sábado, 2 de enero de 2010

Dioses o títeres


Leyendo el bog de David, pensando mientras fregaba en ello, y como estoy leyendo sobre el tema, se me ocurrió esta entrada. ¿El hombre con su destino marcado? Para mí una de las etapas históricas más atractivas es el Renacimiento. Es entonces cuando, después de los largos y oscuros siglos de la Edad Media, Dios deja de estar en el centro para ser el hombre el punto alrededor del cual va a girar el mundo. Hubo uno momento en que la fe en su capacidad se antojaba ilimitada. Pico de la Mirándola con su "Oratio de hominis dignitate", el "manifiesto del humanismo renacentista" es su mejor ejemplo.
Pico basa la dignidad del hombre no en lo que éste es, sino en lo que no es; no en su naturaleza sino precisamente en la ausencia de una naturaleza definida. Para Aristóteles, el fin último del hombre es la búsqueda de la felicidad, para el hombre medieval el único fin de la vida es conseguir la vida eterna. Sin embargo Pico cree que el hombre es libre, no tiene una meta definida. Dios lo crea a su imagen y semejanza en el sentido de que es otro creador, y ahí reside su divina grandeza. Un animal no tiene libre arbitrio, no puede separarse de lo que le está mandado por naturaleza.
En su tratado, Dios se dirige a Adán: "Te puse en el centro del mundo para que descubrieras mejor todo lo que hay en él. No te he hecho ni celeste ni extraterrestre, ni mortal ni inmortal, para que tú mismo, libre y soberano artífice, te plasmaras y esculpieras en la forma por ti elegida. Tú podrás degenerar hacia cosas inferiores, hacia los brutos; tú podrás regenerarte, según tu voluntad, hacia las cosas superiores que son divinas"(...) "¡Oh, suma liberalidad de Dios Padre! ¡Suma y admirable suerte del hombre, al que se le ha concedido obtener lo que aspira, ser lo que quiere!"




¿Puede haber un canto mayor a la grandeza de un solo hombre, de cualquier hombre? Puede ser aquello que quiere, que anhela. La voluntad puede quererlo todo, luego el hombre puede serlo todo. Pico habla del hombre como "admirable camaleón", el ser del hombre reside en lo que quiere y en lo que hace.
Por supuesto fue objeto de críticas que le acusaban de querer abarcar demasiado. Superdotado, de corta vida novelesca, dominador de varias lenguas, él decía que sus críticos eran los que se contentaban con demasiado poco, despreciando las increíbles posibilidades y versatilidad del hombre; eran los dogmas y banderas los que lo limitaban. Siempre buscó la concordia entre las religiones o entre las distintas corrientes de pensamiento. El hombre está hecho para saberlo todo. Se interesaba por todas las doctrinas y escuelas pero no tendría sentido defender una teoría excluyente, ya que renuncias a la totalidad. Defendía la dialéctica como uno de los mejores modos de enriquecimiento.
Tal vez cuando murió en 1494, con 31 años, su "enfermiza" fe en el ser humano y en la posibilidad de la concordia universal permanecían incólumes. Supongo que se asustaría si le echara un ojo al siglo XX. Lo que sí tengo claro es que nunca creyó en el destino. Cada uno se fabrica su propio destino. El hombre es libre y responsable. Era un encendido enemigo de la astrología, y en eso en tiempos, eso tenía su miga.
Esta cita de Elías Canetti, por su energía, es del mismo jaez.:



"No puedo ser modesto; en mí hay demasiado fuego; las viejas soluciones se desmoronan; para las nuevas todavía no se ha hecho nada. Por esto voy a empezar por tadas partes al mismo tiempo, como si tuviera cien años por delante".
Tal vez esta fe ilimitada en el hombre, este desbordante optimismo vital no sea mal comienzo para intentar cambiar las cosas. La ciencia posteriormente nos enseñó que el hombre no es centro de nada, que somos uno más en el universo pero a veces reconforta pensar que querer es poder.
Esta entrada sí que ha salido "humanistri", con origen en doc, el tipo de más energía que he conocido para hacer malabares, abarcando tareas.
Ahora que como lo lea Plato53, amigo filósofo de profesión, de vocación y diría que hasta de existencia, me va a poner firme.

10 comentarios:

davidiego dijo...

empiezo el año contento de haber escrito apenas dos líneas en mi blog, aportando 3 citas, y haber animado a que la gente contestara con sus favoritas acerca de las elecciones personales, el azar y el destino, pero lo que más me halaga es haberte tenido rumiando toda la tarde esta entrada, con un fenomenal fotograma del Séptimo Sello que bien hubiera cuadrado en mi entrada.

No conocía a Pico, gracias por descubrirlo. Si somos libres, sigo deseando buenas elecciones, que desear buena suerte es desear lo mismo a quien nos gobierna.

