisboa pero me parecieron gloria bendita.

A las ocho dan la salida del ultratrail de 102 kilómetros. Se trata de la primera edición de la carrera y no somos muchos. Dios mediante, el próximo año iré a por la versión larga.





Justo antes de comenzar, empieza a llover. Sólo estamos inscritos 35 participantes en la maratona pero me da que partimos alguno menos. La salida consiste en una dura vuelta por Manteigas, típico pueblo de montaña de Portugal. El brillante pavés mojado parece peligroso y a algunos tomamos precauciones reduciendo la velocidad. Cuando salimos al monte, a pesar de llover ligeramente, decido quitarme la chaqueta; me estoy asando y me molesta para correr. Entre que me la quito y consigo cuadrarla en la pequeña mochila, me quedo el último. El inicio son pistas rápidas donde se puede correr rápido; aunque comienzas a subir, son desniveles asumibles para afrontarlos en carrera. Acabamos de salir y todos estamos frescos.

Corriendo fácil, comienzo a adelantar gente. LLegamos a un sendero entre rocas bonito y complicado. En definitiva se tratará de la parte más técnica de toda la prueba. Una pena la niebla ya que se intuyen unas vistas tremendas.

LLegando al kilómetro ocho comenzamos a adelantar a algún participante del ultra. Sigo a lo mío, Bajando hacia el kilómetro veinte, cuando voy metido en un grupo, me engancho con una raíz y caigo todo lo largo que soy, exactamente igual que en el MAM, colocando los antebrazos antes que mi cara y sólo me hago unos arañazos. Gajes del oficio.

LLegamos al avituallamiento del kilómetro veinte donde nos aguarda un lujo, cacahuetes y unos pequeños bocatitos. La prueba es prácticamente en autosuficiencia, te dan agua y poco más. No paramos ni dos minutos entre una lluvia incesante y para adelante. El tramo de asfalto hasta enlazar con la subida más larga del día lo comienzo a cola del grupo de unas diez unidades pero poco a poco me voy percatando de que soy mejor corredor y paso a la cabeza marcando un buen ritmo. A estas alturas no está lloviendo a mares y así seguirá un par de horas, yo voy en manga corta, con frío pero es tolerable. Creo que era el único que iba tan fresco pero algunos ya saben que en eso soy un poco talibán.

Durante una fea y eterna subida entre pistas de pinos que me recuerda La Morcuera en Trail de Peñalara, entre tramos corriendo y tramos andando a una velocidad a la que creo que nunca había ascendido, me quedo solo y no paro de adelantar participantes del ultra. Me siento fuerte e incluso me pico con alguno. La honrilla de la clase media.

Al llegar arriba, entre la niebla, me tomo la segunda barrita del día y comienzo el descenso. Ya no estoy tan bien como hace unas horas, me duelen las piernas y me falta chispa pero mantengo un ritmo digno. Cuando alcanzo a la chica que ganó el Ultratrail de Madeira y que probablemente vaya primera en la prueba larga, habiendo salido media hora antes, me hace pensar en que no lo debo de estar haciendo mal.

Justo antes de llegar al avituallamiento desde el que se inicia la bajada a Manteigas, adelanto a un participante de la Maratona. Allí me dicen que faltan ocho kilómetros. Escamado por mi penoso e inesperado descenso en MAM del año pasado, decido tomarme un gel. Me tengo que quitar la mochila y tengo las manos heladas. Entre que completo la operación, el tipo al que adelanté se marcha casi sin parar. Cuando comienzo a bajar, estoy completamente seguro que de que lo voy a alcanzar. Aunque me comienza a doler todo, sé que soy mejor corredor y tengo más fuerza. Después de bajar por un precioso camino repleto de hojas, nos aproximamos a un pueblo entre duros repechos. Veo al otro chico subir los repechos sin parar de correr y me sorprende porque no me pareció tan entero. Aún así estoy convencido de que lo acabaré cazando. Entramos en el pueblo y al comenzar a callejear le he perdido la pista. De pronto me encuentro con la Iglesia de Manteigas y unos metros más allá la meta. No había ocho kilómetros sino cinco desde el avituallamiento. El segundo clasificado lo sabía e imagino que conocería su puesto por lo que le adivino echando el bofe en el tramo final mientras yo esperaba mi oportunidad. Me alegró saber que era tercero pero debería haber sido segundo. Además me dijeron que el primero sólo me había sacado diez minutos. Si llego a saber la situación de carrera, me hubiera pegado a él y hubiera intentado disputar la prueba. Creo que tenía margen. En el pelotón de los torpes no estamos acostumbrados a estos agasajos y siempre hace ilusión que te den un trofeo, por horroroso que sea... que lo era. No había puesto que terminé la carrera con un tiempo de 6:01. Nos han mandado un correo diciendo que hay un error en el tiempo de las clasificaciones, que nos han sumado más de media hora. Finalmente acabamos 24 atletas. 47 en el Ultratrail.

Hay un atleta que en un foro utiliza la frase "Que bien se está cuando se está bien" como firma. Parece una tontería pero es una gran verdad. LLevo diez días entrenando en serio y me siento bien, casi como nunca. No es nada espectacular, es una especie de seguridad, de confianza, de no tener miedo. Sentirte fuerte sin el temor de saber que no has entrenado lo suficiente y que lo acabarás pagando. La carrera del sábado probablemente ha sido mi mejor participación en una carrera de gran fondo en montaña porque tengo experiencia, me conozco y me encuentro bien.

Que siga. Os dejo unas fotos que le he "robado" a un participante portugués. Esto de hacer las carreras medio en serio no te permite ni perder un minuto en hacer una foto.









De música os dejo a los hermanos australianos Angus & Julia Stone. Dos versiones de la misma canción, igual de buenas. Mañana os pongo otra y os cuento algo más, de ellos y de la media.

"¡¡YO SOY ESPARTACO!!"