Estos días he estado leyendo algún artículo sobre las actividades del Foro Social Mundial que se celebra en Dakar. Alguna de las espeluznantes historias que cuentan refugiados mauritanos o de Sierra Leona ponen los pelos de punta. Asesinatos, violaciones de niñas, esclavitud (En Mauritania se abolió legalmente en ¡1980! aunque de hecho sigue existiendo) retratan un ambiente de terror sin salida. Por si fuera poco, muchos de estos refugiados son personas que no existen, sin identidad, sin estatuto alguno reconocido en el país de acogida. No pertenecen a ningún lugar. No se preocupan por otros derechos, sólo demandan su derecho a "ser". Estos temas son los que debían ser prioritarios en las agendas de los poderosos. En teoría el colonialismo desapareció con el siglo XX pero seguimos explotando sus riquezas y recursos como hace cientos de años hasta que dejemos seca la teta. De todas formas, últimamente le hemos encontrado una nueva utilidad a alguno de estos países: llevamos allí nuestra basura.
Me ha hecho recordar el poema de Eduardo Galeano.
Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres, que algún día llueva de pronto la buena suerte; pero la buena suerte, no llueve ayer, ni hoy ni mañana, ni nunca, ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que las manos la llamen y aunque les pique la mano izquierda o se levanten con el pie derecho, o empiecen el año cambiando de escoba.
Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nadie.
Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos.
Que no son, aunque sean.
Que no hablan idiomas sino dialectos.
Que no profesan religiones sino supersticiones.
Que no hacen arte sino artesanía.
Que no practican cultura sino folclore.
Que no son seres sino recursos humanos.
Que no tienen cara sino brazos.
Que no tienen nombre sino número.
Que no figuran en la crónica universal sino en la crónica roja de la prensa local.
Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata.
Os dejo una de las músicas más bellas sobre la tierra, el díalogo de la guitarra de Ali Farka Toure con la kora de Toumani Diabate.. Creo que el del contrabajo es Orlando Cachaíto pero no estoy seguro. A ese maridaje con el blues que practican juntos, le unen esta vez aromas del son cubano.
8 comentarios:
Lamentablemente esa realidad existe... no son sólo fotografías en Internet... El mundo necesita un cambio...
Vamos mal, muy mal. Cuantas conciencias se necesitan...
La fotografía que acompaña tu entrada es espectacular, lo dice todo, bonita canción.
Suerte el domingo.
Un abrazo.
...si todas las personas del planeta no miraran para otro lado.... lamentablemente somos muy pocos los que miramos directamente e intentamos ayudar en lo que podemos.... esto, lo permitimos tod@s.... el ser humano es despreciable.
Es una vergüenza y lo de la basura es escandaloso, sobre todo porque muchas veces a eso se lo llama "reciclaje". Sin embargo todo esto apenas sale en los medios, no interesa que se sepa.
Carles, ¿pero quién le pone el cascabel al gato?
Pablo, estás acostumbrado a ver cifras -increíbles por otra parte-, pero cuando lees la historia concreta de un par de familias, te quedas perplejo.
Michel, las hay muy duras pero no me decidí a ponerlas. Gracias, ya te contaré.
Mamen, hola. Lo alarmante es que la insensibilización es progresiva. Cada vez nos afectan menos este tipo de imágenes o noticias. Cada uno a lo suyo.
Furacán, sí me parece curioso que apenas aparece en los medios lo que se está haciendo con toneladas de basura. Que se coman nuestros despojos. Intrínsecamente perverso. REconduce al vídeo que puso Sergio, el de que para crecer nos interesa cambiar continuamente las cosas, deshechar, comprar, nunca reparar y generar cantidades ingentes de residuos.
Cuando oigo a alguien que se queja casi sin motivos me vienen a la mente esta gente. No hay nada peor. Bueno, quizás está a la misma altura que los países ricos exploten y miren a otro lado.
Tu entrada me ha dado en que pensar... Gracias
Publicar un comentario