Y ahora don Clemente, filósofo fisiólogo, nos hablará del determinismo marcado por los neurotransmisores y sus constituyentes, aminoácidos esenciales y electrolitos, porque todos nuestros actos y pensamientos no es más que un trasiego de sales a través de una micronésima membrana. Y si no lo dice él, abro yo el debate.

Isadora dijo...

Ole, ole y ole!
Qué pedazo de entrada, Abelín!

Soy de ese bando, de la fe en las capacidades del hombre (pero en general, eh?, que hay algunos/as que las tenemos muy límitadas).
;D

Xocas dijo...

Aquí uno que no cree en el destino, y tampoco en el determinismo (Heisenberg ya se encargó en su día de mandarlo a paseo). Sin embargo, esa fe absoluta en el hombre...eso es harina de otro costal. Hemos hecho demasiadas cosas como para seguir siendo inocentes. Somos capaces de lo mejor y de lo peor; y todo está dentro de nosotros, no en unos u otros. En cualquier caso, creo que tenemos la obligación de trabajar por un mundo mejor sabiendo que este no es el mejor de los mundos posibles y que probablemente nunca lo será.

Atalanta dijo...

Como el otro día hablando en el blog de Raquel sobre el Ulises de "Joyce", con el que no me atrevo, "El séptimo sello" de Bergman da miedo de verdad. Seguro que es un coñazo insufrible. A ver si un dia La 2, ahora sin publicidad, se anima.... y yo también.
Yo tampoco no lo conocía pero era un tipo interesante. A profundizar. Esta entrada es de las que yo llamo "clementianas".Supongo que sí, que hasta el amor no es más que eso, un montón de reacciones quimicas.¿Otra forma de destino?

Gracias, Isadora, pero todo lo bueno de la entrada no es mío. Yo sólo recolecto. Isadora, tú eres una chica abierta, inquieta y lista, algo difícil para cualquiera. Supongo que después no hay más que escoger bien.

Xocas, a eso se refiere a que partimos de la misma línea de salida, que somos como un recipiente vacío. A partir de ahí a nosotros nos toca elegir con que queremos llenarlo. Por un día vamos a ser optimistas y a pensar que podemos hacerlo bien.

Rachel dijo...

Interesante post,la filosofía nunca fue uno de mis fuertes, a veces no la entiendo y otras me resulta absurda, falta de criterio por supuesto como me reza nacho en uno de sus comentarios.
Desde luego que para la época no creer en el destino y en determinados dogmas era muy valiente...más de uno fue a la hoguera por tales atrevimientos,pero ahora mirando atrás en un siglo como éste tengo la sensación que para algunas cosas tampoco hemos avanzado demasiado.Tener fe en el hombre es difícil viendo como marcha todo en el mundo y desde luego me alegro de saber queno somos el centro delmundo, que coño nos habíamos creído!!
saludos!!!

edecast dijo...

Estoy en sintonía con el Pico éste. Esperemos que el tiempo le de la razón, que es el hombre algo increible y de infinitas posibilidades...

Atalanta dijo...

RAquel, yo creo que leer textos de este tipo, siempre que sean sencillos, aportan cosas porque hacen pensar y eso, en teoría, debe ser bueno. Yo creo que Pico, aún en estos tiempos, tendría la misma energía y fe en el hombre.

Enrique, ahí estás tú para demostrarlo, padre de familia, trabajador responsable con hipoteca y plan de pensiones, entrenamiento sistemático, blogueador ocasional.... lo dicho, un modelo a seguir. :). Ya te pondré esta semana otra canción que sé yo que te va a gustar.

Furacán dijo...

Antes iba dejar un comentario y al final lo borré, es un tema sobre el que me cuesta poner algo coherente, no lo sé explicar, ni si ni no sino todo lo contrario.
Mi pensamiento está más en sintonía con las filosofías orientales, el karma y todo eso. Creo en el destino pero no como algo escrito sino como un camino que puedes escoger o no, vamos como los salmones saben cual es su río.
Razonable no es (ni razonado por tanto) sino meramente intuitivo.
No creo en los humanos como colectivo pero si en las personas.

Michel dijo...

Cada cual se fabrica su destino; no tiene aquí fortuna alguna parte.

Miguel de Cervantes.


El hombre consecuente cree en el destino; el voluble, en el azar.

Disraeli.

A menudo encontramos nuestro destino por los caminos que tomamos para evitarlo.

La Fontaine.


Interesante entrada, que nos puede hacer pensar mucho, por eso no me gusta fregar, me como la cabeza....

Atalanta dijo...

Bonita aportación, Furi.

Michel, esas mentes sí que dan que pensar. No está mal fregar,hombre, algo que se puede compaginar con oír musica... y darle vueltas a la cabeza, algo no muy sano.